La caravana de la esperanza | Rüdiger Nehberg | TEDxTUHHSalon

Esta charla se presentó en un evento local TEDx, producido de forma independiente de las Conferencias TED.

Rüdiger Nehberg lucha con su organización para los derechos humanos contra el delito de la mutilación genital femenina. Quiere acabar con la horrible tradición que cuesta la vida a miles de niñas y mujeres cada año. En su charla, cuenta su increíble historia a través de los desiertos y las salas de conferencias en los países árabes, y explica cómo su idea encuentra resonancia en el islam.

Rüdiger Nehberg, el superviviente y activista de derechos humanos más famoso de Alemania, ha declarado la guerra a la mutilación genital femenina. No de cualquier manera, sino como carácter de superviviente: en contra del espíritu de la época y en estrecha cooperación con el Islam. Y con su propia organización (www.target-nehberg.de), lo que le ahorra discusiones con escépticos.

(Aplausos)

Hola, amigos de todo el mundo.

Bienvenidos a la presentación
de mi proyecto.

Mi proyecto y el de mi esposa.

Es la lucha por acabar con
la mutilación genital femenina;

para mí, es el mayor crimen
de la humanidad,

que perdura ya 5 000 años.

Es la sociedad contra la mujer
que se cobra todavía 6 000 víctimas por día.

En primer lugar, permítame presentarme.

Mi nombre es Rüdiger
y soy de Hamburgo.

Allí regenté durante 25 años
una pastelería.

Se pueden pensar que este
trabajo no me hacía feliz.

No sentía desafío alguno,
por eso me alegró

ser ducho en el tema
de la supervivencia

y poder así llevar a cabo
acciones emocionantes.

Por ejemplo, esta navedando
sobre un tronco de árbol enorme

a través del Atlántico desde
África a Brasil.

En la vela un llamamiento
al presidente de Brasil,

para evitar el genocidio inminente
de la últimos indios

libres en vida salvaje,
los yanomami.

Fue un viaje más submarino
que sobremarino, en cubierta.

Más submarino, que sobre el mar.

Pero tales acciones eran apropiadas
para llamar la atención de los medios

e incluso una persona
insignificante como yo

podía sacar a la luz
su preocupación al mundo.

En 1977 atravesé con mi propia caravana

el desierto de Danakil en Etiopía.

En ese momento había guerra
entre Eritrea y Etiopía

y fuimos testigos presenciales
allí de estos asesinatos.

A pesar de toda la crueldad
que hemos experimentado,

por otro lado hemos vivido

la infinita hospitalidad de
los musulmanes que nos acompañaron.

Hospitalidad beduina árabe.

Dos veces fuimos atacados,

y nuestros dos guardaespaldas,
que se ven aquí,

se plantaron con sus cuerpos
como escudos vivientes

ante nosotros
diciendo a los atacantes:

"Estos son mis invitados.

Si los quieren matar, tendrán
que acribillarnos primero a nosotros".

Algo similar no lo he vivido
en ninguna otra cultura.

Y entonces aprendí
a una edad temprana,

que el Islam no puede
identificarse con su terrorismo.

Tampoco los cristianos quieren verse
identificados con su terrorismo,

Por ej. con el genocidio de los indios,
la Inquisición o las Cruzadas;

sino más bien con los auténticos valores,

como caridad, responsabilidad social,
y la Carta de Derechos Humanos de NNUU.

Estos son los valores por los cuales
vale la pena luchar.

Tras muchos años, estaba
de nuevo en este desierto de Danakil,

junto con mi esposa Annette,

y allí supimos

de este crimen demencial:
La mutilación genital femenina.

Al enterarme de que el 90%
de las víctimas diarias son musulmanas,

- el resto son cristianas
y de otras religiones -

pensé:
¿Cómo puede una religión mundial

cómo el Islam junto a todo el terror
que se le atribuye

puede dejar todavía sin respuesta,
lo que se les endilga?

Y la idea nació:

hacer que los más altos responsables
de las decisiones del Islam

declararan esta costumbre como pecado.

Buscamos colaboradores
en las organizaciones alemanas.

No los encontramos.

Desde entonces hemos
tenido que escuchar,

que nos habíamos vuelto
totalmente locos.

El Islam no tiene capacidad de diálogo.

Me degollarían.

Por consejo de Amnistía Internacional

creamos entonces sin vacilar
nuestra propia organización,

siendo así independientes
de cobardes y escépticos.

Y para poder ganar
esta batalla,

necesitábamos imágenes, y
de ellas teníamos una gran carencia.

Por eso Annette y yo fuimos
de nuevo a este desierto

para rodar con cámara oculta
estas imágenes.

No les mostraré las terribles
imágenes sangrientas,

pero esbozaré brevemente el crimen.

