Bueno, gracias. Un placer estar aquí en México. Yo hago filosofía, porque creemos realmente que la filosofía tiene un poder transformador. Hacer filosofía es una manera de transformar, nuestra realidad. Por decirlo de algún modo de cambiar al mundo. Es raro, porque vieron que cuando uno piensa en la palabra filosofía uno recuerda la materia que tuvo en el colegio. o piensa, como se escuchaba recién, que es un saber muy erudito, un saber para pocos. Como que no todos tienen esa capacidad. Yo tuve un profesor cuando estudié filosofía, que decía que las mujeres no alcanzaban el mismo grado de desarrollo racional y no podían hacer filosofía como los hombres. Y estoy hablando del año 1990. O sea es realmente un tipo de saber que siempre se ha preciado de sí mismo de estar como en una altura diferente al resto de las disciplinas. Y esto es un prejuicio muy importante que tratamos de romper, mostrar que la filosofía nos puede realmente ayudar a vivir diferente nuestra vida cotidiana. Algo muy difícil, sobretodo porque el otro prejuicio que hay es que la filosofía en general, digamos es pura palabra ¿no? o se hace preguntas que que son preguntas que, en algún punto terminan siendo improductivas ¿no? Tiene poco que ver con la vida cotidiana. Fijénse las preguntas que se hizo Fernando Digamos ¿que nos ayuda? o ¿cómo nos ayudaría? preguntarnos por el sentido de la vida, preguntarnos por esas grandes cuestiones existenciales ¿en que nos ayudaría a vivir mejor? Parecería que no tiene nada que ver con lo cotidiano. Y sin embargo, digamos, lo que nosotros de algún modo queremos mostrar es que todos pueden hacer filosofía. Es que es un aspecto de nuestro pensar que todos poseemos. Todos podemos desarrollar esa faceta de preguntarnos por todo. Es que en definitiva ¿qué es hacer filosofía? Es preguntarnos todo de todo. Cuestionar todo lo que nos rodea pero no pensando en las cosas tal como se manifiestan en la vida cotidiana desde su utilidad cotidiana. Sino pensar desde esas grandes preguntas que hacen que todo lo que nos rodea se ponga como entre paréntesis, y pierda algun tipo de productividad. O sea nosotros tenemos la posibilidad de cuestionar todo radicalmente y que todas aquellas tramas en las que vivimos, si queremos podemos detenerlas para pensarlas desde otras perspectivas. Hacer filosofía, me dijo mi primer profesor de filosofía cuando empecé a estudiar en la facultad, mi primer profesor dijo: "anoten definición de filosofía la filosofía es un saber inútil" Imagínense lo que fue para mí llegar a la facultad y encontrarme con eso. Máxime que cuando informé en mi hogar que iba a estudiar filosofía mi familia directamente se puso a llorar Me acuerdo que me decían: Me acuerdo alguien, no voy a decir quién porque esto después se ve, de mi familia diciendo: "¡¿por qué en la familia hay alguien tan anormal?!" Comparando lo que es la filosofía con otras disciplinas como si las otras fuesen normales. Y a partir de ese momento miren qué paradoja o miren lo que es el inconciente si hay un tema que a mi me trastorna en la filosofía es ¿qué es lo normal? justamente. Y cómo el principal poder que se instala en nuestras sociedades pasa por ahí, por la normalización de nuestras vidas cotidianas. Por hacernos creer que hay formas normales y anormales de hacer las cosas. En ese contexto hacer filosofía es algo anormal. Y es un saber inútil. Porque las grandes preguntas de la filosofía, no sirven para nada. No se construyen puentes con la filosofía, no se curan enfermedades todo lo contrario la pregunta la pregunta por el "porqué" que es la pregunta madre de la filosofía lo que hace es inutilizar a la realidad. Yo después entendí, cuando mi profesor me decía que la filosofía es un saber inútil que lo que me quería decir es que es un saber inútil porque se pregunta ¿por qué todo tiene que servir para algo? ¿por qué todo tiene que ser útil? Por eso es inútil, cuestiona la utilidad de las cosas. Ninguno de nosotros hacemos nada que no sirva para algo, pero eso ya es un valor un valor que se instala. La utilidad para mí es el valor desde el cual el poder mejor ejerce su tarea. Piensen por un minuto ¿que sería hacer algo que no sirva para nada? Imposible ¿no? Todo lo que hacemos tiene que servir para algo y para alguien. Porque el verbo servir, es un verbo muy particular. Nos muestra por un lado el sentido utilitario de todo lo que hay pero nos esconde que detrás de todo lo que se nos presenta como evidente, normal, natural, obvio, útil. Hay otras perspectivas que se obturan. Nada es definitivo. Todo puede ser de múltiples maneras o de múltiples perspectivas. Pero ¿cómo actua el poder? Y hablo del poder en todas sus dimensiones No hablo de un poder central. Hablo de esas relaciones de poder, cómo decía un famoso pensador Foucault que se manifiestan en todos nuestros vínculos en todo lo que hacemos. El poder tiene justamente esa fuerza que es, que se instala sin que lo veamos. No hay peor poder, que el que no se ve. Porque cuando el poder se ve de frente uno sabe contra quién tiene que pelear. Pero cuando el poder logra encaramarse con el saber y presentarse como si sus intereses fuesen intereses de todos, el poder ganó. Por eso es muy importante la tarea de la filosofía. Pero no hablo de la academia, no hablo de estudiar filosofía en la universidad. Hablo de esa capacidad que tenemos todos de ejercer la pregunta de la filosofía. Hacernos esas grandes preguntas por inútiles que