Terminar con el sufrimiento de miles de millones: Superar el especismo | Jay Quigley | TEDxFSU

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente de las conferencias TED. Más información en: http://ted.com/tedx

Estamos rodeados de una forma de discriminación masiva: miles de millones de individuos son confinados, mutilados y masacrados mientras la sociedad permanece ajena. Jay Quigley nos ofrece esperanza e ideas prácticas para aumentar nuestra compasión y reducir la cuota de animales que sufren en las granjas.

Jay Quigley es doctor en Filosofía por la Universidad Estatal de Florida con una tesis sobre el papel de la empatía en los valores morales. Ha publicado sobre teoría moral. Durante su etapa en la Universidad Estatal de Florida ha desarrollado su interés sobre ética práctica impartiendo cursos de filosofía, como entrenador del equipo de Ethics Bowl, y ha sido cofundador de Students for Ending Poverty (STEP) en 2013 y precursor de la rama activista de la Ethical Food Association (FSU) en 2014. Participa habitualmente en foros sobre problemas éticos relativos a la pobreza global y el bienestar animal.

He finalizado mi doctorado
en Filosofía recientemente.

La lección más importante que he aprendido
es también la más simple.

La manera más fácil de explicarlo
es presentarles a algunos de mis amigos.

Así que me gustaría presentarles a Cedric.

Esta es una foto de Cedric y yo.

El pequeño gamberro más hermoso, activo
e inteligente con el que jamás he vivido.

Cedric y yo llegamos
a conocernos muy bien,

y gracias a eso aprendí mucho
sobre las emociones de los gatos.

Cedric aullaba con emoción

(Aúlla) (Risas)

Y ronroneaba con satisfacción.

Hacia el final de su vida estaba
enfermo terminal y gemía con angustia.

¿Cuántos de Uds. han llegado
a conocer las emociones de un animal?

Tal vez era su compañero,
un perro o un gato, o alguien más.

Sabía que seríamos la mayoría.

Seguro que estarán de acuerdo conmigo
en que si un animal está sufriendo

y pueden hacer algo por él,

debemos hacer algo
para aliviar su sufrimiento,

como cuando llevamos
a Cedric al veterinario.

Extrapolando un poco,
el sufrimiento de todos importa.

No importa que no sean seres humanos.

Esto lo sabía desde que tenía cinco años,

cuando era un granuja que tiraba
de los rabos de los gatos.

Así que, ¿cómo es posible
que esto sea lo más sorprendente

que aprendí durante todo mi doctorado?

Bueno, me gustaría que conocieran
a mi amiga Kelly,

y su compañero animal, Snow.

Snow está ahí sobre su hombro.

Como casi todos los pollos,

Snow es al menos tan sofisticado
emocional y socialmente

como un gato como Cedric.

Los pollos pueden llevar la cuenta
de hasta 100 individuos a la vez,

usan hasta 30 tipos de llamadas
para expresar sus sentimientos y deseos,

y Kelly cuenta que Snow
se sube a su regazo

y ronronea con regocijo, como un gato.

La diferencia entre Snow y Cedric
es que Snow tiene un pasado más oscuro.

Snow fue criado en una granja industrial,

como pueden comprobar por su pico cortado.

A los 25 años me di cuenta del poder
y la importancia de la certeza

de que el sufrimiento de todos importa.

En lo más profundo
de mis estudios de Filosofía

aprendí una simple verdad
sobre la justicia,

y algunos hechos sorprendentes
sobre la opresión.

La verdad simple sobre la justicia
es que intereses similares

merecen tratos similares.

Por ejemplo, si tú y yo tenemos interés
en que no nos rebanen la nariz de la cara,

ambos merecemos que se respete
ese interés de la misma manera,

al margen de nuestro género,
etnicidad u orientación sexual.

Altos o bajos, jóvenes o viejos, merecemos
que nuestros intereses sean respetados.

De hecho, creo que la discriminación
es la negación de esta misma verdad.

El racismo y el sexismo tratan
intereses similares de manera desigual.

Nuestra sociedad ha sido racista, sexista
y homófoba por mucho tiempo,

pero hemos etiquetado esos términos
y hemos luchado contra ellos.

Es una lucha que continúa.

Pero lo que he aprendido con la Filosofía

es que hay una forma superior
de discriminación,

tan generalizada y ubicua
que apenas la vemos.

