Robots, inteligencia colectiva y gobernabilidad participativa | Nikolaos Mavridis | TEDxCarthage

Después de una breve historia de la inteligencia en el planeta Tierra, a partir de los primeros organismos hasta llegar a los robots inteligentes, la charla proporciona ejemplos de diversos robots que interactúan con los humanos. Después, aborda el futuro de la inteligencia colectiva híbrida humano-máquina y tras plantear las nuevas tecnologías en relación con la gobernabilidad participativa, llega a una visión de las ciudades verdes inteligentes del futuro.

Imaginen un mundo

donde los robots son parte
de su cotidianidad,

y no solo como ayudantes,
sino también como compañeros y amigos.

Y donde las mentes de estos robots
no solo se construyen

en los grandes centros tecnológicos
del mundo, como Silicon Valley,

sino que se construyen incluso
en una pequeña ciudad oasis

en medio del desierto de Arabia,

como Al Ain.

Además,

imaginen un mundo

en el que todos podamos participar
en entidades inteligentes más amplias,

compuestas potencialmente de miles
de humanos y máquinas,

incluso con diez segundos de
nuestro tiempo cada día,

y cuyas capacidades podrían superar
con mucho los límites actuales

de la inteligencia tanto humana
como artificial.

Y, por último,

imaginen un mundo

donde podemos aprovechar

la mente colectiva y el intelecto
de los ciudadanos de nuestras naciones

con el fin de ser capaces de traer

gobernabilidad participativa eficaz a las
ciudades inteligentes verdes del futuro.

Estos tres han sido mis sueños y
metas en los últimos diez años.

Y en parte han producido algunos frutos,

como Ibn Sina, el primer androide
del mundo que habla árabe.

En palabras de la BBC,
tal como se grabó en mi laboratorio:

(Video) Pero a diferencia de su
anterior contraparte, Ibn Sina

cuenta con más alta tecnología.

Además de ser fluido en inglés y árabe,

puede mantener una conversación con
humanos. Busca información sobre nosotros

en Internet y
la utiliza para charlar con nosotros.

También lo recordará
la próxima vez que se reúnan.

Voz del robot: Saeed - Feliz.

Narrador: Pero este laboratorio no está
en Japón, China o EE. UU.,

está en Al Ain, a una hora en auto
de la capital de los EAU Abu Dhabi.

(Aplausos)

Nikolaos Mavridis:
Me gustaría pedirles

que se embarcaran conmigo en un viaje,

que tendrá tres partes:
en primer lugar, empezaré con

una historia muy corta de la inteligencia
en el planeta Tierra, para llegar al

momento en que en verdad tenemos
robots que interactúan con humanos.

A continuación, hablaré de
la inteligencia individual,

y cómo esta escala
hasta la inteligencia colectiva.

Y al final, abordaré la pregunta
más crucial, creo,

para hoy: ¿cómo podemos aprovechar
la mente colectiva de los ciudadanos

con el fin de llevar adelante
una gobernabilidad participativa eficaz?

Comencemos.

En el principio, la Tierra

estaba llena de materia sin vida.

Y luego,

aparecieron los primeros organismos.

Y más tarde,

los primeros animales

que realmente podían percibir
el mundo a través de sus sensores,

sus ojos y sus oídos, y luego

accediendo a través de
su inteligencia natural,

podían actuar en el mundo

a través de sus músculos.

Más tarde,

aparecieron los humanos,

y con ellos, los primeros objetos

hechos por el hombre,

como herramientas,

y mucho más tarde,

un tipo muy especial
de objetos humanos:

máquinas que pueden funcionar solas.

Y no fue sino hasta hace muy poco,

que logramos
las primeras máquinas inteligentes,

tales como las computadoras.

Pero pregúntense:

¿cuánto ha cambiado nuestra vida,

desde la introducción
de las máquinas inteligentes?

Solo piensen:

en la última semana,

¿cuánto tiempo has pasado

en la interacción directa,
cara a cara con otra persona?

Y ¿cuánto tiempo han pasado

en la interacción digital mediada

a través de su teléfono celular,
o por su sistema de mensajes?

Y más importante,
¿cuánto tiempo han pasado,

interactuando con una máquina
y no con un ser humano?

Con un sitio web, un juego
de computadora, un cajero automático,

y en el futuro, con los robots?

El estadounidense promedio pasa

dos horas de su tiempo en línea,

y una gran parte de este tiempo
está vinculado

interactúa con máquinas,
no con humanos.

Así que cada vez pasamos más
tiempo con ellas,

y poco a poco,

empezamos a relacionarnos con ellas.

Y entonces,

llegaron los robots.

