Robert Mardini, jefe de Operaciones del CICR para Medio Oriente La población de Gaza vive con el temor constante de morir violentamente. Temen perder todo lo que tienen en un minuto. Tenemos un equipo de 120 personas trabajando en Gaza día y noche, dispuesto a brindar ayudar concreta a las personas necesitadas. Por supuesto, hemos incrementado nuestras operaciones allí. Por ejemplo, en el área de salud, en los últimos días hemos coordinado el traslado de ambulancias de la Media Luna Roja Palestina en la Franja de Gaza. Los voluntarios de la Media Luna Roja Palestina han atendido a más del 70% de los heridos. Hemos facilitado el traslado de 12 camiones con insumos médicos que los hospitales de Gaza necesitan con suma urgencia. Nuestros técnicos e ingenieros también han trabajado activamente en la provisión de agua, reparando cañerías, redes, instalaciones, permitiendo así que se restablezca el servicio de agua en vecindarios enteros. Esta es una prioridad importante para nosotros, ya que cientos de miles de personas perdieron el acceso directo a la provisión de agua, más de 2.000 casas quedaron parcial o completamente destruidas, y nuestros equipos están distribuyendo paquetes con artículos de primera necesidad entre las familias afectadas para ayudarles a mejorar sus condiciones de vida. No debemos poner el foco solamente en Gaza; la situación en Cisjordania es extremadamente tensa, hay necesidades humanitarias allí, y siguen cayendo misiles en Israel. Una parte importante de nuestro trabajo es apoyar las actividades de la Media Luna Roja Palestina y del Magen David Adom, cuyos voluntarios trabajan en condiciones muy difíciles en el terreno. Cada civil herido o muerto es demasiado. La forma en que se están llevando a cabo las hostilidades preocupa sobremanera al CICR, hemos intensificado nuestros contactos con las partes en conflicto, y a raíz de incidentes muy concretos ocurridos en el terreno, les recordamos sus responsabilidades acorde al derecho internacional humanitario. Sabemos que los civiles pagan el precio más alto del conflicto, pero nuestra aspiración realista es reducir el sufrimiento, donde y cada vez que tengamos la posibilidad, de manera inmediata. Sin su ayuda, no podríamos ayudar a las cientos de miles de personas en Gaza que necesitan imperiosamente nuestra asistencia. En julio nos faltaron 16,4 millones de francos suizos; necesitamos ese monto con urgencia para poder continuar nuestras operaciones. E incluso si el conflicto se resolviera mañana, las necesidades humanitarias son inmensas. Según nuestra evaluación, a raíz de las nuevas operaciones militares en el terreno las necesidades humanitarias seguirán aumentando, y por desgracia los civiles pagarán un costo aun más elevado por todo esto, y nosotros tendremos que incrementar nuevamente nuestra respuesta humanitaria. En resumen, necesitamos su ayuda, y estamos muy agradecidos por ella.