EL CERCAMIENTO LA DEMOCRACIA PRESA DEL NEOLIBERALISMO Producciôn, realizaciôn, montaje Fotografía Sonido Mûsica Por orden de apariciôn INTRODUCCIÓN Se llamaban “regímenes totalitarios” en los años 30 a los regímenes de partido ûnico cuya vocaciôn era regular la totalidad de las actividades de una sociedad, ya fueran políticas, econômicas, sociales o culturales. El estado se encargaba de todo. Desafortunadamente, hemos visto ejemplos de ello en el fascismo, el nazismo y el estalinismo: sociedades totalitarias dirigidas por un partido omnipotente. En la actualidad vivimos en una democracia, pero, por un lado, constatamos que dônde había un partido ûnico, ahora hay un pensamiento ûnico, y que los defensores de este pensamiento consideran que sôlo existe una soluciôn, la que aporta el mercado, para cubrir todas las actividades de nuestra sociedad. Sea cual sea la actividad, política, econômica, social, cultural, incluso deportiva, el mercado està capacitado para regularla. Vemos cômo el mercado està penetrando en todos los intersticios de la sociedad, cual un líquido que nada olvida, que nada perdona. Por eso hoy podemos hablar de regímenes “globalitarios”, porque existe esa voluntad de imponer una soluciôn ûnica a la pluralidad de nuestros problemas. Escribí “El pensamiento ûnico” en 1995, en una época en que la mayoría de nuestros conciudadanos aûn no eran del todo conscientes de que habíamos caído en la ideología en la que estàbamos inmersos. A esa ideología, la llamaríamos hoy “neoliberal”. El neoliberalismo es una técnica econômica, o unos principios econômicos, pero, imperceptiblemente, es una cortapisa ideolôgica. Lo que intentaba destacar era eso precisamente, planteando en qué consiste al fin y al cabo, enumerando ciertos principios. En particular que la “mano invisible” del mercado soluciona problemas... No hace falta que intervenga el estado o los ciudadanos... Establecer ciertos principios como la desregulaciôn. Todo ha sido demasiado regulado, el estado està demasiado presente. Hace falta menos estado. El capital prevale sobre el trabajo, uno se decanta siempre por el capital. Hay que privatizar para que el perímetro del estado sea el menor posible, y el del sector privado el mayor posible. Hay que favorecer el librecambio porque el comercio es desarrollo. Se hacía este tipo de equivalencias. Yo procuraba demostrar que estos principios no aparecieron de repente, se elaboraron en 1944 en la conferencia de Bretton Woods que dio lugar al FMI y al Banco Mundial con el trabajo llevado a cabo por el FMI desde los años 60 y 70 dirigido a los países del Sur. El denominado “ajuste estructural”, o lo que algunos llaman el “Consenso de Washington”. Cabía reducir el presupuesto de los estados, impedir el déficit pûblico, la inflaciôn, minimizar el nûmero de funcionarios, al igual que los servicios pûblicos de sanidad o de educaciôn... El estado no podía realizar esos gastos. Muchos países del Sur sufrieron por ello. Eso es lo que yo explicaba: al sumar todos esos elementos, nos enfrentamos a una ideología. En Francia, estàbamos en vísperas de la elecciôn presidencial que tuvo lugar unos meses después, en mayo. Yyo decía que hoy por hoy, en realidad, esa ideología, ese “pensamiento ûnico”, casi un partido ûnico, era lo propuesto. Privatizaciones de la izquierda Tras la caída del telôn de acero, se presencia en Occidente una reenmarcaciôn hacia la derecha de la mayoría de los partidos de izquierdas. Desde el Partido Laborista britànico hasta el Partido Social-demôcrata alemàn (SPD) pasando por el Partido Quebequense, todos se comprometen a “reformar”, reingeniar o “modernizar” el estado, lo cual siempre se traduce con la adopciôn de políticas neoliberales. Por ejemplo en Francia desde 1997 hasta 2002 el gobierno socialista de Lionel Jospin procede a la privatizaciôn de una decena de empresas nacionales, cifra similar a las privatizaciones hechas por los gobiernos de derechas que lo precedieron o sucedieron. Pero ¿cômo logrô imponerse la ideología neoliberal en el seno de los partidos llamados “socialistas”? Y ante todo, ¿de dônde viene? ORÍGENES HUELGA GENERAL DE WINNIPEG, 1919 Cuando aparece el neoliberalismo, la configuraciôn intelectual e institucional es peculiar. Desde 1914 hasta 1945, el capitalismo sufre una crisis inaudita. Fue una crisis material. En los años 20 el capitalismo reemprende su desarrollo tras la reconstrucciôn, pero la Gran Depresiôn de los años 30 lleva al desempleo, a la quiebra y al desorden político. En un plan intelectual, el credo liberal cede el paso a reivindicaciones de planificaciôn econômica, intervencionismo y desconfianza en el “laissez faire”. Todos piden un refuerzo de la intervenciôn estatal, una economía dirigida. Eso se traduce en acciones concretas en países “dictatoriales” y en las democracias. Me refiero al plan quinquenal soviético y al “New Deal” de EE.UU., con la National Recovery Administration (NRA) u otras estructuras de ese tipo. En la Alemania nazi, es el Ministerio de la Economía Imperial, en la Italia fascista, el Ministerio de las Corporaciones... Incluso en Francia se instaura un Ministerio de la Economía Nacional, una gran novedad, con el auge del Front Populaire. MANIFESTACIÓN COMUNISTA, BERLÍN, 1929 Un aspecto del establecimiento de una red neoliberal en Francia fue la constituciôn de una editorial, Les Éditions de la Librairie de Médicis, fundada en 1937. La creô una mujer, Marie-Thérése Génin, cosa poco frecuente en este universo tan masculino. Estaba relacionada con un dirigente del sindicato patronal francés, Marcel Bourgeois, que la empujô a crear una editorial que difundiera textos de intelectuales destinados a lectores intelectuales. Las Éditions de Médicis publicaron “La Cité Libre” de Walter Lippmann que pretextô la organizaciôn del Coloquio Lippmann, al igual que algunos textos de Hayek, Rueff, Ludwig von Mises. Cerca de 40 textos entre 1937 y 1940. En esta editora se publicaron las actas del Coloquio Lippmann del Instituto Internacional de Cooperaciôn Intelectual, que ya no existe, pero que es el predecesor de la UNESCO. Ocurriô en un marco relativamente oficial. Este coloquio reunía a 26 participantes de gran importancia, visto retrospectivamente: Friedrich Hayek, futuro Premio Nobel de economía, Robert Marjolin, uno de los pilares de la construcciôn europea, los fundadores de la “economía social de mercado” alemana, Alexander Rüstow y Wilhelm Röpke, el consejero financiero de De Gaulle, Rueff y Stefan Possony, inspirador de la Guerra de las Estrellas de Reagan. Retrospectivamente porque en aquella época no se les conocía. El coloquio durô 4 días, durante los cuales se debatieron las responsabilidades del liberalismo en la Gran Depresiôn, los medios de renovaciôn del liberalismo y la construcciôn de una oposiciôn internacional al socialismo. En el Coloquio Walter Lippmann ya se descubre la vanguardia de la batalla neoliberal en gestaciôn. Entre los màs férreos oponentes al colectivismo, destacan Friedrich von Hayek y Ludwig von Mises. Hayek y Mises representan una de las tendencias del neoliberalismo, la de la escuela austriaca. Son partidarios de un liberalismo radical que otorga al estado un poder mínimo. El estado mínimo es un lema que retoman sus discípulos. Ambos tienen ideas econômicas diferentes. Los liberales a menudo hacen glosas sobre sus divergencias pero tienen varios puntos en comûn. Primero, que la ciencia econômica es sôlo parte de su obra. Mises considera que es sôlo un campo de la ciencia de la acciôn humana. Hayek se desmarcô ràpido de la economía pura para interesarse por la psicología, estudiar el cerebro, los ôrdenes políticos, el derecho... Para ellos, la economía es una disciplina de origen, pero no cubre la totalidad de las ciencias humanas. Luego, sus concepciones econômicas eran las de la escuela austriaca, una economía no-positiva: no se basa en estadísticas, en datos cifrados, sino en unos axiomas. Se toman en consideraciôn situaciones ideales “típicas” en las que se observa cômo reaccionan las personas ante las decisiones que deben tomar entre el trabajo y el ocio, dormir o enriquecerse, con metàforas del tipo “Robinson Crusoe en su isla desierta”. La tercera similitud importante para entender el movimiento neoliberal, es el concepto de trabajo intelectual y su papel en el socialismo. Hayek y Mises tienen un pensamiento muy elitista y aristocràtico, dicen que la mayoría de la humanidad no piensa. Mises escribe en “El Socialismo”: “La gran mayoría no piensa.” Piensa una minoría de intelectuales por el resto de la sociedad. Consideran que los intelectuales deben pensar para luego progresivamente contrarrestar el socialismo que inventaron otros intelectuales y difundieron a las masas. Las masas no son socialistas, las convencieron otros intelectuales. Por eso ponen a los intelectuales en el centro de los cambios sociales, políticos y econômicos. Eso les llevô a crear organizaciones como la sociedad del Mont Pélerin. La guerra suspende las actividades militantes de los neoliberales. El centro internacional de estudios para la renovaciôn del liberalismo CIRL establecido por el Coloquio Lippmann desaparece tras un año de existencia. En cuanto terminô la guerra, von Hayek tomô el relevo. Convocô a varios partidarios de la refundaciôn del liberalismo en una reuniôn decisiva para el futuro del movimiento neoliberal. La reuniôn del Mont Pélerin tuvo lugar del 1 al 10 de abril de 1947 en el Hôtel du Parc, situado cerca de Vevey, en Suiza. Su objetivo explícito era reunir a intelectuales liberales, europeos y americanos, y crear una organizaciôn internacional para promover las ideas liberales. Hayek empezô a contactar dos años antes con algunos participantes del Coloquio Lippmann y con los círculos britànicos y americanos. Les invitô a todos al Mont Pélerin, de ahí el nombre de