Soy biólogo marino,
explorador y fotógrafo
para National Geographic
y quiero compartir un secreto.
Esta imagen es totalmente falsa,
no tiene ningún sentido.
Veo unas cuantas personas
al fondo de la sala quejándose
de que he arruinado
su visión de las sirenas.
Bueno, la sirena existe
pero cualquiera que haya
practicado buceo
sabe que el océano es más que esto.
Esto se debe a que el océano
actúa como un filtro gigante
y tan pronto como nos adentramos
en sus profundidades
los colores empiezan a atenuarse,
y, de repente, todo se ve oscuro y azul.
Y porque nosotros somos humanos,
somos mamíferos terrestres
y tenemos visión tricromática
--por lo cual percibimos
el rojo, verde y azul--
somos totalmente adictos al color.
Nos encantan los colores brillantes
y tratamos de llevarlos
bajo el agua con nosotros.
Hay una larga y sórdida historia
sobre los intentos por llevar
los colores bajo el agua,
que comenzó hace 88 años
con Bill Longley y Charles Martin,
quienes intentaron tomar
la primer foto color bajo el agua.
Vestían estos viejos trajes de buceo
con aire bombeado desde arriba
y manejaban una estructura flotable llena
de óxido de magnesio altamente explosiva,
de manera que el equipo
de la superficie no sabía
cuándo tirar de la cuerda,
cuándo tenía todo enfocado,
para que ¡pam! detonen
medio kilo de explosivos
y poder arrojar algo de luz bajo el agua
para tomar una foto
de un hermoso lábrido como ese.
Sí, es una bella imagen,
sin embargo irreal
ya que está creando
un ambiente artificial
para poder satisfacer
nuestra adicción al color.
Por otra parte, estamos descubriendo
que en lugar de llevar los colores
con nosotros bajo el agua,
hemos descubierto que
en este océano azul,
este gran crisol azul,
los animales que viven allí
desde ya hace millones de años
han desarrollado muchos modos
de asimilar esta luz azul
y olvidar otros colores.
He aquí una pequeña muestra
de este mundo secreto.
Se trata de un espectáculo
de luz bajo el agua.
(Música)
Lo que vemos aquí es luz azul
iluminando todo esto.
Estos animales absorben la luz azul
y la transforman inmediatamente.
Si lo pensamos, el océano
cubre un 71 % del planeta
y la luz azul puede llegar
hasta mil metros de profundidad.
Mientras nos sumergimos,
a cabo de 10 metros, el rojo desaparece.
Si ven algo de color rojo
por debajo de los 10 metros
es un animal que transforma esta luz
y crea su proprio color rojo.
Este es el entorno monocromático azul
más amplio del planeta.
Mi entrada en este mundo biofluorescente
comienza con los corales.
Quiero dar toda una charla TED
sobre los corales
porque son fantásticos.
Una cosa que hacen,
uno de sus hechos milagrosos
es que producen
todas estas proteínas fluorescentes,
moléculas fluorescentes.
En este coral, más del 14 %
de su masa corporal
puede ser esta proteína fluorescente.
Y nadie tiene un 14 % de masa muscular
solo para no usarla,
así que esto tiene
que tener alguna función.
Y en los últimos 10 a 15 años este
detalle ha tenido una gran importancia
ya que esta molécula ha resultado ser
una de las herramientas
más revolucionarias
en la ciencia biomédica
que nos permite ver mejor
en el interior del cuerpo.
Bueno ¿cómo estudio esto?
Para estudiar la biofluorescencia,
nadamos durante la noche.
Cuando empecé,
solo llevaba estos filtros azules
de cinta adhesiva
sobre la luz estroboscópica,
para asegurarme de que captaba la luz
transformada por los animales.
Hemos organizado una exposición
en el Museo de Historia Natural
y tratamos de demostrar la belleza de
los corales fluorescentes en el arrecife,
cuando sucedió algo
que me dejó asombrado:
Esto.
En medio del coral
veo un pez verde fluorescente.
Fue la primera vez que vimos
un pez verde fluorescente
o de hecho cualquier vertebrado.
Nos frotamos los ojos,
verificamos los filtros,
pensando que alguien se burlaba
de nosotros con la ayuda de las cámaras
pero la anguila era real.
Era la primera anguila verde
fluorescente que encontramos
y cambió totalmente mi carrera.
Así que tuve que dejar los corales,
hacer un equipo con el experto
en peces John Sparks
e iniciar una búsqueda por el mundo
para determinar si este fenómeno
era algo frecuente.
