El origen de los derechos de autor se remonta a 1710 y la reina Anne, la monarca que superviso la unificación de Inglaterra y Escocia a la entonces nueva Gran Bretaña. También era parte de su agenda, el estatuto de Anne: la primer ley de derechos de autor. Esta daba control a los autores sobre quién podía hacer copias de sus libros, o utilizar su trabajo por un límite de tiempo. Mas tarde un grupo de colonos rebeldes, pensaron que el estatuto de Anne era una buena idea, así que lo copiaron y pegaron en su constitución dándole al congreso el poder de: “ Promover el progreso de la ciencia y las artes útiles, al asegurar por un tiempo limitado a los autores… el derecho exclusivo a sus respectivas escrituras”. Básicamente, los derechos de autor son un contrato entre autores y la sociedad: si tu prometes hacer más cosas, prometemos no copiar o utilizar el material por 28 años. Aquí tenemos un ejemplo moderno: digamos que quieres ser un director y estás buscando un proyecto para poder empezar. Harry Potter es una historia que te gustaría reinterpretar. Pero como J. K. Rowling público ‘La piedra Filosofal’ en Estados Unidos en 1998 aun esta protegida por derechos de autor, y no la puedes usar En su lugar, necesitas encontrar algo de hace mucho tiempo algo como: La guerra de las galaxias: Una nueva esperanza! George Lucas lanzo La Guerra de las Galaxias en 1977! eso es más de 28 años, Genial! A filmar! Pero, no. Mientras que La Guerra de las Galaxias debió perder derechos de autor en 2005, realmente está protegida hasta 2072! Eso son 95 años tras su publicación, no 28! Así que solo lo puedes ocupar si Lucas lo permite. ¿Porque los derechos de autor duran tanto? Bueno, desde que existen los derechos de autor ha habido autores que dicen que son muy cortos. Y quizá tengan razón. ¿Como un pobre tipo como George Lucas, puede generar ganancias en solo 28 años entre 1977 y 2005? Solo hubo el primer estreno en cines de ‘Una nueva esperanza’, y el reestreno en cines en 1978 y 1979 y 1981 y 1982 después en 1982 en formatos VHS y Betamax En 1984 el lanzamiento por Televisión, En 1985 el lanzamiento del Laser disc en 1989 el lanzamiento del Laser disc widescreen en 1990 el relanzamiento en VHS en 1992 el relanzamiento en VHS widescreen en 1993 el relanzamiento en Laserdisc en 1995 el re relanzamiento en VHS y en 1997 el reestreno en cine de la edición especial Han disparo primero, bastardo. y en 1997 el relanzamiento en VHS edición especial y en 2004 el lanzamiento en DVD y ahora tú, querido director, llegas y quieres hacer tu versión de La Guerra de las Galaxias: ¡Que vergüenza! Es como robar comida de la boca de George Lucas. Cuatro veces el congreso a acordado con los autores que los derechos de autor son muy cortos para generar ganancia, así que se extendieron: Primero en 1831 de 28 años a 42 años, después en 1909 a 56 años, en 1976 a la vida del autor más 50 años, y en 1998 a la vida del autor más 70 años. Es un gran trato para los autores que ya han realizado algo, ¿pero realmente ayuda a la sociedad para tener más películas y libros? Es difícil de imaginar, por ejemplo, que Edgar Rice Burroughs comenzó a escribir ‘Una Princesa de Marte’ y ‘Tarzan’ en 1911 solo porque los derechos de autor acababan de ser extendidos y no lo hubiera hecho de otra forma. o que J. K. Rowling, mientras vivía pensionada en Escocia, estaba ocupada haciendo cuentas y no hubiera escrito Harry Potter si los derechos de autor solo por la duración de su vida y no siete décadas adicionales. Porque, ¿Quién necesita incentivos después de su muerte? La muerte es el punto donde literalmente ningún incentivo en el universo te puede motivar a escribir otro guion. Porque estás muerto. Si eres el tipo de persona que solo es motivada por planes que se desarrollan tras tu muerte, eres asombrosamente increíble o estás loco. ¿Pero y qué?, ¿Que si cada dibujo de macarrones de los niños de kínder tienen derechos de autor por 175 años? ¿Porque importa? Porque los mayores beneficiarios de los derechos de autor tras la muerte no son los autores, o la sociedad son las compañías. Compañías como… Disney. ¿Recuerdas todas esas películas de Disney? SI, Todas basadas en trabajos sin derechos de autor en ese tiempo. Todo el imperio de Disney y toda la magia que produce solo existe porque había trabajos sin derechos de autor Walt Disney – Sabes, el tipo que comenzó la compañía – para re trabajar y actualizar. Pero el corporativo, Walt Disney fue el gran impulsor en 1998 de la extención los derechos de autor de vida +70 años. Aseguro que nadie mas pudiera hacer una versión más popular de sus películas de la misma forma que ellos hicieron una versión más popular de "Alicia en el país de las maravillas" El casi infinito control subvierte todo el propósito de los derechos de autor, que es promover la creación de más libros y películas, no darle poder a las compañías de impedir que las personas creen nuevos trabajos basados en los esfuerzos de sus hace mucho muertos fundadores. Nuevos directores y autores necesitan la libertad de tomar lo de antes y rehacer y remezclar Y deberían de poder utilizar material creativo de su propio tiempo de vida, y no ser limitados a usar trabajos de generaciones pasadas. Al inicio del siglo, George Lucas forjo sobre la civilización una nueva palabra: anticidecepción La tremenda desilusión que fue la floja, insípida, y desalmada nueva trilogía. George Lucas’s estaba en su derecho de hecer esas peliculas en el esteril, Vehículo de juguetes y mercadotecnia que fueron. Él era dueño de Darth Vader y podía contar su origen como el quisiera – y esta será la única versión que veras. Pero, imagina por un momento, si los derechos de autor funcionaran como fueron ideados. En 2011 Toda la trilogía original de La Guerra de las Galaxias – todo su arte, sus personajes, su música – hubieran perdido su protección y estarían disponibles para que nuevos directores y escritores trabajaran en ellos para traernos sus versiones. Habría todo un tesoro por descubrir de nuevas historias de La Guerra de las Galaxias para disfrutar. Pero mientras los derechos de autor se mantengan como lo son, ninguna persona viva podrá decir una historia de Darth Vader, o de Harry Potter, o del Hobbit, o ninguna otra historia que les importe, que el autor o, tras su muerte, su compañía apruebe.