¿Cuánto les pagan? No respondan en voz alta. Imaginen el número. ¿Cuánto crees que cobra la persona a tu lado? No respondan en voz alta. (Risas) ¿Cuánto crees que cobra la persona en la oficina de al lado? ¿Lo sabes? ¿Deberías saberlo? Fíjate, hasta me es incómodo preguntar. Pero admítanlo: Quieren saber. A la mayoría le incomoda hablar de nuestro salario. No deberíamos contarle a los vecinos, y ni hablar de contarle a nuestros colegas. La razón supuesta es que si todos sabemos cuánto cobramos, habría problemas. Habría peleas, discusiones, algunos hasta renunciarían. ¿Y si el secreto es la razón de todo el conflicto? ¿Qué pasaría si lo revelásemos? ¿Y si la apertura aumentara el sentido de equidad y colaboración en una empresa? ¿Y si hubiera transparencia total? En los últimos años, estudié a los líderes empresariales y corporativos que cuestionaban el saber popular sobre cómo gestionar una empresa. Y el tema del pago surgía de nuevo. Las respuestas aún me sorprenden. Parece que la transparencia, hablar de los salarios abiertamente en toda la empresa mejora el entorno para el empleado y la organización. Cuando no se sabe cuánto cobran en comparación con otros se sienten mal pagadas y hasta discriminadas. ¿Deseas trabajar en un lugar que tolere la idea de que te sientes mal pago o discriminado? Mantener el salario en secreto hace eso, y es una práctica tan vieja como común aunque en EE.UU. la ley protege el derecho laboral de discutir el salario. Un ejemplo famoso años atrás: la gerencia de la revista Vanity Fair pasó un memo que decía: "Se prohíbe hablar entre empleados sobre sus salarios". Se "prohibió" la discusión sobre el salario entre empleados. A varios no les gustó la idea. Los literatos de Nueva York, Dorothy Parker, Robert Benchley y Robert Sherwood, escritores de Algonquin Round Table, decidieron defender la transparencia y al otro día fueron a trabajar con carteles con sus salarios colgando del cuello. (Risas) Imaginen llegar al trabajo con tu salario en el pecho para que todos lo vean. ¿Por qué una empresa querría evitar las discusiones de salarios? ¿Por qué algunos las fomentan y otros se alborotan? Parece que además de las razones conocidas, el salario secreto es una forma de ahorrar dinero. Mantener los salarios en secreto deriva en lo que los economistas llaman "asimetría informativa". Es cuando en una negociación una parte tiene más información que la otra. Y en discusiones sobre contrataciones, ascensos o aumentos anuales un empleador puede usar el secreto para ahorrarse mucho dinero. Imaginen lo bien que podrían negociar un aumento si supieran el salario de todos. Los economistas advierten que la asimetría informativa puede provocar malestar en los mercados. Alguien deja un recibo de sueldo en la fotocopiadora, y, de repente, todos se están gritando. De hecho, advierten que esa asimetría informativa puede derivar en una quiebra total del mercado. Y creo que estamos cerca. Les digo por qué: Muchos empleados ni saben la relación entre su sueldo y el de sus colegas. En una encuesta en 2015 a 70 000 empleados dos terceras partes de personas pagas a la tasa del mercado dijeron que se sentían mal pagados. Y de todas esas personas, 60 % pensaban renunciar sin importar si les pagaban de más o de menos o a la tasa justa del mercado. Si fueran parte de esta encuesta, ¿qué dirían? ¿Están mal pagos? Pero esperen, ¿cómo pueden saberlo, si no les permiten hablar de eso? Además, la asimetría informativa, y el secreto de salarios facilita ignorar la discriminación que ya existe en el mercado hoy. En un informe de 2011 del Instituto de Investigación de Políticas de la Mujer, la brecha salarial entre hombres y mujeres era del 23 %. De ahí vienen los 77 centavos de dólar. Pero en el Gobierno Federal, los salarios se fijan a ciertos niveles y todos saben cuáles son, la brecha salarial entre sexos disminuye a un 11 %, y es antes de controlar los factores que los economistas debaten si deben controlarse o no. Si de verdad queremos reducir la brecha salarial de género, quizá deberíamos empezar por la apertura de la nómina. Si así se ve la falla total del mercado, la apertura es la única forma de asegurar la equidad. Entiendo que dar a conocer lo que ganan puede ponerlos incómodos ¿pero no es menos incómodo que vivir preguntándote si fuiste discriminado, o si a tu esposa, hija o hermana le pagan poco? La transparencia es la mejor forma de garantizar equidad y la transparencia salarial hace eso. Por eso los líderes empresariales y corporativos probaron compartir el monto de su salario durante años. Como Dane Atkinson. Dane es un emprendedor serial que creó muchas empresas en una condición de salario secreto y hasta usó esa condición para pagar a dos personas de iguales condiciones salarios muy diferentes en función de cómo negociaban. Dane observó el conflicto resultante. Entonces, al crear su última empresa, SumAll, se comprometió con la transparencia salarial Los resultos son maravillosos. Después del estudio, cuando las personas descubrían su salario y lo comparaban con sus colegas trabajaban más para mejorar su rendimiento, se comprometían más, y no deseaban renunciar. Por eso Dane no está solo. Desde pequeñas empresas como Buffer, hasta los cientos de miles de empleados en Whole Foods, todos ven su salario y los datos de su rendimiento, incluso los de su departamento, todo está disponible en la intranet de la empresa al público. La transparencia salarial tiene muchas formas. No es igual para todos. Algunos muestran sus salarios públicamente. Otros los mantienen dentro de la empresa. Algunos muestran el cálculo de pagos, y otros los niveles de pago y le dan un nivel a todos. Entonces no debes hacer carteles para que todos tus empleados se coloquen en la oficina. Y no debes ser el único que use un cartel hecho en casa. Pero todos podemos dar pasos hacia la transparencia salarial. Para quienes tengan la autoridad de avanzar hacia la transparencia: es tiempo de avanzar. Y para quienes no la tengan: Es tiempo de reclamar su derecho. Entonces ¿cuánto te pagan? ¿Y en comparación con tus colegas? Deberías saberlo. Y ellos también. Gracias. (Aplausos)