Me gustaría empezar mi actuación diciendo que el 90 % de todo es una mierda. (Risas) Es la ley de Sturgeon y eso significa que la mayoría de lo que sea siempre es malo. Aquí tengo una jirafa. Lanzaré la jirafa al público y el que la atrape tendrá que ayudarme con mi próxima demostración. Señor, Ud. tiene la jirafa. Tengo una carta en la mano. Diga cualquier carta de la baraja. Miembro del público: 10 de corazones. Helder Guimaraes: 10 de corazones. Podría haber nombrado cualquier carta de la baraja, pero dijo el 10 de corazones. El 90 % de todo es una mierda, así que esto va para demostrar que Sturgeon tenía razón. (Risas) (Aplausos) (Risas) Señor, este no es su número. (Risas) Guarde la jirafa un momento, ¿de acuerdo? Jesús. (Risas) Es de locos. Bueno, la verdad es, ¿por qué la mayoría de todo es malo? Y mi respuesta es: creo que dejamos de pensar demasiado pronto. Les daré un pequeño ejemplo claro, algo que la gente solía hacer a principios de siglo... no de este siglo, del otro. La idea era tomar un pedazo de papel y doblarlo al revés usando solo la mano más débil, en mi caso, la mano izquierda. Algo que se vería así. Por la forma en que reaccionaron, puedo notar su falta de interés. (Risas) Pero está bien, entiendo por qué. Paramos de pensar demasiado pronto. Pero si pensáramos un momento más por ejemplo en un clip de papel; un clip de papel hace que esto sea un poco más interesante. No solo esto, si en lugar de usar los dedos de la mano usara mi mano cerrada en un puño, las cosas se pueden poner aún más interesantes. No solo eso sino que me daré un límite de tiempo de un segundo, algo que se vería así. Ahora... no, no, no. Sturgeon puede tener razón. Pero no tiene que tener razón siempre. Las cosas siempre pueden cambiar. Señor, ¿cuál era la carta? ¿El 10 de corazones? Está esto para demostrar que las cosas siempre pueden cambiar... el 10 de corazones. (Aplausos) Los secretos son importantes. Y los secretos son valiosos. Aquí está el secreto mejor guardado que yo he conocido alguna vez. Empieza con una baraja de cartas sobre la mesa, un anciano y una promesa: "No tocaré la baraja hasta el final". No importa quién fuera el hombre, todo lo que importa es esa frase que sonaba en mi cabeza: "No tocaré la baraja hasta el final". Ahora, durante todo este tiempo, estaba sosteniendo un cuadernito que a veces abría para hojear las páginas y mirar algo. Pero yo no prestaba realmente atención al cuaderno porque me concentraba más en la baraja y en la frase que había dicho antes: "No tocaré la baraja hasta el final". Ahora señor, Ud. tiene la jirafa. Adelante, tírela en cualquier dirección para que pueda quedársela otra persona al azar. Perfecto. Señor, Ud. hará mi papel en esta historia. El anciano se volvió hacia mí y me dijo: "Puede elegir una carta roja o una negra". Mi respuesta fue... Miembro del público 2: La carta negra. HG: ¡En efecto! Era una carta negra. Él dijo: "Podría ser el trébol o la pica". Y mi respuesta fue... Miembro del público 2: Pica. HG: ¡En efecto! Era una pica. El dijo: "Podría ser una pica más alta o una más baja". Y mi respuesta fue... Miembro del público 2: Una pica alta. HG: ¡En efecto! Era una pica alta. Dado que es una pica alta, podría ser un 9, un 10, una sota, el rey, la reina o el as de picas. Y mi respuesta fue... Miembro del público 2: El rey. HG: El rey de picas de verdad. Ahora señor, seamos honestos. Eligió el negro, la pica, la pica alta, y ha seleccionado... ¿qué era? Miembro del público 2: El rey. HG: El rey de picas. ¿Se ha dejado influir por mí en la decisión? Miembro del público 2: No, pero sentí su energía. HG: Pero fue libre elección, ¿verdad? Porque si no, podríamos volver a empezar. ¿Pero fue realmente justo? Miembro del público 2: Por supuesto. HG: Ahora, el viejo se volvió hacia mí y me hizo una pregunta más, un número entre 1 y 52. Y el primer número que pensé fue... Miembro del público 2: 17. HG: ¡En efecto! Era el 17. El anciano se limitó a decir una cosa más: "Este es el fin". Y yo sabía exactamente lo que quería decir. Sabía que iba a tocar la baraja. Están a punto de verlo exactamente como ocurrió. Tomó la baraja de la caja. No hay nada en la caja. Contó, "1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10". La tensión aumentó. (Risas) "11, 12, 13, 14, 15, 16, 17". Y en el 17, en lugar del rey de picas, apareció algo en el centro de la baraja que más tarde, me daría cuenta de que en realidad era un secreto. El anciano se levantó, se fue. Yo nunca lo volví a ver. Pero dejó su cuaderno que estaba allí desde el principio. Y cuando lo tomé, encontré