la sociedad. Había 39 participantes en la primera reuniôn. Ahí también destacaron personalidades importantes: tres futuros Nobel de economía, Milton Friedman, George Stigler, Maurice Allais... Personalidades conocidas por sus ensayos políticos o filosôficos, Karl Popper, Bertrand de Jouvenel, y personas con influencia directa en sus países, los alemanes Wilhelm Röpke y Walter Eucken, ligados a la “economía social de mercado” alemana. Los debates se centraron en temas relativamente generales como “Cristianismo y liberalismo”, “El orden competitivo”, Las posibilidades de levantar una federaciôn econômica europea. Durô varios días. Hayek ideaba una estructura flexible de captaciôn de miembros, sin oficinas, con estatutos en el Illinois, reuniones bianuales en distintos países. Una estructura bastante inmaterial para intelectuales que piensan que el liberalismo es una doctrina de y para intelectuales. EN EL MEOLLO NEOLIBERAL LOS THINK TANKS La sociedad del Mont Pélerin no es un think tank, sino un tipo de academia para liberales. Así se instaurô una forma de divisiôn del trabajo entre esa organizaciôn que recluta sôlo a los liberales màs famosos, famosos por sus obras, y segûn las actividades nacionales de los miembros, que incluyen estructuras asociativas o del tipo think tanks. Revisten formas distintas. En Francia se creô la Asociaciôn por la Libertad Econômica y el Progreso Social en los años 60, la secciôn francesa del Mont Pélerin, a la que se unieron miembros reclutados en círculos patronales y políticos, abarcando así un reclutamiento amplio de distintos àmbitos, no sôlo el intelectual. Otro modelo, los think-tanks como siempre los hubo en el Mont Pélerin. Los màs famosos son el Institute of Economic Affairs que aparece en 1955 en Gran Bretaña o el Heritage Foundation estadounidense de 1973 ligado al partido republicano. Esos think tanks tienen asalariados, pagados para redactar apuntes, proyectos de leyes que luego distribuyen a políticos y periodistas, con la idea de concurrir a la creaciôn de una opiniôn pûblica liberal. Hoy en día hay cientos de think tanks que forman una nebulosa en la que es difícil orientarse hasta el punto de que algunos, como el Atlas Foundation, tienen el papel de promover el modelo think tanks incluso de distribuir instrucciones para crear un think tank propio. Toman formas muy distintas. Algunos grupos se centran en un autor, el Hayek Center, el Von Mises Institute, y se basan en la obra de una personalidad. También hay grupos concentrados entorno a un tema en particular: el medio ambiente, la política exterior, etc. La calidad y la potencia de estos think tanks son muy variadas. Su fuerza es su manera de conectar a intelectuales y empresarios, ademàs de ser una tendencia de los partidos conservadores. Podemos referirnos a think tanks como el Center for Policy Studies de Keith Joseph que promoviô a Thatcher y le permitiô adquirir una base para revolucionar el partido conservador en los años 70. Es una organizaciôn que se vio en un cruce entre tres àmbitos. Un think tank estrictamente intelectual con una visiôn general del liberalismo tiene poca influencia en los debates políticos. Una fracciôn de las carreras de von Mises, Hayek, se explica en parte por sus afinidades con dirigentes del sindicalismo patronal. Mises siempre ha sido asociado a la Foundation for Economic Education y al sindicalismo patronal. Hayek al llegar a Chicago recibiô financiaciôn de empresarios americanos que querían que redactara un “Camino de servidumbre” referente a América y no sôlo a Inglaterra. Estos intelectuales tenían mucho poder por haberse codeado o trabado amistad con gente influyente. Se puede ver una caràcter utôpico en la obra de Hayek, pero del lado de los poderosos, no de los necesitados. Financiados por corporaciones y grandes fortunas privadas, los think tanks neoliberales a menudo gozan de un estatus de organismo benéfico. Por lo que sus generosos donantes tienen derecho a desgravaciôn fiscal. Sin embargo, segûn la ley, los organismos benéficos no pueden dedicarse a acciones políticas. En 1989 Greenpeace vio como el gobierno canadiense le retiraba su estatus de organismo benéfico. La Agencia tributaria canadiense concluyô que la ONG no siempre actuaba por el interés pûblico que contribuía por ejemplo a “aumentar la pobreza reclamando el cierre de industrias contaminantes.” En cambio ningûn think tank neoliberal que goce del estatus de organismo benéfico ha sido nunca molestado. En su declaraciôn anual al gobierno canadiense estos institutos de investigaciôn “no partidarios” afirman solemnemente que “no intentan influir en la opiniôn pûblica u obtener la modificaciôn de una ley o de una política.” Siempre han existido think tanks de derechas, pero emergieron poderosamente a principios de los años 70. Ocurriô en el marco de una amplia reacciôn a la militancia de los años 60 que aterrorizaba a las élites porque era democratizadora, y ellas despreciaban la democracia. En realidad el ejemplo màs explícito del pensamiento de la Internacional Liberal fue un estudio muy importante de la Comisiôn Trilateral que reuniô a internacionalistas liberales europeos, estadounidenses y japoneses, tres gigantes, en 1974 y que se titulô “La crisis de la democracia”. Trataba de la excesiva democratizaciôn de los países, del “exceso de democracia”. La gente generalmente apàtica empezaba a ser activa y demandante. Eran “grupos de intereses especiales” como las mujeres, los jôvenes, los ancianos, los trabajadores, etc. Todo el mundo. A un sector corporativo sôlo no se le designaba así, porque se suponía que dirigía al mundo y al país, por lo tanto era de interés “nacional”. Pero el resto de la poblaciôn era demasiado activa. En parte el movimiento estudiantil, feminista, ecologista, etc. Esta época tuvo un efecto altamente civilizador en las sociedades. Esos cambios generaron miedo de modo que la reacciôn fue tremenda. La Comisiôn Trilateral pidiô que se moderara el entusiasmo democràtico, tanta presiôn no permitía al estado satisfacer las demandas. Las instituciones de adoctrinamiento de la juventud, que son bastante francas porque conversan entre ellas, deben ser màs directas y estrictas. La prensa està fuera de control, lo cual suena irônico, y tal vez debiera intervenir el estado. De alguna manera lo que expresaba la Internacional Liberal traducía el sentimiento general de Europa, EE.UU. y Japôn. Se hablaba de una “época de confusiôn”. Confundía mucho la popularidad de los movimientos sociales. Y hubo una reacciôn fuerte en varios frentes. De ahí el desarrollo de los think tanks de derechas que alcanzô mucha fuerza e intentô dejarle a la derecha la problemàtica, al menos ante la opiniôn pûblica. Al mismo tiempo, se incrementaban los lobbies de negocios que intentaban controlar y delimitar las legislaciones. ¿Cômo puede el mercado promover elecciôn y libertad individuales? Seminario de estudiantes del Instituto Fraser sobre políticas pûblicas con la participaciôn del Instituto Econômico de Montreal... Sàbado 10 de febrero de 2001, con el apoyo de los donantes del Instituto Fraser en Québec.” Cuando uno concede el poder coercitivo, el monopolio sobre el poder coercitivo, a una agencia a la que llamamos gobierno, siempre habrà la tendencia a hacer un uso o bien ignorante o bien de abuso de poder. Y el poder tenderà a crecer. El Instituto Fraser procura investigar y subrayar cuàles deberían ser los propios límites del gobierno y los límites de la empresa privada o de los intercambios voluntarios entre individuos. Éste es el nexo, la divisiôn, entre coerciôn y voluntariedad de que tratarà mi conferencia de hoy. También veréis las conferencias de las personas invitadas a participar hoy. ESPECIAL: CENA-PRESENTACIÓN ...de la Foundation for Economic Education en Nueva York. En su presentaciôn, ‘Saneado por el Capitalismo’, este experto en libertad explicarà cômo el alza de nuestro nivel de vida nos ha ofrecido el ‘lujo’ de preocuparnos por cuestiones como los planteamientos medioambientales planetarios.” Soy presidente de la Fundación por la educación económica sita al norte de Nueva York y fundada en 1946. Fue la primera organizaciôn mundial de tendencia liberal clàsica en favor del mercado libre. Desde entonces, otras han emergido. Desde 1946 nuestro objetivo primero es presentar al pûblico las ideas y los ideales de una sociedad liberal y descentralizada regida por las reglas de la propiedad privada y de un gobierno limitado. Lo que quiero subrayar hoy no es que el capitalismo industrial no produzca poluciôn, sino que la contaminaciôn causada por el capitalismo industrial ya sea o no considerada aguda, sea comparada... La severidad de la situaciôn actual debería ser comparada con la de la época preindustrial. Segûn los estàndares actuales, las condiciones en aquella época eran extraordinariamente sucias, insalubres y peligrosas por culpa de los contaminantes naturales a los que se confrontaban nuestros antepasados a diario poniendo sus vidas en peligro. El sistema capitalista ha eliminado gran parte de dichos peligros y ha logrado contener sus repercusiones. No trato de decir que la poluciôn no exista hoy en día, sino que la contaminaciôn actual debería ser contrastada con la que hemos tenido, apreciar el balance del capitalismo versus el... no-capitalismo. Este seminario no està financiado por el gobierno, sino por donativos privados. Es alentador ver que hay gente dispuesta a invertir dinero en sus convicciones. Opino que existen demasiados servicios como el subsidio de desempleo, la salud, la educaciôn, bajo la custodia de un monopolio, el gobierno, el ûnico productor de tales servicios. ¿Por qué no abrirlos a la libre competencia? Se podría ejercer la competiciôn en la producciôn de los servicios y nuestra preocupaciôn por los pobres se podría traducir en