Se llama especismo.

Lo que he aprendido es que durante
casi toda mi vida he sido especista,

y de muchas maneras aún lo sigo siendo.

El hecho de que algunos individuos
nacen en nuestro mundo,

y solo por haber nacido en el grupo
en el que han nacido

se les marca, mutila
y mata prematuramente,

pero otros con las mismas capacidades,
nacidos en un grupo diferente,

reciben regalos de cuidados
y aseo por Navidad,

y llegan a vivir largas y felices vidas.

Lo que nuestra sociedad olvida
y pasa por alto

es la simple verdad de que
el sufrimiento de todos importa.

La ciencia dice claramente

que todos los vertebrados
pueden sentir dolor.

Muchos invertebrados también,
muy posiblemente sientan dolor,

ya sean pulpos o calamares.

Creo que el veredicto está aún
pendiente para los insectos.

Pero la verdad es que, si alguien
puede sentir dolor, es importante,

y tenemos que aliviarlo si podemos.

Quiero hablar de algunos
ejemplos de especismo,

y quiero mostrarles cuán invisibles son.

Pretendo ofrecer algo de esperanza

acerca de que nosotros como sociedad
podemos superar el especismo,

y que como individuos
podemos superar el especismo.

Podemos hablar de discriminación

contra los millones de animales
que convertimos en ropa,

los millones que matamos y dañamos
para nuestro entretenimiento,

pero de lejos, el mayor grupo
es el que convertimos en comida.

Matamos 56 000 millones de animales
de granja para comida cada año,

y a pesar de que esta cifra
resulta inasumible,

es diminuta en comparación
con los animales acuáticos,

que ronda el billón,

y algunos estiman que dos billones
de animales acuáticos

se matan cada año para hacer comida.

Reconozco que el problema de fondo
es la mercantilización,

tratar a alguien como si fuera una cosa,

cuando, de hecho,
esas criaturas son alguien,

como Cedric es alguien
y como Snow es alguien.

Hoy quiero hablar sobre cinco injusticias
en la industria avícola.

Pero recuerden que injusticias similares
también afectan a peces, vacas y cerdos.

Hay también mucho sufrimiento
entre los animales salvajes.

Así que esta es una lista muy parcial.

El primer número que hay que digerir
es que se matan 8600 millones de pollos

cada año solo en EE.UU.

El 99 % de ellos vive en las
llamadas ganaderías industriales,

en las que la superpoblación
es un enorme problema.

Como pueden ver, la típica ave
de una ganadería industrial

tiene menos de 0,1 metro cuadrado
de espacio para moverse.

Están rodeadas de la carne de sus
propios congéneres, como un muro.

Uno de los problemas que
produce son los vicios,

como picarse las plumas
o las de sus compañeros,

matándolos o incluso canibalizándolos.

Una de las maneras en las que
los propietarios atajan esto

es tener a los pollos a oscuras
la mayor parte de sus vidas.

Otra manera de evitarlo
es cortarles los picos.

Y como estos animales
se consideran mercancías,

su sufrimiento no importa,

lo normal es cortarles el pico
sin calmantes, sin anestesia.

Las jaulas en batería
son el tercer problema.

Entre los tres millones
de gallinas ponedoras

que se mantienen en cautividad
al mismo tiempo en EE.UU.,

más del 90 % se cría en jaulas
tan pequeñas que son básicamente así:

tomas un cajón de alambre
y metes seis o siete pollos dentro,

y no pueden salir,

no pueden extender sus alas
o comportarse de manera natural,

como picotear alimento
o revolcarse en el polvo.

Es una manera increíblemente inhumana
de tratar a alguien.

¿Y qué pasa si has nacido así?

¿Y si tu gato fuera tratado así?

El cuarto problema es,
por supuesto, la muda.

Cuando una gallina ponedora supera
el periodo más fértil de su vida,

mejor dicho, el más productivo
en términos de poner huevos,

lo normal en EE.UU. es dejar
que pase hambre durante semanas

para que ponga los huevos
un poco más rápido.

Esta práctica no es común
en Europa o Canadá,

pero las leyes no hacen nada
para impedirlo en EE.UU.

El quinto punto son las muertes brutales
de los pollos en la industria,

no solo por ejecuciones chapuceras,

sino que 200 millones de pollos machos
son ejecutados por la industria huevera

solo por ser machos.

