Educar para la equidad | Fernanda Tapia | TEDxCuauhtémocMujeres

¿Cómo nos educan y cómo educamos? ¿Cómo luchamos contra el machismo enquistado en nuestro México de hoy? Fernanda propone subvertir el orden establecido: un cambio pacífico pero no por ello menos profundo.

Mujer mediática: Fernanda es conductora, periodista, actriz de doblaje, actriz, guionista, cantante...
Una mujer comprometida con los temas de las mujeres: una luchadora desde cada trinchera en que le toca estar.

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED.

[Esta charla tiene palabras fuertes]

[Necesito] conseguir
cómplices, necesito muchos,

porque vamos a desestabilizar
el sistema ¡Basta!

(Aplausos)

Es más sencillo de lo que creen.

No nos vamos a poner capuchas,
ni pasamontañas, ni arrojar molotovs,

ni agarrarnos a madrazos con granaderos.

Es mucho más sencillo,
pero requiere mucha voluntad.

Quiero primero preguntarles
a los aquí reunidos, levanten la mano.

Hoy casi todos los ponentes
han nombrado género.

¿Alguien podría, con toda
la tranquilidad del mundo,

pasar enfrente y explicar qué es género?

Levante la mano el que esté
con los pelos de la burra en la mano.

Una, y acaba de ir
hoy en la mañana a un foro.

(Risas)

Bueno, género normalmente uno piensa:

¿Géneros qué, de las telas?,
¿géneros musicales, fílmicos?

Si acaso, creo que a mí la mejor respuesta

me la dio un niño entrevistado
en Diálogos [Programa de TV],

"Género es: las niñas de rosa,
los niños de azul".

(Risas)

Eso es género, es una visión de género.

Es decir, es el manual que te entregan

con el chamaco cuando te lo dan
en el hospital o la partera,

y dicen, "Así es como se debe de comportar

su niño o niña según
los genitales que traiga".

Ahí se jodió la cosa ¿Por qué?

Porque entonces la niña
no puede gritar pero puede llorar

y el niño no puede llorar
pero puede gritar.

Esos son los dos sentimientos
que le enseñan al señor

para toda la vida ir lidiando con ellos.

Entonces, la cosa se empieza a complicar,
porque aquí empieza el asunto:

Este machismo, vamos
a decirlo así, lacera a todos.

Imagínense a cualquiera
de los compañeros,

les dijeron que para todo tenían
que reaccionar con un (gruñido).

"¿Cómo te fue en el trabajo?", (gruñido),
"¿Y qué te dijo tu jefe?", (gruñido).

Pues ya valió, o sea,
no hay tintes medios,

y las mujeres tenemos un abanico
maravilloso de cómo llorar.

¿Verdad? Tampoco nos podemos externar.

Esto tiene podrido al mundo,
a los señores me los hace,

verdaderos lisiados emocionales.

Discapacitados domésticos,
de veras, ni cómo freír un bistec.

El bistec lo conocen
cuando están a solas en el baño.

(Risas)

¡Una tragedia!

También, los priva de muchas cosas,
de las delicias del paternaje

que ahora algunos
están descubriendo y es una belleza.

Los obliga, por obra y magia
del espíritu santo,

a tener siempre todas
las respuestas a todo.

Por eso se apanican cuando una chilla
porque no saben qué hacer.

Y el manual decía que él
se las tenía todas consigo.

Esto es desastroso, además otra,

que tiene que estar siempre
dispuesto sexualmente, con ganas y poder.

(Risas)

Y si no pueden...

(Risas)

como que ya no son tan hombres.

Y si ya no llevan el dinero a la casa,
luego ya ni se les para,

porque el manual dice que tiene
que llevar el dinero a la casa

y por ende, todas las viejas serán suyas.

¿Y dónde se replica todo esto?
En los libros de texto.

No pensemos que este feminismo
del que hablaba tan hermosamente

nuestro compañero [ponente] es
Lupita D'Alessio o Paquita la del Barrio.

(Risas)

El feminismo es más un movimiento político

y además es una postura ante el mundo
que tiene muchos rostros.

Los que buscamos equidad y género,
yo todavía no he hecho

suficientes méritos
para decir que soy feminista.

Entonces, uno se pone
a pensar en este manual,

¿qué diablos es ser mujer?
¿ser alguien empático, sensible?

que puede estar en el departamento
de quejas, que es una belleza.

Bueno ¿y qué es ser hombre?

Lo que sea que no sea femenino.

(Risas)

¿Pero cómo? ¡Si tenemos los mismos genes!

