Eva | Assetou Xango | TEDxMileHighWomen

Assetou Xango despliega fuerza y gracia poética en el escenario en un performance de su poema original "Eva".

Assetou Xango es poeta, activista comunitaria, cineasta de documentales, maestra y mentora nacida y criada en Denver. Fundó sedes para poesía en Denver y San Francisco y, como miembro de Deadly Pens (Plumas Mortales) y SpeakOut (Alza la Voz), se ha presentado por todo el mundo e incluso apareció en HBO.

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED. Más información en: http://ted.com/tedx

Me llaman Eva.

Nunca me dieron un apellido,

pero este fue sólo el primer
caso de robo de identidad.

Sé lo que han escuchado de mí,

que por ocurrencia me extrajeron
del costillar de un hombre,

pero no se equivoquen,

han quemado mis bibliotecas
e intentado incinerar mi memoria,

pero recuerdo bien

la dulzura del aliento
de Dios detrás de mi cuello

cuando murmuró mi existencia.

Ella me dijo que sería la primera

de esta nueva especie
con la que experimentaba

No se habló de dominación,

pero sí me enseñó cierta
armonía con la Señora Gaia

y me dijo que encarnara su belleza,
así que caminé erguida,

con las caderas anchas y peso de más
para nutrir a los niños que engendraría,

y conforme crecieron,

les enseñé,

le enseñé mucho a los jóvenes,
a los pequeños, a los débiles.

Acudieron a mí corona y me preguntaron
como administrar sus naciones:

Aristóteles, Platón, Sócrates bebieron
del seno de mi conocimiento.

No podía saber que al voltear la espalda

me azotarían con barcos esclavos
y crearían esta Biblia

que me culpa por la expulsión
del Jardín del Edén;

no hubo serpiente que me tentara
a abandonar la Tierra Prometida.

Estoy segura de que fueron
sus armas, cadenas y agresiones.

¿Habrá sido el fruto o el Paso Intermedio
el que cerró las puertas del Edén?

Esta Biblia, que dice que el parto
es una maldición y yo su causa.

Bueno, lo siento,

perdón por romper mi espalda
por llevar a tus hijos,

pero si alguna vez me preguntas
diré que tú eres la maldición.

Me han llamado tentadora,

pero fuiste tú quien me desnudó,
me llamó ramera y hizo caer de rodillas

hasta que conocí
el sabor del fruto prohibido,

y el abuso no paró después de Lincoln.

Sólo estaba muy bien disfrazado mientras
los medios me lanzaban unos cacheteros

y diciéndome que moviera las caderas
al ritmo de ancestros linchados

porque a los racistas
les recuerda mejores épocas.

Nunca me miraron a los ojos

porque querían que olvidara que los tengo

y así ignorar
las Paternidades Planificadas

que abundan con propaganda
en mis barrios negros,

haciéndolos tan atractivos como un
horno de fácil cocción para Hitler niño.

He esperado que la ONU
intervenga y lo llame genocidio,

pero sólo encuentro oficiales de gobierno

que plantan cocaína
en el cuerpo de mi hijo

hasta volverlo adicto,
para encarcelarlo o matarlo.

Sé por qué lo hacen.

Ven la imagen de ella en mí
y temen mi poder.

Me vendieron como un producto
para que olvidara mi valor,

pero debieron romper primero mis espejos.

¿Pensaron que no veía

que soy la belleza del oro en persona?

Piel negra, tan bella como las galaxias
que robaron de mis bibliotecas

pero no de mis ojos.

Quédense con sus
pinturas idealizadas de mí,

nunca blanquearán mi piel
o alaciarán mi cabello.

Prohíban los tambores de mi lengua,

pero nunca callarán el prodigio
del idioma de mi danza.

Nunca perderé mis rizos,
mis batallas, mi fuego.

Ahorren sus piropos para quien los merezca
porque yo no juego con ratas.

Me van a llamar--

(Vitoreos)

Me van a llamar Diosa

o no se dirigirán a mí.

(Vitoreos)

(Applausos)