Los robots son muy diferentes
a otras máquinas inteligentes;

no necesitan a alguien en el teclado

para alimentarlos

con información del mundo,

como sí una computadora;

tienen sus propios sensores,

pueden percibir el mundo a través
de sus cámaras y sus sistemas de visión,

a través de sus sonares,
sensores auditivos, etc.

Y lo más importante, también
pueden actuar directamente en el mundo;

tienen sus propios músculos

que son sus motores, en este caso.

Y la conexión entre los sensores
y los motores

se da a través de
su inteligencia artificial.

Por ejemplo,

cuando se trata de ajedrez,

la computadora Deep Blue de IBM

fue capaz de ganar a Kasparov,

el campeón del mundo de ajedrez.

Pero aún así, en muchas,
muchas otras cosas,

la inteligencia humana es muy superior
a la de las máquinas;

por ejemplo, las habilidades
motoras de una niña de 5 años,

si toman el mejor robot humanoide bípedo,

como Asimo que ya vieron,

es mucho peor cuando se trata
de lo que puede hacer.

Piensen también en
las habilidades de los niños pequeños

capaces de aprender continuamente

de una manera exploratoria.

Otra vez, el mejor
programa de aprendizaje automático

no puede ni siquiera pensar
en lograr algo así.

Hay límites infranqueables, sin embargo,
a lo que una sola entidad inteligente,

bien sea máquina o humana
puede hacer sola.

Y por eso,
la participación en grupos

no solo es muy,
muy agradable como actividad,

sino que nos puede permitir hacer cosas
que no podemos ni siquiera pensar solos.

Pero la etapa intermedia

entre el individuo solo y el grupo

es el par.

En este caso, un par
compuesto de un robot y un humano

interactúan entre sí

La mayoría de lo hecho
hasta ahora en mi laboratorio

en realidad tiene que ver
justo con esto.

Y permítanme compartir con Uds.
tres ejemplos interesantes:

primero, el robot Ripley,
con forma de mano.

Uno puede darle órdenes orales,

ayuda con cosas que
se quieren hacer en una mesa

y puede aprender palabras
a través de ejemplos.

Veámoslo en acción.

(Video) Hombre:
¿Dónde está el rojo?

Voz del robot: Arriba.

Hombre: Mira al centro.

Voz del robot: OK.

Hombre:
¿Dónde está el rojo?

NM: Allí pueden ver
lo que ve la cámara,

y este es el modelo del mundo que produce.

(Video) Hombre:
¿De qué color son los objetos?

Voz del robot:
Uno es rojo y el otro es verde.

NM: No puede ver más el objeto rojo,
pero todavía lo recuerda.

Hombre:
Imagina un objeto azul a la izquierda.

NM: Ahora le decimos
que hay un objeto a la izquierda,

por lo que está imaginando un objeto

y espera a verlo,
al mirar a la izquierda.

(Video) Hombre:
¿Dónde está el azul?

Voz del robot:
Probablemente está a la izquierda.

Hombre:
¿Qué tan grande es el azul?

Voz del robot:
No tengo ni idea.

Hombre:
Mira a la izquierda.

NM: Y ahora verá
lo que imaginaba antes

y comprueba que, efectivamente,
lo que le decía era verdad,

que es un objeto azul,
y sabrá lo grande que es.

Hombre:
¿Cómo de grande es el azul?

Voz de robot: Pequeño.

NM: Y el robot también puede recordar.

Hombre: ¿Cómo de grande era el azul
cuando comenzaste a mover la cabeza?

Voz de robot:
No tenía ni idea.

Hombre: ¿Dónde estaba el rojo
cuando apareció el verde?

Voz del robot: Lo más probable
arriba, pero tal vez no.

Hombre: ¡Gracias!

Voz de robot: De nada.

(Aplausos)

NM: Así que ya ven cómo, poco a poco,
estas máquinas aprenden

cómo absorber parte del mundo
en su propio reino mental, en su cabeza.

Y aprenden cómo conectar

todas esto con el lenguaje
y nos ayudan,

incluso a recordar e imaginar
en algunos casos.

El segundo ejemplo que
quiero compartir con Uds.

es el de los robots Facebots.

Aquí mi propósito era hacer un
robot que pudiera interactuar con Uds.

no solo una vez, sino que pudiera
mantener su interés

para que volvieran a hablar con él

tras un día, tras una semana,
muchas veces en un mes

o tres meses.

Y por esa razón
intenté crear

recuerdos compartidos con Uds.

Por eso recuerda cosas
que hicieron juntos,

y comparte amigos,

y puede propagar
chismes sobre los amigos

y puede tener
una charla interesante.

También puede reunirse con personas
físicamente o a través de Facebook

y también puede obtener información
relevante de Facebook.

¡Veámoslo!

