¿Por qué nos dan miedo los edificios verdes? | Lindsey Kindrat | TEDxYYC

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED. Más información en: http://ted.com/tedx

“Los edificios verdes nos dan miedo, queremos hacer lo correcto y vivir nuestras vidas de forma ecológica, de forma verde, pero hemos perdido nuestro vínculo con la naturaleza”, dice la experta en edificios verdes Lindsey Kindrat. “Diseñamos edificios convencionales para mantener la naturaleza a raya; sin embargo, los edificios verdes la dejan entrar. Nos reconectan con nuestro lugar en el entorno, nos dan control sobre nuestros espacios de trabajo y nuestra propia vida”.

Entonces, ¿por qué los edificios verdes no se han convertido en la tónica dominante? Kindrat profundiza en la idea de que lo que nos separa de estos edificios no es ni nuestra ignorancia, ni su coste; sino un miedo más profundo de desconexión del mundo natural que tenemos alrededor.

Lindsey Kindrat es naturalista, exploradora y chica de aldea de corazón, con sus orígenes en la industria del aceite de Alberta y un gran cuidado por el potencial de su querido planeta. Aprovecha de su pasión por la ecología y la física en el diseño y construcción de edificios sostenibles para el sector público. Lindsey está entre los mejores constructores de edificios verdes de Alberta. Ha sido dos veces condecorada con la “Directorship” del Alberta Chapter (Asociación del edificio verde de Canadá), donde busca transmitir e introducir el concepto de edificios verdes en la educación global para que todos puedan compartirlo, entenderlo y disfrutarlo.

Hola.

Qué bien esto, ¿verdad?

Todos sentados, juntos,
calientes, seguros,

a gusto, secos, en este edificio.

Seguro que la temperatura
es de unos 21 ºC,

considerada agradable
por quienes deciden estas cosas.

Podemos imaginarlo,

un operario de edificio,
solo frente a una computadora.

Computadoras conectadas
a unos sensores que controlan

la temperatura y el nivel
de oxígeno en el ambiente.

Sensores que envían una respuesta directa
al operario diciendo:

"Nivel de comodidad óptimo,
todo en orden".

Pero no existe mago tras la cortina.

El poderoso Oz no controla este edificio.

En cierto modo,
el edificio está programado

para controlarse a sí mismo.

Para controlar nuestra actividad

y configurar el confort
previamente programado.

El edificio no solo asume que
la comodidad es igual para todos.

Una gran verdad, ¿no?

(Risas)

Sino que ni siquiera nos deja sentir
el sol, o una brisa fresca.

Aunque esos focos están bastante cerca.

Bueno, miren por la ventana.

Es broma, no hay una ventana ahí.

Pero estamos hechos para necesitar

esa conexión con el entorno
para saber que sucede alrededor.

Nos vamos a sentar aquí
durante horas sin ver el exterior.

¿Por qué?

Deberíamos estar fuera,
reconectando con la naturaleza.

Acabamos de pasar
ocho meses de terrible invierno.

(Risas)

No será un gran día,
pero al menos es verano.

Y nuestro cerebro nos pide esa conexión.

Necesitamos luz solar,
hierba y aire fresco.

Sin embargo, aquí están escuchándome.

Lo cual es genial, no se vayan todavía.

Entonces, ¿qué sucedió?

¿Cómo llegamos a esto?

Sucedió que el ser humano
empezó a construir

este entorno artificial
formado por edificios que nos rodean.

Construimos ciudades gigantescas.

Para luego meternos
y quedarnos en estos edificios.

Hemos vivido así,

desconectados del medio
y la naturaleza por tanto tiempo,

que ya no reconocemos
el lugar que nos corresponde.

Decimos amar el entorno
y creo que es cierto.

Necesitamos esa conexión.

Algo está empezando

cuando hablamos de edificios que
nos reconectan al medio ambiente.

La gente se muestra dudosa y dice,

"No quiero eso, Lindsey.
Es muy diferente de lo que acostumbro".

Yo sí estoy acostumbrada.

Llevo 10 años en la industria
de edificios verdes o sostenibles

Yo tampoco sabía mucho al comenzar.

