Una de cada cinco mujeres
tendrá cáncer
en el transcurso de su vida.
Eso hace 160 mujeres
en esta sala.
Al resto,
la enfermedad le afectará,
aunque sea de forma indirecta.
Es una tragedia,
pero, y ¿si fuera también
una parte de la solución?
Cuando caí enferma
mis hermanas de sangre y de corazón
se organizaron
para que nunca fuera sola
a mis sesiones de quimioterapia.
Han corrido, cocinado,
escrito, llamado...
Todas han mostrado
una increíble energía
para hacerme compañía.
Esta energía, esta necesidad
de ser útiles,
de ser solidarios,
la sentimos también intensamente
quienes hemos padecido esta enfermedad.
Una de cada cinco mujeres
y sus hermanas de sangre y corazón
representan muchas mujeres que tienen
cuentas que ajustar con el cáncer
y una buena dosis de energía
para hacerlo.
También contamos con investigadores
que hacen un excelente trabajo.
En la actualidad, el cáncer se cura
en uno de cada dos casos.
En los 90, no era apenas
uno de cada tres.
Lo que muy pocos saben,
y que me ha explicado
el Dr. Fabien Reyal,
investigador del Instituto Curie
y, ahora, mi socio,
es que los investigadores
nos necesitan
para participar en
sus estudios clínicos.
Nos necesitan a nosotros,
hayamos estado o no enfermos.
Y hasta encontrarnos pierden
un tiempo muy valioso,
buscándonos en consultas,
en las salas de espera,
incluso en las guías telefónicas.
Para ellos, reclutar voluntarios
lleva mucho tiempo,
mucho esfuerzo
y mucho trabajo.
Es por eso que hemos creado
la asociación Centinelas.
Se trata de un sitio web
en el que las mujeres pueden inscribirse,
facilitando su dirección de email.
Y nosotros les informamos
cada vez que un investigador
necesita voluntarios que participen
en su estudio clínico.
Estamos desde hace un año
y ya contamos con 6800 mujeres
a las que se les ha pedido participar
en 4 proyectos de investigación.
Esto no es más que el principio.
Queremos contar
con 50 000 Centinelas
y abrir nuestras puertas
a los hombres
y a los otros países,
porque la solidaridad
y el sentido común
no conocen fronteras.
Es cierto que Centinelas
es un juego de palabras,
pero es mucho más que eso.
El cáncer es una guerra atroz
Solos, podemos ganar batallas
pero no podemos ganar una guerra.
Para ganar una guerra,
hace falta un ejército.
En esta sala,
hay 1600 personas que pueden
unirse a nuestro ejército.
Uds. son 1600 razones más
para tener esperanza.
Gracias.
(Aplausos)