Yanis Varoufakis' special report on Greece: "Welcome to the eye of the storm"

Mientras que los griegos esperan

una decisión en Bruselas

esta noche sobre el más nuevo acuerdo de salvación,

muchos opinan que los mostraron de una manera

injusta como irresponsables y gastadores empedernidos

y dicen que la fábula de la hormiga y el saltamontes

es usada incorrectamente para hacer un

estereotipo del país durante la crisis

Yanis Varoufakis es un ex asesor

del Primer Ministro griego y uno

de los economistas más influyentes de Europa.

En este informe especial de Channel 4 News,

presenta su propio plan.

Bienvenidos al ojo de la tormenta europea.

Esta es Grecia.

Antes asociada a la diversión despreocupada bajo el sol.

Pero últimamente, el cielo se ha oscurecido.

Y ahora se nos dice que este lugar amenaza

con hundir todo el continente europeo.

Estoy aquí para decirte que por qué las cosas no son tan simples como parecen.

Casi 3.000 años atrás,

un esclavo griego llamado Esopo

contó la famosa fábula de la hormiga que ahorró

para el invierno por meses y del saltamontes que no ahorró.

Su fábula de la hormiga laboriosa y ahorrativa

y del saltamontes perezoso y frívolo

está en el centro del debate actual

en relación a la crisis del euro.

Los alemanes hacen el rol de la hormiga.

Los griegos el del despilfarrador saltamontes.

Pero, creo que esto es demasiado simplista.

Los saltamontes de cada país de la Eurozona y más allá causaron esta crisis.

Pero ahora son las hormigas en Alemania y Grecia

quienes pagan los platos rotos.

Lamentablemente se desperdicia su sacrificio

en rescates no viables

como el que acordaron hoy en Bruselas.

Pero si entendemos bien la fábula,

creo que podremos resolver fácilmente la crisis del euro.

Atenas es una ciudad llena de gente

sobreponiéndose a las adversidades.

Mientras que los disturbios y los políticos salen en primera plana,

los griegos siguen con sus vidas,

tratando de arreglárselas.

La depresión está en el aire.

En las calles, en los grafitis sobre los muros.

Pero, al mejor estilo griego,

se entremezcla con rebeldía.

Todos los días cierran negocios.

Y los que todavía resisten no tienen clientes.

A nadie le alcanza para nada.

Ahora es muy difícil. Extremadamente difícil.

Aunque estamos trabajando más horas,

la gente no compra como antes.

Escasamente podemos sobrevivir.

Los precios están altos a pesar de la recesión.

Y no es que antes de la crisis era mejor.

Cuando llegó el euro, el precio de

los alimentos de primera necesidad llegó a las nubes.

Mientras que las tasas de interés bajaron significativamente.

Y el precio de bienes suntuarios cayó.

Así que los ricos se sacaron la lotería.

Y los pobres bregaron más que nunca.

Anthoula ha trabajado años en el Departamento de mi universidad.

Limpia las oficinas de colegas

que han sido ministros, directores de bancos,

gente poderosa.

Su salario mensual de 850 euros ahora es de 600 y va en descenso.

Y las facturas se siguen apilando.

Su padre tiene Alzheimer,

y ella tiene que pagar por sus cuidados.

El año pasado falleció su madre.

Ahí es cuando tuve un problema terrible.

Terrible, sin dudas.

En negociación con la funeraria,

encontré la salida pagando en cuotas.

Lo enfrenté con mi dignidad hecha trizas.

Trabajo en la universidad con economistas,

con mentes brillantes, como usted.

Encuentren una solución, hagan algo.

Esto supera sus libros.

Literalmente, se nos apaga la luz en las ciudades.

Hay familias obligadas a vivir sin electricidad,

hay más gente en la calle,

y los suicidios van en aumento.

Christos Kavafas vive en otro mundo.

Volvió a Grecia después de trabajar para colosos financieros

como Goldman Sachs en Wall Street.

Construyó esta espléndida casa en exquisitas ruinas.

Dice que las recesiones son como un fenómeno natural.

La gente aquí parece no querer aceptar su destino.

Que esto es parte de la vida.

Christos es un misterio. Dice que

cree que los ricos tienen que pagar más impuestos

y siente pena por los pobres sobrecargados.

Pero igual piensa que tienen opciones.