Los matan cuando aún están conscientes,
normalmente los meten en trituradoras.

Como ven, a estos pobres pollos
se los llevan en una cinta transportadora

hacia la trituradora y los trituran vivos,
solo por ser machos.

El 95 % de los animales de granja
criados para comida en EE.UU.

son aves de corral;

la mayoría pollos, pero también pavos.

Y aun así, la llamada
"Ley de Matanza Humanitaria"

no se aplica a las aves de corral.

Vean la injusticia, en el especismo.

Imaginen que conocen a un veterinario
o que les hablan de uno

que trataba a los perros o gatos
de alguna de estas cinco maneras.

Cortándolos sin anestesia, por ejemplo.

¿Creen que mantendrían
su licencia durante mucho tiempo?

Tenemos que luchar contra el especismo

igual que hemos luchado
contra el racismo y el sexismo,

y tenemos que luchar como sociedad
y como individuos.

La llamada a la acción
más importante que tengo

es que debemos apoyar al pequeño
pero creciente sector

de las organizaciones activistas
defensoras de los animales.

Héroes como la Sociedad Humana de EE.UU.,

que insta a corporaciones y gobiernos
a cambiar las políticas

y a proteger los derechos
y el bienestar de los animales.

Los héroes de Mercy for Animals
investigan granjas industriales

para destapar injusticias sobre las que,
de lo contrario, no tendríamos noticia.

Los héroes de The Humane League
hacen campañas efectivas

para educar al público
acerca de este tipo de injusticias.

Los evaluadores de caridad
Animal Charity Evaluators

consideran que las donaciones a las
organizaciones activistas más eficaces

pueden salvar hasta a 10 vidas por dólar.

Esta es una forma muy efectiva
de dar nuestro apoyo,

de donar e involucrarse
con estas organizaciones.

Pero no solo a través de ONGs podemos
hacer oír las voces de los animales.

Esta foto es de Earthlings March,

que se celebra cada año en marzo
en decenas de ciudades del mundo.

Alzan sus voces en favor de los animales,
de su bienestar y sus derechos.

Pero los animales necesitan que hablemos
por ellos más rápido de lo que lo hacemos.

Cerca de tres millones de animales
van a morir en lo que dura mi charla,

y necesitan que hablemos por ellos.

También necesitan que cambiemos.

Por eso debemos reducir
nuestro consumo de carne.

Sé que tienen sus dudas sobre esto,
y me gustaría mencionar al menos tres.

La primera pregunta podría ser esta:

¿Qué diferencia hago como individuo?

La respuesta es: el estadounidense medio
es responsable de la muerte

de unos 406 animales al año.

Esto significa 28 pollos, dos animales
terrestres y cientos de peces y moluscos.

La mayor parte del pescado
irá destinado a alimentar el pescado

que se comerán los estadounidenses.

Tenemos que recordar que el suministro
se regula por la demanda,

y que cuando votamos
con nuestras carteras,

estamos pidiendo que se críen animales,

sin importar en qué condiciones
se estén criando.

Cuando apoyamos la muerte
de más de un animal al día,

cada comida se convierte
en un problema ético.

La segunda pregunta
la abordaré en un momento.

Antes debemos darnos cuenta

de que algunos productos
son más éticos que otros.

Así que si eliminásemos
solo pescado, huevos y pollo,

eso constituiría el 80 %
del resultado de hacerse vegano.

Tengan en cuenta que se trata de
organismos mucho más pequeños,

de modo que, para obtener
la misma cantidad de producto,

hay que confinar, matar y dañar
a muchísimos más animales.

No estoy defendiendo que empecemos
a comer un montón de carne de vacuno,

porque, por un lado, el vacuno
es altamente insostenible,

y perjudicial para el medioambiente.

Tenemos que reducir
nuestro consumo de carne.

"¿Y qué pasa con la carne
obtenida de manera humanitaria?"

Una pregunta muy habitual.

La respuesta es que si se diera el caso
en que pueden obtener los restos

de alguien que ha vivido
una vida larga y feliz,

con mínimo sufrimiento,

eso es casi un mito,

muy lejano del típico consumidor medio.

Al contrario, lo que tenemos son empresas
que hacen mejoras minúsculas

por el bienestar de los animales
que siguen sufriendo,

y lo sacan al mercado como si estuviera
bendecido por San Gabriel.

