-
NADA QUE OCULTAR
Datalove # 1
-
Nuestro carnet de salud, nuestros poemas, nuestros dibujos
-
Nuestros pedidos de licencia, nuestros primeros chats traviesos
-
Nuestras recetas favoritas, nuestros registros bancarios,
nuestras citas,
-
nuestra agenda, y nuestros sobregiros
-
¡No, no, nada que reprocharnos!
¡Nada, nada, nada, nada que ocultar!
-
¡No, no, nada que reprocharnos!
¡Nada, nada, nada, nada que ocultar!
-
Si no tienes nada que ocultar, ¿por qué no dejas que alguien filme tu dormitorio y tu baño?
-
Todo podría ser publicado en Internet ...
-
O publicar tu login y contraseña en Facebook o google,
-
y que cualquiera pueda hurgar en éstas.
-
Nuestra lista de tareas,
-
Nuestros tiernos sms, lo que escribimos furiosos y nuestra lista de contactos.
-
Nuestros bares favoritos, nuestro horario de piscina
-
nuestros archienemigos jurados y el nombre de la vecina
-
¡No, no, nada que reprocharnos!
¡Nada, nada, nada, nada que ocultar!
-
¡No, no, nada que reprocharnos!
¡Nada, nada, nada, nada que ocultar!
-
Decirse a sí mismo "¡oh! no tengo nada que reprocharme,
por ende nada que ocultar",
-
es un poco absurdo en un mundo de vigilancia generalizada,
-
donde se sabe que la NSA vigila a los individuos hasta el tercer nivel de relación
-
Si conoces a alguien
que conoce a alguien
-
que es el hermano, quizás perdido de vista,
-
de un tipo barbudo que es sospechoso de cometer actos terroristas,
-
aunque no tengas nada que ver con esa persona,
-
igual es potencialmente todo tu correo electrónico,
-
tu navegación en internet, tus llamadas telefónicas,
-
tus sms, que serán espiada por la NSA.
-
Nuestras tarjetas de membresía, nuestras radiografías, resonancias magnéticas,
-
fotos de nuestros parientes, nuestros ingresos mensuales,
-
Nuestro peso en chocolate, nuestras drogas favoritas,
-
los videos de nuestro gato, y nuestras ideas políticas
-
¡No, no, nada que recprocharse!
¡Nada, nada, nada, nada que ocultar!
-
¡No, no, nada que reprocharse!
Nada, nada, nada, nada que ocultar!
-
Esas cosas que se quiere guardar para uno mismo, es la intimidad de uno.
-
Es ahí que puedes experimentar con teorías, hipótesis,
-
decirse: "y sí... no, en realidad no".
-
Es ahí donde se nicha lo que podríamos llamar "creatividad".
Y eso es lo que está amenazado
-
cuando uno se siente vigilado.
Cuando estamos bajo vigilancia.
-
Esos borradores de mensajes, la dirección de nuestro médico,
-
el detalle de nuestros viajes, el consumo mensual,
-
no son tan personales que lo que pretendíamos.
-
¡No, no, nada que reprocharnos!
¡Nada, nada, nada, nada que ocultar!
-
¡No, no, nada que reprocharnos!
¡Nada, nada, nada, nada que ocultar!
-
En realidad, todos tenemos algo que ocultar. Algo que esoconder a su compañero,
-
a su esposa, a su patrón, a sus amigxs.
-
Todos tenemos algo que queremos esconder de alguien.
-
Se nota que nuestro comportamiento cambia
-
cuando uno se siente espiado, bajo vigilancia,
cuando uno no se beneficia de ese anonimato
-
que es parte de la protección de nuestra vida privada - al igual que es parte de la libertad de expresión.
-
Nuestra lectura matinal, nuestros clics y nuestras pesadillas
-
Los informantes de nuestro periódico, qué tan temprano nos levantamos
-
Nuestras entrevistas de trabajo, el monto de los impuestos,
-
lo que entendemos por "izquierda" y el tamaño de nuestro escritorio.
-
No, no, nada de qué sentirse culpable
Nada, nada, nada, nada que ocultar
-
No, no, nada de qué sentirse culpable
Nada, nada, nada, nada que ocultar!
-
Si tú crees que no tienes nada que ocultar, si no te importa un comino,
-
y quieres dárselo todo a Google y Facebook,
-
no te das cuenta que así también estás entregando parte de las comunicaciones de tus interlocutores,
-
de tus amigos y de tu familia, a Google y Facebook.
-
Debemos exigir de los poderes públicos que impongan regulaciones estrictas de la protección de los datos personales y la vida privada,
-
al igual que deberíamos exigir un marco estricto de las actividades de inteligencia y de vigilancia.
-
Excepto, por supuesto, nuestra vida privada
¡No tenemos, nada, nada, nada que ocultar!
-
Excepto, por supuesto, nuestros secretos personales
¡No tenemos, nada, nada, nada que ocultar!