Algunos estarán pensando, probablemente, "Ahh... ¡tuvo cáncer! ¡Pobre tipo!" Pero la verdad es lo contrario. Le debo todo al cáncer. De hecho, sin él, ¡no estaría en TEDx! Toda mi vida fui actor y comediante, y por mucho que lo intenté - y créanme, lo intenté - jamás me presenté frente a un público tan grande. ¡Esto es increíble! (Aplausos) Gracias. ¡Es increíble! Lo que le llevó a Jerry Seinfeld 20 años de arduo trabajo, yo lo logré en solo un mes de haber perdido mi salud. (Risas) Hoy me gustaría hablar con Uds. acerca de una de las más grandes crisis de mi vida: el cáncer, el cual superé mediante el humor. Porque en verdad creo que hay una gran diferencia, entre ser una persona enferma y una persona con una enfermedad, así como creo que no hay una separación entre el cuerpo y el alma. Ahora, soy consciente de que la palabra "cáncer" es difícil para algunas personas. Así que, con su permiso, desde ahora lo voy a llamar... "Simón". Si hay alguien aquí con ese nombre, por favor no lo tome personal. (Risas) Han pasado casi cuatro años desde que fui curado, y debo decir que tengo suerte de estar aquí, ¡mucha suerte! Con todos los tratamientos que pasé: trasplante de médula ósea, tomografías, radiología... Mi cuerpo está actualmente lleno de radiación. Permitan que les dé un ejemplo. Mmm... Disculpe, señorita. ¿Me da su teléfono celular, por favor? Gracias. Noté que su batería está casi vacía. Ahora, no se preocupe. Aquí tiene, ahora está cargada. (Risas) Gracias, gracias. (Aplausos) Las personas me preguntan todo el tiempo, "Después de todo lo que ha pasado, ¿cómo puede reírse de eso?" Y a eso respondo, "¿Cuál es la alternativa? ¿Es mejor estar deprimido?" Después de entregar mi cuerpo y alma a los médicos, lo único que me quedaba era mi decisión sobre cómo enfrentar la situación. Simón ya estaba allí. ¿No es preferible buscar los beneficios?" Y tenía buenas razones para estar deprimido, ¡muy buenas razones! Fui diagnosticado con nivel IV. Tenía el "Simón" de niños, que, estadísticamente, ataca niños de hasta 18 años de edad, y yo lo tuve a los 31 años. Mi enfermedad comenzó como un crecimiento enorme de 20 centímetros en mi abdomen. Es algo así de grande. No necesitaba un cirujano, ¡necesitaba una partera! (Risas) Estaba aterrorizado y confundido, y decidí hacer dos cosas. Primero, tomé una cámara y grabé todo en vídeo. Y segundo, intenté reír tanto como fuese posible. Y mi decisión de tomar el control de la situación, me ayudó a sobrellevar el trauma. Y después de cuatro meses de enfermedad, me sentí realmente genial. Incluso se notaba después del tratamiento, conforme los tumores disminuían. Me sentí vivo de nuevo, realmente vivo. Y para asegurarme de que no era tan solo una ilusión, fui a ver a mi oncólogo. (Vídeo) (Hebreo) Oncólogo: Como les dije, hice el examen con el radiólogo en quien confío, y lo comparamos con el disco que trajiste, con los dos discos que trajiste, después de la cirugía y antes del tratamiento, y, en efecto, hay una mejoría muy impresionante. Eyal Eltawil: Bueno, eso es estupendo. Oncólogo: Es bueno. Lo que no es bueno es que ahora, al comparar los discos, vemos que hay más que las tres masas de las que hablamos inicialmente. Vemos que en la cintura hay una lesión, de tal vez 1,5 o 2 cm de largo. En la pared del estómago hay un tipo de lesión, y en dos lugares más, en la grasa del estómago, adentro del estómago hay grasa, hay dos lesiones más. Más o menos cuatro lesiones, que no se veían en la tomografía. Cuando buscamos ahora en la tomografía, podemos verlas. EE: ¿Qué significa eso? Oncólogo: Significa, mmm... EE: Que no se ve bien... para decirlo delicadamente. Oncólogo: Convierte la enfermedad en metastásica. Ya no son los porcentajes que te di en un inicio. (Fin del video) EE: Esa fue la peor experiencia de mi vida. Traten de imaginar la situación: en un momento me está diciendo que hay una gran mejoría. Estaba en la cima del mundo. Estaba seguro de que me iba a curar. Un segundo después, me está diciendo que hay metástasis, que Simón se ha extendido. Me di cuenta de que había una gran posibilidad de morir. Y comencé a preguntarme, "¿Por qué? ¿Por qué me está sucediendo a mí? ¿Por qué merezco esto?" Estaba devastado. Regresé a casa y no me levanté de la cama por una semana. En este preciso momento, si no hubiese juntado todas mis fuerzas para esforzarme por reír, estoy seguro de que hoy no estaría aquí con Uds. Aún en el peor de mis momentos, hice lo posible por ver todo con humor, porque el humor mantiene tu alma, y da esperanza. También permite reír más seguido... Esto es muy importante. Cuando reímos, el cerebro libera endorfinas, que modifican la química del cuerpo. Así que, incluso si sabemos que nos estamos mintiendo a nosotros mismos, físicamente, nos estamos curando a nosotros