Más de un millón de personas
mueren cada año en desastres.
Dos millones y medio de personas
quedarán incapacitados de forma
permanente o se verán desplazados
y se necesitarán de 20 a 30 años
para recuperar tanto a las comunidades
como a los miles de millones
en pérdidas económicas.
Si durante la fase inicial de respuesta
pudiéramos reducir el tiempo en un día,
podríamos reducir la recuperación global
en mil días, o tres años.
Veamos cómo funciona.
Si los que acuden primeros
pueden entrar, salvar vidas,
reducir cualquier peligro de inundación,
eso significa que los otros
grupos pueden entrar
para restablecer los servicios de agua,
las carreteras, la electricidad,
lo que significa entonces
que los ingenieros civiles,
los agentes de seguros,
todos ellos pueden empezar
a reconstruir las casas,
lo que al final significa que
puede restaurarse la economía,
y tal vez hacerla mejor y más resistente
a la próxima catástrofe.
Una importante compañía
de seguros me dijo
que si reciben la solicitud
de un asegurado con un día de antelación,
esto repercutía en una diferencia
de hasta seis meses
en el tiempo de reparación
de la casa de esta persona.
Y es por eso que me ocupo
de rescates mediante robots,
porque los robots pueden hacer que
un desastre desaparezca más rápido.
Ahora, ya han visto un par de ellos.
Son vehículos aéreos no tripulados.
Se trata de dos tipos:
una aeronave de alas giratorias
o colibrí;
una de ala fija, un halcón.
que son ampliamente usados desde 2005,
y en el huracán Katrina.
Permítanme enseñarles cómo funciona
este colibrí de alas giratorias.
Es fantástico para los
ingenieros estructurales
ya que puede observar el daño
desde ángulos imposibles de ver
con los prismáticos desde el suelo
o en una imagen de satélite,
o determinados vehículos
que vuelan a más altura.
Pero no son solo los
ingenieros estructurales
y los agentes de seguros
los que los necesitan.
Disponemos de cosas como este
vehículo de ala fija, este halcón
que podemos usar para los
reconocimientos geoespaciales.
Aquí es donde reunimos todas las imágenes
y realizamos reconstrucciones en 3D.
Se usaron los dos tipos en
el flujo de tierra ocurrido
en la localidad de Oso
en el estado de Washington,
porque el gran problema
era la comprensión geoespacial
e hidrológica del desastre,
no la búsqueda y rescate.
Los equipos de búsqueda y rescate
lo tenían todo bajo control,
sabían lo que estaban haciendo.
El mayor problema era
que el río y el flujo de tierra podrían
arrastrar y ahogar a los rescatadores.
Y no solo era un reto para estos equipos
y amenazaba con daños a la propiedad,
también ponía en riesgo
el futuro de la pesca del salmón
en toda esa parte del
estado de Washington.
Así que necesitaban entender
lo que estaba pasando.
En siete horas:
conducimos desde Arlington,
desde el Puesto de Mando de Incidentes
hasta al sitio, volamos los UAVs,
procesamos los datos, volvimos
a Arlington al puesto de mando;
siete horas.
En siete horas conseguimos datos
que de cualquier otra manera solo
se podían obtener en dos o tres días;
además en alta resolución.
El juego ha cambiado.
Y no piensen solo en los
vehículos aéreos no tripulados.
Quiero decir, son sexy, pero recuerden,
un 80 % de la población mundial
vive cerca del agua,
eso significa que nuestra infraestructura
más importante está bajo el agua
lugares donde no podemos llegar,
como los puentes y cosas por el estilo.
Y es por eso que tenemos
vehículos marinos no tripulados,
uno de estos modelos que ya han visto,
un SARbot, un delfín cuadrado.
Se sumergen en el agua y usan el sonar.
Bueno, ¿por qué son tan importantes
los vehículos marinos
y de hecho, muy, muy importantes?
Porque pasan desapercibidos.
Piensen en el tsunami japonés,
644 km de zona costera
totalmente devastada,
el doble de la devastación costera
causada por Katrina, EE.UU..
Estamos hablando de puentes,
oleoductos, puertos; devastación total.
Y si no tienen puerto,
no tendrá como conseguir
suficientes suministros
para apoyar a una población.
Eso fue un gran problema
en el terremoto de Haití.
Así que necesitamos vehículos marinos.
Ahora, echemos un vistazo
a la visión de un SARbot
y de lo que estaban viendo.
Estábamos trabajando
en un puerto pesquero.
Pudimos volver a abrir
ese puerto pesquero,
usando su sonar, en cuatro horas.
