¿Cómo podrían transformarte las experiencias extracorporales? | Nanci Trivellato | TEDxPassoFundo

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Tener una experiencia extracorporal ¿quél podría aportar a nuestras vidas? Motivada por sus propias experiencias personales y su investigación de miles de personas que tuvieron fenómenos similares, Nanci Trivellato, que posee una maestría en psicología y es investigadora de la conciencia, discute los posibles efectos positivos de las experiencias extracorporales para el desarrollo personal y sus efectos para la sociedad.

Nanci Trivellato, es escritora, oradora y entrenadora en desarrollo personal y dedica su carrera a la investigación de la conciencia. Nanci es también miembro fundadora de la Academia Internacional de la Conciencia y el Instituto de Tecnologías Aplicadas a la Conciencia.

¿Estamos viviendo
la verdadera realidad?

Pero, ¿qué es la realidad?

¿Podríamos decir que podemos
detectar con nuestros

sentidos o con la ayuda de la tecnología?

Pero, si fuera así, entonces,

¿qué diríamos sobre el período en el
que los microorganismos no eran conocidos?

Eran reales en aquel momento,
obviamente, sin embargo no eran conocidos.

¿Y qué decir de nuestro cielo?

¿Su apariencia es así?

¿O así?

¿Tal vez, así?

¿O así?

Resulta que todas estas
son fotografías reales,

de la misma región exacta del cielo,

pero las cámaras usadas para tomarlas

capturaron diferentes longitudes de onda
del espectro electromagnético.

Pero, ¿una persona no informada
consideraría este nuestro cielo real?

Yo diría, probablemente no.

Así, vemos que definir
la realidad no es tan fácil.

Mi entendimiento de la realidad
fue cuestionado

cuando era muy joven.

Y esa experiencia hizo que
me volviese investigadora

de fenómenos paranormales
y de la realidad poco común.

Pero de cierto modo,
es un desafío para mí,

porque como investigadora

veo lo complejo que es
explicar este tipo de fenómenos

y todavía es más complejo
producir evidencias concretas [de ellos].

Pero como persona, no puedo
negar las experiencias que tuve.

Así, eso es como un dilema,

y lo trato pensando, "Esta requiere
todavía mayores estudios".

Y procuro contribuir para ello.

Mi experiencia sucedió cuando
tenía cerca de 7 u 8 años de edad.

En aquella ocasión, un tío y una
tía míos viajaron a São Paulo,

una gran ciudad que apenas había
oído hablar hasta aquel momento.

Pocos días después, durante la noche
mientras dormía, sentí que fluctuaba

y, de alguna manera, acabé
yendo hacia São Paulo,

hasta una habitación donde
mi tío se encontraba en una cama.

Vi que tenía pequeños tubos
colocados en sus fosas nasales

y también había una bolsa con líquido
que era inyectado en sus brazos.

Además vi algo aún más extraño.

Tenía un tubo transparente fino
que conectaba

su abdomen, según pude percibir,
a un frasco de vidrio en el suelo,

el cual contenía un líquido
ligeramente rojizo.

¡Uau...! ¿Qué era aquello?

No tenía la menor idea
de que se trataba,

porque soy de una ciudad muy pequeña
de Brasil, que pueden ver aquí.

Esta es toda la ciudad,

comparada con la pequeña parte
de São Paulo que mostré antes.

En esta ciudad había gente maravillosa,

pero en aquel tiempo, hace casi 50 años,

no había librerías, ni bibliotecas,
ni cines...

por supuesto, tampoco universidades.

Pero debo decir que
tuve una infancia muy feliz.

porque crecí con seis hermanos,

siempre jugando y
sin ningún enfermo en la familia.

No teníamos dinero suficiente para tener
una televisión en casa o comprar libros.

Entonces, nunca había visto nada parecido
como lo que vi en mi experiencia.

Cuando ellos volvieron
del viaje, le dije a mi tía:

"Yo vi al tío Gino acostado
y en una habitación así"

y describí lo que había visto.

Ella se quedó perpleja y cambió el tema.