subvenciones que les permitieran comprar esos servicios. Digamos dividir... Separar la producciôn que quisiera que fuera privada y competitiva, de la financiaciôn, que podría ser en parte gubernamental. No me gusta hablar de mercados porque no creo que existan sin los gobiernos. Todo mercado necesita reglas de cierto nivel de coerciôn. Tampoco me gusta hablar de libertad sino de un valor en sí. Hay mucha gente que rechaza la libertad. Lo que digo es que quiero poder escoger a mis amos. Y lo que intento... plantear en mis conferencias es cômo se podría... alcanzar un sistema de gobierno que nos permita escoger al tipo de representantes, al tipo de coerciôn. Todos debemos vivir bajo coerciôn, incluso los màs fieros libertarianos. PEQUEÑO FLORILEGIO LIBERAL LIBERTARIANISMO YTEORÍA DE LAS ELECCIONES PÚBLICAS ¿Qué deben hacer los libertarianos? El libertarianismo es el descendiente de la filosofía clàsica liberal que hace hincapié en la libertad individual y sus repercusiones econômicas, el mercado libre, repercusiones políticas, el estado mínimo, una coerciôn y una regulaciôn mínimas... Vamos, de cuànto margen puede haber para que la gente haga lo que quiera y se relacione voluntariamente con otros individuos. En el plano social... està en las antípodas de las filosofías de imposiciôn de un orden social, religioso o cultural. La idea es que si los individuos son libres en un marco protector de los derechos de propiedad e individuales, cada uno debe poder relacionarse voluntariamente con terceros, lo cual lleva a cierta armonía, y no a la anarquía, a la lucha entre individuos, el capitalismo salvaje o la “competencia salvaje”. Al contrario, se trata de permitir que los individuos se relacionen pacífica y voluntariamente. ¿Neoliberal, libertario o libertariano? El libertarianismo es el descendiente del liberalismo clàsico, una filosofía elaborada en los siglos XVII y XVIII que se oponía, obviamente, a las monarquías autoritarias de aquel entonces. El liberalismo decía: En contra del poder soberano deben crecer las libertades individuales. Se desarrollô durante los siglos siguientes hasta lo que conocemos hoy, es decir, una filosofía que enfatiza el libre mercado. Los libertarianos del siglo XX se desmarcan de los liberales. La definiciôn del término “liberal” ha cambiado. En EE.UU. un liberal es màs bien lo contrario: es un socialdemôcrata o un izquierdista. En Europa se mantiene la tradiciôn francesa del término “liberal”. Pero había confusiôn. Los liberales clàsicos estadounidenses empezaron a llamarse libertarians en los años 20 y 30 para distinguirse de los liberals. La filosofía libertariana es màs coherente y radical que el liberalismo clàsico, porque quiere reducir el estado a su màs simple expresiôn incluso algunos libertarianos estàn a favor de la eliminaciôn total del estado, de la privatizaciôn de los servicios de defensa, seguridad y justicia. Redistribuir la riqueza es inmoral. Hoy en día, en una sociedad en la que el estado gasta entre el 45 y el 50 por ciento de su PIB controla sectores como la educaciôn o la sanidad, regula cosas que no controla, subvenciona a todo el mundo... Gran parte de la poblaciôn sôlo vive de la redistribuciôn del dinero. Esa gente no està produciendo bienes en un mercado libre, està recibiendo un dinero del estado que éste confiscô a los contribuyentes. Eso significa que un montôn de gente està viviendo a expensas de otros individuos. Podríamos dividir la sociedad en dos desde un punto de vista libertariano: los que producen y los que viven de los productores, como una especie de paràsitos. Aunque la palabra suene mal, es así. Querer màs responsabilidad individual y defender esto es contradictorio. Todos los que viven a expensas de los demàs son unos irresponsables. No hacen nada que requiera la demanda y viven gracias a la coerciôn estatal. El estado transfiere riquezas de un grupo a otro. Si queremos promover la libertad y la responsabilidad, no podemos aceptar tal dependencia de gran parte de la poblaciôn. La teoría de las elecciones pûblicas enuncia que la adopciôn de políticas gubernamentales no està motivada por el interés colectivo, sino por los intereses particulares de varios grupos sociales. En 1986, James M. Buchanan, el padre de esta teoría que denuncia la ineficacia del estado y defiende una limitaciôn de los gastos pûblicos, gana el Premio Nobel de economía. Los gobiernos, al contrario de la percepciôn aquí divulgada... En Québec vivimos en una cultura intervencionista. No nos damos cuenta porque nos han convencido de ello y nos parece natural, pero en realidad es una cultura intervencionista que percibe ingenuamente al estado como el instrumento que maximiza el bien comûn. Como si la inspiraciôn... Pero es sôlo un punto de vista... Una visiôn angelical del estado. No tiene nada que ver con los gobiernos reales. ¿Por qué creemos que nuestros gobiernos, democràticos, y eso es una ventaja, van a maximizar el bien comûn? No hacen nada semejante. Los gobiernos obedecen las reglas del juego que les rigen. ¿Cuàles son esas reglas? Es el proceso electoral. Ésa es su virtud. ¿Qué anuncia esto? Pues primero que a menudo asistimos a la dictadura de la mayoría. Puesto que la primera regla del juego político, aunque no la ûnica, es la mayoría, un gobierno que supo ganar las elecciones privilegiarà primero a la mayoría. Pero la mayoría crea ingresos relativamente débiles. Significa que los políticos se centraràn exclusivamente en redistribuir la riqueza en favor de esa mayoría y no en maximizar la riqueza o aumentar el crecimiento. La eficacia no es una consideraciôn importante para un gobierno. Su prioridad es redistribuir la riqueza a su electorado, a la mayoría. Así se explican los regímenes universales, esa especie de predilecciôn que la mayoría ostenta hacia los monopolios pûblicos de la salud o de la educaciôn, porque no se trata de compasiôn o de preocupaciôn por compartir la riqueza lo que inspira tal posicionamiento, sino la mayoría que quiere cobrar servicios pagados por una minoría con mayores ingresos. Eso es lo que significa. Así que es una mentira enorme afirmar que la compasiôn inspirô la salud socializada y los monopolios pûblicos de la educaciôn. Otra cosa es que la gente, es decir la mayoría, es màs bien apolítica. En economía existe lo que llamamos la “ignorancia racional”. Sería una tontería para cada uno de nosotros adquirir mucha informaciôn acerca de las políticas, informarnos sobre sus impactos en nosotros. Porque no cambia nada, somos un votante entre x millones. Por consiguiente, estar o no al tanto, votar bien o mal el resultado serà el mismo. Cada uno debe pensar que debe minimizar su esfuerzo por comprender las políticas, por informarse, y eso concuerda con los hechos. La gente no suele conocer el nombre de sus diputados, sería incapaz de designar, de explicar el sentido de una política. Es normal, saldría muy caro informarse mientras su peso en la realizaciôn de una política es nulo. Por eso la gente es apàtica, apolítica, no participa de la vida política porque no merece la pena. Sin embargo eso abre las puertas a la intervenciôn de grupos posicionados estratégicamente, grupos de interés, y es lo que explica su dominaciôn. Un organismo, pongamos el secretariado de la CSN o la Asociaciôn de Manufactureros Canadienses, que ya existen, estàn preparados para propagar y promocionar sus intereses a un coste mínimo, porque ya estàn establecidos. Eso significa que las decisiones políticas van a ser dominadas por los estrategas, los grupos organizados. Todos los grandes gobiernos del mundo, los de hoy y los de ayer, no han sido màs que unas pandillas de ladrones, asociados con el fin de saquear, conquistar y reducir a sus hermanos a la esclavitud. Y sus leyes, como las llaman, sôlo representan los acuerdos que han estimado necesario pactar para mantener su organizaciôn y actuar al unísono para desvalijar a los demàs, reducirlos a la esclavitud, asegurarle a cada uno su parte acordada de botín. Esas leyes no imponen màs deberes que los creados por los acuerdos que los granujas, los bandidos y los piratas juzgan ûtiles de firmar entre ellos.” Lysander Spooner, “Derecho natural; o la ciencia de la justicia”, 1882 Si miramos los hechos objetivamente, el estado es una instituciôn coercitiva, no puede operar si no es imponiendo por la fuerza. Por ejemplo, el estado detiene un monopolio como Hydro-Québec. Si yo decidiera producir y vender electricidad desde fuera de ese monopolio, al final, no sôlo me daràn unos cachetes por incumplir las leyes, me encarcelaràn. Si persisto en hacer algo prohibido por la reglamentaciôn del estado, el estado me violentarà físicamente si quiero ofrecer un servicio que él, que los hombres políticos prefieren monopolizar. Lo que hace el estado al robarnos la mitad de nuestro salario... A mí nadie me ha pedido la opiniôn, por eso digo que me roban la mitad del salario. Aunque digamos que democràticamente hemos elegido a unas personas que deciden por nosotros yo mantengo que la democracia es la organizaciôn “pacífica” del banditismo del estado. No voté para que me robaran la mitad del salario, pero eso le interesa a la gente que vive a expensas del estado que me quita ingresos para dàrselo a ellos. La verdadera libertad no es la democracia. Yo no soy anti-demôcrata porque prefiera un estado autoritario. Cuando uno critica la democracia, se le supone a favor de un estado autoritario. Al contrario, yo estoy a favor de un estado sin ninguna autoridad, hasta tal punto que no deba ni justificarse en base a la democracia. La libertad individual no es la libertad democràtica. Cuando democràticamente cedemos el poder de imponernos, contradecimos la libertad individual. Si somos coherentes en la defensa de la libertad individual no estamos a favor de màs democracia, es decir, de màs vías para