Me metí en la ciencia
para convertirme en bióloga,

en geóloga,

pero durante mi camino,
empecé a trabajar con esta gente

que diseñaban, construían
y renovaban edificios verdes.

Estos edificios eran geniales.

Vi mis estudios
en conservación de energía,

en sistemas ecológicos y geológicos,

se aplicaban directamente a edificios.

Me obsesioné con la "física ecológica".

Que son los fundamentos básicos
de termodinámica que rigen nuestro planeta.

Por ejemplo, todos sabemos
que los objetos oscuros absorben calor

y los blancos lo reflejan.

Sabemos que el aire caliente se eleva
y la evaporación lo refresca.

O que toda acción requiere energía.

Pero he aprendido

que ignoramos todo esto
al diseñar edificios.

Cuando ignoramos la física

perdemos energía.

En lugar de construir un edificio

que interactúe con el medio
como parte de ese sistema.

Los construimos y diseñamos

de forma que están en su contra.

Los edificios convencionales

usan el 40 % de la energía que consumimos.

Pero los edificios verdes
usan menos energía,

menos recursos,

porque usan la termodinámica
de una manera más natural.

¿En qué piensan Uds.
cuando digo edificios verdes?

¿En esto?

Yo me alojé ahí, era fantástico.

¿Qué les parece este?

¿O este?

Todos son edificios verdes.

Algunos son bastante convencionales,

otros son algo más expresivos o creativos.

Es la percepción de los edificios verdes.

Varía mucho de una persona a otra.

He estado en reuniones sobre diseño,

donde el cliente está seguro
de no querer un edificio verde.

Quieren un edificio común
que ahorre energía.

Ese no es un mal comienzo.

Ese puede ser un edificio verde.

Un edificio que use
menos energía y recursos

comparado a uno convencional.

Lo que llamamos
"mejores métodos de gestión

en construcción y diseño
de edificios verdes".

A veces, otros clientes quieren mucho más.

Quieren un edificio que
interactúe con su entorno.

Que produzca su propia energía,

recicle sus propios residuos,

y recicle su propia agua.

Quieren edificios que
permitan a sus ocupantes,

que podrían ser Uds., yo u otra gente,

ajustar el interior para
adaptarse a sus necesidades.

Eso sería un edificio que permite
que la naturaleza entre en su espacio.

Bueno, esto es un test.

¿Quién puede diferenciar

el parque de bomberos verde
del no tan verde?

Uno de ellos es obviamente más nuevo

y tiene una sostenibilidad más avanzada.

Pero, hasta el antiguo,
tiene paneles solares.

Hasta está renovándose
en pro de más eficiencia.

Sin importar cuán verdes
sean estos parques de bomberos,

esos bomberos comen, duermen, saltan
a sus camiones y combaten incendios.

Cuán verde sea un edificio

no cambia la manera
en que trabajamos y vivimos.

Los edificios siempre serán parte
de nuestro hábitat.

Pero los edificios verdes
son más naturales,

más integrados en nuestro hábitat.

La mayoría de mis proyectos,
incluyendo ese parque de bomberos,

siguen la certificación
de edificios verdes.

En Canadá y EE.UU.
las asociaciones de edificios verdes

han recopilado datos de proyectos
en Norteamérica durante más de 15 años

probando el ahorro de energía
y dinero que suponen estos edificios,

y como nos hacen más felices.

Los niños tienen mejores
puntuaciones en escuelas verdes.

Los trabajadores son más productivos
y tienen menos bajas en oficinas verdes.

Al menos la mayoría.

Y los enfermos mejoran
antes en hospitales verdes.

A veces, esto puede ser tan simple

como poner a esta gente una ventana,

para que tengan
contacto visual con el entorno.

¿No parece genial?

¿Por qué no lo hacemos?

Los edificios verdes deberían predominar,
pero si se fijan,

si van al centro,
o en su propio vecindario,

verás que los edificios verdes
no predominan.

¿Por qué no?

Tenemos todos los medios

para aprender más sobre todo
lo que ofrecen los edificios verdes.

Sin embargo, pocos conocen

los fundamentos básicos
de la construcción,

y mucho menos, cómo y por qué

debemos construir
edificios más sostenibles.

