Vamos a compartir muchos secretos
hoy, Uds. y yo,
y al hacer esto, espero poder disipar
algo de la vergüenza que muchos
sentimos acerca del sexo.
¿Cuántos aquí alguna vez han sido
piropeados por un extraño?
Montones de mujeres.
Para mí, la vez que recuerdo mejor
es cuando ese extraño era uno
de mis estudiantes.
Se me acercó después de clase esa noche
y sus palabras confirmaron
lo que yo ya sabía:
"Lo siento tanto, profesora.
Si hubiera sabido que era Ud., nunca
habría dicho esas cosas".
(Risas)
Para él, yo no fui persona hasta que
me convertí en su profesora.
Este concepto, llamado deshumanización,
es el cimiento del sexismo,
y lo vemos reforzado en todo aspecto
de nuestras vidas.
Lo vemos en el gobierno
que se rehúsa a castigar a los hombres
que violan a mujeres.
Lo vemos en la publicidad.
¿Cuántos de Uds. han visto un anuncio
que usa senos de mujer para vender
un producto no relacionado?
¿O película tras película
que solo representa a las mujeres
como objetos de interés amoroso?
Estos ejemplos pueden parecer
intrascendentes e inofensivos,
pero son insidiosos, y
paulatinamente
e integran a una cultura que no quiere
ver a las mujeres como personas.
Lo vemos en la escuela que envía
a casa a una niña de 10 años
porque su ropa era una distracción
para los niños que intentan aprender,
o el gobierno que rehúsa castigar
a los hombres violadores
una y otra vez,
o la mujer asesinada porque
le pidió a un hombre que no se frotara
contra ella al bailar.
Los medios tienen un gran rol en
perpetuar la deshumanización de la mujer.
Consideremos la clásica comedia romántica.
Normalmente se nos presenta a
dos tipos de mujeres en estos filmes,
dos tipos de mujeres deseables.
La primera es la mujer sensual.
Es una mujer increíblemente bella,
con el cuerpo perfecto.
Nuestro protagonista no tiene problema
en identificarla
e incluso le es fácil tener sexo con ella.
La segunda es nuestra protagonista,
la bella pero tímida mujer de quien
el protagonista se enamora
a pesar de no poner atención al principio
o de que no le gustara si lo hizo.
La primera es la zorra.
Sirve para ser consumida e ignorada.
Está demasiado disponible.
La segunda es deseable pero modesta,
y por ello digna de los futuros bebés
de nuestro protagonista.
Material de matrimonio.
Se nos dice que las mujeres
tienen dos roles,
pero es muy difícil que puedan
existir dentro de la misma mujer.
Las pocas veces en que comparto
con un nuevo conocido
que estudio el sexo,
si no terminan la conversación ahí mismo
usualmente quedan muy intrigados.
"Oh, cuéntame más".
Así que les cuento.
"Estoy muy interesada en estudiar
los comportamientos sexuales
de parejas embarazadas y en posparto".
En este punto, obtengo un tipo diferente
de respuesta.
(Risas)
"Oh. Ah.
¿Las personas embarazadas tienen sexo?
¿Has pensado en estudiar el deseo sexual
o los orgasmos?
Eso sería interesante y sexy".
Díganme. ¿Qué primeras palabras
les vienen a la mente
al imaginar una mujer embarazada?
Hice esta pregunta en una encuesta
a más de 500 adultos,
y la mayoría respondieron
"barriga", "redonda" o
"adorable".
Esto no me sorprendió mucho.
¿Qué más etiquetamos como "adorable"?
Bebés. Cachorros. Gatitos.
Ancianos. ¿Cierto?
(Risas)
Cuando decimos que un adulto es adorable,
sin embargo,
le quitamos gran parte de su inteligencia,
su complejidad.
Lo reducimos a características infantiles.
También les pedí a hombres heterosexuales
que imaginaran a sus parejas embarazadas;
luego les pedí a las mujeres
que imaginaran estar embarazadas,
y que me dijeran lo primero
que se les viniera a la mente
al imaginarse teniendo sexo.
