¿Pueden las chicas buenas ganar (carreras)? | Julia Landauer | TEDxStanford

Esta charla fue dada en un evento local TEDx, producido de forma independiente de las conferencias TED.

Julia Landauer es una piloto de carreras profesional ganadora del campeonato de la ciudad de Nueva York y está en su último año en la Universidad de Stanford, con especialización en ciencias, tecnología y sociedad. Aquí habla de su vida haciendo carreras, primero de go-karts y luego con autos de carreras y de cómo las niñas se crían en desventaja para la competencia.

La pregunta más común que me hacen desde
que empecé a competir con go-karts es

¿qué se siente ser una mujer
piloto de autos de carrera?

Específicamente ahora, tal vez,

¿qué hace una mujer criada en
Nueva York, educada en Stanford

al volante de un auto de carreras?

(Risas)

Pero la realidad es, ¿por qué no?

Correr autos es uno
de los deportes más únicos,

porque la biología no impide que
hombres y mujeres compitan juntos.

Es un deporte, así que voy a
pedir que me hagas un favor,

pon tus manos como si conducieras

sin golpear a la persona
delante de ti.

Impresionante.

Cierra tus ojos,
y empieza a girar a la izquierda,

y estás moviéndote con alrededor
de 1500 kg de máquina.

Te enderezas y estás a
unos centímetros de la pared.

En el auto está a 54 °C,

y estás totalmente vestido con
un casco que pesa como un kilo

y lo estás haciendo por horas.

Abre los ojos.

Es díficil.

(Risas)

Pero debido a que la biología no impide
que hombres y mujeres compitan juntos,

tiene que haber algo más.

Y creo firmemente que las normas
sociales y culturales y estereotipos

les impide a las mujeres involucrarse.

Porque, ¿cuál es la única cosa que siempre
le dicen a las niñas que tienen que ser?

Amables.

Pero voy a decirte:
la amabilidad pierde carreras.

La carreras son un deporte muy difícil
y no todo el mundo puede hacerlo.

Así como mujer, tenemos no solo que
probarnos a nosotras mismas en la pista

sino luchar contra estos estúpidos
estereotipos que solo nos detienen.

Y hay tres estereotipos principales

que creo haber descubierto
mientras corro autos,

que estoy familiarizada con las carreras

pero estoy segura de que se aplican
a muchos otros campos.

El primero es que las
mujeres no son agresivas,

a las niñas se les dice desde temprano
que ser agresiva es algo malo.

Esta foto se tomó
cuando tenía 14 años de edad.

Era la primera carrera nacional
de go-karts del año,

y estábamos en Daytona Beach, Florida.

Estaba muy emocionada, me
había ido muy bien en la práctica,

estábamos en el top 3, top 5, de 40,

y estaba lista para ganar.

Llega el día de la carrera,

y me quedé casi igual mientras todos
los demás mejoraron mucho,

todos mis colegas masculinos,

y esto era frustrante y había ocurrido
en varias carreras antes de esta.

Así que en la mañana del
siguiente día de la carrera,

mi papá entra en mi habitación de hotel,
un poco temprano,

viene hasta mi cama
y dice: "Julia, levántate".

Me mira y dice,
"¡Hay que arrancarles los hígados!"

(Risas)

"A estos chicos les ganó
una chica el otro día,

no van a dormir,
sus padres no lo permitirán,

y tienes que estar igual de enojada".

En retrospectiva.

(Risas)

Me doy cuenta que mi papá,
esencialmente me dió permiso

de liberarme de cómo decían
que debía comportarme,

y destruirlos a todos en la pista.

Y era genial, y era aterrador.

Y estoy seguro de que apoyarme
era aterrador para él y mi mamá,

rompiendo completamente toda
norma social y comportamiento apropiado.

El segundo supuesto
que tenía que aprender,

es que es aceptable
tomar el papel de víctima.

Y no solo eso,

pero siento que es muy esperado que
las mujeres tomen el papel de víctima.

Esta foto se tomó cuando tenía 11 años
de edad en nuestra pista de go-kart local.

Y era un solo día de carreras,
y había salido,

y, de nuevo, lo hice muy bien
en nuestras pruebas de tiempo

Estaba empezando en 3er o 4to,
pero fui con mis padres y les dije,

"Ok, me gustaría que cambiaran X, Y, y Z
en el go-kart para hacerlo mejor".

Fui a correr y el go-kart no
estaba haciendo lo que quería,

y me estaba frustrando
más y más.