Nos dijeron que el puerto sería
reabierto dentro de seis meses
para las operaciones del equipo de buceo,
y que estos necesitarían dos semanas.
Iban a perder la temporada
de pesca de otoño,
lo más importante para la economía local
de esa zona, muy parecido a Cape Cod.
Vehículos no tripulados.
Pero ya saben, todos los robots que
les han demostrado han sido pequeños,
y eso se debe a que los robots no hacen
las cosas que hacen los humanos.
Llegan a lugares inaccesibles
para el hombre.
Y un gran ejemplo de eso es Bujold.
Los vehículos terrestres no tripulados
son especialmente pequeños,
así que Bujold...
(Risas)
Saluden a Bujold.
(Risas)
Bujold se usó considerablemente
en el World Trade Center
para verificar las torres No. 1, 2 y 4.
Escaló escombros, hizo rappel,
se adentró en los huecos.
Para ver el World Trade Center desde
el punto de vista Bujold, miren esto.
Hablamos de desastres donde una
persona o un perro no podrían acudir
y que está en llamas.
La única esperanza de llegar a un
superviviente enterrado en el sótano,
es a través de cosas que están en llamas.
Hacía tanto calor,
que en uno de los robots,
las orugas empezaron
a derretirse y caerse.
Los robots no sustituyen
a las personas o a los perros,
o a los colibríes, halcones o delfines.
Ellos hacen otras cosas nuevas.
Ayudan a los rescatadores, a los
expertos, de maneras innovadoras.
El mayor problema no es poder hacer
robots más pequeños, sin embargo.
No es hacerlos más resistentes al calor.
No es hacer más sensores.
El mayor problema son los datos,
la parte informática,
porque estas personas necesitan los datos
correctos en el momento adecuado.
Así que ¿no sería fantástico
si pudiéramos proveer a los expertos
acceso inmediato a los robots
sin tener que perder tiempo
desplazandonos al sitio,
así que quien sea que está ahí,
use los robots a través de la Internet?
Bueno, pensemos en eso.
Piensen en el descarrilamiento de un tren
de productos químicos en una zona rural.
¿Cuáles son las probabilidades de que
los expertos, el ingeniero químico,
los ingenieros de transporte ferroviario,
sepan manipular vehículos no tripulados
en esa región en particular?
Probablemente cero.
Así que estamos usando
este tipo de interfaces
que permiten a la gente usar los robots
sin saber qué robot están usando,
o incluso si están
usando un robot o no.
Lo robots ofrecen datos
a los expertos.
El problema es: ¿quién obtiene
qué datos y cuándo?
Una respuesta sería enviar toda
la información a todo el mundo
y dejarles a ellos que decidan.
Pero el problema con eso
es que sobrecarga la red
y, peor aún, sobrecarga
las capacidades cognitivas
de cada una de las personas que tratan
de obtener ese detalle de información
que necesitan para tomar la decisión
que marcará la diferencia.
Así que tenemos que pensar
en ese tipo de desafíos.
Es la información.
Volviendo al World Trade Center,
tratamos de resolver ese problema
grabando los datos emitidos de Bujold
solo cuando se adentró
entre los escombros,
porque eso es lo que el equipo
USAR dijo que quería.
Lo que no sabíamos en ese momento
era que los ingenieros civiles
habrían querido y necesitado
los datos mientras grabamos
las cajas viga, los números de serie,
las ubicaciones, mientras
nos desplazamos entre los escombros.
Hemos perdido datos valiosos.
Así que el reto es conseguir
todos los datos
y hacerlos llegar
a las personas adecuadas.
Hay otra razón.
Hemos aprendido que algunos edificios,
como escuelas, hospitales, ayuntamientos,
son inspeccionados cuatro veces
por diferentes agencias
a largo de las etapas de rescate.
Ahora contemplamos la posibilidad
de compartir los datos de los robots,
no solo para poder acortar
esta secuencia de etapas,
para acortar el tiempo de reacción,
sino también para empezar
a dar respuestas en paralelo.
Todo el mundo puede ver los datos.
Podemos acortarlo de esa manera.
En realidad, "la robótica del
desastre" no es un nombre apropiado.
No se trata de robots.
Se trata de datos.
(Aplausos)
Así que mi reto para Uds.:
la próxima vez que oigan
hablar de un desastre,
busquen a los robots.
pueden estar bajo tierra,
pueden estar bajo el agua,
pueden estar en el cielo,
pero deberían estar allí.
Busquen a los robots,
porque los robots vienen al rescate.
(Aplausos)