(Video) La voz del robot:
¿Eres Layli Tutunzin?

Mujer: ¡Sí!

Layli Tutunzin, ¿estás bien hoy?
Mujer: ¡Sí!

Voz de robot: Bueno, te contaré algunas
noticias nuevas

desde el mundo de la tecnología.

NM: Aquí está dando
noticias personalizadas.

Voz de robot:
¡Genial!

NM: Ha reconocido
el rostro de la persona.

Voz del robot: Layli,
¿sabes que nuestro amigo, Panos Tulli,

ha publicado una nueva foto
en el álbum de fotos?

Mujer: No.

Voz del robot:
Te envío un mensaje al respecto.

NM: Hablando de amigos comunes.

RV: Un amigo común,
Panos Tulli, está en línea.

¿Te gustaría enviarle
un mensaje a nuestro amigo?

NM: Se puede conectar a las personas,
una está en línea, otra físicamente allí,

incluso que la gente se conozca.

RV: Recuerdo cuando hablamos
esta mañana y te había preguntado

"¿Estás bien hoy?"

Y estabas bien

y hablamos un poco
sobre Chandan Data.

Layli, me encantó hablar contigo.
Adiós por ahora.

(Aplausos)

Y ahora, el tercer ejemplo

después de Sarah la Facebot

está Ibn Sina, que vimos
muy brevemente en el principio.

Aquí el objetivo era crear
un robot de centro comercial,

o un robot museo, o, incluso,
un actor dramático interactivo.

Y este robot realmente habló
con miles de personas como verán.

Sus muchos grados de libertad facial,
le permiten tener expresiones faciales.

(Video) Hombre:
¡Salam Aleikum! Marhaba.

NM: Es un sistema simple de
diálogos en árabe.

Incluso hace el saludo

del Khaliji.

Robot: Hazin: tristeza.

NM: Y puede tener expresiones
faciales correspondientes a las emociones.

Tristeza.

Robot: Elpostir: incredulidad.

NM: Incredulidad.

Robot: Motahamas: Emocionado.

NM: Y ¡emoción!

(Risas)

Como se pueden imaginar, tiene
una gran cantidad de publicidad,

les mostraré solo una pequeña
muestra a continuación:

Esta es la agencia de prensa francesa.

(Video: Hablando en francés)

Dubai TV.

Treinta países de todo el mundo.

Holanda.

Y luego, también fue a
centros comerciales y exposiciones

y habló con unas 3 000 personas.

Y también voló con
Emirates Airlines a Arabia Saudita,

invitado por el
Ministro de Educación de Arabia.

Y aquí está muy contento.

Y al final la carta que escribió

al jeque Nahyan bin Mubarak
de los Emiratos.

(Aplausos)

Así que estos tres ejemplos
que les mostré

son ejemplos de interacción entre pares:

un humano y un robot,

hablan uno con el otro.

La siguiente etapa es
la interacción en grupo,

y en este caso tenemos
un grupo de dos robots y dos humanos

del Proyecto Robonaut NASA.

Y después de eso,
lo que se logra es lo que podríamos llamar

en términos sencillos "superorganismos"

que podrían tener miles
de humanos y máquinas,

conectados estrechamente entre sí,
y compartir sus ojos y sus manos,

y el cerebro, si quieren.

Pero ¿qué quiero decir exactamente?

Veamos un ejemplo.

Hay diez globos rojos;

que miden, creo, 5 m de diámetro,

y que se colocaron en lugares al azar
por los EE. UU. en 2009

como parte de un programa
de investigación DARPA:

este fue el reto de la red,
como ellos lo llamaron.

Y el objetivo de los equipos
que formaban parte de la competición

de estos globos,
que eran equipos universitarios,

era lograr
una manera de encontrarlos.

Y podían usar lo que quisieran:

podrían utilizar humanos,
utilizar satélites,

utilizar máquinas.

El equipo que,
en realidad ganó

y que era del MIT Media Lab,
donde me doctoré,

utilizó... ¿qué creen?

Redes sociales.

Así que utilizaron las redes sociales
para reclutar miles de personas

que pudieran pasar diez segundos
de su tiempo prestando sus ojos

y su cerebro al sistema
para mirar alrededor

y comprobar si veían un globo.

Y luego, a través de los miles de ojos
que contribuyeron al sistema

fueron capaces de encontrarlos
en muy poco tiempo.

Por supuesto, se puede ampliar esto.

Se puede que la gente
dé parte de sus capacidades

como servicios al sistema.

Puede ser traduciendo texto,

puede ser diseñando,

puede ser haciendo operaciones.

Y si uno pone todo esto junto,

entonces se consigue algo
que es mucho más parecido

a esta danza de la reencarnación
del Buda que tienen en China.

