¿Cuánto necesitan saber de una persona
antes de sentirse cómodos
al darles un crédito?
Supongan que querían prestar USD 1000
a la persona que está sentada
dos filas detrás de Uds.
¿Qué tendrían que saber de esa persona
antes de sentirse cómodos?
Mamá vino hacia EE.UU. desde India
con casi 40 años.
Es médica en Brooklyn,
y a menudo permite a amigos y vecinos
realizar consultas de salud,
y puedan pagar de inmediato o no.
Recuerdo encontrar a sus pacientes
y a ella en el supermercado
o en la acera,
y a veces le pagaban en el momento
por las citas anteriores.
Ella les daba las gracias,
y les preguntaba por
sus familias y su salud.
Les daba crédito
porque confiaba en ellos.
La mayoría somos como mi mamá.
Daríamos crédito a alguien conocido
o que vive cerca.
Pero la mayoría quizá
no le prestaría a un extraño
a menos que sepamos algo de ellos.
Los bancos, las tarjetas de crédito
y otras instituciones financieras
no nos conocen a nivel personal,
pero tienen formas
de confiar en nosotros,
mediante nuestra calificación crediticia.
Nuestra calificación crediticia
se crea mediante
la agregación y el análisis de datos
de crédito de consumo público.
Y gracias a eso tenemos
más o menos un acceso fácil
a los bienes y servicios que necesitamos,
desde electricidad hasta
la compra de una casa,
o tomar un riesgo y abrir un negocio.
Pero...
hay 2500 millones de personas en el mundo
que no tienen calificación crediticia.
Eso es un tercio de la población mundial.
Y no la tienen
porque no existen
registros formales de ellos,
no tienen cuentas bancarias,
ni historial crediticio,
ni números de la seguridad social.
Y por no tener calificación crediticia,
no tienen acceso al crédito
ni a productos financieros
que puedan mejorar sus vidas.
No son de confianza.
Por eso queríamos encontrar
una forma de crear confianza
y abrir el acceso financiero
de estos 2500 millones.
Y creamos una aplicación móvil
que construye una calificación crediticia
mediante datos del móvil.
Hoy hay más de mil millones de móviles
inteligentes en los mercados emergentes.
Las personas los usan
igual que nosotros.
Envían textos a sus amigos,
buscan instrucciones,
buscan en Internet,
e incluso hacen
transacciones financieras.
Con el tiempo, estos datos
se capturaron con los móviles
y proveen una foto muy rica
de la vida de la persona.
Nuestros clientes
nos dan acceso a estos datos
y los captamos mediante
nuestra aplicación móvil.
Eso nos ayuda a entender la solvencia
de personas como Jenipher, dueña de
un pequeño negocio en Nairobi, Kenia.
Jenipher tiene 65 años, y durante décadas
ha tenido un puesto de comida
en el distrito central de negocios.
Tiene tres hijos que mandó
a la escuela profesional,
y además es líder de su chama local,
o grupo de ahorro.
Al puesto de Jenipher le va bien.
Lo suficiente cada día
como para cubrir sus gastos.
Pero no tiene seguridad financiera.
Cualquier emergencia podría
forzarla a endeudarse.
No tiene ningún ingreso discrecional
para mejorar la forma
de vida de su familia,
para emergencias,
o para invertir en el
crecimiento de su negocio.
Si Jenipher quiere crédito,
sus opciones son limitadas.
Podría obtener un microcrédito,
pero tendría que formar un grupo que
pudiera dar fe de su credibilidad.
Y aun así los montos de los préstamos
serían demasiado pequeños
para realmente tener
un impacto en su negocio,
un promedio de unos USD 150.
Los usureros son siempre una opción,
pero con tasas de interés
superiores al 300 %,
son un riesgo financiero.
Y como Jenipher no tiene garantía
ni historial de crédito,
no puede ir a un banco
y pedir un préstamo comercial.
Pero un día,
el hijo de Jenipher la convenció
de descargar nuestra aplicación
y solicitar un préstamo.
Jenipher respondió algunas
preguntas en su teléfono
y nos dio acceso a unos pocos
datos clave de su dispositivo.
Y esto es lo que vimos.
Las malas noticias primero.
Jenipher tenía un saldo de ahorro bajo
y ningún antecedente de préstamo anterior.
Estos factores
habrían lanzado una señal de
alerta a un banco tradicional.
Pero había otros datos en
su historia que nos mostraron
una imagen mucho más rica
de su potencial.
Por un lado,
vimos que ella hizo llamadas
regulares a su familia en Uganda.
Pues bien, resulta
que los datos muestran
un aumento del 4 % en el reembolso
en las personas que constantemente
se comunicaban con contactos cercanos.
También pudimos ver
que aunque ella viajaba
mucho a lo largo del día,
en realidad tenía patrones
de viaje bastante regulares:
o estaba en su casa
o en su puesto de comida.
Y los datos muestran
un aumento de 6 % en el reembolso
en clientes que son consistentes
en el lugar donde pasan
la mayor parte de su tiempo.
También pudimos ver
que se comunicaba mucho
con muchas personas diferentes
durante todo el día
y que tenía una fuerte red de apoyo.
Nuestros datos muestran
que las personas que se comunican
con más de 58 contactos diferentes
es más probable que sean
buenos prestatarios.
En el caso de Jenipher,
se comunicaba con 89 personas diferentes,
lo que mostró un 9 % de
aumento en su reembolso.
Estos son solo algunos de
los miles de datos diferentes
que miramos para entender
la solvencia de una persona.
Y después de analizar todos
estos datos diferentes,
asumimos el primer riesgo
y le dimos un préstamo a Jenipher.
Este es un dato que no encontraríamos
en un registro de papel,
o en cualquier registro
financiero formal.
Pero demuestra confianza.
Al mirar más allá del ingreso,
podemos ver que las personas
en los mercados emergentes
que pueden parecer un riesgo
impredecible en la superficie
en realidad están dispuestas
y tienen capacidad de reembolso.
Los registros de crédito nos ayudaron
a dar más de 200 000 créditos en Kenia
contando solo el año pasado.
Y nuestras tasas de reembolso
están por encima del 90 %
que, por cierto, están en línea con las
tasas de pago bancarias tradicionales.
Con algo tan simple como
una calificación crediticia
le damos a las personas el poder
de construir su propio futuro.
Nuestros clientes han usado sus
préstamos para gastos familiares,
emergencias, viajes,
y para invertir de nuevo en
el crecimiento de sus negocios.
Ahora están construyendo
mejores economías y comunidades
donde más gente puede tener éxito.
En los últimos dos años,
usando nuestro producto,
Jenipher ha aumentado
sus ahorros el 60 %.
También puso dos puestos
de comida adicionales
y ahora está haciendo planes
para poner su propio restaurante.
Pidió un préstamo de pequeña empresa
en un banco comercial,
porque ahora tiene el historial
crediticio para demostrar que lo merece.
Vi a Jenipher en Nairobi
la semana pasada,
y me dijo lo emocionada
que estaba de empezar.
Me dijo:
"Solo mi hijo creía que podía hacer esto.
Yo no creía que esto fuera para mí".
Ella ha vivido toda su vida
creyendo que había una parte
del mundo cerrada para ella.
Nuestro trabajo ahora es abrir
el mundo para Jenipher
y para los miles de millones como ella
que merecen confianza.
Gracias.
(Aplausos)