repartir los recursos ajenos, robados a terceros. Al contrario, estamos a favor de la reducciôn del papel del estado para que los individuos tengan la libertad ya no de decidir qué zorro entrarà en el gallinero sino de decidir qué hace con sus propiedades. Punto y barra. Los incentivos incorporados en las políticas sociales son nefastos para los pobres y para la poblaciôn. Me refiero a que nosotros tenemos una economía social pûblica paralela a la economía de mercado capitalista. La ûltima es productiva y la otra se basa en el modelo de la URSS y comprende incentivos nefastos para todos. Se recompensa a los desempleados, a los que no tienen familias estables... La ayuda a las madres solteras es una manera de multiplicar nacimientos fuera del nûcleo familiar. Y se recompensa a los pobres. Es así de radical. La pobreza obedece a las mismas reglas que lo demàs: cuanto màs se subvenciona, màs hay porque la gente se acomoda a ella. Lo comprobamos con experimentos en Ontario y en EE.UU. desde hace 5 años, en los que se impusieron unos límites al acceso a los subsidios de bienestar social, lo cual redujo a la mitad la poblaciôn pobre en pocos años, porque no había dinero, cambiaron las condiciones, se imponía el trabajo y otras modalidades. Total... Pues eso... Existen métodos para animar la reinserciôn a la economía productiva. En vez de amontonarlos en viviendas sociales, en guetos, donde todos son pobres, si les diéramos cupones que les permitieran acceder a la propiedad en vez de subvencionar el paro con el seguro de desempleo... Se les subvenciona para que sean parados. Si no eres un parado, no cobras subvenciôn. Se podrían crear fondos de inversiôn de desempleo en los que todo el mundo acumulara protecciones de refugio fiscal, incluso subvencionadas, en el caso de perder su empleo, así cada uno se preocuparía por no estar en el paro porque tendría que tirar del fondo que le pertenece, cada uno sería beneficiario de sus propios ahorros. Mil ideas. Pero nuestro régimen de políticas sociales se basa una vez màs en crear una industria de la pobreza y de la dependencia que aprovecha a todos los burôcratas, funcionarios que gravitan alrededor y que suscitan dependencia, y apoyo político... Sin efectos a largo plazo. Las políticas sociales no han disminuido la pobreza. Ése es el diagnôstico final en este tema. La ayuda social es nefasta para los niños. Se observa que el crecimiento es histôrica y geogràficamente... El crecimiento de ingresos de las economías es el ûnico modo de ayudar a los pobres. Tenemos datos rigurosos sobre ello. La ûnica variable que afecta y disminuye la pobreza en uno o varios países es el crecimiento de las riquezas. Las políticas sociales no sirven de nada. Quien quiera preocuparse de la asistencia a los pobres o a los desfavorecidos debe privilegiar el crecimiento. Por consiguiente, quienes se oponen al librecambio en nombre de los países pobres y de los pobres en los países, se equivocan, cometen un error de observaciôn. Los hechos contradicen sus opciones. La mejor manera de asistirlos es abrir el mercado para que crezcan los ingresos. El ingreso de los pobres crece tan ràpido como el de los demàs cuando aumentan los ingresos. Para que crezcan los ingresos debe abrirse la economía. Màs allà de esto, màs allà de la asistencia a los pobres, existen varias medidas... No entiendo los fundamentos de la redistribuciôn de la riqueza. Los gobiernos redistribuyen mucha riqueza a favor de la clase media por ser la mayoría que determina las elecciones. Pero no tiene fundamentos morales. La ûnica justicia social, si puedo expresarlo así, es el respeto de los derechos de propiedad. Desde un punto de vista libertariano los bienes pûblicos no existen. Es un invento que justifica la intervenciôn del estado. La lôgica es que siempre hay externalidades, pongamos como ejemplo la contaminaciôn. No se produce sin generar humos, que recaen en el vecino, o sin residuos que acabaràn en los ríos... Pero ¿por qué se produce esto? Pues porque no existen derechos de propiedad, por ejemplo en el agua. Los ríos son pûblicos. A lo largo del siglo XIX se les permitía a las empresas contaminar los ríos y ha ocurrido hasta hace muy poco porque el estado controlaba el río, que era un recurso pûblico. El estado permitía a las empresas privadas contaminar los ríos. Pero digo que de haber sido privatizado el río y de haber solicitado a cada propietario su permiso para que una compañía tirase sus residuos al río, seguramente las cosas serían diferentes. Tal vez si la compañía pagara el precio de la poluciôn, si les pagara a los propietarios por contaminar sus recursos, la alocaciôn por los recursos sería muy distinta. Lo màs probable es que enfatizara otras soluciones: màs inversiôn en soluciones tecnolôgicas anti-contaminaciôn, pactos que permitieran contaminar determinados lugares pertenecientes a personas dispuestas a aceptar la poluciôn por dinero. Las prioridades de producciôn se organizarían de otra manera. Hablamos de “bienes pûblicos” que existen sôlo porque el estado distorsiona la producciôn nacionalizando bienes, hasta el medioambiente. CRÍTICAS Histôricamente el liberalismo representa un avance. Pero el liberalismo clàsico que defendía Adam Smith, fundador de la economía política, tiene bien poco que ver con lo que circula bajo la expresiôn “liberalismo” en “neoliberalismo”. No tiene casi nada que ver con el liberalismo clàsico. Histôricamente el liberalismo fue un avance porque fue una contestaciôn al absolutismo real, y una devoluciôn de sus derechos al pueblo. En nombre de dichos derechos, en el liberalismo de Locke y Smith, se reconociô el derecho a la propiedad privada, lo cual fue un avance. Pero no es absurdo pensar que incluso el anarquismo es fruto del liberalismo. El liberalismo tenía un contenido radical en su formulaciôn. Los intelectuales actuales que se dicen liberales le pondrían los pelos de punta a Adam Smith, porque no vería ninguna semejanza con lo que él defendía. Tomemos el caso de la propiedad privada. Si resulta de interacciones en cuyo seno hay corporativas transnacionales, enmarcadas en el liberalismo clàsico, resulta impensable. Es imposible pensar que unas tiranías privadas como General Motors o Bombardier puedan tener derechos, de propiedad u otros, que transciendan a los derechos humanos. Quiero clarificar que la cuestiôn relativa a los derechos de propiedad es difícil. Es importante plantearla. Las respuestas no son sencillas. Sin embargo estoy convencido de que incluso en el marco del liberalismo no caben las pràcticas actuales con actores como las transnacionales, y los derechos que se les reconocen, en el modelo del liberalismo clàsico. Debemos reflexionar sobre los derechos de propiedad. Mis opiniones son las del anarquismo clàsico: la propiedad privada de los medios de producciôn me parece aberrante. Pero quiero reconocer lo que Proudhon llamaba “posesiôn”. Es sano tener derechos de posesiôn. Pero la doctrina que circula fraudulentamente bajo el nombre “liberal” o “neoliberal” es absurda. Supongamos que en el mundo actual alguien pueda apropiarse de las cosas por los medios corrientes. Supongamos que yo lograse apropiarme por medios considerados legales de elementos esenciales para tu vida, la suya, la vida ajena. Aquella gente podría o bien morir o bien venderse a mí. Tal sociedad sería considerada justa por el neoliberalismo. Es absurdo, aberrante. No podemos contestar a tal dilema en los términos simplistas con los que estamos invitados a hacerlo. El planteamiento es difícil. No creo que podamos poseer los medios de producciôn privadamente, en cambio sí los derechos de posesiôn, las cosas que utilizamos. El término “neoliberalismo” es bastante curioso. Primero, no tiene nada de liberal y, como ya lo hemos dicho, no es nada novedoso. Son las políticas neoliberales o semejantes las que crearon el Tercer Mundo. Si nos remontàramos al siglo XVIII los principales actores econômicos mundiales eran la China y la India. Luego cambiaron. La distancia entre ricos y pobres no era tan grande como hoy. Europa creciô y se desarrollô, primero Inglaterra, luego EE.UU., Alemania, etc. Se desarrollaron violando con ultraje los principios neoliberales: Estados fuertes, intervenciones directas en la economía, etc. La India y la China fueron devastadas. Lo mismo ocurriô con los países en vías de desarrollo. ¿Cômo? Por la imposiciôn violenta de los principios de mercado. Es un hecho conocido. Los historiadores econômicos serios como Paul Bairoch subrayan que el proteccionismo e intervencionismo estatales desarrollaron a los países ricos. No lo llama “neoliberalismo”, sino “liberalizaciôn forzada” que creô el Tercer Mundo. Ya se entendiô en el siglo XVIII. Adam Smith, por ejemplo, venerado por todos, pero leído por nadie. Si lo leemos, veremos que era una persona inteligente. Acuñô la famosa “mano invisible”, pero la gente no sabe en qué contexto naciô. Él usa la expresiôn una vez en “La riqueza de las naciones”. Es una crítica de lo que llamamos el “neoliberalismo”. Se interesô por Inglaterra. Dijo: “Supongamos que los mercaderes y manufactureros que dirigen la naciôn decidieran invertir en el extranjero e importar, porque es màs rentable. Sería màs rentable para ellos, pero nefasto para Inglaterra. Sin embargo, por varios motivos, ya sea por nacionalismo, o por inseguridad, individualmente, preferiràn no hacerlo. Entonces la naciôn serà salvada por una ‘mano invisible’ de los estragos de lo que llamamos ‘neoliberalismo’.” Su intuiciôn era buena, aunque no el argumento. David Ricardo, otro gran economista, decía màs o menos lo mismo. Si tomamos su ejemplo sobre Portugal e Inglaterra, decía: “Si los capitalistas britànicos decidieran invertir en Portugal en vino y paño, sus ejemplos originales, podrían sacarle provecho, aunque socava su teoría de la ventaja