Pero, más tarde, aquel mismo día,
escuché que le decía a mi madre:

"¿Cómo es posible que Nanci supiera eso si
ni siquiera tú, ni tampoco otras personas

sabían que iba para
una cirugía de la vejiga?,

puesto que no lo dijimos a nadie
porque no queríamos que se preocuparan".

Esa experiencia, así como otras que tuve,

me estimularon a buscar
estudios sobre este tema.

Descubrí que esa experiencia se llama

EFC o experiencia fuera del cuerpo,

un fenómeno en el que,
de acuerdo con el modelo actual,

la conciencia se aparta
del cuerpo humano, siendo

capaz de experimentar una realidad más
sutil que nuestra realidad ordinaria.

En mi búsqueda de estudios serios,
descubrí que la ciencia estaba

-- y probablemente todavía está --

lejos de comprender o incluso
reconocer una realidad que está

más allá de los límites del
mundo material convencional.

Entonces, me pregunté:

"¿Cómo examinan experiencias
significativas como la mía?"

Entonces, decidí que un día
me uniría al pequeño grupo

de individuos que se dedicaban
a estudiar el fenómeno.

Entre los estudios que investigué,

uno que consideré como
el más científico en aquel momento

fue el de Robert Crookall.

Él recompiló miles
de relatos de EFCs,

con la finalidad de compararlos para
ver si tenían elementos en común.

Concluyó que esas experiencias no son
el resultado de creencias de ningún tipo

y son independientes
de aspectos culturales.

Bien, debo decir que, en cuanto a la
interpretación de la experiencia, sí,

esa puede estar influenciada
por creencias personales, porque,

inevitablemente, la mayoría de las
personas interpretan sus experiencias

de acuerdo a su sistema de creencias.

Aquí, investigaciones actuales sobre EFC
y estados ampliados de conciencia

entran en juego, ya que
pueden ayudar a revelar

qué elementos hacen
a una experiencia confiable.

Yo diría que promoviendo una mayor
educación sobre el tema también se podría

producir una reducción de
este grado de subjetividad

de la interpretación de la experiencia.

Se llevó a cabo una serie de sondeos
y experimentos de laboratorio

en condiciones controladas
para investigar la EFC.

Yo misma ya hice varios,
con resultados publicados,

interesantes, pero todavía
sin evidencias concluyentes.

Me gustaría compartirlos contigo,
pero no tenemos tiempo.

Quizás pueda, por lo menos, compartir
algunas de las sensaciones más comunes

que se pueden sentir

cuando ocurre la separación parcial
o completa del cuerpo.

Yo misma sentí muchas
de esas sensaciones,

desde muy joven.

Por ejemplo, recuerdo vívidamente momentos

en los que estaba relajada,
acostada en la cama,

y sentía una vibración bastante
intensa dentro de mi cuerpo,

inusual, poderosa,

como si todas mis células estuviesen
recibiendo un tipo de electricidad

o siendo activadas por una energía vital.

Supe, más adelante, que esta
sensación de vibración

se denomina "estado vibracional"

y es bastante común entre
personas que tuvieron EFCs.

Muchas veces, también vi mi cuerpo,

como si yo fuese una tercera
persona mirando para él.

Especialmente cuando era niña,
con la manera natural de raciocinar

en la infancia, me preguntaba durante

la experiencia: "¿cómo puedo
estar durmiendo, si estoy despierta?",

porque sabía que aquel estado era
totalmente diferente de un sueño.

Pero aún no sabía lo que era una EFC.

Otras sensaciones comunes son
también las de fluctuar, balancear;

a veces, de caída o
de sacudida al despertar.

Una sensación extraña
que tuve muchas veces fue

la de no poder mover mi cuerpo,

como si estuviese paralizada.

Bueno,

no la consideraría exactamente
como agradable,

especialmente cuando
no se sabe de qué se trata.

Pero supe posteriormente que
esta es una sensación natural

que forma parte de las primeras etapas

de la salida del cuerpo
o del retorno a él.

Estos son tan solo algunos ejemplos.

Debo añadir que el miedo
a este tipo de sensaciones

puede dificultar que ocurra la EFC.