Las niñas de cuatro semanas
hasta su boda

en algún momento
son acostadas en el suelo

por sus padres y familiares que
se sientas en las extremidades

cortándoles sin anestesia

el clítoris y los labios menores,

para después coserles
con una aguja la vagina,

sin anestesia,
con instrumentos ridículos,

sin conocimiento ni de higiene,
ni de anatomía.

La vagina debe crecer junta.

Lo que les dejan es una abertura
del tamaño de un grano de arroz.

Orinar así supone un cuarto de hora.

Cuando tienen la regla,
el tormento dura dos semanas.

Una destrucción inimaginable de cuerpo
y alma, despojadas además de su dignidad.

Ese es solo el comienzo de la llamada
mutilación faraónica,

en la noche de bodas continúa el suplicio.

El hombre la debe abrir.

Nunca ha visto a una mujer desnuda.

El tío le había dicho:

"Ibrahim, esto no es problema;

te untas el pene con vaselina
y entonces la penetras con fuerza.

Si no lo logras, tampoco pasa nada,

agarras el cuchillo
y la cortas.

Esa es la mutilación faraónica.

Muere un tercio de las niñas.

A ella la habían mutilado
hacía tres meses.

Debido al trauma la chica perdió el habla.

Estos son los países donde se mutila,
algunos en Asia.

La mayoría tienen un régimen islámico.

Cuando preguntamos a los musulmanes:
"¿Por qué hicieron eso?"

la respuesta dada fue:

"Es que lo tenemos que hacer,
lo dice el Corán".

Nada de eso dice el Corán.

Por el contrario, cada creyente admite

cinco veces diarias en sus rezos,

qué único es Alá, el Creador.
Perfecto e infalible.

Pero no parecen creer
en lo que dicen en sus rezos.

Asumen que Alá es un chapucero
que creó a las mujeres con errores.

De ahí que como humano insignificante,
se atreven a

mutilar a las mujeres.

Pero ahora teníamos imágenes.

El primer compañero
en la lucha fue el sultán.

Él nos permitió convocar una conferencia
a todos los líderes de los clanes.

Hubo discusiones difíciles,
durante dos días,

pero teníamos al Ministro de Salud
a nuestro lado

los jeques más importantes
a nuestro lado.

Luego vino la gran decisión.

La costumbre está en contra de todos
los derechos humanos y contra la religión.

La debemos prohibir.

Y el último en firmar esta
nueva ley tribal fue el sabio sultán.

Si uno conoce África y
las costumbres tribales

entonces sabe que solo eso
tiene validez para las personas.

Lo celebramos y también tuvimos
estos éxitos en otros países.

Un breve ejemplo aún: Mauritania.

Allí, nos permitió la máxima
autoridad teológica,

el Gran Muftí del país,

extender su mensaje,
de que es un crimen,

escribiéndolo en banderas
y llevándolas a los oasis.

Durante semanas estuvimos en ruta
con sus propios camellos.

Teníamos cientos de banderas
y allí donde íbamos,

solo vivimos oídos predispuestos
a escuchar, brazos abiertos

y la santa e histórica hospitalidad.

Cuando ya queríamos dejar el país,

el Gran Muftí erudito me preguntó:

"Rüdiger, ¿de verdad que ahora quieres
peregrinar por todos los 35 países?

Alá no no te dará tanta vida."

Tenía razón.

Tengo 80 años y a esa edad uno tiene
que ponerse manos a la obra.

Por encima de todo,
él tenía una idea, y me dijo:

"Si logras reunir a las diez instancias
más importantes del mundo musulmán

y que declaren esta práctica
como pecado,

entonces será pecado."

Annette y yo volamos a El Cairo
a la Universidad Al-Azhar y a la mezquita,

instancia comparable al
Vaticano para los católicos.

Conseguimos una audiencia privada
con el Altísimo por la ley teológica,

el Gran Mufti,
su Eminencia el Dr. Ali Gom'a.

El escuchó la idea, estaba encantado
especialmente al garantizarle,

que lo financiaríamos.

- Y esto lo hacemos mediante
patrocinadores que nos apoyan. -

Luego dijo: "No solo moderaré
la conferencia."

tal y como le habíamos pedido,

"sino que además asumiré el patrocinio."

Así lo hizo.

Sobre El Cairo sobrevolaron en algún momento
del 2006 nuestras pancartas.

"Conferencia Internacional de Eruditos
para la prohibición de la mutilación

del cuerpo femenino
mediante la ablación

bajo el auspicio del Gran Mufti,
el Prof. Dr. Ali Gom'a."

Todos llegaron. Cien guardaespaldas.
Y las más altas instancias del mundo.

En el medio: El gran jeque de Qatar.

El hombre con la prohibición
de entrar en Hamburgo y en toda Europa.

Él es la causa de la controversia
sobre las caricaturas en Dinamarca.

Hombres que deciden
entre la vida y la muerte.

