Sí, en 2008 descubrí el secreto de la felicidad. Y por eso estoy aquí. Pero antes de descubrirlo, en realidad estaba deprimida. Me sentía increíblemente... como si la vida fuese una noria. Me daba igual la vida. Como si no hubiera razón para que nos casáramos, tener un par de hijos, comprar una casa, y no sé, envejecer y morir. Suena un poco dramático porque lo soy, pero así me sentía. Y estuve luchando para disfrutar mi vida en cualquier manera. Tenía 2 niños sanos, una pareja encantadora, pero simplemente no sentía nada por mi vida. Tenía que ver conmigo, porque no estaba siendo una buena madre o una buena pareja, y quería ser esas cosas; así que fui y encontré una monja. Había oído de esta mujer que estaba curando a gente con algo de asesoramiento y en una dirección espiritual, algo así. No soy católica, pero quería una nueva perspectiva. Y ella me dio eso. Me senté con ella y sugerí cosas de por qué podría ser tan infeliz. Ella me escuchó con paciencia y entonces me dijo: "¿Sabes? Creo que el secreto de la felicidad es reflexión y gratitud". Y en ese momento, pensé: "Esto es un poco decepcionante". ¿Qué significa eso en mi vida? Y sí, estoy muy agradecida por tener unos hijos sanos. En mi cabeza sé que esas son cosas buenas que tengo, y debería estar agradecida. Pero, ¿qué pasa con esta sensación? No siento nada por ello. Así que ella me ayudó y me dijo: "Hailey, quiero que hagas un proyecto de 10 días, simplemente toma 10 minutos cada día, reflexiona sobre el día, piensa en tus conversaciones. Desayunaste, ¿qué hiciste después? Y entonces mira a ver si hay algo que te haga pensar que estás agradecida por ello. No lo que deberías, sino lo que sientes". Así que tomé su consejo y lo hice. Y algo genial estalló dentro de mí porque empecé a ver cosas que no habría visto de otra manera. Y no eras las cosas que piensas. Ese proyecto fue genial, pero supe que necesitaba algo más. Necesitaba mucho más de eso. Así que, como una fotógrafa, decidí que iba a tomar una foto al día. durante todo el año, de algo que me hiciera sentir agradecida, cada día. Y compré suficientes carretes de Polaroid para hacer un proyecto de un año. Y así es como se veía al principio. Esa no. Retrocedamos una. Eran cosas como el color verde. Las mil millones de sombras diferentes de verde que hay ahí. Un día de repente me impactó. Era mi hija pequeña ayudándome a bajar un escalón. Ella tiene 3 años, y decía: "Te ayudaré a bajar". Es adorable. Y cosas como el dinero en el contador cuando no tienes dinero en tu cartera. ¡Es genial! Es un regalo. Y empecé a ver cosas como días de lluvia, significaban que iba a usar mi paraguas. Y tortitas los domingos por la mañana. Eran tan buenas, no me dio tiempo a fotografiarlas. Perdón. Pero están ahí. Y, hermosos amigos casándose. Pequeños y preciosos, pequeños momentos especiales durante cada día que me hicieron disfrutar de mi día. De hecho, a lo largo del proyecto aprendí muchas cosas --perdón sigo haciéndolo 2 veces-- y probablemente la mayor cosa que aprendí fue cómo mis expectativas de otra gente no me dejaban apreciar realmente quiénes eran. Mi marido que está aquí, y lo voy a decir: no es muy romántico. Eso es lo que pensaba. Simplemente no pensé que era muy... no me llevó a muchas citas, no me compró muchas flores, y todas las cosas que en mi cabeza un marido debería hacer. Y este día que no hice mi foto de agradecimiento del día, estaba analizando mi vida, básicamente: "¿Por qué estoy agradecida hoy?" Mirando alrededor de la casa, ví a mi marido poniendo la cena. Y por el rabillo del ojo, vi que había puesto el trozo de tarta más grande en mi plato. El mejor trozo de tarta en mi plato. Y pensé: ¡guau! No lo habría visto si no hubiera mirado. Y él hacía eso a diario, de hecho. Él me llenaba a mí primero. Pero yo no lo veía porque no estaba mirando. Me cambió completamente la forma de ver a la gente, sobre todo a él. Y a lo largo del proyecto él continuó haciendo cosas maravillosas sin ni siquiera pensarlo. Cada día que conducía a algún lugar, me tomaba de las manos mientras conducía. Cantaba a nuestras niñas con un ukelele para que durmieran. Y si llamaba quejándome un día, mientras él estaba trabajando: "Hace mucho calor en casa, no tenemos aire acondicionado", él venía con un helado. Y eso me hizo reevaluar nuestra relación y mis expectativas, y me abrió los ojos acerca de quién era él. De hecho, al final del proyecto alguien nos entrevistó. Y preguntaron a Andrew: "¿Qué notaste diferente en tu relación con Hailey?" Y dijo: "Siento que ahora soy suficiente para ella". Y me impactó mucho, estábamos casados desde hacía 8 años en ese momento, y estaba tan triste de que hubiera tardado 8 años en verle. En ver todas