Estos dragones del pasado remoto
son criaturas increíbles.
Son extraños,
hermosos,
y sabemos muy poco de ellos.
Me pasaban estos
pensamientos por la cabeza
conforme miraba las páginas de
mi primer libro de dinosaurios.
Tenía unos 5 años en esa época,
y allí, en ese momento,
decidí ser paleontólogo.
La paleontología me permitió
combinar mi amor por los animales
con mi deseo de viajar a los lugares
más remotos del planeta.
Y ahora, unos años después,
he dirigido varias expediciones
al rincón remoto por excelencia
en este planeta, el Sahara.
He trabajado en el Sahara en busca
de nuevos restos de un extraño
y gigantesco dinosaurio depredador
llamado Spinosaurus.
Se encontraron huesos de este animal
en los desiertos de Egipto
y fueron descritos hace unos 100 años
por un paleontólogo alemán.
Por desgracia, los huesos
de su Spinosaurus fueron destruidos
en la Segunda Guerra Mundial.
Nos quedan solo unos dibujos y notas.
A partir de estos dibujos,
sabemos que esta criatura, que vivió
hace unos 100 millones de años,
era muy grande,
tenía espinas altas en su parte posterior,
que formaban una magnífica vela,
y mandíbulas largas y esbeltas,
como las de un cocodrilo,
con dientes cónicos,
que usaba para atrapar a presas
resbaladizas, como los peces.
Eso era más o menos todo lo que supimos
de este animal los siguientes 100 años.
El trabajo de campo me llevó a la región
fronteriza entre Marruecos y Argelia,
un lugar llamado Kem Kem.
Es un lugar difícil para trabajar.
Uno tiene que enfrentarse a tormentas
de arena, serpientes y escorpiones,
y es muy difícil de encontrar
buenos fósiles allí.
Pero nuestro esfuerzo valió la pena.
Descubrimos muchos
especímenes increíbles.
Ahí está el hueso
más grande de dinosaurio
encontrado en esta parte del Sahara.
Encontramos restos de dinosaurios
depredadores gigantes,
dinosaurios depredadores
de tamaño mediano,
y 7 u 8 tipos diferentes de
cazadores similares a cocodrilos.
Estos fósiles fueron depositados
en un sistema ribereño,
que también fue hogar del celacanto
gigante, del tamaño de un automóvil,
del pez sierra monstruoso,
y sus cielos estaban
cubiertos de pterosaurios,
unos reptiles voladores.
Era un lugar muy peligroso,
no nos gustaría viajar allí
si tuviéramos una máquina del tiempo.
Encontramos todos estos
increíbles fósiles de animales
que vivieron junto al Spinosaurus,
pero el Spinosaurus en sí
demostró ser muy escurridizo.
Solo encontrábamos retazos
y yo esperaba encontrar
un esqueleto parcial en algún momento.
Finalmente, hace muy poco,
pudimos ubicar un lugar de excavación
donde un buscador local de fósiles
halló varios huesos de Spinosaurus.
Volvimos al sitio, recolectamos
algunos huesos más.
Y así, después de 100 años, al fin
teníamos otro esqueleto parcial
de esta extraña criatura.
Y hemos podido reconstruirla.
Ahora sabemos
que el Spinosaurus tenía una cabeza
parecida a la de un cocodrilo,
muy diferente de otros
dinosaurios depredadores,
muy diferente del T. rex.
Pero lo realmente interesante
vino del resto del esqueleto.
Teníamos largas espinas,
espinas que forman la gran vela,
los huesos de las patas,
y los huesos del cráneo,
teníamos patas en forma
de remo, patas anchas,
de nuevo, muy inusual, pues otros
dinosaurios tenían patas así...
y creemos que pueden haberse usado
para caminar en sedimentos blandos,
o quizá para remar en el agua.
También observamos la fina
microestructura del hueso,
la estructura interior de
los huesos del Spinosaurus,
y resulta ser muy densa y compacta.
Esto es algo que vemos en animales
que pasan mucho tiempo en el agua,
es útil para controlar
la flotabilidad en el agua.
Tomografiamos todos los huesos y creamos
un esqueleto digital de Spinosaurus.
Y cuando observamos el esqueleto digital,
nos dimos cuenta de que sí,
era un dinosaurio único.
Es más grande que un T. rex,
y sí, la cabeza tiene inscrito
"comer pescado" por todas partes,
pero en realidad todo el esqueleto dice
"me encanta el agua" por doquier --
hueso densos, patas con forma de remo,
extremidades traseras de tamaño reducido,
y, de nuevo, esto es algo
que vemos en animales
que pasan un tiempo
considerable en el agua.
Conforme dábamos textura
a nuestro Spinosaurus
--analizando inserciones musculares,
envolviendo con piel al dinosaurio--
nos dimos cuenta de que estábamos
ante un monstruo de río,
un dinosaurio depredador,
más grande que el T. rex,
el líder de este antiguo río de gigantes,
que se alimentaba de los muchos animales
acuáticos que mostré anteriormente.
Eso es lo que realmente hace
de este, un descubrimiento increíble.
Es un dinosaurio único.
Algunos me dijeron: "Este es un
descubrimiento único en la vida.
No hay mucho más para
descubrir en el mundo".
Bueno, creo que nada podría
estar más lejos de la verdad.
Creo que el Sahara todavía
está lleno de tesoros,
y cuando me dicen que no quedan
lugares por explorar, me gusta citar
a un famoso cazador de fósiles
de dinosaurios, Roy Chapman Andrews,
que dijo: "Siempre ha habido una
aventura a la vuelta de la esquina
y el mundo todavía
está lleno de esquinas".
Eso era cierto hace muchas décadas
cuando Roy Chapman Andrews
escribió estas líneas.
Y sigue siendo cierto hoy.
Gracias.
(Aplausos)