Pero también otros.
El gran jeque Al-Azhar.

A la derecha el Ministro de Religión.

Las más altas instancias del mundo,
ante las que me presento

ante ellas y ante Alá
como un alma cándida.

Entonces saludé a todos y
comenzó la conferencia.

Bajo nuestro cartel presidiendo la mesa

a la izquierda el Gran Mufti de Egipto.

El gran jeque de Al-Azhar.

El Ministro de Religión de Egipto.

La embajadora de buena voluntad,
la Sra. Mubarak

y el Gran Panadero Rüdiger
de Alemania.

Solo para que vean que
el Islam no está dispuesto al dialogo.

También invitamos a médicos

que también expusieron claramente

el horror que se acomete a las mujeres
mediante la mutilación.

Entonces a Annette se le permitió
mostrar su película.

Sin adornos. La realidad.

Los hombres tenían los ojos húmedos,

se retiraron a puerta cerrada.

Tras dos horas tomaron la decisión

y escribieron una "fatwa",
un dictamen jurídico.

El Mufti declaró ante las cámaras,
anunció lo que se había decidido.

La frase más importante fue la siguiente:

"La mutilación genital femenina
es un delito punible,

que va en contra de los valores
más altos del Islam".

Firmó la fatwa y pensamos
que el trabajo había concluido.

Pero habían hecho el proyecto de
ley sin contar con los ciudadanos.

Pues la vergüenza de
hablar sobre el bajo vientre de la mujer,

se ha mantenido más fuerte
que cualquier razonamiento.

Por eso hemos vuelto a reengancharlo.

Hemos documentado la conferencia,

en este llamado Libro de Oro.

Un modelo de sermón
para los imanes en el mundo.

Debido a que Ali Gom'a, el patrón,
lo consideró tan bueno,

él bendijo el libro con un prólogo.

Nos lo quitan de las manos.

Estuvimos en muchos países,
organizamos conferencias

con las respectivas autoridades
espirituales más altas.

Ellos lo leyeron con interés.

Algunos estaban tan emocionados
que besaron el libro.

Desafortunadamente, sin embargo,
la mayor parte no tuvo el valor

de comunicarlo.

"Sobre el bajo vientre de la mujer
no se debe hablar en la mezquita".

Solo unos pocos tienen el coraje.

Ellos fueron por lo menos
a las universidades,

a las plazas de los mercado y,
a veces incluso

algunos imanes valientes
predicaron esto

en las mezquitas, como aquí.

Entonces se propaga por altavoz
en los apartados de mujeres.

Y ellas son las víctimas.
Ellas lo difundirán.

Se me acaba el tiempo.

Estos son solo gotas en el océano.

Por eso intento
con muchas otras estrategias,

llegar a esta cuestión
para abolir la costumbre.

Mi última visión sería ésta:

Me gustaría que el gran mensaje

fuera difundido por los más altos
clérigos del mundo

en el lugar nacimiento del Islam,
aquí en la Kaaba en La Meca.

No en un día cansado de peregrinación,
sino en la estación principal

de peregrinación, cuando cuatro
millones de personas se reúnen ahí.

Hombres y mujeres,
con corrientes islámicas confrontadas.

Entonces quiero con todos aquellos
y con el rey saudí

colgar mi pancarta allá arriba
entre los minaretes,

tal y como muestro aquí,
ensayado mediante un fotomontaje.

Por desgracia, me falta
el último colaborador,

que sería el rey saudí,
pero estoy seguro de que

si lo supiera, él participaría.

Por un lado,
para ayudar a estas mujeres,

por otro,
para mostrar al mundo,

cuáles son los verdaderos
valores del Islam,

en vez de ser constantemente
ser presentado

por terroristas
como organización criminal.

Si no puedo lograrlo,
quizá pueda lograr esto,

que ya tuvo su estreno en Hamburgo,

que al menos muchos imanes
de todo el mundo participaran

donde nuestra pancarta
pudiera colgarse allí.

Tal vez yo viva que la niña

no tenga que mutilar a su hija.

Entonces mi vida
realmente habrá merecido la pena.

Hago un llamamiento a colaborar
a cualquiera

que haya escuchado visto esto.

Además, no participar,
ya es complicidad.

Debemos desterrar esta tradición,

sino no me voy de aquí.

Ahora quiero finalmente

mostrar el boceto de mi pancarta.

Ella es Annette, mi compañera.

Y esto ...

(Aplausos)

en todos los idiomas,
ahí en árabe.

[Árabe] En el nombre de Alá.

El compasivo y el misericordioso.

Eso siempre ha de incluirse.

Abajo lo tenemos
también en alemán:

La mutilación genital femenina
es incompatible con el Corán

y la ética del Islam,

es un insulto a Dios

y una discriminación del Islam.

Muchas gracias.

(Aplausos)

Muchas gracias.

(Aplausos)