La mayoría de las respuestas fueron
negativas.
"Asqueroso".
"Complicado".
"No sensual". "Extraño".
"Incómodo".
"¿Cómo?"
(Risas)
"No vale la pena la molestia".
"No vale la pena el riesgo".
Esto último se me quedó grabado.
Podríamos pensar que al separar
a embarazadas y madres de la sexualidad
estamos quitando las amarras
de la cosificación sexual.
Ellas experimentan menos sexismo.
¿Cierto?
No exactamente.
Lo que ocurre, en cambio, es un tipo
diferente de cosificación.
En mis esfuerzos
por explicar esto a otros,
me llevó a la Venus de Willendorf,
una figura paleolítica que
los académicos asumieron
que era una diosa del amor y la belleza,
de ahí el nombre de Venus.
Esta teoría luego fue revisada,
sin embargo,
cuando los estudiosos notaron
el foco del escultor
en las características reproductivas
de la figura:
grandes senos, considerados
ideales para amamantar;
una panza redonda y
posiblemente embarazada;
restos de tinte rojo, aludiendo
a la menstruación o al dar a luz.
También asumieron que estaba hecha
para sostenerla o ponerla acostada,
ya que sus pequeños pies no permiten
que pueda estar de pie.
Tampoco tenía rostro.
Por esta razón, se asumió que era una
representación de la fertilidad
y no el retrato de una persona.
Era un objeto.
En la historia de su interpretación,
pasó de ser un objeto
de belleza ideal y amor
a objeto de reproducción.
Creo que esta transición habla más
acerca de los expertos
que interpretaron su propósito
que del real propósito
de la figura misma.
Cuando una mujer se embaraza,
deja el reino del deseo sexual masculino
y entra a su rol reproductivo
y de crianza.
Al hacer esto, también se convierte
en propiedad de la comunidad,
considerada muy importante, pero
solo porque está embarazada. ¿Cierto?
He llamado a esto el "efecto Willendorf",
y una vez más lo vemos reforzado
en varios aspectos de su vida.
¿Alguien aquí ha estado visiblemente
embarazada alguna vez?
(Risas)
Sí. Muchas de Uds., ¿verdad?
¿Cuántas han tenido a un extraño
tocándoles la panza durante el embarazo,
incluso quizás sin pedirles permiso antes?
¿O les han dicho lo que pueden
y no pueden comer
alguien que no es su doctor?
¿Su proveedor de salud?
¿O les han preguntado
sobre su plan de parto?
¿Y luego les han dicho
por qué sus elecciones están mal?
Sí, a mí también.
¿O un camarero ha rehusado
a traerles una copa de vino?
Esto quizás les sorprenda;
lo sé, pero escuchen.
Este es un gran secreto.
De hecho, es seguro beber
con moderación durante el embarazo.
Muchos no sabemos esto
porque los médicos no quieren confiarles
a las embarazadas este secreto,
(Risas)
especialmente si tienen
poca formación o son mujeres de color.
Lo que esto nos dice es
que este efecto Willendorf
también es clasista y racista.
Está presente cuando el Gobierno
recuerda a las mujeres
con cada nueva ley antielección
que los contenidos de sus úteros
no son suyos,
o cuando un ginecólogo dice
"si bien es seguro tener sexo
durante el embarazo,
nunca se sabe.
Mejor prevenir que curar, ¿cierto?"
Se le niega privacidad y
autonomía corporal básica
bajo el pretexto de "sé una buena madre".
No confiamos en que tome
sus propias decisiones.
Ella es adorable, ¿recuerdan?
Cuando les decimos a las mujeres
que el placer sexual, disculpen.
Cuando les decimos que el sexo
no vale el riesgo durante el embarazo,
lo que decimos es que
su placer sexual no importa.
Lo que decimos es que ella no importa,
a pesar de que las necesidades de su feto
no están en conflicto con las suyas.
Así que los proveedores de salud,
como el Colegio estadounidense
de obstetras y ginecólogos,
tienen la oportunidad de educar sobre
lo seguro del sexo durante el embarazo.
