El universo está lleno de planetas.
Quiero que nosotros,
en la próxima década,
construyamos un telescopio espacial
capaz de captar la imagen
de una Tierra alrededor
de otra estrella
y averiguar si puede albergar vida.
Mis colegas en el Laboratorio de
Propulsión a Chorro de la NASA
en Princeton y yo estamos
trabajando en la tecnología
que podrá hacer precisamente
eso en los próximos años.
Los astrónomos creen
que todas las estrellas
en la galaxia tiene un planeta,
y especulan que hasta
una quinta parte de ellas,
tienen un planeta
similar a la Tierra
que podría albergar vida,
pero no hemos visto
ninguno de ellos.
Solo los hemos
detectado indirectamente.
Esta es la famosa foto de
la NASA del punto azul pálido.
Fue tomada por la sonda
espacial Voyager en 1990,
cuando la giraron
saliendo del sistema solar
para tomar una imagen de la Tierra
a 6000 millones de
kilómetros de distancia.
Quiero tomar una como esta
de un planeta como la Tierra
alrededor de otra estrella.
¿Por qué no lo hemos hecho?
¿Por qué es tan difícil?
Bueno para verlo, vamos a
imaginar que tomamos
el telescopio espacial Hubble,
lo giramos
y lo movemos hacia fuera
a la órbita de Marte.
Veremos algo así,
una imagen levemente
borrosa de la Tierra,
porque es un telescopio
bastante pequeño
en la órbita de Marte.
Ahora vamos a
ir diez veces más lejos.
Aquí estamos en
la órbita de Urano.
Se ha vuelto más pequeño,
tiene menos detalle, menos resolución.
Todavía podemos
ver la pequeña luna,
pero vayamos diez veces
más lejos de nuevo.
Aquí estamos en el
borde del sistema solar,
en el Cinturón de Kuiper.
Ahora no hay
ninguna resolución.
Es ese punto azul
pálido de Carl Sagan.
Pero vamos a irnos otra vez
diez veces más lejos.
Aquí estamos fuera
de la Nube de Oort,
fuera del sistema solar,
y estamos empezando a ver el Sol
moverse en el campo de visión
y meterse en donde está el planeta.
Una vez más,
diez veces más lejos.
Ahora estamos en Alfa Centauri,
nuestra estrella
vecina más cercana,
y el planeta se ha ido.
Todo lo que estamos viendo es
la gran imagen radiante de la estrella
que es 10 mil millones de veces
más brillante que el planeta,
y debe estar en
ese pequeño círculo rojo.
Eso es lo que queremos ver.
Es por eso que es difícil.
La luz de la estrella se difracta.
Su dispersión dentro del telescopio,
crea esa imagen muy brillante
que hace desaparecer el planeta.
Así que para ver el planeta,
tenemos que hacer
algo con toda esa luz.
Tenemos que deshacernos de ella.
Tengo un montón de
colegas que trabajan
en tecnologías realmente
sorprendentes para hacer eso,
pero quiero contarles
hoy sobre una
que creo que es
la más excitante,
y, probablemente, la más propensa
a conseguirnos una Tierra
en la próxima década.
Fue sugerida por primera vez
por Lyman Spitzer,
el padre del telescopio
espacial, en 1962,
y se inspiró en un eclipse.
Todos han visto esto.
Eso es un eclipse solar.
La Luna se ha movido
delante del Sol.
Bloquea la mayor parte de la luz
para que podamos ver
esa tenue corona a su alrededor.
Sería lo mismo que si pongo
mi dedo pulgar hacia arriba
y bloqueo la luz que está
dando justo en mi ojo,
Puedo ver a los
de la fila de atrás.
Bueno, ¿qué está pasando?
Pues la Luna
está proyectando
una sombra sobre la Tierra.
Ponemos un telescopio
o una cámara en esa sombra,
miramos al Sol,
la mayor parte de la luz
ha sido removida
y podemos ver esa tenue,
fina estructura
en la corona.
La sugerencia de Spitzer
fue que lo hiciéramos en el espacio.
Construimos una gran pantalla,
volamos en el espacio,
la ponemos delante de la estrella,
bloqueamos la mayor parte de la luz,
hacemos volar un telescopio espacial
a esa sombra que se crea,
y listo, conseguimos ver los planetas.
