Estoy muy emocionada de estar aquí. Quiero contarles un poco acerca de... no quiero decir lo básico, porque en realidad no sabemos nada sobre mi síndrome. Nací con este síndrome muy raro, que solo otras dos personas en el mundo, incluyéndome, sabemos que tienen. Básicamente lo que este síndrome provoca es que no puedo subir de peso. ¡Sí! Es así de bueno como suena. (Risas) Podría comer absolutamente lo que quisiera, cuando quisiera y no subiría nada de peso. Voy a cumplir 25 años en marzo y nunca he pesado más de 29 kilos en toda mi vida. Cuando estaba en la universidad, escondía, bueno, no "escondía", todos sabían que estaba allí, pero era un cubo enorme de Twinkies, donas, papas fritas, Skittles y mi compañera de habitación decía "Puedo oírte a las 12:30 am, estirándote bajo tu cama para tomar la comida". Pero yo pensaba "¿Sabes qué? Está bien, ¡yo puedo hacer estas cosas!". Porque estos son los beneficios de este síndrome. Hay beneficios por no poder subir de peso. Hay beneficios por tener la vista defectuosa. Hay beneficios por ser muy pequeña. Muchas personas piensan "Lizzie, ¿cómo se te ocurre decir que hay beneficios cuando sólo puedes ver por un ojo?". Bueno, déjenme contarles cuáles son los beneficios porque son geniales. Uso lentes de contacto, lentes de conTACTO. Lentes de mitad de conTACTO. (Risas) Cuando uso mis anteojos para leer, la es por recepta médica. Si alguien me molesta, o es grosero conmigo, que se pare a mi derecha. (Risas) Es como si no estuviera allí, ni siquiera sé que está parado ahí. Ahora mismo, si me paro así, no tengo idea de que hay un lado entero de esta sala. Además, siendo pequeña, estoy dispuesta a ofrecerme a ir a Weight Watchers o a algún gimnasio y decir "Hola, soy Lizzie. Seré tu chica del cartel. Pon mi cara en donde quieras que necesites y diré '¡Hola! Yo usé este programa. Mira qué bien funcionó'". (Risas) Aunque haya cosas muy buenas que trae este síndrome, hay también cosas que han resultado muy difíciles, como podrán imaginar. Al crecer, fui criada un 150% de manera normal. Fui la primera hija de mis padres. Y al nacer, los doctores le dijeron a mi madre "Su hija no tiene nada de líquido amniótico alrededor. En absoluto". Así que cuando nací, fue un milagro que saliera gritando. Los doctores le dijeron a mis padres "Sólo les queremos advertir: No esperen que su hija pueda hablar, caminar, gatear, pensar, o hacer cualquier cosa sola". Siendo padres primerizos, podrán imaginar lo que habrían dicho "Oh, no. ¿Por qué? ¿Por qué nuestro primer hijo viene con todos estos problemas desconocidos?". Pero eso no fue lo que hicieron. Lo primero que le dijeron al doctor fue "Queremos verla, y vamos a llevarla a casa y amarla, y criarla lo mejor que podamos". Y eso fue lo que hicieron. Atribuyo prácticamente todo lo que he hecho en mi vida a mis padres. Mi papá está aquí conmigo hoy, y mi mamá está en casa mirando. ¡Hola, mamá! (Risas) Se está recuperando de una cirugía. Ella ha sido el pegamento que ha mantenido unida la familia y me ha dado la fuerza al ver que ella ha pasado por tanto, pero tiene este espíritu luchador que ha inculcado en mí, por lo que he podido estar ante la gente de manera orgullosa y decir "¿Saben qué? He tenido una vida muy difícil. Pero está bien". Está bien. Las cosas han sido aterradoras, las cosas han sido duras. Una de las cosas más grandes con las que tuve que lidiar es algo de lo que estoy segura que todos en esta sala hemos enfrentado antes. ¿Pueden adivinar qué es? Empieza con "H". ¿Pueden adivinarla? (Audiencia) ¡Hombres! (Lizzie) ¿Hombres? (Risas) ¡Hostigamiento! (Risas) Sé lo que están pensando. (Risas) ¿Por qué no puedo sentarme con ellas? (Risas) Lidié mucho con el acoso escolar pero como dije, fui criada de manera normal, así que cuando fui al jardín de infantes, no tenía idea de que me veía diferente. Ni idea. No podía ver que era distinta de los otros niños. Pienso en eso como una gran bofetada de realidad para una niña de cinco años, porque fui a la escuela mi primer día elegante en mi equipo de Pocahontas. ¡Estaba preparada! (Risas) Fui con mi mochila que parecía un caparazón de tortuga porque era más grande que yo, y caminé hasta una pequeña niña y le sonreí, y me miró como si fuera un monstruo, como si fuera lo más aterrador que hubiera visto en su vida. Mi primera reacción fue "Ella es muy grosera. (Risas) Soy una chica divertida, y ella se lo pierde. Así que iré hacia aquí y jugaré con bloques. O con chicos". (Risas) (Lizzie ríe) Creía que el día mejoraría, pero lamentablemente, no sucedió. El día empeoró más y más, muchos chicos simplemente no querían tener absolutamente nada que ver conmigo, y no podía entender por qué. ¿Por qué? ¿Qué hice? ¡No les hice nada! En mi mente aún era un chica genial. Fui a casa y pregunté a mis padres "¿Qué hay de malo en mí? ¿Qué hice? ¿Por qué no me quieren?". Me sentaron y me dijeron "Lizzie, la única cosa diferente en ti es que eres más pequeña que los otros niños. Tienes este síndrome, pero no va a definir quién eres". Me dijeron "Ve a la escuela, pon la frente en alto, sonríe, continúa siendo tú misma, y la gente verá que eres tal como ellos". Y eso fue lo que hice. Quiero que piensen y se pregunten ahora mismo: ¿Qué les define a Uds.? ¿Quién son? ¿Es de dónde vienen? ¿Es su pasado? ¿Son sus amigos? ¿Qué es? ¿Qué define lo que son como personas? Me tomó mucho tiempo descubrir qué es lo que me define. Por mucho tiempo creí que lo que me definía era mi aspecto físico. Creía que mis pequeñas piernitas, y mis pequeños brazos, y mi pequeña cabeza eran feos. Creía que era horrible. Odiaba levantarme en la mañana cuando iba a la primaria, mirarme en el espejo preparándome y pensar: "¿Puedo simplemente quitarme este síndrome? Mi vida sería mucho más fácil si tan sólo pudiera sacármelo. Me podría ver como otros niños, no tendría que comprarme ropa que tuviera a Dora la Exploradora. No tendría que comprarme cosas que fueran llamativas cuando intentaba ser como los chicos "cool". Quería, deseaba y oraba y hacía lo que fuera por levantarme por la mañana y ser diferente y no tener que enfrentarme a estos problemas. Es lo que quería todos los días, y todos los días me decepcionaba. Tengo un sistema de apoyo increíble a mi alrededor, que nunca me tuvieron pena, que están ahí para levantarme el ánimo si estoy triste, que están ahí para reír conmigo durante los buenos momentos, y que me enseñaron que, aun con este síndrome, aun si las cosas son difíciles, no debo dejar que eso me defina. Mi vida fue puesta en mis manos, así como la suya está puesta en las suyas. Tú eres la persona en el asiento delantero de tu auto. Tú eres el que decide si tu auto va por un mal camino o un buen camino. Tú eres el que decide qué es lo que te define. Ahora déjenme decirles: puede ser muy difícil descubrir qué les define, porque hay momentos donde estoy tan molesta y frustrada que digo: "¡No me importa qué me define!". Cuando iba a la secundaria encontré un video, desafortunadamente, que habían publicado