En los últimos meses, he estado
viajando durante semanas
con solo una maleta de ropa.
Un día, me invitaron
a un evento importante,
y quería ponerme algo especial.
Miré en la maleta
y no encontré nada que ponerme.
Tuve la suerte de estar en una
conferencia de tecnología ese día,
y tenía acceso a impresoras 3D.
Rápidamente diseñé una falda
en mi computadora,
cargué el modelo en la impresora,
e imprimí las partes durante la noche.
A la mañana siguiente,
ensamblé todas las piezas
en la habitación del hotel,
y es la falda que estoy usando ahora.
(Aplausos)
Pero no fue la primera vez
que imprimí ropa.
Para mi colección principal
en la escuela de diseño de moda,
decidí imprimir en 3D una colección
de moda desde mi casa.
El problema es que no conocía mucho
la impresión 3D,
y tenía solo 9 meses para averiguar
cómo imprimir 5 looks de moda.
Siempre me siento más creativa
cuando trabajo desde casa.
Me encanta experimentar
con nuevos materiales
y siempre trato de desarrollar
nuevas técnicas
para confeccionar los textiles
más singulares en mis proyectos.
Me encantaba ir a viejas fábricas
y tiendas extrañas
a buscar sobras de polvos
y materiales extraños,
para luego llevarlos a casa
y experimentar.
Como pueden imaginar,
a mis compañeros de dormitorio
no les gustó en absoluto.
(Risas)
Así que decidí seguir adelante
y trabajar con grandes máquinas,
que no encajaban en mi sala de estar.
Me encanta el trabajo a medida
y exacto que puedo hacer
con todo tipo de tecnologías de la moda,
como las máquinas de tejer y corte
por láser e impresión de seda.
En un receso de verano, vine aquí
a Nueva York para una pasantía
en una casa de moda en el barrio chino.
Trabajamos en dos vestidos increíbles
que fueron impresos en 3D.
Eran increíbles...
como pueden ver aquí.
Pero tuve algunos problemas con ellos.
Estaban hechas de plástico duro
y por eso que eran muy frágiles.
Las modelos no podían lucirlos,
e incluso se rayaron con
los plásticos bajo el brazo.
Con la impresión 3D, los diseñadores
tenían mucha libertad
para hacer que los vestidos
tuvieran el aspecto que querían,
pero aun así, dependían mucho de
impresoras industriales grandes y caras
ubicadas en un laboratorio
lejos del estudio.
Más tarde ese año, un amigo
me dio un collar impreso en 3D,
hecho con una impresora hogareña.
Sabía que estas impresoras
eran mucho más económicas
y mucho más accesible que
las que usamos en mi pasantía.
Por eso al ver el collar
pensé: "¿Y si puedo imprimir
un collar desde casa,
por qué no imprimir mi ropa
desde casa también?".
Me gustó mucho la idea de
no tener que ir al mercado
y elegir las telas que
otra persona decidió vender...
Podría diseñarlos e imprimirlos
directamente desde casa.
Encontré un pequeño espacio maker,
donde aprendí todo lo que sé
sobre impresión 3D.
De inmediato, literalmente
me dieron la llave del laboratorio,
para poder experimentar en la noche,
todas las noches.
El principal desafío era encontrar
el filamento adecuado para imprimir ropa.
¿Qué es el filamento?
El filamento es el material
que alimenta la impresora.
Pasé como un mes
experimentando con PLA,
un material duro y áspero,
que se rompe.
Progresé mucho al conocer el Filaflex,
un nuevo tipo de filamento.
Es fuerte, pero muy flexible.
Con eso pude imprimir
la primera prenda de vestir,
la chaqueta roja que tenía
la palabra "Liberté"
--"Libertad", en francés--
la tenía incrustada.
Elegí esta palabra porque
me sentía libre y con poder
por el hecho de diseñar
una prenda desde casa
y poder imprimirla por mi cuenta.
De hecho, Uds. pueden descargar
fácilmente esta chaqueta,
y cambiarle fácilmente
esa palabra por otra cosa.
Por ejemplo, su nombre
o el nombre de su amor.
(Risas)
Las placas de impresión son pequeñas,
así que tuve que ensamblar las piezas,
como en un rompecabezas.
Y yo quería resolver otro desafío.
Quería imprimir textiles
que pudiera usar como tejidos normales.
Fue cuando encontré
el archivo de código abierto
de un arquitecto que diseñó
un patrón que me encanta.
Y con ese patrón pude imprimir
un hermoso textil
que usaría como un tejido normal.
En realidad, incluso se parece
un poco al encaje.
Así que tomé su archivo, lo modifiqué,
lo cambié, jugué un poco,
hice muchas versiones.
Y tenía que imprimir otras 1500 horas
para terminar de imprimir mi colección.
Así que llevé 6 impresoras a casa
e imprimí 24x7.
Es un proceso realmente muy lento,
pero recordemos que Internet era
muchísimo más lenta hace 20 años,
así que la impresión 3D se acelerará
y, en poco tiempo, podremos imprimir
una camiseta en casa
en un par de horas o incluso en minutos.
Por eso muchachos,
¿quieren ver cómo queda?
Público: ¡Sí!
(Aplausos)
Danit Peleg: Rebecca lleva
uno de mis 5 trajes.
Casi todo lo que lleva puesto,
lo imprimí en casa.
Hasta sus zapatos están impresos.
Público: ¡Guau!
Público: ¡Genial!
(Aplausos)
Danit Peleg: Gracias, Rebecca.
(Al público) Gracias muchachos.
Creo que en el futuro,
los materiales evolucionarán,
tendrán la textura
de los tejidos actuales,
como el algodón y la seda.
Imaginen ropa personalizada que
se ajuste exactamente a sus medidas.
La música alguna vez
fue algo muy físico.
Uno tenía que ir a la tienda
de discos a comprar CDs,
pero hoy uno puede bajarse la música,
música digital,
directamente al teléfono.
La moda también es algo muy físico.
Y me pregunto qué aspecto
tendrá nuestro mundo
cuando la ropa sea digital,
como lo es esta falda.
Muchas gracias.
(Aplausos)
[Gracias]
(Aplausos)