Joseph Keller solía correr
por el campus de Stanford,
y era golpeado por todas las mujeres
que corrían allí también.
¿Por qué sus colas de caballo
oscilaban de un lado a otro de esa manera?
Como era matemático,
se dispuso a entender por qué.
(Risas)
El profesor Keller tenía
curiosidad por muchas cosas:
por qué las teteras gotean
o cómo se retuercen
las lombrices de tierra.
Hasta hace unos meses,
yo no había oído hablar de Joseph Keller.
Leí sobre él en el New York Times,
en los obituarios.
The Times le había dedicado
la mitad de una página editorial a él,
que es un espacio privilegiado
para un periódico de su nivel.
He estado leyendo
obituarios casi todos los días.
Mi esposa cree comprensiblemente
que soy algo morboso
por comenzar mi día con huevos revueltos
y un "vamos a ver quién ha muerto hoy".
(Risas)
Pero si piensan en ello,
la primera página del periódico
suele ser una mala noticia,
e indicios de errores del hombre.
Y las marcas de malas noticias
con logros
se encuentra al final del periódico,
en los obituarios.
En mi trabajo diario,
dirijo una empresa que se centra
en vislumbrar el futuro
que los anunciantes
pueden derivar de datos del pasado,
una especie de análisis
de espejo retrovisor.
Y empezamos a pensar:
¿Y si tenemos un espejo retrovisor
para obituarios del New York Times?
¿Obtendríamos el secreto de cómo
conseguir un obituario destacado
para disfrutarlo,
incluso si uno ya no está?
(Risas)
¿Funciona esto mejor
con huevos revueltos?
(Risas)
Así que miramos los datos.
2000 obituarios no pagados del editorial,
durante un período de
20 meses entre 2015 y 2016.
¿Qué nos enseñaron esas 2000 muertes,
mejor dicho, vidas?
En primer lugar
nos fijamos en las palabras.
Este es un titular de un obituario.
Este es uno del increíble Lee Kuan Yew.
Si se elimina el principio y el fin,
uno se queda con un descriptor
muy bien redactado
que trata, en pocas palabras,
de capturar un logro de toda la vida.
La sola observación
de esto es fascinante.
Estas son algunas personas famosas
que murieron en los últimos dos años.
Traten de adivinar quiénes son.
[Un artista que desafió el género]
Este es Prince.
[Titán del boxeo y del siglo XX]
Oh sí.
[Muhammad Ali]
[Arquitecta pionera]
Zaha Hadid.
Así que tomamos esos descriptores
e hicimos lo que se llama
procesamiento del lenguaje natural,
que consiste en alimentar un programa,
que elimina palabras superfluas,
"la", "y", esas palabras que se pueden
imitar fácilmente en "Charades", -
y mantiene
las palabras más significativas.
Y lo hicimos no solo para esos cuatro,
sino para todos los 2000 descriptores.
Y esto es lo que resultó.
Cine, teatro, música, danza y,
por supuesto, el arte, son muy frecuentes.
Más del 40 %.
Hay que preguntarse
por qué en tantas sociedades
insistimos en que nuestros hijos
estudien ingeniería, medicina,
empresariales o derecho,
para que logren el éxito.
Y ya que estamos hablando profesión,
veamos la edad.
La edad media en la que se logran cosas.
Ese número es 37.
Lo que significa que Uds.
deben esperar 37 años
antes de su primer logro relevante
por el que serán recordados,
en promedio,
44 años más tarde,
cuando mueran a la edad de 81,
de media.
(Risas)
Eso dice que hay que ser paciente.
(Risas)
Por supuesto, varía según la profesión.
Si uno es una estrella del deporte,
es probable que
el logro llegue a los 20 años.
Y si Uds. están en sus 40 como yo,
pueden estar en el divertido
mundo de la política.
(Risas)
Los políticos hacen su primer y, a veces,
único acto encomiable a los 40 años.
(Risas)
Si se están preguntando
quienes son los otros,
aquí hay unos ejemplos.
¿No es fascinante,
las cosas que la gente hace
y las cosas por las que se les recuerda?
(Risas)
Nuestra curiosidad aumentó a toda marcha,
y deseábamos analizar
algo más que un descriptor.
Por lo tanto, usamos todo
el primer párrafo de los 2000 obituarios,
pero por separado
para dos grupos de personas:
las personas famosas
y las personas que no lo son.
La gente famosa como
Prince, Ali, Zaha Hadid;
las personas que no lo son,
son personas como Jocelyn Cooper,
el reverendo Curry
o Lorna Kelly.
Apuesto que Uds. nunca han oído
hablar de la mayoría de estos nombres.
gente increíble, con logros fantásticos,
pero que no son famosos.
Entonces, ¿y si analizamos
estos dos grupos por separado,
los famosos y los no famosos?
¿Qué puede decirnos esto?
Echen un vistazo.
Dos cosas me llaman la atención.
Primero:
"John."
(Risas)
¿Hay alguien aquí que se llame John?
Debe agradecérselo a sus padres
(Risas)
y recuerden a sus hijos que
recorten su obituario cuando ya no estén.
Y segundo:
"Ayuda".
Hemos descubierto muchas
lecciones de vida bien dirigida
y lo que esas personas inmortalizadas
en prensa pueden enseñarnos.
El ejercicio fue un testimonio fascinante
y calidoscopio de lo que es la vida,
y aún más fascinante
fue el hecho de que
la inmensa mayoría de los obituarios
que aparecen de
personas famosas y no famosas,
hicieron cosas
aparentemente extraordinarias.
Hicieron mella positiva
en el tejido de la vida.
Ayudaron.
Así que pregúntense
al volver a sus vidas diarias:
¿Cómo uso mis talentos
para ayudar a la sociedad?
Pues la más poderosa lección aquí es,
que si más personas vivieran sus vidas
tratando de ser famosos en la muerte,
el mundo sería un lugar mucho mejor.
Gracias.
(Aplausos)