Me gustaría decir

que todas mis "aventuras"
fuera del cuerpo fueron placenteras.

Sin embargo, a veces,

cuando estaba despierta,
en la vigilia regular,

a veces sentía un tipo de energía sutil

y de presencias invisibles
a mi alrededor.

Como niña, eso me asustaba.

Ese hecho me llevó a investigar

sobre niños parapsíquicos para profundizar

por qué ellos experimentan
esos fenómenos,

cómo ellos los interpretan;

qué consecuencias enfrentan

durante la infancia y, más adelante,
en la vida adulta, como resultado

y cómo los padres y la sociedad en
general reaccionan a su sensibilidad.

Me gustaría decir que,
como es probablemente obvio,

no solo los niños tienen EFCs.

Los adultos, podemos tenerlas también.

Es un fenómeno natural que,

lo que todo indica, puede
ser aprendido y desarrollado.

Por lo tanto, no son solo las personas
"especiales" quienes pueden vivenciarla.

El problema aquí es:

¿cómo estudiar este tipo de fenómenos

con verdadero espíritu científico?

Para comenzar, en vez
de negar los fenómenos

o decir que hay algo
errado con la persona

porque tiene percepciones
no convencionales,

es preciso reconocer que

puede haber hechos sobre
la manifestación humana que

no sabemos o no entendemos
y buscar explicaciones para ellos,

sin presunciones
o ideas preconcebidas.

Hasta ahora, la mayoría de
las investigaciones académicas

se han dedicado al estudio
del llamado 'mundo físico',

lo que es de extrema importancia
y debe ser el primer paso.

Sin embargo, si al menos consideramos
la posibilidad de la existencia

de una realidad más sutil
que esta en la que vivimos,

pero que es igualmente real,

aunque puede escapar
a nuestros sentidos tradicionales,

tenemos que encontrar
maneras de investigarla.

Si la EFC permite la observación
directa de esa realidad, entonces,

hasta que se desarrolle
una tecnología adecuada,

las EFCs son la herramienta natural,

porque permitirían a los investigadores

atestiguar tal realidad

y verificar su posible
interacción con la nuestra.

Si alguna vez llegásemos a ese punto

-- vamos a imaginar que pudiésemos
establecer esta clase de investigación --

¿qué tipo de consecuencias
traería esto para la ciencia?

Bien, este conocimiento
podría traer informaciones útiles

en diferentes áreas de la
investigación científica,

de la Medicina a la Física.

A su vez, esto podría promover
una visión científica

que reconociese nuestra individualidad

como conciencias que
existen más allá del cerebro,

lo que estimularía la integración
de variables y factores

en el proceso científico
que no son estrictamente físicos.

Por ejemplo, la medicina.

La medicina podría
beneficiarse identificando

cuándo esos elementos
más sutiles estuviesen interfiriendo

en la salud de los enfermos
o curándolos "inexplicablemente".

La física podría examinar
los fenómenos y sus resultados,

considerando materia y energía

bajo una perspectiva multidimensional.

Pero tenemos, por lo menos, tres
grandes desafíos en este proceso,

Primero: ¿cómo podemos separar
aquellas personas que solo

sueñan, fantasean, imaginan, o tal vez,
tengan características cerebrales

que pueden causar percepciones
que ellas asumen como no-físicas,

de aquellas personas que tienen
experiencias reales,

con lucidez, conciencia,

claridad de pensamiento y desapego
de nociones preconcebidas y creencias?

Lo que precisamos, probablemente,
es identificar

qué elementos distinguen las
experiencias no ordinarias reales,

de las fantasías o creaciones cerebrales.

No obstante, sin reconocer
la existencia del fenómeno,

los científicos no pueden dar
ni siquiera ese primer paso.

En segundo lugar, precisamos
aprender a separar o distinguir

las iniciativas científicas serias

de las informaciones no fundamentadas,
o, debo decir, algo todavía peor.

Infelizmente, hay individuos o grupos

que desconsideran los
principios científicos básicos

o el conocimiento científico

cuando estudian los
llamados "fenómenos no físicos".

