La importancia de las lenguas maternas para la cohesión | Marie Rose Moro | TEDxChampsÉlyséesWomen

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED.

Marie Rose Moro, psiquiatra, psicoanalista, doctora en medicina y presidenta de la Maison de Solenn analiza la importancia de hablar nuestra lengua materna, de aprender a apreciarla, principalmente a través de su propia experiencia. "Hablar varios idiomas, es una riqueza".

Buenos días.

Tener varias casas
o varios vestidos,

si nos gustan los vestidos,
es buena suerte ¿no?

Tener muchas posibilidades,
es buena suerte también.

Tener varios idiomas, ¿será buena suerte?

Ahí, empezamos a reflexionar,

nos preguntamos si hablar varios idiomas
o aprender varios idiomas,

es igual de simple que aprender uno solo.

Si es inglés o japonés,
lenguas valoradas,

sí, eso ha de ser buena suerte,

pienso que la respuesta,
en ese momento, es sí.

Por el contrario,
si yo les digo que hablo

soussou, bambara, árabe y francés,

las lenguas de origen de nuestros niños
migrantes en Francia,

entonces se complica.

¿El hecho de tener una lengua materna,

no impedirá hablar bien francés?

¿Podrá ser que lo más importante,

no es hablar bien francés?

¿Aprender o escuchar árabe en casa

no sería un obstáculo

que le impediría aprender francés bien?

¿Para hablar bien francés,

no sería mejor que nos hablaran francés
en casa?

Tantos prejuicios, tantos obstáculos,

que muestran que hacemos una jerarquía
entre los idiomas

y que el estatus de la lengua materna
es de hecho mal reconocido.

Los estudios sobre el bilingüismo,

sobre el plurilingüismo,

son numerosos y antiguos. 50 años.

Desde hace 50 años,

los investigadores saben
que los bilingües,

e incluso más los plurilingües,
aquellos que hablan varias lenguas,

ya sea que las hayan aprendido
al mismo tiempo o sucesivamente,

tienen mayor capacidad de atención
que los otros,

los monolingües, aquellos
que hablan solo una lengua.

Los investigadores demostraron de
igual forma, que si somos bilingües,

tenemos una capacidad mayor
para adaptarnos

a universos, a reglas, a preguntas.

Demostraron también

que los bilingües tenían capacidades
metalingüísticas

mucho más importantes,

es decir que son capaces de diferenciar
muy pronto, desde pequeños,

entre las cosas y las palabras.

Lo que en general, no aprendemos
sino hasta mucho más tarde,

a partir de años de secundaria
y de la filosofía.

Finalmente, resumiendo la investigación
internacional sobre el bilingüismo,

es muy sencillo para los niños
aprender varias lenguas,

no es más que alegría,
conocimiento y suerte.

Bien.

Sin embargo,

hay prejuicios absolutamente increíbles
sobre esta pregunta,

tengo la suerte de ser pedopsiquiatra
y de dirigir la Maison de Solenn en Paris,

por ello conozco todos los días
hijos de migrantes y sus familias,

ya sean hijos de migrantes,
hijos de parejas mixtas,

pero también, hijos de adopción
internacional,

todas esas situaciones en las que
los niños pasan por varias lenguas.

Y bien, estas familias dicen
cuán difícil es,

esta idea de tener varios idiomas.

Los prejuicios, las falsas ideas,

los consejos que son completamente
asombrosos,

como: a un niño hay que hablarle
varias lenguas, sucesivamente

pero no al mismo tiempo.

Es decir, es necesario que siempre sea
la misma persona la que hable el idioma A

y la misma persona que hable el idioma B,

porque si no, los confundirán,
y hablarán mal ambos idiomas.

Montones de prejuicios que no tienen
ningún fundamento científico,

pero que son de cierta forma certezas,

que proyectamos en los niños
que conviven con varios idiomas.

Yo, tuve la suerte de aprender
a hablar español,

nací en España,

y después crecí en un pequeño
pueblo de la región de Ardenas,

y así aprendí francés a los 6 años,

cuando entré a la escuela,

y en algunas semanas, como todos
los niños a esa edad,

aprendí francés.

Pero tuve la suerte de tener
un encuentro increíble,

de tener una maestra que
comprendía intuitivamente,

la singularidad y la particularidad
de los niños bilingües,

y que la valoraba.

Les cuento una historia cortita.

Un día, le dije a mi amiguita:

"Por favor, pásame mi "boufande".

Había inventado una palabra, no sabía
cómo se decía realmente en francés,

así que había afrancesado la palabra
en español, "bufanda".

La transformé en una palabra bonita,

y les propongo hoy, llamarle
a la bufanda "boufande".

La maestra, que pasaba por ahí,

escuchó la creación de mi palabra
y le dijo a mi amiguita:

"Sabes, Marie-Rose, ella es una poeta".

¿Y por qué me convertí en poeta?

Porque había inventado una palabra,
y eso es un permiso poético.

Los poetas pueden inventar palabras.

Después, tuvimos en clase, toda la clase,

un curso sobre la licencia poética.

Es decir que ella no solamente

no había considerado que había
cometido un error,

que era una mezcla entre mis idiomas,

no solamente no era un error,

sino era buena suerte,

porque eso permitía a todos los niños

familiarizarse con la idea
del bilingüismo,

y de por qué creábamos palabras,
y de cuándo se pueden crear palabras.