comparativa, pero perjudicaría al pueblo inglés. Sin embargo, no querràn hacerlo.” Evoca varias razones psicolôgicas, patriôticas, etc. Pero la intuiciôn era buena. Ya se entendiô en el siglo XVIII y los hechos concordaron bastante. La “liberalizaciôn forzada” ha sido extremadamente nefasta. Los países ricos mismos la rechazaban. El librecambio es un concepto muy bonito, tal y como se ideô en el siglo XVIII seguramente tenía méritos. Es lôgico decir “debéis producir lo que mejor producís y al menor coste e intercambiarlo con terceros que haràn lo mismo. En vez de intentar producir en Inglaterra, cômprenlo en Portugal. Los portugueses compraràn vuestros tejidos de lana.” Ése era el ejemplo original de Ricardo. Pero los grandes teôricos del siglo XVIII jamàs habrían imaginado que el capital tendría libertad de circular, y que una compañía americana o inglesa podría invertir en la China, beneficiarse de la represiôn en la China que rechaza los sindicatos y por consiguiente ofrece salarios muy bajos, que “externaliza” todos los costes medioambientales, hace pagar a la sociedad y al planeta en general porque contamina, pero es màs barato. En vez de obtener una ventaja “comparativa”, produciendo el vino màs barato y otros el paño màs barato, se convierte en una ventaja “absoluta”, porque el capital es libre de dirigirse donde halle las mejores condiciones de beneficios. Eso es lo que tuerce el comercio y provoca que las transnacionales quieran gozar de la mayor libertad posible. Pero no se contempla que el trabajo circule, a excepciôn de los “nômadas contemporàneos”, un personal altamente cualificado, afectado por los acuerdos sobre el servicio, porque tienen derecho a circular libremente e instalarse donde quieran, al contrario del comûn de los mortales. El 17 de diciembre 1992, el presidente de EE.UU. George H. W. Bush, firma con Canadà y México el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA). 14 años después, el 26 de octubre de 2006, su hijo, George W. Bush promulga la ley del “Muro de Seguridad”. Esta ley autoriza la edificaciôn en la frontera mexicana de una doble pared de 4,5 m. de altura a lo largo de 1.200 km. Ademàs, està dotada de la ûltima tecnología en vigilancia: miradores, càmaras, sensores terrestres, drones, etc. La teoría de la ventaja comparativa habla de especializaciôn internacional y dice que las naciones deben especializarse segûn sus ventajas. Es una teoría puramente estàtica. Imaginemos una caja en la que colocamos fichas, pero sin plantearnos la forma de la caja ni su evoluciôn, si la forma de la caja puede cambiar... Es una teoría de la inmediatez. ¿Por qué no funciona? Porque el comercio internacional no es un intercambio neutro en el que los buenos indígenas comercian con los buenos conquistadores. No ha ocurrido ni ocurre nunca así. Los conquistadores llegan y los matan a todos. Luego, comercian en una segunda etapa de pacificaciôn. Pero en el comercio internacional, la matriz del comercio... El comercio no es como nos han sugerido un intercambio en el pueblo, la ciudad, la regiôn, el país, y por fin los países que intercambian. Nunca ha ocurrido así. Todo lo contrario. Empieza con el comercio internacional que sigue a los militares, la predaciôn, y luego ocurre un fenômeno de pacificaciôn hacia el interior. La teoría de la “mano invisible” es increíble. Primero se apuesta por que los hombres son malos. Es relativamente lûcido. Es decir: Vamos a apañarnos con ello. Los hombres son egoístas, codiciosos, màs bien malvados y les disgusta lo colectivo. No son solidarios, son anti-sociales y narcisistas. Hagamos que este defecto se convierta en una ventaja para la colectividad y la sociedad. Que sigan así, de su antagonismo egoísta nacerà la fortuna pûblica. Ésa es la idea de la “mano invisible”. Y cada vez que se interviene, que se intenta poner orden en este antagonismo de los egoísmos, perturbamos el sistema y empeoramos las cosas. Porque una de las grandes tesis reaccionarias es la tesis del efecto perverso. Hirschmann lo dijo y es genial: Los derechistas, reaccionarios, siempre acusaron a los izquierdistas de hacer el mal queriendo hacer el bien. Queréis ayudar a los pobres, vais a crear aûn màs pobres. La imagen màs extraordinaria es la que vi en The Economist después de la reuniôn de Seattle que muestra a gente hambrienta, del Tercer Mundo, diciendo: “He aquí las víctimas del fracaso de Seattle”. Es inmundo, peor que los anuncios de Benetton. Se basa en la idea de decir: “Os divertía prohibir la OMC. ¿Qué pasa? Habéis creado pobres, desgraciados y hambrientos.” Cuando es el sistema el que los crea, por supuesto. Y la “mano invisible” es decir: “Que siga así”. No hay remedio, el hombre es malo. Lo que puede detener la maldad de un hombre es la maldad de otro. Poned a dos malos juntos y ya se equilibraràn. Los economistas han estudiado la “mano invisible” desde 1776, ya empieza a hacer bastante tiempo. Para que funcione, los hombres deben estar separados, ser autônomos, no relacionarse, que no haya colectividad, tener solamente su propia racionalidad separada de la de los demàs, individual. Debe ser un individualismo absoluto. La segunda condiciôn es que la informaciôn sea perfecta. Saber todo lo que va a ocurrir en los siglos venideros... Segunda condiciôn... A ver, ¿cuàl era la tercera? lnformaciôn perfecta... Y en tercer lugar, que no hayan incertidumbres, pongamos una tormenta, el azar, que Ariane se pegara una hostia en el vuelo 25 en vez del tercero... El mundo debería no tener sorpresas, lo cual es correlativo a la informaciôn perfecta necesaria. En estas condiciones, podría funcionar la “mano invisible”, pero tampoco es seguro porque hay que saber, y es muy importante, que los economistas liberales màs grandes, matemàticos, los màs prestigiosos, los Premios Nobel, han demostrado desde hace 25 años que el teorema de la “mano invisible” ino funciona! Que es una chorrada. Muchos ya lo habían presentido. Keynes presintiô ya que la nociôn de equilibrio no se adaptaba a la economía. Al revés. La economía era fundamentalmente caôtica. Pero los economistas puros y duros, los malos, los liberales, los màs prestigiosos, coronados con el prestigio de la ciencia màs dura han dicho, como el Premio Nobel Gérard Debreu, hace 25 años, que un mercado no lleva al equilibrio y que no es eficaz. Acuérdense bien: Un mercado no lleva al equilibrio, así que la ley de la oferta y la demanda no significa nada. Luego, un mercado no es eficaz. Sin controlar el mercado, tendremos la peor soluciôn. Si se deja, tendremos la peor soluciôn. iGracias, señores liberales por habérnoslo dicho! Nos lo olíamos, pero se agradece que lo digan ustedes. Quien habla de la “mano invisible”, del equilibrio y de la eficacia o bien es un estafador, suele ocurrir, o bien se tapa los ojos, eso también, esos a los que Sartre llamaba “cabrones”, que saben y callan, o bien es un incompetente, que también pasa. Defienden el libre comercio. Pero ¿qué significa? Primero, un país como los EE.UU., o en menor medida como la UE, no puede participar en acuerdos de libre comercio, lôgicamente: no acepta mercados en su casa. De esta manera, ¿cômo puede participar en esos acuerdos? Pongamos la economía estadounidense en el centro de la economía después de la Primera Guerra Mundial. Se basa en gran parte en la dinàmica del sector pûblico. Ahora pongamos el sitio en el que estamos, el MIT. ¿Qué es? Quizà el mayor instituto tecnolôgico, pero también un canal por el que los fondos pûblicos van a parar en los bolsillos de empresas privadas. Aquí se desarrollaron tecnologías como internet, el ordenador u otros aspectos de la alta tecnología en su mayoría a expensas del estado, asumiendo riesgos. Y bajo el cobijo del pentàgono, lo cual es adecuado para el aspecto electrônico de la industria high-tech y durante decenios. Los ordenadores e internet han permanecido en el sector pûblico durante treinta años antes de cederlos al sector privado. Y pasa lo mismo con pràcticamente todo lo demàs. Tomemos la aviaciôn civil que se exporta tanto. Es casi un sector de la fuerza aérea. Por eso Europa, Estados Unidos, Japôn y otros países estàn tan interesados en desarrollar aviones militares: por las repercusiones inmediatas en la aviaciôn civil que genera beneficios colosales en la industria turística, etc. Tomemos el comercio: se basa en contenedores. ¿De dônde vienen? De la Marina estadounidense. Los clàsicos, Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx, John Stuart Mill, Malthus, màs o menos, estos clàsicos de la creaciôn del pensamiento econômico integraban un pensamiento social. Eran màs filôsofos sociales que economistas puros. Pero los neoclàsicos, Auguste y Léon Walras, padre e hijo, a mediados y finales del siglo XIX, inauguran una especie de pensamiento de la ciencia econômica. Al decirse científico, se elimina el pensamiento moral o filosôfico. Se exime de la preocupaciôn que tenían los clàsicos hasta Karl Marx, la preocupaciôn siguiente: ¿Quién se enriquece? ¿Por qué lo hace? ¿Tiene derecho a hacer tanto dinero? ¿Es o no justo? ¿Es bueno o no para la comunidad? Había una dimensiôn ética en el pensamiento econômico. Esa dimensiôn ética se ha suprimido con el pensamiento neoclàsico que ha abierto las puertas al pensamiento neoliberal que ha añadido al pensamiento neoclàsico el aspecto científico: Somos una ciencia, por lo tanto imitamos a la física, constatamos que el dinero se traslada, contamos, observamos, clasificamos, pero no nos permitiremos emitir una opiniôn porque la física es una ciencia, la madre de las ciencias y no juzga.” La fuerza de la economía es que cae como una evidencia, una neutralidad. Es un discurso neutro, que no habla del bien o el mal, que es científico, con la neutralidad de la ciencia, por lo que se ve como algo normal. Obviamente, es normal ajustar