¿Y qué es lo que dicen los expertos?
El CAOG de hecho carece
de declaración oficial
sobre la seguridad del sexo
durante el embarazo.
La guía de la Cínica Mayo es
generalmente positiva,
pero se presenta con una advertencia:
"Si bien la mayoría de las mujeres pueden
tener sexo seguro durante el embarazo,
a veces es mejor ser precavido".
Algunas mujeres no quieren
tener sexo durante el embarazo,
y eso está bien.
Algunas mujeres sí quieren
tener sexo durante el embarazo,
y esto también está bien.
Lo que debe acabar es que
la sociedad diga a las mujeres
lo que pueden y no pueden hacer
con sus cuerpos.
(Aplausos)
Las mujeres embarazadas no son vasijas
de reproducción anónimas
que no pueden pararse en sus propios pies.
Pero la verdad es, el real secreto es
que les decimos a las mujeres que
su placer sexual no importa.
Nos negamos a admitir que las mujeres
que tienen sexo con otras mujeres
o las mujeres que no quieren
tener hijos sí existen.
"Oh, es solo una etapa...
solo necesita que llegue el hombre
adecuado".
Cada vez que una mujer tiene sexo
simplemente porque se siente bien,
es algo revolucionario.
Ella es una revolucionaria.
Está yendo en contra
de la sociedad que insiste
en que solo existe
para el placer masculino
o para la reproducción.
Una mujer que prioriza
su deseo sexual asusta,
porque una mujer que prioriza
su deseo se prioriza a sí misma.
(Aplausos)
Esa es una mujer que demanda
ser tratada con igualdad.
Es una mujer que insiste
en que le hagas sitio
en la mesa del poder,
y eso es lo más atemorizante de todo,
porque no podemos hacerle sitio
sin que algunos de nosotros tengamos
que ceder nuestro espacio extra.
(Aplausos)
Les tengo un último secreto.
Soy madre de dos niños
y nos serviría su ayuda.
A pesar de que mis hijos
me escuchan decir con frecuencia
que es importante que los hombres
vean a las mujeres como iguales,
y ven a su padre como modelo,
necesitamos que lo que ocurra en el mundo
refuerce lo que ocurre en nuestro hogar.
Este no es un problema
de hombres o de mujeres.
Es un problema de todos,
y todos tenemos un rol en desmantelar
sistemas de desigualdad.
Para empezar, debemos
dejar de decirles a las mujeres
lo que pueden y no pueden hacer
con sus cuerpos.
(Aplausos)
Esto incluye no tratar a las embarazadas
como propiedad comunal.
Si no la conoces, no pidan tocar su panza.
No se lo pedirían a nadie.
No le digan lo que puede
y no puede comer.
No pidan detalles privados
sobre sus decisiones médicas.
Esto incluye entender
que incluso si estás en contra del aborto,
aún puedes luchar por el derecho
de las mujeres a decidir.
Si se trata de la equidad de las mujeres,
ambas no se deben oponer.
Si eres alguien que tiene sexo
con mujeres,
prioriza su placer.
Si no sabes cómo, pregunta.
Si tienes hijos--
(Risas)
ten conversaciones sobre sexo
lo antes posible,
porque los niños ya no buscan
s-e-x-o en el diccionario.
Lo buscan en internet.
Y al tener esas conversaciones,
no se centren el tema
solo en la reproducción.
La gente tiene sexo por muchas razones,
algunos porque quieren un bebé,
pero la mayoría de nosotros
porque se siente bien.
Admítanlo.
Y sin importar si
una quiere tener hijos o no,
apoyen una educación sexual completa,
que no humille a nuestros adolescentes.
(Aplausos)
Nada positivo resulta
de humillar a adolescentes
por sus deseos sexuales
o comportamiento,
aparte de tests de ETS y
embarazo positivos.
Cada día se nos da la oportunidad
de interrumpir patrones de inequidad.
Creo que todos podemos estar de acuerdo
en que vale la pena hacerlo.
Gracias.
(Aplausos)