Les daré un ejemplo.

"Libres de jaulas", "de corral",
o "libre pastoreo"

son etiquetas que permiten tres o cuatro
de las cinco injusticias mencionadas,

ya sea la superpoblación,
el sacrificio masivo de pollos machos,

cortarles los picos sin anestesia,
incluso mudas forzadas.

Y aunque cuenten con
una entidad independiente,

aun así puede que no se estén
haciendo las cosas bien.

Por ejemplo, The New York Times
recién ha publicado una investigación

sobre el suministro de Whole Foods.

Dentro de una granja
supuestamente humanitaria

encontraron decenas de aves en condiciones
de suciedad y enfermedad,

incluso con los picos cortados.

La única manera de asegurarse

de que la comida contiene
el mínimo de crueldad

es que no contenga
productos cárnicos ni animales.

"¡Pero los animales se matan
entre ellos!", pensarán.

"Y eso justifica de alguna manera
que los matemos para nosotros".

Pues bien, la diferencia entre nosotros
y predadores como leones, tigres u osos

estriba en que somos agentes morales,

podemos valorar consideraciones
como la justicia y la igualdad,

podemos comprender que
el sufrimiento de otros

nos da motivos para cambiar
nuestro comportamiento.

Como agentes morales, tenemos la misión
de responder al sufrimiento de los otros.

Y les aseguro que esta misión es fácil.

Porque se trata solo de nuestros hábitos.

Mi mensaje es este:
Aumenten la compasión,

lleven sus hábitos alimenticios
al siguiente nivel.

Les voy a dar tres niveles.

El primer nivel:

si pasan al reducetarianismo

se encontrarán con varias comidas
semanales sin carne.

En el primer nivel, se darán cuenta

de que hay muchos alimentos
que nos encantan

y que tienen versiones veganas,
ya sean hamburguesas, burritos o pizza.

Esto es chili vegano que cociné yo mismo.

Contiene gluten de trigo.

Algunos reducetarianos,
incluido el Pastor Rick Warren,

y su congregación de 15 000 miembros,
empezaron una dieta reducetariana.

También bajaron unos cuantos kilos.

Oprah y su equipo hicieron algo similar,

y Arian Foster es un atleta
que ha llegado al más alto nivel

con una dieta casi sin carne.

Vegetarianismo entre semana
es el segundo nivel:

básicamente ser vegetariano
casi todo el tiempo.

16 millones de estadounidenses
son vegetarianos casi todo el tiempo,

aquí vemos tres famosos entre ellos.

En este nivel se le dará bien descubrir
increíble comida vegana y vegetariana,

como todas esas cosas totalmente veganas

que podemos encontrar en Sweet Pea Cafe,
aquí mismo en Tallahassee.

(Risas)

En el tercer nivel tienen
el vegetarianismo y el veganismo,

eliminar los productos animales
a tiempo completo.

Ocho millones de estadounidenses
ya son totalmente veganos,

aquí vemos a dos de ellos
y un Estadounidense de Honor,

(Risas)

En este punto, empiezas a darte cuenta
de que tantos platos distintos

que jamás habrías probado
si no hubieras llegado hasta aquí,

como el falafel, tofu, riquísimos batidos
con leche de almendras

o recetas con setas,
col kale o cacahuetes.

pueden encontrar más comida vegana
en el festival vegano más cercano,

como el primer VegFest anual
de Florida del Norte,

el 4 de abril en Cascades Park.

Pensarán que la mejor comida vegana
es el llamado perrito caliente vegano.

(Risas)

Bien, no es un perrito caliente vegano,
pero me da un buen pie para cerrar,

el tema de las "gafas de la justicia".

Cuando se ponen las gafas de la justicia,

entre dos panes, como aquí,
ya no ven comida, no ven carne.

Ven es el cuerpo de alguien,

el cuerpo de alguien como Cedric,

el cuerpo de alguien
tan inocente como Snow.

Así que les pido:

pónganse las gafas de la justicia,

vean un mundo en el que los derechos
de nadie son opcionales,

donde el sufrimiento de todos importa.

Aumenten su compasión defendiendo
los derechos de los animales,

incluyendo financiar menos crueldad
en las próximas semanas.

Muchas gracias.

(Aplausos)