los salarios para evitar la inflaciôn. Obviamente, no queremos inflaciôn. Tanto da que por poca inflaciôn hayan aumentado las desigualdades, que varios países hayan caído en la miseria, que las desigualdades entre Norte y Sur hayan crecido, que una casta de rentistas ocupen la primera posiciôn, que desaparezca el poder de los estados, que arruine a la seguridad social... Tanto da. Existe una verdad evidente: ¡No me diga que està a favor de la inflaciôn! Si miramos la realidad y la historia, vemos que los raros momentos en que el capital ha sido amordazado, durante los Treinta Gloriosos, eran épocas inflacionistas en las que los salarios podían aumentar porque se daban préstamos... Y gracias a la inflaciôn podían enjugar la deuda ràpidamente. Ahora estamos en una economía de rentistas. Podríamos preguntar: “¿Queremos que los rentistas dirijan el mundo?” Preferimos decir: “¡Cômo va a estar a favor de la inflaciôn!” Para imponer su ideología, los neoliberales han elaborado a lo largo de los años una peligrosa estrategia de cerco del pensamiento. Esta estrategia se basa en gran parte en la acciôn de una red planetaria de propaganda, de intoxicaciôn y de adoctrinamiento que sabe hacer escuchar su voz polimorfa en todos los foros. Ampliamente concebida en los think tanks, la propaganda neoliberal usa luego varias correas de transmisiôn. La educaciôn se ha convertido en una de las correas màs importantes. PROPAGANDA YADOCTRINAMIENTO PROPAGANDA YADOCTRINAMIENTO LA EDUCACIÓN La idea de educaciôn pûblica apareciô en el siglo XVIII. Con el advenimiento de la Revoluciôn Francesa y de los estados naciones, surgiô la idea de que un espacio democràtico pûblico debía informar de lo que sucedía en el mundo y habilitar a la gente a pensar, conversar y participar en los planteamientos políticos. Existían dos instituciones fundamentales para ello, para asegurar que la gente se convirtiera en “ciudadana”: la educaciôn, cuya funciôn, en parte, era formar a los ciudadanos, prepararlos, y por otro lado, los medios de comunicaciôn, que veremos luego. En cuanto a la educaciôn, una de sus misiones aunque no siempre se haya realizado adecuadamente, la de formar a los ciudadanos, habilitarlos a participar en los debates políticos pudiendo pensar en los planteamientos políticos màs allà de sus intereses particulares. Eso era importante. No tanto pensar en la política, o intervenir en los debates econômicos o sociales, desde un punto de vista egoísta, sino desde el punto de vista del bien comûn, del interés colectivo. La educaciôn cultivaba esto. Pero con el inadecuadamente llamado “neoliberalismo” en 30 años, hemos comprobado que las instituciones dominantes se han dado cuenta de que era importante apropiarse de la educaciôn. ¿Es verdad eso que digo? ¿De verdad penetran en el mundo de la educaciôn? Quien tenga interés en ello lo comprobarà. Del parvulario a la Universidad, varía segûn los países, es diferente en EE.UU., Canadà, Québec o en Francia, dependiendo de la historia de sus sistemas y de su evoluciôn, notamos una penetraciôn masiva de las corporaciones, del mundo de la industria privada en el sistema educativo. ¿Por qué? Pues la respuesta es sencilla. Primero, la educaciôn es un mercado muy rentable. Es provechoso controlar esa vertiente de la actividad social y econômica. Ademàs, permite apropiarse del cerebro de los niños. Es brutal, pero educar es apropiarse de los cerebros. Es crucial, muy grave, apoderarse del cerebro de los niños. Requiere de una justificaciôn fuerte, y no estoy seguro de que sea posible. Cuando las empresas se infiltran en la educaciôn, su objetivo es apoderarse de las mentes, transformar a los alumnos. Entonces la educaciôn se desvía de la ciudadanía, del bien comûn, hacia los intereses de las empresas privadas que se apoderan de la educaciôn. No es lo mismo pensar el mundo desde el punto de vista de la cultura que pensarlo desde el punto de vista de lo que ofrece tal empresa. Este elemento siempre està presente. Apropiaciôn de un mercado, del cerebro de los niños, y preparaciôn de la mano de obra. La educaciôn, cada vez màs, en la perspectiva que describo va a perder sus demàs funciones de preparaciôn para la vida cívica, de apertura al mundo, de puro placer del entendimiento y del saber para orientarse hacia el avasallamiento al mercado, la preparaciôn de los sujetos educados para funciones econômicas. La educaciôn se convertirà en el preludio de la vida mercantil, del empleo. Eso también es inquietante. Son transformaciones que notamos desde hace unos veinte años. Hay ciertas resistencias. Paralelamente a este fenômeno existen resistencias, por suerte. Channel One es una compañía estadounidense, que cotiza en bolsa y que lanzô este proyecto de acercarse a las escuelas de bajo presupuesto y ofrecerles material, televisores, vídeos... a cambio de unos 20 minutos al día dedicados a transmitir programas pedagôgicos elaborados por ellos, que explican la actualidad. El interés es dirigirse a unos espectadores forzosos durante x minutos de programaciôn, adivinamos con publicidad. Se añaden unos minutos de publicidad que les permiten a los anunciantes dirigirse en un contexto privilegiado a esos espectadores forzosos. Funciona muy bien en EE.UU. Se ha intentado implantar en Canadà por la empresa Athena. Se han esforzado mucho durante unos años. Pero la poblaciôn y las comisiones escolares lo rechazaron. Nuestro estado de financiaciôn de servicio pûblico no es el de EE.UU., pero representa otro asalto a la educaciôn. Toma formas distintas segûn los países. Mobil hace programas sobre la energía. Se aprende a proteger el medioambiente con Mobil. O la buena nutriciôn con NutraSweet que tiene un programa de enseñanza para los niños. Se sabrà acerca de las virtudes del NAFTA con GM, o acerca de la protecciôn de los bosques y del medioambiente con compañías responsables de la deforestaciôn. Este modelo afecta desde el parvulario hasta la Universidad. Podríamos llegar a tener, lo digo medio en broma, departamentos de ecología donde se justifique la contaminaciôn. Resulta increíble la pérdida de sentido de algunas actividades intelectuales que eso conlleva. Cuanto màs pensamos en ser econômicamente eficaces, o, mejor dicho, financieramente... Confundimos economía con multiplicaciôn del dinero. Cuanto màs pensamos en ser eficaces multiplicando el dinero, màs se pierde el sentido. ¿Tiene sentido decir que General Motors (GM) es eficaz porque ha logrado 24 mil millones de dôlares de beneficio neto en la ûltima década? ¡Al mismo tiempo ha desempleado a 300.000 personas! ¿Eso tiene sentido? Decimos GM es eficiente, pero ¿qué significa? Decimos que la economía americana es màs eficiente. Lo es como indicador financiero, de rendimiento sobre el capital invertido, etc. Jamàs en EE.UU. ha habido tanta gente viviendo bajo el umbral de la pobreza, el umbral de la pobreza americano. Jamàs ha habido tanta gente sin acceso a la sanidad. El 40% de la poblaciôn americana casi no tiene acceso a curas de salud. Jamàs EE.UU. ha tenido un nivel de educaciôn tan bajo. El 50% de los estadounidenses no sabe situar Inglaterra en los mapas. Hoy en día, es una aberraciôn, cuando se tienen, al menos 50 canales de televisiôn por hogar... Esto es lo que llamo la “avería de sentido”. Debemos ser màs eficientes material, econômica y financieramente, pero ecolôgica, social, política y humanamente, estamos perdiendo valores y calidad de vida. Es un sinsentido. No se sabe tratar porque se debe salir del debate econômico dominante, para empezar a reformular el problema. Desde cero. Y eso nos lleva a Aristôteles. Aristôteles dijo: “Cuidado, no confundàis lo econômico, oikos nomia, las normas de conducta de la comunidad, con la crematística, krema atos, la acumulaciôn del dinero.” Eso nos lleva a la cuestiôn de la educaciôn. En educaciôn, ¿hasta qué punto se enseña a Aristôteles? ¿Quién lo conoce? ¿Quién lo lee? Podría decir lo mismo de Victor Hugo, Jean-Paul Sartre, Arquímedes, etc. Hoy en día aunque digamos que vivimos en la economía del saber, jamàs habíamos enseñado y educado tan poco. Al mismo tiempo, jamàs habíamos enfatizado tanto en las instituciones supuestamente de formaciôn y de educaciôn. Voy a explicar dônde està la paradoja. Està en el hecho de que en casi todo el mundo, sobre todo en América del Norte, transformamos la instituciôn de la educaciôn en la de reproducciôn de vasallos del sistema. En otras palabras, en bípedos pensantes que no deben preocuparse por nada màs que por mantener el mercado libre y autorregulado y la dinàmica de producciôn y finanzas. Eso se llama “empleabilidad”, formar a empleables, reformar la educaciôn, desde el parvulario hasta la Universidad para formar a gente que se haga un hueco en el mercado laboral. ¡Es horrible! ¿ Victor Hugo sería empleable hoy en día? ¿Lo sería Sôcrates? ¿Paul Verlaine o Rimbaud serían empleables? ¡No! Ya no habría. Pero ¿qué sería la humanidad sin Sôcrates, sin Aristôteles, sin Rimbaud, sin Verlaine, sin Victor Hugo? ¿Qué sería la humanidad sin ellos? Seríamos unos animales. Con el pretexto de no ser empleables, de que el mercado no los quiere, no se forma màs a poetas, literatos, matemàticos puros, físicos teôricos. Sôlo se forma a los que la industria financiera necesita para alimentar la màquina de multiplicar el dinero. ¿Quiénes son los empleables? Los que veo en las universidades en las que enseño. Al nivel màs alto, màsteres, doctorados, estàn los que llamo los “tecnôcratas”, tecnôcratas analizadores, formados para analizar problemas: problem solving. Se les hace creer que son inteligentes porque hacen problem solving. Pero eso no es la inteligencia. Lo es la formulaciôn de los problemas. La persona inteligente es la que enuncia un problema, que articula en términos de relaciones y de combinaciones y plantea una cuestiôn. En cambio