Basta ya de robots interactivos
y de la nube humano-robot.

Déjenme ir a la tercera
parte de la charla,

y hablar acerca de la respuesta

a la siguiente pregunta:

¿cómo poder aprovechar
la mente colectiva ciudadana

para llevar adelante
una gobernabilidad participativa eficaz?

Tanto en la antigua Atenas,
como en el Islam y muchas otras culturas

uno de los elementos
principales de la política

es la "consulta" o la "Shura"

como se suele llamar.

El gran problema con Shura es que
funciona en el ámbito de una villa

pero ¿cómo se puede extender esto
a las naciones de millones de personas

que tenemos hoy?

Es un gran problema,

pero esta es justo una
oportunidad en términos de tecnología

por primera vez en la historia de la
humanidad para intentar hacerlo.

Y un ejemplo de ello,

es lo que su Excelencia

Sheikh Mohammed bin Rashid
ha hecho en Dubai,

con el programa 'Brainstorm'
de los Emiratos,

que trajo alrededor de diez mil
de sus ciudadanos a contribuir

a la reforma del programa
de educación de los Emiratos

mediante el envío de mensajes a través
de Twitter y a través de Internet.

Y hay muchos casos
en los que la consulta electrónica

realmente puede ayudar
a aportar nuevas ideas

y realmente puede ayudar a
la participación en lo que sucede.

Hay casos, sin embargo,
donde es importante, si se quiere,

obtener el elemento físico llegado allí.

Es por eso que,
como parte de mi participación

en "Recrear Grecia",
un movimiento ciudadano en Grecia,

había planeado y organizado
talleres electrónicos y físicos híbridos

para consultar, en los que de nuevo
hubo muchos ciudadanos griegos

reuniéndose e intercambiando ideas

con el fin de planificar el renacimiento
de Grecia tras la crisis.

Y lo importante sobre el elemento físico

que no se encuentra
fácilmente en la electrónica

es el hecho de que tener

amistades reales
que tienen lugar en esta reunión,

y también ciudadanos que se involucran
después de que inicie la acción grupal.

Así se pueden lograr grupos voluntarios
que hacen cosas y no solo hablan.

Y hay muchas otras tecnologías

que accesibles
en estos momentos

para mejorar la gobernabilidad,

que se basan en esta mente
colectiva de la gente, si lo quieren.

Hay una representación líquida,

hay un presupuesto participativo,

hay peticiones en línea,

y mucho más que uno
puede encontrar,

por ejemplo, el Foro Mundial
de la Democracia en Estrasburgo.

También, hay nuevas tecnologías

capaces de analizar la opinión pública.

En un proyecto que iniciamos
en mi laboratorio, analizamos

150 000 tweets relacionados
con el sitio web de ObamaCare

y cómo la gente reaccionó a esto.

Y hemos podido averiguar

los principales agentes
y esferas de influencia,

la dinámica de comunicación,

cómo el sentimiento del pueblo

subía y bajaba en el tiempo,

y cómo todo esto se relacionaba
con lo que pasaba ahí fuera

en cuanto a los anuncios del gobierno
y el progreso del proyecto real.

Y uno podía incluso predecir realmente
lo que estaba sucediendo,

a través de este análisis
de la opinión pública.

Así, en las ciudades verdes
inteligentes del futuro,

no serán solo que la infraestructura
será inteligente

y los edificios
y el medio ambiente amigables.

Uno de los elementos más importantes,
creemos, es poder

aprovechar las aptitudes y la mente
y las opiniones de todos los ciudadanos

con el fin de ayudar a la gobernabilidad,

con el fin de ayudarles a hacer
sus sueños realidad.

Hemos recorrido
un largo camino.

Comencé hablando de la materia inerte
y fui hasta los

robots que interactúan
con humanos.

Luego hablamos de
inteligencia individual

e inteligencia colectiva.

Y, por último, abordamos
la mente colectiva de los ciudadanos

y cómo se puede ayudar
a las nuevas ciudades del futuro.

Permítanme por tanto solo
cerrar con una visión del futuro.

Imaginen un mundo
en que los humanos, los robots,

y todas las demás entidades
inteligentes y naturales

que conformarán el complejo ecosistema
biológico y artificial del mañana,

coexistieran en paz, armonía
y beneficio mutuo,

y en el que a través de nuestra
participación en entidades más grandes

podremos llegar a una autoactualización
profunda mucho más colectiva.

Y, por último, imaginen un mundo,

en el que a través de
la mente colectiva de los ciudadanos,

podamos no solo tener
gobernabilidad participativa eficaz,

sino, más importante aún,
podamos ayudar a preservar y disfrutar

nuestro más hermoso planeta,

su biosfera,

y la Madre Tierra.

(Aplausos)