Esta maestra había comprendido
intuitivamente

que efectivamente los niños bilingües
pueden tener singularidades,

pero que esas singularidades
son buenas para todos.

Y ella había comprendido también lo
importante de valorar una lengua materna.

Esta pregunta sobre el estatus
de la lengua materna,

hoy sabemos cuán importante
es la lengua materna,

porque es ella la que nos permite ser
personas que hablan,

y que aman hablar.

Sin duda me encuentro yo frente
a Uds. con tanto placer,

porque aprendí a hablar
en mi lengua materna,

y ese proceso fue valorado por lo que
siguió, por mi relación al saber.

Si es así, si la lengua materna
es tan importante,

si el bilingüismo aporta
pura riqueza a los niños,

¿por qué es tan difícil?

¿Por qué, por ejemplo, en Francia,

tan solo el 10 % de los hijos
de migrantes son bilingües?

Solamente el 10 %. ¡Es muy poco!

En Inglaterra, en Suecia, en los países
al norte de Francia,

el 60 % de los hijos de migrantes
son bilingües,

incluso con el inglés, que es un idioma
de tanta importancia y hegemonía,

ya que el inglés, ayuda
a traspasar los países.

El 60 % de los hijos de migrantes
en Inglaterra son bilingües.

Y todavía hay que constatar
que en esos países

no podemos ver

eso que podemos ver a veces
en el nuestro:

adolescentes nacidos de la inmigración

que durante un partido de fútbol
le van a chiflarle a Francia,

y van a tener un sentimiento
de deslealtad.

Le van a chiflar a Francia, cosas
que no vemos en otros países.

¿Por qué?

Porque esa forma de valorar los
diferentes sentimientos de pertenencia,

las diferentes lenguas de los niños,

ayuda a formar un "nosotros",
ayuda a sentirse parte de un grupo.

Pero en Francia, no transmitimos

ni impulsamos la transmisión
de las lenguas.

¿Por qué? Es porque tenemos miedo
del comunitarismo.

Es por cierto una palabra
que se considera muy negativa,

la noción de comunidad.

No obstante, el comunitarismo impulsa

el rechazo, el miedo,
la falta de hermandad,

la falta de solidaridad.

No es el reconocimiento,
ni la inclusión en el grupo.

Por lo tanto esta pregunta
es muy importante.

En la escuela,

todos los estudios internacionales
y los estudios franceses,

muestran que a los hijos de migrantes
que mejor les va en la escuela,

son ya sea bilingües,

o tienen una representación positiva
de su lengua materna.

Están orgullosos de ella,

consideran que es bueno tener
esta lengua en casa,

y poder compartirla con los otros.

Así que, se desprenden de esto varias
cosas muy prácticas:

si a un niño se le complica
un poco hablar francés

cuando entre a la escuela,

en lugar de decirle a su madre:
"Señora, háblele francés en casa",

debería decirle: "Señora, háblele
en su lengua materna,

muéstrele libros, cuéntele historias,

para que encuentre seguridad
en la lengua,

y ya no tenga miedo del francés".

Más grande, en la escuela,

cuando aprendemos a leer
y a escribir en francés,

hay muchas técnicas

--las conocemos,
pero las usamos muy poco--

que permiten hacer relaciones
entre las lenguas.

Por ejemplo, trabajar contando
en las dos lenguas,

o crear vínculos entre las lenguas,

o usar a los niños como expertos,

o incluso dejar a sus padres
y a sus idiomas regresar a la escuela.

Sin embargo, en general, no conocemos
las lenguas maternas de nuestros niños.

Adolescentes, la lengua maternal

es lo que permite elegir
qué es lo que queremos hacer.

Por ejemplo, la poesía persa,

la caligrafía árabe
o el flamenco español.

Yo elijo.

Si no puedo elegir

porque no tengo lengua materna
a mi disposición,

si me siento víctima,

si no tengo el orgullo de mi mundo,
de mi universo, de mis padres,

voy a estar a la voluntad

de cosas mucho más simples
y mucho más violentas,

que son por ejemplo las vertientes
religiosas transnacionales,

o esos grupos que
me van a dar la ilusión,

de que soy bueno,
de que sirvo para algo,

y de que me parezco a ellos.

Es entonces un peligro, una tentación
muy grave y un poco trágica,

y es importante que podamos darles
a estos adolescentes,

otras posibilidades que esas
tentaciones violentas y mortales.

Así que, si resumimos esta pregunta
sobre las lenguas maternas,

reconocer las lenguas maternas
de los niños,

quererlas, valoraras,
es bueno para los niños,

eso les ayuda a tener
buen rendimiento, a ser felices,

a estar tranquilos con su historia,

pero también, es bueno para nosotros,

porque eso crea un vínculo social
en el que hay lugar para todos,

no se deja a nadie en el camino,

y todas las historias son mezcladas,
transformadas para formar un grupo.

Y como dice Mona Ozouf,

esta gran historiadora en cuya casa
se hablaba bretón,

reconocer las lenguas maternas,
reconocer esa diversidad,

es de cierta forma

darle a cada quien la posibilidad
de decir "nosotros".

Eso es lo que yo les deseo,
es lo que yo nos deseo.

Y les agradezco infinitamente en francés,

un francés que contiene
todas las lenguas.

(Aplausos)