¿Por qué no lo hacemos?

Excusa número uno: es demasiado caro.

Lo entiendo, todos
queremos ahorrar, incluida yo.

Pero la gente suele centrarse en el
gasto inicial: diseño y construcción.

Mientras que olvidan

el gasto durante décadas
en operaciones y mantenimiento

para mantener ese edificio
durante su ciclo de vida útil.

Mantener edificios verdes cuesta menos
durante su ciclo de vida.

Excusa número dos:

Son cosas de izquierdas y hippies locos.

(Risas)

Yo no soy hippie.

Al menos eso creo.

Pero veo más saludable vivir y trabajar

en un edificio
sin sustancias químicas nocivas.

¿Saben ese olor a coche nuevo?

Ocurre cuando compramos una alfombra,
pintura, muebles o cortinas.

Se debe a sustancias que
nos hacen sentir mal, cansados,

y dañan nuestro sistema inmune.

Los edificios verdes eliminan,
literalmente, el uso de esas sustancias.

Nos dan una mejor ventilación,
filtración y control del aire puro.

El programa verde que yo uso

no permite que haya
compuestos tóxicos en el espacio.

Excusa número 3:

A nadie le gusta que le digan qué hacer.

Los ultimátum no funcionan con nosotros.

"Cambia tus hábitos
o acabarás con la Tierra".

"No conduzcas, usa el transporte público".

"Recicla, crea tu abono".

Así solo nos vemos
como el malo y nos ofendemos.

Pero creo que va más allá.

Pienso que estas excusas
son algo superfluo.

Creo que si empezamos a mirar
en nuestro subconsciente,

donde no nos gusta mirar.

Empezamos a ver que no somos

la especie dominante que
deberíamos ser a estas alturas.

Somos más débiles.

Ciertamente, a merced de la naturaleza.

Tenemos miedo al medio ambiente.

Lo que nos pueda arrebatar.

Hemos vivido alejados
de la naturaleza por tanto tiempo,

por encima de ella, protegidos de ella,

que ya no sabemos nuestro sitio.

No nos sentimos conectados a ella.

Nadie quiere acabar
en un sitio hostil y peligroso,

como un simio frío, hambriento y desnudo.

El miedo es importante.

Miremos a esos miedos
instintivos y primigenios.

Porque mientras que

construimos edificios comunes
sin dejar lugar para la naturaleza,

los verdes empiezan a tenerla en cuenta,

y nos reconectan con
la naturaleza y el medio.

Los edificios verdes nos recuerdan

los siempre presentes miedos
que hemos tenido de la naturaleza.

Relacionemos ahora
estos miedos con los edificios.

Ayúdenme Uds.

Un huerto en la azotea.

Es sinónimo de comida local,
fresca y orgánica.

Pero nuestro subconsciente no está
de nuestro lado y nos dice:

(Susurrando)
"No sabes lo que haces".

"¿Acaso sabes cultivar tomates?"

Esto sucede por ya no cultivar
nuestra comida.

Somos ajenos a nuestra cadena alimenticia.

Otros se encargan de eso ahora,

así que nuestro subconsciente nos dice:

(Susurrando)
"Te morirás de hambre".

"Vas a pasar mucha hambre".

Ahora vamos con los cimientos.

Una clave de los edificios verdes,

en las circunstancias apropiadas,

es la de tener espacios abiertos.

Para preservar
el hábitat y la biodiversidad.

Espacios abiertos para pasearnos

y disfrutar del entorno cuando no llueve.

Pero nuestro subconsciente dice:

"Estamos perdiendo territorio".

Perder territorio es perder libertad,

lo cual nos estresa.

Ahora vamos con el interior.

Imaginen un espacio de trabajo abierto.

Grandes ventanas
con mucho sol y aire puro.

Todos con vistas del entorno
por la ventana,

una conexión directa con la naturaleza.

Pero para los
"miembros alfa de la manada",

esto significa oficinas sin ventanas.

Es algo serio,
pérdida de poder, inseguridad,

porque allí es donde estábamos los demás.