Entonces ya quedamos en un acuerdo,

esto no es feminismo,
eso no es equidad y género.

A las mujeres luego nos dicen,
"Hay machos porque ustedes lo crían"

¡Perdone usted! Eso no se mama ¿OK?

El problema es que la formación
viene de los libros de texto,

los comerciales, la nana
y hasta la ausencia del padre forma.

¡Eso es el problema!

Creen que nosotras sólo parimos
y dijimos: serás un macho. No.

Pero también nosotras hablamos
con machismo.

Nuestro lenguaje es el machista.

¿Qué creen que nos criamos
en Marte o qué?

Dicen que en Venus, ni madres,
estamos igual que ustedes;

y por eso tampoco nosotras podemos
librarnos de ello, por ejemplo,

ascienden de puesto a una compañera,
"Seguro se las dio al jefe."

(Risas)

Eso es machista, ¡perdónenme!

"¡Hijo!, qué fea salió
la Miss Universo", o sea, por favor!

Eso es machista.

Ahora, incluso al agredir
a un hombre, para denostarlo,

para pegarle en donde
sabemos que lo pone en deuda,

porque el señor tiene que demostrar
que es varón. Todo con el pene.

Por eso decimos que es
falocentrista esta sociedad.

Entonces, "Es poco hombre",
"A este ni se le para".

Eso es machismo.

No estamos hablando
de volvernos castradoras.

No, ya somos. La cosa es dejar de serlo.

(Risas)

¿Cómo nos damos cuenta de esto
en lo que estamos envueltos?

Yo los invito a que tomemos
esa pastilla azul de Morfeo,

y descubramos La Matrix, por fin.

Yo no tuve una Universidad,
Diálogos en Confianza [programa de TV]

fue la Universidad que no tuve
y a fuerza de conocer personas

como estas maravillas que hoy han hablado,

un día me puse los lentes
de género y fue como descubrirme

desnuda delante de todo el público,
- y no es por pudor, es por mal gusto -

y entonces oyes frases
de la señora embarazada que dice,

"Yo me alivio en Mayo.",
"¿Qué estás enferma o qué?"

"Mi esposo ya no me usa."

(Risas)

¿O sea, cómo? Les juro, estas son
frases cotidianas en muchos niveles.

Les leo otra bonita, "Mi marido
sí me ayuda en casa".

"No, cuál te ayuda, ¡le toca!.

(Risas)

El que destiende la cama
tiene que ayudar a tenderla.

"Me da permiso de trabajar."

Esa es hermosa, todavía se escucha.

¡Yo cómo quisiera
que me lo prohibiera mi marido!

(Risas)

No hay forma.

(Aplausos)

Y ahorita van a ver:

"Mi marido me engañó", ah pero la cusca
es la cabrona con la que se metió,

él no, a él lo agarraron amarrado ¡O sea!

Otro: "La violó pero andaba
de provocadora, salió con minifalda."

¡No mames!

Eso es machismo.

Cuando Kalimba [cantante],
¿se acuerdan?

"Oye, es menor de edad",
"¡Sí, pero la vieja se metió en su cama!"

"Sí, pero es menor de edad."

O sea, ahí el consentimiento vale gorro.

No es que venga la venganza y ahora
yo me voy a salir a emborrachar,

a buscarme a todos y ¡señoras, agarren
a sus pollos porque ya llegó la gallina!

(Risas)

¡Pechuga doble!

(Risas)

No se trata de eso.

No es otra vez machismo a la inversa.

Sin embargo, por ejemplo, amos de casa,
mi marido es amo de casa.

Pero hay una gran tragedia,
el no lo eligió.

Él no quería serlo, como la mayoría
de las mujeres que lo están haciendo.

Le tocó porque perdió la chamba
y entonces yo conseguí otra chamba,

¿Y qué se quedó haciendo él?
Pues lo que urgía en la casa ¿no?

Entonces, ahí se cuenta
la telenovela con Doña Elvira,

(Risas)

que es nuestra empleada del hogar.

Ahí se echan la mano,
el señor es medio chef, le cocina,

pero esto le trajo una gran frustración,
porque truncó su carrera.

Porque además no se siente productivo
y todavía le pega dolorosamente el manual,

en donde dice que si él no lleva
dinero a la casa, pues no es hombre,

yo llevo dinero ¿y qué hago? Exijo sexo.

(Risas)

Y a él ¡Le duele la cabeza!

(Aplausos)

¡Es terrible!

¡No encontramos la equidad!

Sólo se voltearon los papeles
y así no funciona esto.

No funciona, se los juro.