el que contempla un problema previamente enunciado para hallar la ecuaciôn solucionadora no es inteligente. Y pretenden que lo creamos. Los tecnôcratas analizadores dominan las técnicas de anàlisis y de càlculos y confunden pensar y reflexionar con analizar y calcular. Toman decisiones sin miramientos: licenciar 60.000 personas en un día, duplicarse el sueldo y ademàs decir que sufren, que toman decisiones difíciles. ¡Esto no es humano! El que decide sin reparos y ademàs lo dice, està diciendo: “No soy un ser humano.” ¿Con qué derecho toma decisiones que repercuten en las personas? Dice: “No tengo escrûpulos, soy un desalmado. No soy un ser humano.” He aquí los tecnôcratas que formamos al nivel màs alto. En el nivel intermedio, estàn los “técnicos productores”. Estos estàn al servicio de las màquinas. Desde el ordenador hasta el aparato numérico que despacha piezas de plàstico, de acero o de aluminio. La funciôn de esa gente es controlar que la mecànica de producciôn no sufra averías. El ûnico conocimiento que requiere es la lôgica de la maquinaria que deben vigilar. Nada màs. Es màs, se les pide ser capaces de entender qué quiere la màquina. Ya no son ellos los que dominan a la màquina, los que tienen esa superioridad humana, ese saber o esa lôgica en relaciôn a la màquina, sino todo lo contrario, la màquina dicta los cambios que deben aportar o lo que deben realizar. Y si el técnico no es suficientemente ràpido, es malo. A un nivel inferior, ¿a quién se forma? A nadie. El 45% de la mano de obra de las multinacionales, principalmente estadounidenses, es totalmente analfabeta. Las multinacionales no quieren que eso cambie. No quieren que se forme a esos analfabetos, porque empezarían a ponerlo todo en cuestiôn. Si se pusieran a leer los periôdicos, a analizar, harían preguntas, se sindicarían, reflexionarían. No conviene. En Norteamérica principalmente, y en EE.UU. sobre todo, hay diplomados de primaria y secundaria... en una proporciôn alucinante, del orden de 25% en Québec, y en EE.UU. debemos llegar a la misma proporciôn si no mayor, que son graduados y analfabetos, que casi no saben leer, pero que tienen un diploma. Y lo han obtenido por antigüedad. Por su presencia y su edad. Esto conviene al sistema porque cuando hay operarios, unos bípedos casi descerebrados, que no saben pensar porque primero deben aprender a leer... Si quiero aprender a pensar, debo leer a Victor Hugo, poemas, obras filosôficas. Leer a autores es lo que enseña a pensar. No puedo pensar si no tengo palabras en la mente, y si no las combino. Sin eso, no puedo pensar. Me puedo convertir en un excelente reproductor del sistema, que no piensa y que defiende el sistema. Se puede oír a los obreros decir, lo he experimentado en situaciones serias de cierre de empresa, despidos... Les pregunto a los obreros lo que les parece. A menudo me dicen: “Es la ley del mercado. La competencia. Debemos ser màs competitivos que los japoneses.” Se vuelven defensores del sistema que los està moliendo. Empezamos examinando las redes por las que circulan las ideas. Ocurre lo mismo con la educaciôn. Se buscan justificaciones ideolôgicas de pensadores, de los que concibieron el mundo de la educaciôn y que aspiran a su transformaciôn. Por otro lado, existen transnacionales potentes que vehiculan el mismo discurso incitando a actores, gobiernos y profesores a adoptar pràcticas conforme a sus ideales. Y hay grupos de presiôn, los think tanks, que se esfuerzan en hacer lo mismo. Es impactante en el caso de la educaciôn porque reûne a los tres. El pensador de la educaciôn màs influyente en los ûltimos 50 años no era un pedagogo, sino un economista. Yo diría que el màs importante fue probablemente Gary Becker. Ahora es profesor en la Universidad de Chicago. Desarrollô la teoría del capital humano. Su idea es que el ser humano, y sus conocimientos, constituye un capital en el que cabe invertir, y que se evalûa en base a su rentabilidad econômica. La teoría del capital humano que permite aplicar herramientas matemàticas de la economía a la educaciôn que ya se aprecia como un capital computable, como los demàs capitales, esa teoría ha sido la màs influyente en los ûltimos 50 años, donde era relevante, donde se influye a los que deciden, a los estados, a los ministros de Educaciôn, a los que toman decisiones sobre temas de educaciôn. El segundo teôrico que estableciô los mecanismos que se imponen ahora fue Milton Friedman, el padre de la economía monetaria, que propuso un sistema de bonos para la educaciôn. La idea es que los mecanismos del mercado penetren en la educaciôn, y establecer una competencia entre escuelas. Estas dos teorías, de las que nunca se habla en las facultades, son los pensamientos sobre educaciôn màs influyentes. Son las que circulan en el FMI, en la OCDE y en el Banco Mundial. Analizamos los sistemas de educaciôn nacionales a partir de estas teorías. Se haràn recomendaciones acordes con estas herramientas. Los think tanks y los grandes grupos mediàticos suelen mantener relaciones privilegiadas. La propaganda circula naturalmente entre los primeros y los ûltimos. De modo que, gracias a esta correa de transmisiôn mediàtica, la ideología neoliberal alcanza el estatus de evidencia. PROPAGANDA YADOCTRINAMIENTO PROPAGANDA YADOCTRINAMIENTO LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Histôricamente se dice que Hitler inventô la propaganda. Durante la Segunda Guerra Mundial Hitler entendiô su papel, el papel de la propaganda en la sociedad, sin embargo no la inventô, sino que la aprendiô de nosotros, de las democracias occidentales, y en particular de los ingleses y de los estadounidenses. Desde el advenimiento de las sociedades modernas, prevalecen dos tendencias. La primera pide una democracia participativa de gente informada y capaz de examinarla, actuar e influir en las decisiones. Y la segunda margina a una parte de la poblaciôn, que no debe meterse en cuestiones que le atañen. Esta visiôn de la sociedad, del mundo y de la economía también existe en nuestra cultura. La vimos tomar cuerpo en la Primera Guerra Mundial en EE.UU. Entonces, el gobierno había sido elegido por su promesa de no entrar en la guerra. Poco después de su elecciôn, por razones de política interna y por motivos industriales, el gobierno decidiô participar en aquel conflicto. Debían enfrentarse a una poblaciôn opuesta a la guerra. Se creô una comisiôn, bautizada como el periodista que la presidía, el señor Creel. Esta comisiôn inventô las técnicas modernas de propaganda, amoldamiento y preparaciôn de la opiniôn pûblica. La comisiôn Creel llevô exitosamente a cabo su mandato y en pocos meses revirtiô la opiniôn pûblica. Trabajô en ella gente muy famosa, intelectuales célebres, y Edward Burnays, fundador de la industria de relaciones pûblicas. Cuando esa gente saliô de la comisiôn, colocaron herramientas de comunicaciôn en las sociedades que siguen en pie y forman parte de los mecanismos de propaganda. El objetivo político es muy importante. Excluye parte de la sociedad y moldea la opiniôn pûblica fabricando consensos dentro de la sociedad. Esas instituciones inventadas, he hablado de la relaciones pûblicas, pero también està el concepto moderno del papel de la empresas, de las relaciones pûblicas dentro de las empresas, de la comunicaciôn social, de los medios de comunicaciôn, del papel de los intelectuales, de la publicidad, del papel de la informaciôn en general en nuestras sociedades. Todo esto se estableciô, y fue la lecciôn que Hitler aprendiô. ¿Cômo se implantaron los mecanismos que lograron este pensamiento ûnico? Son los descendientes de la Comisiôn Creel, si remontamos màs en el tiempo, de la concepciôn política que dice que para que funcione una sociedad se debe excluir a parte de su poblaciôn. También hay esto. Pero si los actores que describo son muy potentes y numerosos también se manifiesta un contradiscurso, hay lugares en los que se proponen otros anàlisis, existen medios alternativos, hay intelectuales, grupos sociales y comunitarios que preparan un nuevo pensamiento. Tenemos este fenômeno dual. Desgraciadamente, el pensamiento ûnico predomina y la propaganda que cumple su papel. A través de mecanismos e instituciones como estas de una visiôn del mundo, un vocabulario y una manera de pensar se asegura que se planteen ciertas cuestiones, que se aporten ciertas respuestas, que se realicen ciertos anàlisis y se excluyan otros. La ideología que domina actualmente, la “ideología ambiente”, tiene su cara oficial, que es el “pensamiento ûnico”, y su cara oficiosa, que es el lenguaje, las conductas prescritas por los medios de comunicaciôn. Esta ideología nunca aparece como una ideología. Se presenta como algo natural, algo que es obvio hacer. Es obvio tener un televisor. ¿Cômo no se tiene un televisor a finales del siglo XX?” Es obvio que aceptemos el sistema publicitario. ¡No me diga que en los años 2000 y pico usted cuestiona el sistema publicitario!” Todo lo ideolôgico, que releva de una elecciôn que el sistema organizô sin consultarnos, nos es presentado como tantas evidencias lôgicas, que ni siquiera debemos discutir. Es interesante. Respecto al “pensamiento ûnico”, una manera uniforme, parcial y sectaria de interpretar las conductas econômicas, Alain Minc dijo: “No es el pensamiento sino la realidad la que es ûnica.” De modo que se prohibía dudar de lo que hacía la economía liberal o ultraliberal. Era una realidad. Cabía ir en el sentido de la realidad. Por ejemplo, de la globalizaciôn se dirà que es una realidad. Por supuesto lo es, pero no es necesariamente buena. La ideología dice que es una realidad, por consiguiente es vàlida por lo que debemos seguirla. Lo mismo con la globalizaciôn. Y con la privatizaciôn. Como se hace, debemos seguir haciéndolo y debimos hacerlo. Se presenta como un hecho consumado lo que