Curiosamente, me encuentro esto

en casi todo proyecto,
excepto en las escuelas.

Un profesor nunca se sentirá
con derecho a tener luz solar

si priva a sus alumnos de ella.

Ahora piensen en el agua.

Los edificios verdes
gastan menos agua.

Elementos fijos de eficiencia,

recoger agua de lluvia del tejado,

resultan en más agua
para el ciclo natural.

Pero, de forma primitiva, pensamos:

"¿Por qué ahorrar agua?"

"¿Nos estamos quedando sin agua?
¿Se están secando los ríos?"

"Vamos a pasar sed".

Lo mismo ocurre
con las energías alternativas.

Tenemos energía solar, eólica,

hidráulica, geotérmica,
gratuitas y en nuestro entorno.

Lo que equivale a aire
más limpio y menor contaminación.

Pero nuestro subconsciente dice:
"¿Por qué hay que ahorrar energía?"

"¿Acaso se está agotando?"

"¿Estamos en crisis?"

"Tendremos que delegar en el sol
y el viento para calentarnos".

"Nos quedaremos fríos".

Así que nuestro instinto
ante peligros naturales

afecta a la manera en que diseñamos,
construimos y habitamos nuestros edificios.

Y un instinto básico del ser humano

es el de integración en la sociedad.

"Sea como nosotros, haga lo que nosotros".

Nadie quiere ser raro, antisocial
y vivir fuera de las normas.

Pero ningún constructor verde

le pedirá renunciar al confort,
posesiones y tecnologías,

y mandarlo a vivir al campo.

El ser humano no es así.

Nunca nos pondríamos
en medio de algo peligroso.

Es "contra natura".

Estamos hechos para asegurar

la continuación de nuestra especie.

Por eso construimos,
para protegernos de la naturaleza,

y así poder sobrevivir.

Pero creo que podemos mejorar.

Diría que tenemos la misión
de aprender a construir mejor.

Hemos llegado tan lejos que podemos tomar
un objeto por definición antinatural,

un edificio, y usarlo para reconectar
con el medio ambiente.

Podemos usar una forma positiva de control

para trabajar en pro de la naturaleza

y hacer una construcción que
nos reconecte con el entorno.

Podemos usar nuestro increíble intelecto

para construir teniendo en cuenta

las necesidades biológicas y los
recursos limitados, para equilibrarlos.

Podemos hacer a un edificio trabajar
para nosotros, así que hagámoslo.

Diseñe basándose en los espacios amplios,

con ventanas que ayuden a tener
más aire puro y luz solar.

Que el edificio haga que corra el aire.

Use materiales renovables
y naturales en el acabado.

Haga un muro verde bonito a la vista,

a la vez que genera oxígeno para respirar.

Aprovéchese del sol y el viento,
de sus características,

para que su edificio
pueda autorregular su temperatura.

Y de este modo, también aproveche
el sol y el viento

para almacenarlos, guardarlos
y usarlos como plazca.

Diseñe exteriores capaces
de guardar el agua de lluvia,

y además, cuando llueva,
tendrá una bonita cascada.

Instale sensores en los grifos,
para que al pasar las manos

el agua se abra o cierre
como por arte de magia.

Y cuando termine,

diríjase al huerto en su tejado
o patio solar,

siéntese, relájese y disfrute
de ser humano.

Tan solo de ser humano,

porque somos parte del entorno.

Debemos conocer nuestro lugar
en el medio ambiente, no temerlo.

Hemos avanzado mucho.

Los edificios verdes puede que refuercen

nuestra consciencia
de los riesgos del entorno,

y que veamos los errores que cometemos.

Pero también pueden salvarnos.

Nos permiten trabajar con la naturaleza,

controlarla a pequeña escala
para reconectar con ella.

Usen este tiempo para pensar en
los edificios de una forma diferente.

Está en su mano diseñar programas de
construcción buenos para Uds. mismos.

Imaginen que ventana abrirían

para dejar entrar lo natural.

Los seres humanos
somos inteligentes y sensibles,

y podemos construir verde.

Pero tenemos el poder
de la imaginación e innovación

para construir lo increíble.

Gracias.

(Aplausos)