Bueno, sería algo como esto.
Habría una gran pantalla,
y ningún planeta,
porque lamentablemente
no funciona realmente muy bien,
debido a que las ondas
de luz y las ondas
difractan alrededor
de esa pantalla
de la misma manera
que lo hacen en el telescopio.
Es como el agua flexionándose
alrededor de una roca en un arroyo,
y toda esa luz simplemente
destruye la sombra.
Es una sombra terrible.
Y no podemos ver planetas.
Pero Spitzer realmente
sabía la respuesta.
Si hacemos incisiones en las esquinas,
suavizamos los bordes
podemos controlar la difracción,
como para poder ver un planeta,
y en los últimos 10 años
o así hemos llegado
a la solución óptima para hacerlo.
Parece algo así.
A eso le llamamos nuestra
sombrilla estelar de pétalos de flores.
Si hacemos los bordes de los pétalos
exactamente bien,
si controlamos su forma,
podemos controlar la difracción,
y ahora tenemos
una excelente sombra.
Cerca de 10 mil millones de veces
más tenue que antes,
y podemos ver
el grupo de planetas así.
Por supuesto, tiene que ser
más grande que mi pulgar.
Esta sombrilla
estelar es de cerca
del tamaño de la mitad
de un campo de fútbol
y tiene que volar a 50 000 km
de distancia del telescopio
que tiene que mantenerse
justo en su sombra,
y entonces podemos
ver esos planetas.
Suena formidable,
pero brillantes ingenieros,
colegas míos en el JPL,
lograron un diseño fabuloso
de cómo hacerlo
y se parece a este.
Comienza envuelto
alrededor de un eje.
Se separa del telescopio.
Los pétalos
se despliegan, se abren,
el telescopio se da la vuelta.
Entonces verán que gira y se aleja
50 000 kilómetros
de distancia del telescopio.
Pasará delante de la estrella
así, y crea una maravillosa sombra.
Listo, obtenemos los planetas
orbitando alrededor de ella.
(Aplausos)
Gracias.
Esto no es ciencia ficción.
Hemos estado trabajando en esto
durante los últimos 5 o 6 años.
El verano pasado,
hicimos una prueba muy excitante
en California en Northrop Grumman.
Estos son 4 pétalos.
Esta es una pantalla
estelar a sub-escala.
Es aproximadamente la mitad
del tamaño de la que acaban de ver.
Verán los pétalos desplegarse.
Esos 4 pétalos fueron construidos
por 4 estudiantes universitarios
en su pasantía
de verano en el JPL.
Ahora la están
viendo desplegarse.
Esos pétalos tienen
que girar en su lugar.
La base de los pétalos
tiene que ir al mismo
lugar cada vez en
un rango de una
décima de milímetro.
Corrimos esta prueba 16 veces,
y la 16 veces fueron al mismo lugar
a una décima de milímetro.
Esto tiene que ser hecho
con mucha precisión,
pero si podemos hacer esto,
si podemos construir esta tecnología,
si podemos conseguirlo en el espacio,
es posible que
vean algo como esto.
Esa es una imagen de una de
nuestras estrellas vecinas más cercanas
tomadas con el telescopio
espacial Hubble.
Si podemos tomar un
telescopio espacial similar
un poco más grande,
ponerlo ahí,
volar una pantalla
en frente de él,
podríamos ver es algo así,
un retrato familiar de nuestro sistema solar,
pero que no es el nuestro.
Esperamos que va a ser
el sistema solar de otro
que se ve a través
de una pantalla,
a través de una
sombrilla estelar como esta.
Pueden ver a Júpiter,
pueden ver a Saturno,
Urano, Neptuno,
y allí mismo, en el centro,
junto a la luz residual
ese punto azul pálido.
Es la Tierra.
Queremos verla,
a ver si hay agua,
oxígeno, ozono,
las cosas que nos pueden indicar
que podría albergar vida.
Creo que esta es la ciencia
más excitante posible.
Por eso me metí
a hacer esto,
porque creo que
va a cambiar el mundo.
Va a cambiar todo
cuando veamos esto.
Gracias.
(Aplausos)