¡Vamos allá! Steve pasea por la calle cautelosamente, con el ala del sombrero bajada. No se oye ni un ruido salvo el de sus pasos Las ametralladoras están preparadas. ¿Estás preparado? ¿Estás preparado para esto? ¿Te encuentras sentado al borde del asiento? Al otro lado de la puerta vuelan las balas con su sonido acompasado. Otro que muerde el polvo. Otro que muerde el polvo. Otro que palma, otro que palma. Otro que muerde el polvo. Eh, a ti también te voy a pillar. Otro que muerde el polvo. ¿Cómo crees que me las voy a apañar sin ti cuando ya no estés? Me aceptaste por las cosas que tenía y después me diste la patada. ¿Estás contento? ¿Te sientes satisfecho? ¿Por cuánto tiempo resistirás el calor? Al otro lado de la puerta vuelan las balas con su sonido acompasado. Otro que muerde el polvo. Otro que muerde el polvo. Otro que palma, otro que palma. Otro que muerde el polvo. Eh, a ti también te voy a pillar. Otro que muerde el polvo. Otro que muerde el polvo. Otro que muerde el polvo. Otro que muerde el polvo. Otro que muerde el polvo. Hay muchas maneras de herir a un hombre y hacer que se derrumbe. Puedes golpearlo, engañarlo, maltratarlo y abandonarlo cuando está caído. Pero estoy preparado, sí, estoy preparado para ti. Todavía me mantengo en pie. Al otro lado de la puerta vuelan las balas con su sonido acompasado y repetitivo. Otro que muerde el polvo. Otro que muerde el polvo. Otro que palma, otro que palma. Otro que muerde el polvo. Eh, a ti también te voy a pillar. Otro que muerde el polvo.