el mejor secreto que he visto nunca. Nos definimos por los secretos que guardamos y por los secretos que compartimos. Y esta era su manera de compartir un secreto conmigo. (Aplausos) ¡Qué cosa más rara! Ahora... (Risas) Yo creo que las cosas increíbles ocurren todo el tiempo. Realmente lo creo. Y la razón por la que no las vemos tan a menudo, es porque no nos situamos en una posición idónea para buscar esas cosas asombrosas. Pero ¿y si decidimos buscar esas cosas increíbles, esas pequeñas coincidencias en la vida que son verdaderamente increíbles? Así que tiene la jirafa, adelante, vuelva a tirarla en cualquier dirección para que le toque a una última persona al azar. Señor, le preguntaré si tiene un billete de 1 dólar. Miembro del público 3: Creo que sí. HG: ¿Sí? Ven, ¡una coincidencia! (Risas) Vamos a asegurarnos de que lo tiene. ¿Lo tiene? Miembro del público 3: Sí. HG: ¡Sí! Perfecto. Ahora, quiero que haga exactamente lo mismo que estoy a punto de hacer. Tengo un billete de un dólar aquí como ejemplo. Quiero que lo tome y lo doble con la parte de Washington adentro, así, para que pueda hacer este tipo de cuadrado grande, ¿de acuerdo? Ahora, tome el billete y dóblelo como este, a lo largo, y se convierte en un rectángulo, y luego otra vez --realmente dóblelo, arrúguelo-- y cuando lo tiene, dóblelo de nuevo en un pequeño cuadrado como este y avíseme cuando lo tenga. ¿Lo tiene? Perfecto. Ahora, voy a acercarme y antes de empezar, quiero asegurarme de que hacemos esto en serio. En primer lugar, quiero asegurarme de que tenemos un marcador y un clip de papel. Primero, tome el marcador y firme el billete. Y esta es la razón: luego haré muchas cosas en el escenario y no quiero que piense, mientras estaba distraído por Helder, alguien subió al escenario y cambió el billete. Así que asegurémonos de que es exactamente el mismo billete. Ahora no solo eso, sino que tome el clip y colóquelo en el billete. Así que incluso si alguien sube al escenario y cambia el billete no tendrá el tiempo suficiente para abrirlo y cerrarlo y ver lo que no quiero que vea. ¿Le parece bien? Devuélvame el marcador. Y, muy claramente, quiero asegurarme de que todo está a la vista desde el comienzo de esta experiencia y para asegurarme de que todo el mundo lo verá, vamos a tener realmente un cámara en el escenario. Sí, perfecto, de modo que puedan ver. ¿Esa es su firma? ¿Sí? Perfecto. Ahora, usaremos también la baraja y un vaso para esto. Y los colocaremos de tal manera que podamos buscar una coincidencia asombrosa. ¿Le importa, puede ayudarme con esto? Adelante, saque algunas cartas y baraje. Le importa, ¿puede sacar algunas cartas y barajar? Se puede barajar de diversas maneras. Puede barajar cartas de diferentes maneras. Puede barajar cartas así, o de un modo más desordenado, algo así. Puede barajar las cartas como en EE.UU. Como portugués, no reclamo el derecho de enseñarles a hacerlo. Pero la parte importante es que después de barajar las cartas, hay que recordar cortar y completar la baraja. ¿Le importa, señor? Por favor, corte y complete. Y cuando lo tienen, enseñe las cartas. Y Ud. lo mismo. En el aire. Una baraja de cartas cortadas y mezcladas por 1, 2, 3, 4 y 5 personas. Ahora, con toda claridad, reuniré toda la baraja. Y así como así buscaré una coincidencia delante de todos. Lo intentaré. Tengo algunas cartas que tal vez, quizás, no significan nada. Pero tal vez eso es porque no estamos prestando mucha atención. Porque quizá, tal vez, significan mucho. Antes de empezar, señor, Ud. me dio un billete de un dólar. ¿Es ésta su firma? Miembro del público 3: Sí, lo es. HG: Quiero que vean claramente que voy a abrir su billete y revelar una pequeño secreto que hemos creado. Y el secreto de este billete es el número de serie. Señora, ¿puede tomar el billete de un dólar? En el número de serie, hay una letra. ¿Cuál es el primer número después de la letra? Miembro del público 4: Siete. HG: Siete. Siete. Pero, tal vez es solo una coincidencia. ¿Cuál es el segundo número? Miembro del público 4: Nueve. Así que después del siete, tenemos un nueve. ¿Y después del nueve? Miembro del público 4: Dos. HG: El dos. ¿Y después del dos? Miembro del público 4: Tres. HG: Tres, y ¿después? Miembro del público 4: Tres. HG: Tres. Miembro del público 4: Siete. HG: Siete. Miembro del público 4: Cuatro. HG: Cuatro. Miembro del público 4: Dos. HG: Dos, ¿y? Miembro del público 4: Q. HG: ¿Q como en reina? (Aplausos) ¡La reina de pica! Todas las cartas en orden, solo para Uds. Y esa es mi número. Muchas gracias y que tengan una noche agradable. (Aplausos)