Los peces son mucho
más interesantes que los corales,
porque tienen una visión muy desarrollada
y algunos de ellos incluso tienen
--visto por la forma
en la cual los fotografié--
lentes en sus ojos
para aumentar la fluorescencia.
Y quise profundizar más en este tema.
Hemos creado nuevos equipos
para escudriñar los arrecifes
en todo el mundo
en busca de vida fluorescente.
Es un poco como la escena
de "E.T. llama a casa".
Nadábamos por allí
acompañados de esta luz azul
buscando respuestas
buscando animales que absorbían
esta luz y volvían a emitirla.
Por fin encontramos nuestra
fantástica anguila Kaupichphys.
Es una anguila muy tímida y solitaria
y sabemos muy poco sobre ella.
Miden poco más de un dedo
y pasan aproximadamente el 99,9 % de
su vida escondidas debajo de una piedra.
Salen a aparearse
durante las noches de luna llena,
y durante las noches de luna llena,
el agua se convierte en azul.
A lo mejor es una manera
de verse mutuamente
de encontrarse rápidamente
y aparearse
para luego volver bajo sus rocas
por un largo tiempo.
Pero luego empezamos a encontrar
más vida marina fluorescente
como este sargo verde fluorescente
con sus rayas horizontales
en la cabeza y el cuello
casi camuflado,
y brillando con la misma intensidad
que este coral fluorescente de aquí.
Después de este pez,
vimos este pez león rojo fluorescente,
camuflado y oculto en esta roca.
La única vez que lo vimos
fue sobre algas rojas fluorescentes
o corales rojos fluorescentes.
Más tarde, nos encontramos con este
pez-lagarto verde fluorescente camuflado.
Hay muchos tipos de pez lagarto
y bajo luz blanca,
son prácticamente idénticos.
Pero bajo luz fluorescente
vemos muchos patrones,
vemos las diferencias entre ellos.
En total, y hemos documentado
esto el año pasado,
hemos descubierto más de 200 especies
de peces biofluorescentes.
Una de mis fuentes de inspiración
es el artista y biólogo francés
Jean Painlevé.
Realmente encarna este espíritu
emprendedor y creativo de la biología.
Creó su propio equipo,
diseñó sus propias cámaras
y el caballito de mar,
el Hippocampus erectus le fascinaba.
Fue el primero en filmar
el nacimiento de un caballito de mar.
Este es el caballito de mar macho.
Fue uno de los primeros peces que
evolucionó a nadar en posición vertical
con el cerebro colocado
en la parte superior de la cabeza.
Los machos dan a luz.
Son criaturas fenomenales.
Painlevé se quedó despierto durante días.
Llegó a ponerse una visera en la cabeza
que disparaba descargas eléctricas
para capturar este momento.
Me hubiera gustado
haberle presentado a Painlevé
el momento en el cual descubrimos
los caballitos de mar biofluorescentes
de la misma especie que él estudió.
Aquí está nuestro video.
(Música)
Son unos peces muy enigmáticos.
Podemos nadar por encima
de ellos y no verlos.
Estaban camuflados entre las algas,
también de color rojo fluorescente,
pero tienen una vista excelente
y se someten a un largo
ritual de apareamiento.
Y quizá la están usando en este sentido.
Pero la situación se volvió tensa
cuando encontramos
rayas verdes fluorescentes
porque las rayas son una subclase
de peces cartilaginosos
que incluyen...
tiburones.
Soy un biólogo de corales.
Pero alguien tiene que ir a ver
si los tiburones son fluorescentes.
Y ahí estoy.
(Risas)
Pensé: "Tal vez debería
volver a los corales".
(Risas)
Resulta que estos tiburones
no son fluorescentes.
Y luego encontramos
en una garganta oscura y profunda
de la costa de California
el primer tiburón biofluorescente
de los que nadan
por debajo de los surfistas.
Aquí está.
Miden alrededor de un metro
y se llama el tiburón durmiente.
En inglés, su nombre hace referencia
al vientre porque, al sentirse amenazado,
traga agua y se hincha
hasta el doble de su tamaño
y se esconde debajo de una roca,
para no no ser devorado
por los depredadores.
Aquí están nuestras primeras imágenes
de estos tiburones biofluorescentes.
Son magníficos
con estos patrones distintos,
con partes fluorescentes y otros que no,
y también tienen estas manchas brillantes
mucho más brillante que otras partes.
Todo esto es muy bonito de ver.
Para mí fue algo hermoso,
¿pero qué significa para el tiburón?
¿Pueden distinguirlo ellos mismos?
Hemos consultado los libros
pero no existe referencia alguna
sobre la visión de estos tiburones.
