El sentido de la muerte
Durante cinco años, Stephen Jenkinson encabezó el mayor programa canadiense de cuidados paliativos a domicilio.
Trabajando con cientos de personas muriendo y con sus familiares, presenció una
"ansiedad angustiante"
entorno al final de la vida.
¿Me pidieron muchas veces,
cuando estaba al frente de...
--no, cuando la gente en el oficio de la muerte
pensó que era una buena idea--
que fuera a hablar sobre
encontrarle sentido al final de la vida.
Esa era la típica petición.
Como puedes ver, la idea de que
el "sentido" es algo...
...potencialmente esquivo,
incluso fugitivo,
y que, de algún modo,
se escurre de las circunstancias,
está tras esa petición.
Ese es un dilema particularmente modernista,
el de encontrar "sentido".
Pero el verdadero problema es el concebirlo
como algo que tienes que "encontrar".
Puedes oír cómo el lenguaje
implica que eso está oculto,
o que no estás mirando
en el lugar adecuado,
o que existe algún tipo de
arquitectura vil que te lo oculta,
o que, ya sabes...
...que tienes que afirmar a fulano de tal
como tu salvador personal, o... ya sabes...
Pero ¿y si el sentido
no está oculto?
¿Y si no hay nada que encontrar?
¿Y si esa no es la historia?
¿Y si la historia es que
el "sentido" no se encuentra
-- sino que se da?
Das sentido al predisponerte a proceder
como si ciertas cosas tuvieran que ser:
como que la vida tiene que continuar,
y no que "tú" tienes que continuar.
Que la vida no es lo que dura tu vida,
o lo que dura la vida de tus hijos,
o lo que dura aquello que aprecias.
¿Qué tal si aprecias el hecho de que
nada de lo aprecias
va a durar para siempre?
¿Qué tal si aprecias eso profundamente?
Eso es darle sentido al final de la vida,
tu predisposición a apreciar eso.
No hay un letrero apuntalado en el cielo,
para que todos lo vean
y así no se olviden.
Como ves,
dicha proposición es tan precaria
que tiene que ser vivida
y contada para que cuaje.
No tiene policías
ni autoridades que te obliguen.
Es simplemente que,
si no te predispones a ello,
probablemente no sucederá.
Y ¿cuál es la consecuencia?
Bueno, no es una conjetura.
Mira a tu al rededor.
Nuestra forma de vida
es la consecuencia.
La vida no alimenta vida.
La vida está
en el extremo receptor de vida.
Siempre.
Es la muerte la que alimenta a la vida.
Es el final de la vida
la que le da a la vida
la oportunidad de ser.
Puede que sea una especie de
dolor reconfortante
el hecho que la cultura dominante
de América del Norte,
esté, de alguna manera,
en la fase inicial
de un desvanecimiento terminal.
Cómo es la fase inicial, es difícil ver la diferencia
entre eso y bailar, o...
...pasar un buen rato.
pero... es propiamente terminal.
O sea, que no hay vuelta atrás.
No hay manera de deshacerlo.
Y hasta es peor que hablar de ello
como castigo.
No es un castigo.
No más que el morir
es un castigo por haber nacido.
Nuestro particular dilema, creo que es...
...tratar de vivir dándonos cuenta
de que...
lo que el mundo requiere de los humanos
no es estar cabreados,
y "¿por qué no se mueren todos y
así volvemos a donde estábamos?"
No, yo creo que el mundo
nos está susurrando:
"Todo lo que necesitamos de vosotros
es que seáis humanos.
Eso es todo".
El dilema está en el significado
de la palabra "humano".
Lo que tiene que morir es
tu rechazo a morirte,
tu rechazo a que las cosas terminen.
Si eso muere,
la vida se puede alimentar de ello.
Así que, la súplica no apunta al castigo,
si no al recuerdo.
No debes sentirte mal por que se te olvidara,
si no que debes sentir más.
¿Lo ves? Ahí está la invitación