parezcan. ¿Por qué son inútiles? Porque la pregunta de la filosofía es la pregunta por lo obvio. Esa fue la segunda definición que me dio ese mismo profesor. Me dijo: "ahora segunda definición la filosofía es el análisis de lo obvio." Yo ya venía con que era un saber inútil, con qué le iba a decir a mi madre, y ahora digamos, algo peor el análisis de lo obvio. Si es obvio ¿para qué hay que analizarlo? Es que justamente por eso es tan extraña la pregunta filosófica. Porque se pregunta por lo obvio. Lo obvio ¿Saben de dónde viene la palabra? Obvio significa, viene de vía ¿vieron? ob-vio, ese ob es lo que está enfrente mío y vía, la vía que está tan enfrente mío, que yo creo que es el único camino existente. Y no veo otros, las otras posibilidades que también se nos pueden haber ido. Si yo les preguntase a ustedes ¿cómo salimos de aquí? Ustedes me darían una respuesta obvia: "Por allá." Buscamos rápidamente la puerta y nos vamos. Si yo le preguntase esto a mi hijo de tres años y le dijese "hijo, hay que salir de aquí." ¿Saben que haría mi hijo? Empezaría a caminar entre ustedes, les daría una palmadita a cada uno algunos que otros les daría un beso también, porque el es muy cariñoso. Y daría vueltas y jugaría, y contaría cuántas sillas hay, Y después de un largo tiempo y trecho saldría seguramente por la misma puerta por la que salimos nosotros tres horas antes. Y ¿quién de los dos tiene la razón? ¿O no es también una forma de salir? Pero esa forma de salir ¿qué diríamos nosotros? ¡Qué improductivo! ¡Qué pérdida de tiempo! Lo que preguntó Darío es cómo salir de acá. Lo obvio, es el camino más rápido ¿Quién dijo que lo obvio es el camino más rápido? Si yo sólo pregunte ¿cómo salir de acá? No dije "como salir de acá para poder alcanzar la puerta del modo más rápido, subirse al medio de transporte del modo más veloz, para llegar rápidamente a nuestro trabajo del modo más rápido para que no nos descuenten el presentismo y entonces nos alcance el salario a fin de mes para poder pagar el alquiler de nuestra casa y reproducir nuestra fuerza de trabajo para el otro día seguir trabajando para que otros vivan de nuestro trabajo." (Aplausos) No dije eso. Dije cómo salir de acá. Y mi hijo salío cómo quiso, porque lo que hay detrás es justamente esos valores que están opacados que en nombre de la normalidad uno no los visualiza. Me acuerdo en la secundaria, así se dice en Argentina, no sé aquí cómo es, ¿También? En la secundaria tuve un profesor que en ciencias sociales intentó explicarnos marxismo, intentó. Todos los adolescentes que estábamos ahí estábamos en otra cosa. Y en un momento nos dijo: "les voy a hacer una pregunta, ¿para qué sirven los ventiladores?" Todos nos miramos como diciendo ¿venimos al colegio para esto? a ver, para que den frío. para que, no tengamos calor. No sé ¿que quiere preguntar el profesor? ¡Es una pavada!, para pasarla mejor. "No." Dijo, "Para que el dueño de la fábrica de ventiladores gane plata." Y es otra forma es otra forma con la que también, no es que no dan fresco, dan fresco. Pero nadie se pone a pensar que de cualquier acontecimiento que vivimos hay toda una serie de otras tramas posibles que dejamos de lado. Porque el poder básicamente lo que hace es trabajar como les decía del modo más efectivo. Que es instalandose cómo si fuese una verdad incuestionable. Por eso dice Nietzsche que sólo se puede hacer filosofía a martillazos. Filosofía a martillazos, que suena violento, pero no de una violencia física, sino de la violencia del pensamiento. De la capacidad que tenemos todos si queremos, de ir hacia esos conceptos. Bien macizos, bien sólidos que parecen absolutamente inmodificables. Y darles duro. Pero darles duro, para abrirlos para mostrar que hay muchas otras perspectivas posibles. Yo encontré ese martillo en la filosofía y trato de compartirlo con la mayor cantidad de gente posible. A través de un programa de televisión, de un programa de radio, para que cada uno pueda incorporar en su vida cotidiana la pregunta de la filosofía. Como un modo de realmente pensar que todo puede ser de otro modo. La pregunta de la filosofía es la pregunta por el porqué. Una pregunta infantil, ingenua. ¿Saben que "infante", "infancia" etimológicamente viene de "foné"? Que significa voz, o sea un infante es el que no tiene voz. Y ¿no son los niños los que ponen en jaque ese sentido utilitario de lo real? Vuelvo a mi hijo. Cuando mi hijo entra en la cocina y toma una cuchara. La cuchara se transforma en cualquier otra cosa, menos en una cuchara. Es una espada, ahora esta con Star Wars que siempre vuelve Star Wars y entonces juega con las espadas. Es una varita mágica, es un bastón Logra sustraer al objeto de ese único lugar que nosotros creemos que tiene valor. Por eso, la pregunta por el porqué, que es una pregunta por un lado tan infantil. Es una pregunta que cómo un martillazo siempre abre. Imáginense un mundo dónde la última palabra fuese la pregunta por el porqué. Sería un mundo, sin última palabra. Porque si la última palabra es siempre preguntar ¿por qué? Obligamos a que aquellos que vienen a imponernos sus intereses en nombre de la verdad, tengan que seguir justificando sus dichos. No hay mejor manera de pensar una sociedad libre, abierta, igualitaria que pensándonos siempre en ese diálogo abierto, al que nos lleva la filosofía. Una filosofía que nos da el poder de poder transformar la realidad para todos y todas. Muchas gracias. (Aplausos)