El emprendedor, primer agente de cambio social | Patrick Chassagne | TEDxIssylesMoulineaux

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED. Más información en: http://ted.com/tedx

La innovación es un motor poderoso de evolución de nuestras sociedades... ¡Cuando se difunde en usos! Al corazón de esa transferencia exitosa de la innovación a nuestras vida, un modelo de negocio transgresor, ¿será la clave?
¿Habrá un tipo de pensamiento o de personalidad que favorezca mejor la realización y conducción de estos modelos de negocio?

Patrick es un emprendedor, fundador o re-lanzador de varias empresas desde el inicio de su carrera. En 1996, fue con-fundador de Melcion, Chassagne y Cía. Con 4 socios actualmente, este equipo de asesores senior acompaña cerca de 300 emprendedores en sus retos estratégicos, financieros y accionarios.

Buenas noches.

Nuestras sociedades cambian
todo el tiempo y sin pausa.

Y podríamos ponernos de acuerdo...

en que el innovador es
la persona más importante

para cambiar nuestras sociedades.

No estoy de acuerdo
y les explicaré por qué.

Pero primero les hablaré
de mi tierra, Auvergne.

Esta es Auvergne, y esta...
y estos son sus habitantes.

Y este es el Puy de Dome,
y al pie de la montaña,

está un pequeño pueblo,
Clermont-Ferrand.

Y a este pueblito los llevo,
en 1889.

En ese año los hermanos Michelin
crearon una empresa:

Michelin y cía., no muy original.

Ellos la fundaron a partir de
la innovación del inglés Dunlop,

que descubrió la vulcanización del caucho.

Y a partir de esa innovación
-- que no era de ellos --

desarrollaron los neumáticos:
primero para bicicletas,

luego para automóviles,
luego para camiones,

neumáticos de avión, etc., etc., etc.

Pero con el paso de los años,
al inicio del siglo XX,

con la llegada del automóvil
tuvieron una idea genial:

Poner neumáticos en las
ruedas de los autos.

¡Eso cambió todo! Todo cambió
en términos de comodidad.

Todo cambió en términos de seguridad.

Todo cambió en rupturas
de ejes, etc., etc.

Entonces les esperaba un gran futuro

a los dos emprendedores
del pueblito Clermont-Ferrand.

¡Pero no! ¿Por qué?

Porque a inicios del siglo XX,
quienes tenían auto lo usaban poco.

Podían estar contentos,
orgullosos, y rodar un poco,

pero no rodaban mucho.

Y como no rodaban mucho,
no gastaban sus neumáticos.

Y como no los gastaban casi
no había mercado para neumáticos.

Entonces la pequeña empresa de
Clermont-Ferrand sigue siendo pequeña,

y los hermanos Michelin

entendieron que para vender neumáticos

debían convencer a los dueños
de autos de usarlos.

Y empezaron con el mapa de carreteras.

Es la primera vez que
se hace un mapa no militar.

Explica cómo ir de Estrasburgo a Orleans.

Pero no bastaba,

porque de Estrasburgo a Orleans,

incluso sabiendo por dónde ir,

¿qué razón tendrían para ir?

Así que hicieron un inventario de
las maravillas naturales o humanas,

primero en Francia, luego en Europa
y en el mundo: La guía verde.

La guía verde llevará turistas
al monte Saint-Michel.

Y la guía verde los llevará
a la bahía de Arcachon.

Bueno, ya teniendo el camino para ir

y sabiendo la razón para ir,
queda un problema:

¿Qué hacer en este largo camino?

Hay que parar a comer, y a dormir.

¡Y esa es la guía roja!

La guía roja con los
restaurantes, hoteles, etc.

Y lo último que hicieron,
-quizá lo más sorprendente-

instalaron cada mil metros en las
principales rutas de Francia...

un letrero que mostraba
la distancia y la dirección,

y el nombre de la ciudad más próxima.

Dos pequeños emprendedores auvernios,
perdidos, allá,

instalaron marcas de kilómetro
por toda Francia,

para que quienes compraran autos
al comienzo del siglo XX,

usaran sus neumáticos para ir
a la bahía del monte Saint-Michel,

y que al ir comieran y durmieran
por el camino;

sin eso, no se hubieran puesto en camino.

Ahora, les planteo algo:

ese problema en el camino
de esa innovación,

ese problema que resolvieron
los hermanos Michelin,

requería un modo
de pensar particular...

usemos la matriz de
Melcion para describirlo:

Imaginen 2 ejes:

un eje horizontal que muestra
la autonomía,

la libertad y el control
del propio destino.

En este eje los emprendedores
están a la derecha;

ahí se encuentran también
los independientes,

los que quieren trabajar
para ellos mismos,

el eje de la autonomía, la libertad,
el control de su destino.

Imaginen otro eje, vertical,
el eje del deseo del logro,

el eje del 'achievement',
como en EE.UU.,

el eje de la necesidad permanente
de ver sus proyectos progresar,

Uno, tras otro, tras otro,
y de nuevo, y de nuevo,

y los emprendedores también
están en lo alto del segundo eje,

como los administradores.

Salvo que, lo habrán entendido,
hacia el máximo del eje horizontal,

y que en el punto más alto
del eje vertical,

en ese punto alto y a la derecha
de la matriz Melcion,

hay dos necesidades insatisfechas:

La primera, seguir
encontrando soluciones,

y más soluciones, etc.

Es transferir la innovación en usos.

Y ese deseo de libertad, de autonomía,

permite a los emprendedores tener
ideas de negocio de modelos transgresores,

porque, no nos engañemos,

nadie pagó las marcas kilométricas ni
la impresión de los mapas de carreteras,

la selección de sitios
a visitar en Francia,

o la lista de hoteles y restaurantes,

nadie, excepto los emprendedores,
de su bolsillo.

Y cuando lo hicieron, ¿qué efecto tuvo?

Bueno, el mercado explotó en Francia,
en Europa, en el mundo.

Hoy Michelin es una empresa
con presencia en 170 países,

y 110 000 colaboradores.

Nada mal para dos pequeños de Auvergne
salidos del pie del Puy de Dome.

¡Y más aún para sus descendientes!

La idea que quería dejarles hoy,

es que los innovadores tienen un papel
muy importante en nuestra sociedad,

pero los que van a pasar
de la innovación a los usos,

los que construyen modelos de negocio
que permitirán que haya empresas,

a partir de las innovaciones,
son los emprendedores.

Entonces los emprendedores
¡tienen una responsabilidad!

¡Uds. tienen una responsabilidad!

La evolución de las sociedades,
el cambio de las sociedades,

depende de Uds., los emprendedores.

¡Buena suerte!

(Aplausos)