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Primera parte: Falsas creencias sobre el negocio bancario
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Existe mucha confusión en torno a los bancos,
cómo funcionan y dónde se origina el dinero.
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Muy pocos entre el público lo entienden de verdad.
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Los graduados en Economía quizás sepan algo más,
pero muchos cursos universitarios de Economía
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todavía enseñan un modelo de sistema bancario que
no se corresponde con la realidad desde hace décadas.
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Lo preocupante es que muchos legisladores y economistas
todavía trabajan con este modelo anticuado.
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Durante la próxima hora descubriremos cómo funcionan
de verdad los bancos y cómo se crea el dinero.
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Pero primero, para aclarar errores, necesitamos
conocer las ideas falsas más comunes sobre los bancos.
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Percepción pública sobre los bancos Número 1:
La 'caja segura de depósitos'.
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La mayoría, de niños, tuvimos una hucha de cerdito.
La idea es bien sencilla: vas metiendo pequeñas sumas
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de dinero en tu cerdito, y un día futuro de necesidad
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el dinero estaría ahí quieto esperándote.
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Para muchas personas, esta idea de guardar de manera
segura su dinero perdura hasta su vida adulta.
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Una encuesta que hizo ICM por encargo de Cobden Centre
descubrió que un tercio del público inglés
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todavía cree que los bancos funcionan así.
Cuando se les informa que los bancos no guardan su
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dinero a buen recaudo esperando que vuelva
a reclamarlo, entonces dicen:
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"Eso está mal... no les he dado permiso para que lo hagan."
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Así que esta idea de que el dinero con los bancos
está seguro tiene algo de mera ilusión.
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Su cuenta bancaria no es una caja fuerte.
El banco no recibe su dinero y lo lleva a
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sus arcas para meterlo en una caja con su nombre.
Y tampoco lo guarda en una caja fuerte digital virtual.
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Lo que realmente ocurre es que cuando Ud. mete dinero
en un banco, ese dinero se vuelve propiedad del banco.
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Así es. El dinero suyo que mete en el banco deja de ser suyo.
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Cuando ingresan su nómina en la cuenta, ese
dinero se convierte en propiedad legal
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del banco. Debido a que es de su propiedad, el
banco puede usarlo de hecho para lo que quiera.
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¿Pero qué son esos números que aparecen en su
cuenta? ¿Acaso no es dinero?
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En términos legales, no. Esos números en su cuenta
sólo son un registro de que el banco le tiene que
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devolver algún importe en algún momento del futuro.
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En la contabilidad del banco,
esto se registra como una obligación.
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Es una obligación porque el dinero tiene
que ser devuelto en el futuro.
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Este concepto de obligación es realmente muy
simple -- y muy importante -- si se quiere
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comprender cómo funcionan los bancos. Véamoslo de
otro modo: si toma prestado £50 de un amigo
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puede que haga un apunte en su agenda para
acordarse de devolver las £50 pronto.
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En lenguaje contable, esto es una obligación
suya a favor de su amigo.
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Por lo tanto, el saldo de su cuenta no representa
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el dinero suyo que tienen guardado sino sólo la
obligación legal de pagarle ese importe algún día.
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Que tengan o no ese dinero disponible cuando
usted lo pida es una cuestión aparte,
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de la que ya hablaremos luego.
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Percepción pública sobre los bancos Número 2: El Intermediario
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Los otros dos tercios del público
inglés entienden algo mejor
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cómo funcionan los bancos.
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Estas personas opinan que los bancos consiguen dinero
de ahorradores y lo entregan a prestatarios. La encuesta
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del Cobden Centre que mencionamos antes preguntaba
a las personas si este proceso le preocupaba:
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cerca del 61% dijo que no les importaba si a cambio
recibían intereses y el banco no era demasiado imprudente.
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Esta idea de los bancos como intermediarios entre
gente con exceso de dinero y gente que lo necesita
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es muy frecuente. Según ella, los bancos obtienen
dinero de personas que quieren ahorrarlo,
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p. ej. pensionistas o personas con altos ingresos,
y usan ese dinero para prestarlo a personas que
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necesitan financiación, p. ej. familias jóvenes que
quieren comprar una casa o pequeños negocios que
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quieren invertir y crecer.
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Según este modelo, los bancos ganan dinero cobrando
a los prestamistas un poco más que lo que pagan
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a los ahorradores. La diferencia entre
cada tipo de interés es su beneficio.
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En este modelo, los bancos prestan un servicio
al captar dinero de quien no lo necesita
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por ahora, a gente que sí lo necesita ya. Esto
conlleva que si nadie quiere ahorrar
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entonces nadie podrá pedir prestado.
A fin de cuentas si nadie
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le entrega dinero al banco, entonces
éste no puede darlo prestado.
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También implica que si el banco presta
demasiada cantidad o demasiado rápido, entonces
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se le agotará el dinero que prestar. Si esto es
así, la imprudencia no duraría mucho tiempo
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y los bancos tendrían que parar cuando
ya no tengan ahorros que prestar.
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Eso significa que es bueno para el país
que ahorremos, porque sería un aporte de dinero
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para que crezcan los negocios, lo cual lleva
a más empleo y una economía más saneada.
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Así es como piensan muchos economistas.
De hecho, muchos cursos de economía
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en universidades todavía enseñan que la
cantidad de inversión en la economía depende
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de cuánto hay ahorrado. Pero esto es
un gran error, como pronto veremos.
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Permítanme señalar que por ahora no hemos dicho
nada acerca del origen real del dinero.
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La mayoría de las personas simplemente suponen
que lo crea el gobierno o el Banco de Inglaterra...
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¿no lo pone en cada billete de £10, £20 o £50?