de mí, llamándome la mujer más fea del mundo. El video tenía más de cuatro millones de visitas, era de ocho segundos, sin sonido, miles de comentarios. Gente diciendo: "Lizzie, por favor, POR FAVOR, hazle un favor al mundo, ponte un arma en la cabeza, y mátate". Piensen en eso, si la gente les dijera eso, si extraños les dijeran eso. Lloré muchísimo por supuesto, y estaba lista para contraatacar y algo hizo clic en mi cabeza, y pensé "Simplemente voy a dejarlo estar". Me empecé a dar cuenta que mi vida está en mis manos. Podía elegir hacer esto muy bien, o podía elegir hacer esto muy mal. Podía ser agradecida, y abrir los ojos y descubrir las cosas que sí tengo, y hacer esas las cosas que me definen. No puedo ver por un ojo, pero puedo ver por el otro. Me puedo enfermar mucho, pero tengo un cabello realmente bonito. (Risas) (Audiencia) ¡Lo tienes, lo tienes! Gracias. Uds. son la mejor fraccioncita de aquí. (Risas) (Lizzie ríe) ¡Me hicieron perder el hilo! (Risas) Bueno... ¿dónde estaba? (Audiencia) ¡Tu pelo! ¡El pelo! El pelo. Ok, ok, gracias. Gracias, gracias, gracias. Así que podía elegir ser feliz o podía elegir estar molesta con lo que tengo y quejarme de eso, pero luego empecé a darme cuenta: ¿Voy a dejar que la gente que me llamó monstruo me defina? ¿Voy a dejar que la gente que dijo "¡Mátala con fuego!" me defina? No, voy a dejar que mis metas y mis éxitos, y mis logros sean las cosas que me definan. No mi apariencia exterior, no el hecho de tener una vista defectuosa, no el hecho de tener este síndrome que nadie sabe qué es. Así que me dije, voy a matarme a trabajar y hacer todo lo que pueda para ser mejor, porque en mi mente, la mejor manera de responder a toda esa gente que se rió de mí, que se burló de mí, que me llamó fea, que me llamó monstruo era hacerme mejor, y demostrarles: "¿Saben qué? Díganme todas esas cosas negativas, Les daré la vuelta, y las usaré como una escalera para trepar hasta mis metas". Eso fue lo que hice. Me dije que quería ser una oradora motivacional, que quería escribir un libro, graduarme de la universidad, tener mi propia familia y profesión. Ocho años después, estoy parada frente a Uds., dando un discurso motivacional. La primera cosa la conseguí. Quería escribir un libro. En un par de semanas, entregaré el manuscrito de mi tercer libro. (Aplausos) Quería graduarme de la universidad y acabo de terminarla. (Ovación y aplausos) Voy a recibir un diploma de grado en Ciencias de la Comunicación de la Universidad Estatal de Texas en San Marcos, y tengo un título adicional en Inglés. Quise usar mi experiencia de vida al obtener mi título de grado, pero a mis profesores no les gustó. Quería tener, por último, mi propia familia y mi propia profesión. Lo de la familia será un poco más adelante y en cuanto a mi profesión, siento que estoy haciéndolo muy bien, considerando el hecho de que cuando decidí ser una oradora motivacional, fui a casa, me senté frente a mi portátil, ingresé a Google y tipeé: "Cómo ser una oradora motivacional". (Risas) Ni siquiera estoy bromeando. Me maté trabajando. Usé a la gente que me decía que no podía hacer esto para motivarme. Usé su negatividad para encender el fuego que me hiciera continuar. Usa eso. Usa ESO. Usa esa negatividad que tienes en tu vida para hacerte mejor, porque les garantizo, se lo garantizo: ganarán. Ahora quiero terminar preguntándoles de nuevo. Quiero que salgan de aquí y se pregunten qué les define. Pero recuerden: la valentía empieza aquí. Gracias. (Aplausos)