mismos. El humor y la risa son la combinación ganadora. El humor es una forma de ver la vida, y la risa es la catarsis. Lo que hizo difícil reír para mí, fueron las personas que acababan de escuchar acerca de mi Simón, y tenían una sola idea en su mente: ¡muerte! Por ejemplo, mi amigo me dijo, "Después de escuchar sobre tu situación, saqué todas las fotos que tomamos juntos, y recordé que solías ser un tipo muy gracioso, y lleno de energía, de pasión por la vida". Me quedé como, "Hombre, sigo aquí, ¿sí? ¡Estoy vivo!" (Risas) Si Simón no te mata, tus amigos lo harán. (Risas) Incluso los médicos me estresaban. Justo antes de mi operación, el cirujano salió a decirme, "Ésta va a ser una larga operación, ¡muy larga!" "¿Por qué me está diciendo esto? ¡Voy a estar dormido!" "Está bien, muchas gracias por la información, doctor. ¡Traeré un libro!" (Risas) "Tomará siete horas y es muy complicado, ¡muy complicado!" "Ah, ¿complicado? Está bien. Si me necesita, solo despiérteme". (Risas) "¡Estoy aquí para ayudar!" Muchas, muchas gracias. (Aplausos) Hubiera hecho lo que sea por sobrevivir. Realmente lo que sea. Estaba desesperado y comencé a pedir consejo a las personas. Escuchen, tengan cuidado al escuchar consejos, ¿está bien? (Risas) En verdad, hay personas con buenas intenciones, pero... Les contaré al respecto. Cuando acababa de enfermar, una mujer joven y sana me dijo: "Escucha, pon cúrcuma en todo lo que comas". Yo pregunté, "¿cúrcuma?" Ella dijo: "Sí, cúrcuma, es un condimento y es un remedio contra Simón". Desde ese momento, puse cúrcuma en todo aquello que entraba a mi boca. Un mes después, fui a ver a una doctora naturópata, y me dijo: "Puedes comer todo lo que quieras, ¡excepto cúrcuma! Activa el tipo de Simón que tienes". Y yo pensé, "¿Ahora me lo dice? Tengo una fábrica de cúrcuma en el estómago". (Risas) Pero, a pesar de todo lo que viví, encontré beneficios de tener a Simón. ¿Suena ridículo? ¿Sí? Mencionaré algunos. Primero, marihuana medicinal. ¡Guau! ¡Guau! (Risas) (Aplausos) Jamás creí que podría tener tantos amigos. (Risas) Hasta mi abuela me llamaba a medianoche. Segundo, soy mucho, mucho más liviano actualmente. (Risas) Mucho más liviano. Porque removieron muchas partes de mi cuerpo. (Risas) Mi bazo, la mitad de mi páncreas, la cubierta de mi estómago. Concisamente, me dejaron con el estómago y el recto. (Risas) Por lo tanto, no hay posibilidad de que tenga Simón otra vez. No tiene de dónde agarrarse. Tercero, y el más importante: la familia y los amigos. (Video) (Música) (Hebreo) Visitante: Yo sé que vas a ganar. Sé que dentro de 10 años nos vamos a reír de esto. Amigo: Dame un poco de quimioterapia también, para que ellos dejen de hablar de estas cosas. (Risas) (Cantando) El siguiente año, nos sentaremos en el pórtico, y contaremos a las aves que emigran. (Ave llorando) (Video termina) (Aplausos) EE: Gracias. Es increíble, realmente. Cuando tienes a Simón, todos están allí para apoyarte. Familia y amigos, trabajan para ti, te ayudan, 24/7. Pagan por todo. Básicamente se convierten en nuestros esclavos. Saben, algunas veces pensé en rendirme, pero con tantas personas invirtiendo en mí, morir no hubiera sido políticamente correcto. (Risas) Aunque, aquí está la desventaja, a esta específica ventaja. Cuando finalmente recibí una boleta limpia de salud, todos los mimos y la atención se detuvieron. Todos regresaron a sus vidas, y no se enfocaban en lo más importante, ¡yo! ¡Hola! ¡Todavía tengo efectos secundarios! (Risas) Así que, sí, estoy sano; y sí, estoy vivo. Pero esa no es la victoria real. La victoria real es que viví cada día con humor. Incluso si hubiese muerto, habría ganado porque hubiese muerto riendo. Gracias. Muchas gracias. (Aplausos) Quiero llevarlos al momento en que me enteré de que estaba curado. (Vídeo) (Hebreo) Oncólogo: ... incapaz de detectar absorción patológica sospechosa. EE: ¿Quiere decir que está todo limpio? Oncólogo: Sí. Cambios postoperatorios en retracción, pancreatectomía parcial. EE: Pero, por ahora, estamos bien. Oncólogo: Sí. Se ve excelente. Se ve excelente. ¿Quiere una copia? EE: Vencimos al sistema, amigo. Estoy limpio. ¿Puedes comprender eso? Claramente vencimos al sistema, amigo. Honestamente no sé qué decir ahora. Quiero decir... ¿qué hago ahora? Todo lo que necesitas es reír. (Aplausos) (Termina el video) EE: Gracias, muchas gracias. Así que, esto es lo que estoy haciendo ahora. Me mantuve vivo para decirles y comunicar al mundo que el humor me ayudó a vencer a Simón. Realmente creo que Simón no es diferente a nuestros obstáculos diarios. Todos son solo pequeños Simones, y depende de nosotros el cómo respondemos a ellos. Y no necesitan ser comediantes, o actores para hacer eso. Lo único que necesitan hacer... es cambiar la actitud. Gracias. (Aplausos) (Hurras)