Un kart tras otro me pasaba,
y estaba enloqueciendo.

Terminé en unos de los últimos lugares,
y salí de la pista,

y era la niña de 11 años de edad
más cabreada jamás vista.

Empujé mi go-kart hasta un pit,

y deje caer todas mis cosas,
y corrí hacia mis padres y dije:

"Arruinaron el go-kart,
hubiera sido mucho mejor

si hubieran hecho esto y esto,
podría haber ganado".

Y entonces mi papá me miró,
y me di cuenta que metí la pata.

Y se acercó a mí
y dijo: "¡Vete al c*****!"

(Risas)

"Me dijiste que hiciera ese cambio
al go-kart y lo hice.

Y si no era lo que querías, pues qué pena.

Eres tú y el go-kart en esa pista,

y es tu responsabilidad
hacer que funcione".

Me disculpo por eso.

(Risas)

Y tenía razón.

Sabes, podría no haber sido
una situación ideal,

y pudo haber sido su culpa completamente,

pero el hecho es que tenía tomar
mi situación, adueñarme de ella,

hacerla mía y sacar lo mejor de ella.

La tercera suposición
acerca de las mujeres

que personalmente me
parece la más ofensiva,

es que las mujeres son frágiles.

Las mujeres usualmente se muestran
como emocional y físicamente frágiles.

Y la verdad es que no lo somos.

Tengo alrededor de...

(Risas)

Tengo alrededor de 150 kg, de go-kart
en mi cuello y estoy bien, ¿cierto?

Hoy estoy de pie.

Y esto es problemático.

He contado historias que aprendí
en los go-karts desde temprano,

pero aún enfrento y lucho
contra estas suposiciones

al cambiar a los autos de carreras.

La primavera pasada estaba corriendo
en la zona de Sacramento y Stockton,

y llevado mi CV y todos mis
triunfos y campeonatos a este equipo.

Estaba súper emocionada; pensé que
ellos estaban súper emocionados.

Había hecho un par de carreras,
gané una vez y nos iba bien

y uno de los chicos del equipo
que me estaba ayudando,

me lleva a un lado y dice:
"Jules, sabes, cuando me enteré

que íbamos a tener una chica
en el equipo, me desanimé.

Pensé que íbamos a correr en la parte de
atrás toda la temporada, pero no es así".

Y me di cuenta de que estaba
tratando de elogiarme,

pero al mismo tiempo, mi equipo,
que se suponía que es mi soporte,

tenía muy poca fe en mí,

y no esperaban que corriera
a ese nivel y en el límite.

Hay un estudio donde los
investigadores les pidieron a madres

ajustar la inclinación de una rampa

de cómo pensaban que
su niño podría subir.

Las madres inclinaron más
la rampa para los varones

que para sus niñas.

Desde bebes estamos condicionando
a nuestras hijas a no tomar riesgos,

a no esforzarse así mismas, a no caer,

y no aprender a cómo
levantarse por sí mismas.

Y esto afecta directamente cómo
las personas interactúan con ellas,

como he aprendido como corredora
profesional con mi equipo.

Así que entre ser la mujer que
la sociedad me dice que sea

y ser la piloto de carreras
que realmente quiero ser

hay un conflicto entre sí y

tenemos que romper las reglas.

Y las carreras no son
particularmente aterradoras para mí.

Ir a más de 190 kilómetros por hora,
estar a un par de centímetros de la pared,

correr lado a lado con alguien,
y estrellarse,

aunque desagradable, no es muy aterrador.

Rompiendo siglos de percepciones
negativas sobre las mujeres

es un poco intimidante,
pero muy importante.

Así que de vuelta a la pregunta original
sobre ser una mujer piloto de carreras?

Es grandioso.

Es fabuloso.

Estar en la zona es tan chévere.

Soy yo operando con el auto,
que opera con la pista de carreras

a un nivel subconsciente.

Nada de lo que está afuera importa.

Hace un par de años alguien me dijo
que cuando dominas una esquina,

y llegas hasta un par de
centímetros de la pared,

es mejor que el sexo.

Y es tan gratificante hacer
algo excepcionalmente bien

que la gente no espera que
fuera capaz de hacer en absoluto.

Y creo que mi situación
como piloto femenino,

y estoy segura que en muchas
de sus situaciones,

se resume muy bien en una cita de Erada:

"Si es a la vez aterrador y sorprendente,
sin duda debes perseguirlo".

Gracias

(Aplausos)