esas cosas maravillosas que hacía por mí cada día. Pero me encanta que al final lo vi, estoy encantada con este proyecto. La otra cosa que noté fue la naturaleza. Fue muy inesperado. Pero la naturaleza me habló, mucho. El color rojo que brillaba de forma diferente si el sol lo iluminaba; cuando mi hija metía flores preciosas en mi bolso; o menta, el aroma de la menta es genial. Es hermoso. Todas las veces que las hierbas bailan cuando pasas al lado con el coche. El viento las sopla. O los diente de león; me gusta tener por todas partes en mi jardín. Creo que son hermosas. Y todas estas pequeñas cosas empezaron a hacerme sentir que era afortunada. Tengo mucha suerte de estar aquí, de ver esos pequeños regalos. Un escarabajo se posó en la camiseta de mi hija un día en un aparcamiento. Pueden ver que ella estaba absolutamente emocionada por ello. Pero yo estaba asombrada, tenía ese escarabajo. Era como una joya. Fue genial, estuvo ahí lo suficiente como para darme tiempo a hacer una foto, y ella decía: "¡Quítamelo, quítamelo!" Y yo: "No te muevas". Otra cosa que aprendí fue acerca de ser padres. Sentí realmente que este era el trabajo más aburrido que jamás tendría. Era largo, había mucha comida, muchos pañales, y cosas que eran aburridas como lavar platos, y la gente decía siempre: "¿Qué has hecho hoy?" Y yo decía, "No me preguntes". Pero este proyecto me enseñó el placer y el honor que era estar en su compañía. Estar con ellos, así como ellos me ofrecían tomarme de la mano. Cantábamos tan alto en el coche mientras conducíamos como si fuéramos latas de caramelos. (Risas) Perdiendo sus dientes frontales. Es un privilegio para mí el compartir ese momento con ellos. Y empecé a ver eso justo cuando estaba con ellos. Estoy tan agradecida de que, mientras ellas eran aún pequeñas, vi qué regalo era ese. Una de las cosas asombrosas de este proyecto es que se propagó como un fuego salvaje. Escribí un artículo para una revista, y estaba en Internet, y unos pocos empezaron a escribir y a contarme sus propias historias con sus proyectos de agradecimiento. Ha sido un honor tener eso. Esa persona en particular se llama Amy Guill. Nos hicimos buenas amigas. Pero, un día ella me escribió un email, no mucho más tarde de haber dado a luz a sus gemelas. Y una de ellas, 24 días más tarde falleció por complicaciones del corazón. Me gustaría leerles un fragmento de la carta que me envió. Y Amy sabe que la estoy leyendo. "Los días posteriores fueron muy duros. Tuve que levantarme y seguir adelante por Anabella, que tenía 3 años, y Penny, que me necesitaba. Estaba muy perdida. Era divertido, sin embargo, porque, por alguna razón, tu artículo volvía a mí. Buscaba la revista, y volvía a leerlo de nuevo. Miré tu página web. Decidí que así era como yo iba a salir a delante, en lugar de mirar a lo que había perdido, iba a centrarme en lo que había ganado. Agradecer por haber tenido a Rosie en nuestras vidas incluso por poco tiempo. En sus 24 días, me enseñó más que lo que había aprendido en mi vida entera. Estaba agradecida por la oportunidad de tomarla, alimentarla, bañarla, y decirle que le quería. Nunca más daré las cosas por sentadas en mi vida. La vida es muy corta, y he decidido que cada día contaré mis bendiciones y así, mi proyecto de agradecimiento "Cuenta tus bendiciones" comienza. He tomado 73 fotos de bendiciones, y estoy agradecida por ellas. El proyecto me ha acompañado en un tiempo muy complicado. Sí, aún tengo mis momentos de tristeza, pero tengo muchos momentos de alegría. He elegido ser feliz. Y esta semana he estado mirando atrás en mi álbum y reflexionado acerca de dónde vengo. Y quiero agradecerte, Hailey, por ser una inspiración. Para ti, estoy verdaderamente agradecida. Amy". Y no puedo ni decir el honor que es ser parte de la historia de otra persona de esa manera. Amy realmente me recordó que incluso en las cosas más duras de la vida, podemos estar agradecidos, de que podemos encontrar los tesoros más asombrosos en la cosas más horribles. Uno encuentra lo que está buscando. Y en mi vida, cuando he tenido momentos difíciles y las cosas no iban bien, encontré que la gratitud me ha ayudado a aprender lo que más puedo aprender y apreciar todo lo que está ocurriendo, y encontrar el oro en el barro. Cuando miro atrás en mi proyecto y en mi vida, veo placer, y veo belleza, veo una vida por la que estoy increíblemente afortunada y agradecida. No es porque tengo una casa, no es la felicidad fuera de mí, es la de dentro de mí. Y he aprendido dónde está la felicidad, está aquí. Y a lo largo de este proyecto he podido sorprendentemente ayudar a otra gente a encontrar eso también, y eso ha sido un absoluto honor. Gracias por invitarme. (Aplausos)