Ahora imagínense, esto suena
a risa, entre frases.

Ustedes han llegado a un restaurante,
once chicas juntas, gritando, riéndose,

llega un caballero y les dice,
"¿Por qué tan solitas?"

y ese tipo de cosas, bueno,
esto suena a risa,

pero se traduce en cosas
dolorosas, molestas.

Ahora, con varones
y mujeres en la universidad,

se han hecho estudios de que 7 de cada 10,

han sufrido violencia de género;
hombres y mujeres.

Además se les preguntó a mujeres,
"¿Tú has ejercido violencia de género?"

Y dicen: "Sí".

Lo que decimos, por ejemplo,
con la empleada del hogar.

No tenemos sororidad con ella.
Las mujeres nos ensañamos.

Porque como decían, el trabajo en casa
sólo se nota cuando no está bien hecho.

Nadie ha llegado y les ha dicho,
"¡Qué bien barriste, mi amor!"

Claro que no, "¡Oye vieja,
aquí no has pasado la aspiradora!"

Ése es un problema.

Aquí el asunto este tan grave
en donde de veras se ensañan

con muchas de las estudiantes
y también de los estudiantes.

Es que viene a grados en donde
el rostro de la pobreza es femenino.

La pobreza tiene cara
de mujer a nivel mundial.

Nosotras estamos produciendo,

se dice que tres cuartas partes
de la riqueza del mundo,

empezando por el trabajo hecho en casa,

porque gracias a que alguien
hizo el trabajo en casa,

y mandó peinadito, bañadito
y cogidito al señor;

va y produce en una empresa
que sostiene al sistema.

Hasta hace poco se está empezando
a considerar como parte del PIB.

Bueno, pero el problema es,

que de toda la riqueza que producen
las mujeres del mundo no poseemos ni 10%

y si en el 10% está la Reina Isabel,
Madonna y Angelina Jolie, ya se jodió.

Creo que eso es lo único
que puede desestabilizar esto.

Entender que las cosas que nos vendan
no nos van a hacer lo que somos,

ni nos van a sacar
de los problemas que tenemos.

Yo ahora por eso, los invito
a que lo pongamos en práctica.

¿Cómo lo ponemos en práctica?

Hay algo que yo he pedido
desde hace mucho,

pero sólo era una idea guajira
y volando al viento.

Necesito cómplices ya estoy embarcando
a mis amigas organizadoras de TEDx,

porque ellas me embarcaron a mí
y me dijeron que esto era posible.

Vamos a presentar ante la comisión
de género, están invitados.

A pedir que se elabore
una ley en la Cámara,

en donde sea obligatorio en la enseñanza,

la materia de equidad
y género desde preescolar.

Que sea obligatoria.

(Aplausos)

En donde se cuide cada figura,
faltas de ortografía en libros de texto.

Hay que solicitarlo, hay que
obligarlos a que esto suceda.

Nosotros necesitamos
unos lentes de género,

es un parche, pero las generaciones
que vienen lo pueden vivir.

¿Cómo no los contaminaremos?

Obligando también que todo burócrata
y funcionario público,

o aquél que preste un servicio,
tiene que cursar una materia de género.

Así como se les está profesionalizando
en la carrera burocrática,

que cursen a fuerza [la materia],
nunca más llegar a un Ministerio Público,

decir, "mi marido me golpeó"
y te conteste, "¿para qué se casa?".

Eso va a tener que ser obligatorio.

Que se entrege el manual
de la más sencilla forma

y en la lengua de cualquiera
de nuestros hermanos,

a la hora de casarse,
cuando le entregan el niño,

en lugar de andarles leyendo
la epístola de Melchor Ocampo,

que les entreguen este manual
de equidad y género.

Tal vez va a ofender
muchos abusos y costumbres.

Hay usos y costumbres
que tendríamos que rescatar

y empaparnos de ellos como el tequio,
pero hay abusos y costumbres.

No puede venderse a una niña
aunque se disfrace de regalo.

Eso, se tendría que entregar
en todos los idiomas.

Yo creo que lo podemos lograr.

Porque somos minoría ¿no?
de 52% de la población.

Por lo menos las mujeres y muchos
de los hombres conscientes.

Entonces están invitados,
entren a las redes de TEDx.

Vamos a moverlo, vamos a jugar a esto.

Creo que es la única forma
de construir ciudadanía,

no sólo quedarnos en el retweet,
que también funciona

y a usar una frase, que está aquí
una querida amiga que me la enseñó:

"Pasar de la indignación
a la indign-acción".

Están bienvenidos, gracias.

(Aplausos)