Mamá, Papá, Tío, tía, Abuelo, abuela: Necesitamos hablar. Tal vez no hayas crecido con personas que son negras. Pero yo si. Estas personas son una parte fundamental de mi vida: Son mis amigos, mis compañeros de cuarto, mis compañeros de clases y de equipo, mi familia. Hoy tengo miedo por ellos. Este año, la policía de Estados Unidos ha matado a más de 500 personas. El 25% fueron personas negras aunque sólo constituyen el 13% de la población. Esta semana, dos policías mataron a un hombre llamado Alton Sterling mientras que vendía CDs en la calle. Al día siguiente en Minnesota, un policía disparó y mató a un hombre negro llamado Philando Castile que estaba en su auto durante un control de tránsito mientras que su novia y su hija de cuatro años observaban. Sorprendentemente, no hay consecuencias por haber terminado con estas vidas. Esta es en la terrible realidad en la que viven mis amigos cercanos. Incluso al escuchar los peligros que enfrentan las personas de color nuestro instinto es señalar las formas en las que somos diferentes para protegernos de su realidad en lugar de sentir empatía. Cuando un policía dispara a alguien negro podrías pensar que es culpa de la víctima porque ves muchas imágenes de ellos en los medios como matones y criminales. Después de todo, podrías decir, logramos llegar a este país y construir buenas vidas a pesar de la discriminación, entonces, ¿por qué ellos no pueden? Quiero compartir mi forma de ver las cosas Es verdad que sufrimos discriminación por ser asiáticos en este país. A veces las personas son groseras debido a nuestros acentos o nos niegan asensos porque no creen que podamos ser líderes. A algunos nos dicen que somos terroristas pero en general no piensan "criminal peligroso" cuando nos ven caminando por la calle. La policía no dispara a nuestros niños y padres por el sólo hecho de existir. Este no es el caso de nuestros amigos de color. Muchas personas negras llegaron aquí como esclavos en contra de su voluntad. Durante siglos sus comunidades, familias y cuerpos se explotaron por ganancias. Incluso después de la esclavitud tuvieron que reconstruir sus vidas ellos mismos sin ayuda institucional, sin poder votar o ser dueños de sus hogares y bajo amenaza de violencia constante, que continúa hasta el día de hoy. Al luchar por sus derechos, los activistas negros han creado oportunidades no solo para ellos sino para nosotros también. Los han golpeado, encarcelado e incluso asesinados al luchar los derechos que los asiáticos americanos disfrutan hoy. Les debemos tanto a cambio. Todos estamos luchando contra el mismo sistema injusto que prefiere la competencia entre nosotros. Cuando alguien está caminando a casa y lo dispara un protector de la paz jurado -incluso su si apellido es Liang- eso es un ataque hacia todos nosotros y hacia nuestras esperanzas de igualdad y justicia bajo la ley. Por todos los motivos que apoyo el movimiento "Las vidas negras importan". Parte de ese apoyo significa hablar cuando veo personas en mi propia comunidad o incluso en mi familia decir o hacer cosas que perjudican la humanidad de las personas negras en este país. Les digo esto con amor porque no quiero que esta situación nos separe. Les pido que traten de empatizar con el enojo y dolor de los padres, madres y niños que perdieron a alguien a causa de la violencia policial. Que se sientan identificados con mi enojo y dolor. Que me apoyen si decido hablar y protestar. Que compartan esta carta con sus amigos y alentarlos a ser empáticos también. Como su hijo, estoy orgulloso y eternamente agradecido de que hayan tomado el camino largo y difícil hacia este país, de que hayan vivido durante décadas en un lugar que no siempre les fue amable. Nunca desearon que sus luchas sean las mías, en cambio, han sufrido en un país con prejuicios para acercarme al sueño americano. Pero espero que puedan considerar esto: El sueño americano no puede existir sólo para sus hijos. Estamos en esto juntos y no podremos estar seguros hasta que todos nuestros amigos, seres amados y vecinos estén a salvo. El sueño americano que estamos buscando es un lugar en el que todos pueden vivir sin miedo a la violencia policial. Este es el futuro que quiero y uno que espero que ustedes quieran también. Con amor y esperanza, Sus hijos