Así que llevé a este tiburón al oculista
Ellis Loew de la Universidad de Cornell,
quien encontró que este tiburón
tiene una vista clara y precisa
en esta interfaz de color azul-verde,
tal vez 100 veces mejor que
nuestra visión en la oscuridad
pero solo ven azul y verde.
Lo que hace es tomar de este mundo azul
absorber el color azul
y crear el color verde.
Crea un contraste que pueden distinguir.
Tenemos un modelo
que demuestra que crean un mundo
para ver todos estos patrones.
Descubrimos también que
los machos y las hembras
tienen diferentes patrones
para diferenciarse entre ellos.
Nuestro último descubrimiento
se realizó a pocos kilómetros de aquí
en las Islas Salomón.
Nadando por la noche, me encontré
con la primera tortuga biofluorescente.
Así pues, pasamos de los peces,
a los tiburones, a los reptiles,
--y esta es información
de hace poco más que un mes--
pero esto demuestra
que no sabemos casi nada
sobre la visión de la tortuga carey.
Me hace pensar
en lo que nos queda por aprender.
Aquí, en las Islas Salomón,
quedan solo unos pocos miles
de hembras de esta especie.
Este es uno de los mejores
lugares para ellas.
Esto nos muestra cuán necesario
es proteger a estos animales
mientras están todavía aquí,
y entenderlos.
En cuanto a la biofluorescencia
yo quería saber hasta dónde llega.
¿La encontraremos hasta
en lo más profundo del océano?
Así que empezamos a usar submarinos
equipados delante
con luces azules especiales.
Y nos sumergimos
hasta descubrir una cosa importante:
más allá de mil metros
disminuye.
No hay vida marina biofluorescente
por debajo de los mil metros,
no hay casi nada, más que oscuridad.
Es básicamente un fenómeno
de aguas poco profundas.
Por debajo de los mil metros
encontramos una zona bioluminiscente
donde 9 de cada 10 animales
producen su propia luz,
que brilla y parpadea.
Al tratar de sumergirme más
--aquí me pueden ver
en un mono-traje subacuático
durante una inmersión que algunos llamaron
"Jacques Cousteau
se encuentra con Woody Allen".
(Risas)
Durante la exploración me preguntaba
¿cómo podemos interactuar
respetuosamente con la vida subacuática?
Ya que nos adentramos
en una nueva era de exploración,
donde tenemos que tener mucho cuidado
y servir de ejemplo
en la forma en que exploramos.
Así que junto con el ingeniero Rob Wood,
de la Universidad de Harvard,
para crear dedos esponjosos
para robots submarinos,
para interaccionar con la vida marina
de la manera menos invasiva posible.
La mayor parte de las tecnologías para
explorar las profundidades del océano
vienen del mundo del petróleo o militar
los cuales, como es sabido,
no se preocupan por ser respetuosos.
Algunos corales pueden
tener más de mil años.
No queremos llegar y aplastarlos
con una gran garra metálica.
Así que mi sueño es algo así:
Es de noche, estoy en un submarino,
tengo guantes hápticos
y pongo las bases de un laboratorio
delante de mi submarino,
donde mis dedos robóticos esponjosos
recogen y ponen las cosas
en frascos suavemente,
para que podamos seguir
con nuestras investigaciones.
De vuelta a las poderosas
aplicaciones que podemos desarrollar.
Aquí se puede ver un cerebro vivo
que usa el ADN
de criaturas marinas fluorescentes
este en particular es
de medusas y corales,
para iluminar el cerebro vivo
y ver sus conexiones.
Es curioso que usamos
los colores rojo, verde y azul
solo para satisfacer
nuestra intuición humana,
para poder ver mejor nuestro cerebro.
Y aún más impresionante
es mi colega Vicente Pieribone, de Yale,
quien creó y desarrolló
una proteína fluorescente
sensible a la tensión eléctrica.
Así podemos ver
cuando una única neurona dispara.
Básicamente están viendo
un portal hacia la conciencia
diseñada por las criaturas marinas.
Y esto me lleva de vuelta
a la perspectiva y las relaciones.
Desde el espacio profundo
nuestro universo se parece
a una célula del cerebro humano
y aquí estamos
en las profundidades del océano,
donde encontramos
criaturas marinas y células
que pueden iluminar la mente humana.
Y espero que con las mentes iluminadas
podemos reflexionar sobre
la interconectividad global de la vida
y averiguar qué otras cosas
nos reserva el futuro
si mantenemos los océanos limpios.
Gracias.
(Aplausos)