Esto es malo,

pues además de no promover
el progreso científico,

puede dar la impresión de que

todos aquellos que se dedican al estudio

de la realidad o de los fenómenos
no ordinarios tienen la misma actitud.

Este no es el caso.
Puedo garantizártelo.

También precisamos desarrollar
una metodología apropiada

para investigar esa realidad intangible
y los fenómenos asociados a ella.

Llegado a este punto,
alguien podría preguntar:

¿por qué preocuparse
en estudiarlos?

Bien, si la ciencia se dedica
a la comprensión de nosotros mismos

y del universo, o la búsqueda de
conocimiento sobre el mundo natural,

entonces, verificar tales realidades
sutiles pueden esclarecernos

sobre lo que el mundo y
nosotros realmente somos.

A su vez, esto podría
cambiar el paradigma

sobre el cual nuestra sociedad
y conocimiento se fundamentan.

Pero, es interesante
recordar que la EFC

no es tan solo una herramienta para la
recopilación de observaciones científicas.

También es una herramienta
para el estudio personal.

¿Cuáles serían algunas
de las utilidades de la EFC?

¿Qué dirían?

¿Comprobar dónde está su pareja?

¿Espiar al vecino?

No exactamente.
Por lo menos para mí no fue así.

Déjenme compartir con ustedes
como considero que ocurrió en mi caso.

Siento que pude alcanzar
una mejor noción

en lo que se refiere
a estar en este mundo.

Sigo, yo pienso, mis principios
personales, sin precisar

de un conjunto externo o impuesto
de creencias para guiarme.

Y, mis principios son el resultado
de conclusiones y observaciones

que hice durante esas experiencias.

La primera conclusión, que
es lógica y natural en este caso,

es que no somos solamente
el cuerpo físico.

Esta idea puede hacernos
reflexionar sobre la hipótesis

de que no dejamos de existir
después de la muerte biológica.

Pero, por favor, entiende que no digo
esto para que lo tomes como tu verdad.

Estoy tan solo diciendo que esa
es mi verdad relativa en este momento

y compartiendo como trato con
esa idea o lo que pondero al respecto.

Aunque esto tienda a darnos
un sentido de tranquilidad

y paz de espíritu, al mismo tiempo,

nos da un tipo de impulso o deseo

de dar pasos significativos
en nuestras vidas,

de tal modo que cuando
lleguemos al final de nuestra vida,

podamos mirar atrás
y sentir que logramos

el objetivo mayor que
siempre habíamos planeado,

Observé también

que hay algún tipo de
energía multidimensional

que nos interconecta a todos.

Esta noción nos hace pensar sobre
las consecuencias de nuestras acciones

y, eventualmente, nos lleva
a la conclusión

que ser ético realmente importa.

Estas no son solo mis conclusiones,

porque investigaciones sobre EFC

y experiencias cercanas a la muerte
revelan resultados semejantes.

Pero, ¿cuáles serían
las consecuencias sociales

si tuviésemos una sociedad donde la
mayoría de los individuos supiesen de esto

-- digo, supiesen realmente,
basado en sus experiencias

y no en un conjunto de reglas solamente --

que el mundo no es puramente físico?

¿Esto que implicaría?

Si solo concluimos a partir
de lo que discutimos,

probablemente, las personas
pulirían sus principios personales,

valorando las consecuencias
de sus acciones a largo plazo,

constituyendo una sociedad con mayores
preocupaciones humanitarias y planetarias.

Donde los objetivos serían algo
más que tan solo volverse rico,

envolviendo también el altruismo.

Como todavía tengo algunos segundos,

propongo dejar nuestras mentes libres
por un momento y conjeturemos,

¿Será que, un día, evolucionaremos
de "Homo sapiens"

a "Homo projectius",

significando que nos
convertiríamos en seres

que de manera natural nos
proyectaríamos fuera de nuestros cuerpos

y tendríamos algún tipo
de lucidez multidimensional?

Bien, este es un pensamiento
intrigante, por lo menos.

Gracias por su atención.

(Aplausos)