Los que eligen trabajar por 300 euros al mes

por el resto de sus vidas,

probablemente siempre serán pobres.

Es decir, es la naturaleza humana.

No puedes...

A los fuertes les irá bien,

a los no tan fuertes no les irá bien.

2.000 personas trabajaban en el astillero de Elefsis.

Ahora, luego del despido de 1.300 trabajadores,

los que quedaron luchan por mantener el orgullo en su escaso trabajo.

Estos dos trabajadores suman 61 años de trabajo aquí.

Les consulté la gravedad de la situación.

Es todo un horror.

Ya no nos pagan como antes.

Nos pagan "a crédito".

Ya van seis meses.

¿No les han pagado en seis meses?

La empresa nos debe los últimos seis meses.

¿Qué opinan de ser tildados de los "saltamontes de Europa"?

Para empezar, es ofensivo.

Esa acusación es intolerable.

Intentan convertirnos en saltamontes,

pero tenemos la resiliencia para sobrevivir

y probarles que somos las hormigas.

El pueblo griego está disgustado y desilusionado.

No cree en los medios,

ni en los economistas,

ni mucho menos en los políticos.

Pero más que nada,

está harto

de que se lo tilde del villano de Europa.

Vine a Fráncfort, la capital financiera

del pagador de Europa, Alemania.

Donde el ánimo preponderante indica que Grecia es culpable.

Antes del euro,

la reunificación alemana se pagó

ajustando los salarios alemanes ferozmente.

Al caer los salarios, aumentaron las ganancias en estos bancos.

Mientras tanto, al otro lado del Atlántico,

Wall Street bombeaba ríos de dinero del sector privado.

Cuando se fusionaron con las ganancias alemanas,

inundaron países como Irlanda, España y, por supuesto, Grecia,

buscando incluso más dinero.

Así se crearon grandes, enormes burbujas.

Se amasaron las fortunas de los saltamontes.

Cuando se reventaron en 2008, los bancos estaban en

problemas muy pero muy serios. De ahí en más,

las hormigas de Europa han estado pagando fortunas

para mantenerlos a flote.

Los alemanes con préstamos de rescate,

los griegos con miles de recortes.

El pueblo alemán también está desilusionado.

Conocí a Clemens, que trabaja para una asociación de contribuyentes,

y a Jesse, un mecánico desempleado.

¿Por qué Grecia tiene estas deudas? ¿A quién le debe?

¿A quién ayudamos?

¿Ayudamos a los de abajo?

¿O ayudamos a los bancos?

Lo que me enfurece es que

Grecia se hizo miembro de la Eurozona

tergiversando sus finanzas.

Los bancos alemanes son cruciales en la crisis del euro.

Hablé con uno de sus economistas principales,

que quiere a Grecia fuera.

Tenemos dos países de la Eurozona

que no se pueden sostener en la Eurozona.

Los griegos y los portugueses deberían salir de la Eurozona.

¿Qué pasa con países como España?

¿Italia? ¿Incluso Francia?

Si estos países no pueden cumplir ni rendir,

va a ser difícil mantener con vida a la Eurozona.

Está claro, al menos para mí,

que está en progreso la desintegración

de la Eurozona.

¿Pero hay alguna alternativa?

¡Yo pienso que sí!

Podemos terminar con la crisis en tres pasos:

1. Unificar el sector bancario de Europa

y forzosamente recapitalizar sus bancos.

2. Centralizar una gran parte de la deuda pública de la Eurozona mediante el BCE.

3. Usar el Banco Europeo de Inversiones para convertir

ahorros ociosos en inversiones productivas

en los países que más lo necesitan.

Es una idea simple.

Pero para poder triunfar, tenemos que desechar las caricaturas

y los estereotipos de cada nación.

Tenemos que abandonar la idea de naciones de saltamontes perezosos

y naciones de hormigas laboriosas.

Quizás la moraleja fundamental de mi historia

es que para entender la crisis de euro,

debemos recordar que

no existe algo llamado "los griegos"

o "los alemanes".

Mi historia es solo una historia dominante.

Es que no deberíamos malinterpretar la famosa fábula de Esopo

enfrentando una orgullosa nación europea contra otra.

Más sobre Yanis Varoufakis en nuestro sitio, y su plan de 3 pasos para salvar el euro.