la gente debe aceptar, en lugar de pedirles opiniôn. Concuerda con lo que explicaba en mi libro acerca del “sofismo de lo ineluctable”: la mayoría de los políticos encubren sus actos, sus elecciones, porque se trata de decisiones, bajo la ineluctabilidad. No tuvimos màs remedio. Estaba escrito. Los estadounidenses lo hacen así, todos sabemos que en Francia ocurre lo que pasaba 10 años antes en EE.UU. por consiguiente, tocaba hacerlo en Francia. La sociedad Renault cerrô una empresa en Bélgica para reestructurar y crear fuera otras empresas que hacían lo mismo pero con un personal màs barato. Resultô de un càlculo econômico. Acerca del cierre de la empresa, el jefe del estado francés declarô lo que sigue: El cierre de las empresas desgraciadamente también es la vida. Los àrboles nacen, viven y mueren, las plantas, los animales, los hombres y las empresas también.” Un buen ejemplo de naturalizaciôn de lo que està ocurriendo, una despolitizaciôn. Estamos obligados a aceptar como algo natural, algo independiente de la voluntad de los políticos, ciertas decisiones que dependen de ellos. Así se manipula al ciudadano y se le disuade de creer en su propio voto, si me apura. El funcionamiento de los medios de comunicaciôn permite la creaciôn de la verdad. La verdad sôlo puede aparecer a partir de la confrontaciôn, digamos de la verificaciôn de una versiôn dada con la confirmaciôn de varios testigos. Es difícil establecer la verdad. Se ve con los jueces de instrucciôn, con los científicos que analizan e intentan descubrir la verdad... Pero en el funcionamiento de los medios de comunicaciôn, basta con que acerca de un evento todos los medios digan lo mismo, prensa, radio, televisiôn, para que esa informaciôn se convierta en verdad, aunque sea mentira. Lo vimos durante la guerra del Golfo y otros grandes eventos recientes. Se trata de establecer esta especie de falsa ecuaciôn de que la repeticiôn equivale a la demostraciôn. Últimamente he releído Un mundo feliz de Aldous Huxley, y he encontrado esa frase sobre la “hypnopaedia”, esa hipnosis oral a la que se somete a los recién nacidos para persuadirlos de que sean felices por ser lo que son, y uno de los directores del Centro de Acondicionamiento, como lo llamaba, dice: 64.000 repeticiones valen por una verdad. Estamos en el mundo de Huxley. Sustentadas por una propaganda y un proselitismo constantes que toman una y otra vez los mûltiples relevos de una red tentacular de control de la mente, las reformas neoliberales se imponen poco a poco en las conciencias anestesiadas de las democracias occidentales. En estos países, en nombre de un “realismo” necesario, todos los partidos, tanto de derechas como de izquierdas, adoptan medidas que minan un poco màs cada día el estado social en beneficio del mercado. Pero en otras partes, ahí donde la propaganda no tiene tanto éxito, sobre todo en los países en vías de desarrollo, se imponen otras soluciones. Soluciones dràsticas, ya que tras la pantalla de humo ideolôgico, tras esos bellos conceptos de orden espontàneo y de armonía de los intereses en el mercado libre, màs allà de la panacea de la “mano invisible” ¿qué se esconde en realidad? ¿Cuàles eran los verdaderos motivos de bancos e industriales que financiaron el establecimiento de la red neoliberal? ¿NEOLlBERALISMO O NEOCOLONIALISMO? LA FUERZA DE IMPOSICIÓN DE LOS MERCADOS FINANCIEROS Es impactante ver cômo cada elemento del programa neoliberal ha sido específicamente diseñado para socavar la democracia. Se habla poco de ello, sôlo de los efectos econômicos. Pero piénsenlo. Tomemos la globalizaciôn financiera. Para Keynes, el mayor logro del sistema de Bretton Woods fue la instituciôn de los mercados financieros. Hay un motivo para ello: dar un margen de maniobra al estado para llevar a cabo los programas que la poblaciôn defiende. Si los capitales pueden circular libremente, se puede atacar libremente a las divisas. Eso crea lo que algunos economistas llaman parlamento virtual de inversores y de prestamistas que, cito: puedan votar en todo momento políticas gubernamentales. Si juzgan que las políticas son irracionales, pueden votar en contra retirando su capital o atacando a las divisas, etc. Las políticas juzgadas irracionales son las destinadas al pueblo pero no incrementan los beneficios o el acceso a los mercados, etc. Así los gobiernos se enfrentan al sufragio del pueblo y al del parlamento virtual. Suele ganar el parlamento virtual, sobre todo en los países pobres. En los países ricos està màs matizado. Primero, no han adoptado del todo el programa neoliberal no tanto como Sudamérica por ejemplo, sin embargo, los efectos son previsibles. Y pasa lo mismo con otros elementos del programa neoliberal. Fijémonos en la privatizaciôn, una verdadera obsesiôn. Por definiciôn, la privatizaciôn mina la democracia, retira algo del dominio pûblico para entregarlo a unas tiranías privadas creadas y defendidas por el estado, las corporaciones. Antaño... la casi totalidad de las operaciones bancarias, hasta los años 70, se sometían a un seguimiento porque todas las operaciones pasaban por el Banco Central Francés que las registraba. Ahora los bancos hacen transacciones como quieren. Han sacado un poco màs de la mitad de su volumen de negocios con transacciones sin factura, fuera del control del mercado. Como si tuviéramos el mercado normal y un mercado negro. Una tienda con sus precios en exposiciôn, su caja registradora, y por otro lado, un mercado negro opaco. El Banco de Francia dice, porque controla el balance de los bancos, que la mitad de las transacciones bancarias no estàn registradas, es decir, fuera del control de una autoridad superior, ya sea el Tesoro o un banco central. Esas actividades no-registradas significan que los gobiernos no cuentan para nada. Hay màs o menos... No sé, digamos un mínimo de 500 mil millones de dôlares que circulan a diario en fondos offshore, etc. Si un banco es molestado por un estado, no le importarà, enseguida le proveerà un banco foràneo, otra multinacional, en otro offshore o lo que sea. No tendrà problemas. El dinero es môvil, està fuera del control de la autoridad pûblica. Las transacciones sin factura son uno de los mayores problemas, porque para controlar la economía primero se debe controlar el dinero. Las operaciones sin factura se realizan por lo general gracias a instrumentos financieros relativamente nuevos, los productos derivados: futures, forwards, options, swaps, etc. Bàsicamente son contratos de seguros. Es decir, que te aseguras contra futuras fluctuaciones, de tasas de interés o de divisas. Firmas un contrato con alguien que debes pagar en seis meses, y lo haces en dôlares. ¿ Vale? Si sube el dôlar, estàs mal, porque en seis meses tendràs que comprar dôlares un 10% màs caros que hoy. Por eso contratas un seguro sobre el valor del dôlar. Un tipo se arriesga por ti, te hace pagar un 3 ô 4 por ciento, en caso de subida o bajada del dôlar, en cuyo caso sale ganando él, pero tu situaciôn no cambia, por eso tienes un seguro. Esto es un producto derivado. Lo interesante es que se ha creado una economía del riesgo. Las divisas no se regulan, el flujo del capital tampoco... Es una economía que sustenta el riesgo para crear justo por encima un sistema de contrato de seguros que permite cubrir riesgos. Pero la diferencia con los riesgos del tipo accidente de coche es que los ûltimos son previsibles, es la ley de la probabilidad, en cambio los riesgos de los mercados financieros son unos epifenômenos raros y no son cuantificables con estadísticas. Son riesgos absolutos, imprevisibles totalmente. Estos seguros que coronan la economía normal crean otra capa aûn màs arriesgada. A veces pasa que la gente asegura sus contratos de seguros. Imagínate hasta dônde se puede llegar. Se crea una piràmide de riesgo. Y la gente especula. Se crea una economía de especulaciôn pura que sustenta el riesgo. Una de las características del capitalismo contemporàneo es que es una economía en la que el riesgo financiero se sustenta y se mercantiliza sistemàticamente. ¿Sí? Ahí lo tienes. En los años 80, bajo la batuta de Thatcher y Reagan, varios países adoptan reformas para una desregulaciôn de los mercados financieros. Al permitir la libre movilidad de los capitales, los estados aumentan considerablemente la potencia de los grandes especuladores institucionales: hedge funds (fondos especulativos), bancos comerciales, aseguradoras, etc. Ahora, en posiciôn de fuerza, actuaràn como una correa de transmisiôn màs de la ideología neoliberal, pudiendo obligar a los estados màs recalcitrantes a acelerar la apertura de sus economías. Entre los métodos usados para realizarlo, los ataques especulativos demuestran ser eficientes y devastadores. El nuevo traje del emperador està tejido de mecanismos complejos dispuestos a desanimar a las mentes màs curiosas. Pero si el colonialismo ha cambiado de rostro, su objetivo perdura: la concentraciôn del capital. La especulaciôn tiene varios instrumentos. Sin entrar en detalles técnicos, me gustaría ilustrar lo que ocurriô durante la crisis asiàtica de 1997, que llevô al colapso de las divisas de varios países que calificàbamos de “tigres asiàticos”, con una economía competente, etc. Ha habido varios factores en esta crisis, pero creo que un elemento fundamental ha sido la desregulaciôn previa del mercado de divisas. Esa desregulaciôn se impuso incluso recomendada por el Fondo Monetario Internacional. Los especuladores se han apropiado de las reservas de los bancos centrales por el mecanismo siguiente: han especulado contra las divisas nacionales a través del short selling (“venta corta”). El short selling consiste en especular sobre la bajada de un bien mueble en vez de hacerlo sobre su subida como siempre se ha hecho. El short selling masivo de un bien mueble, conlleva el colapso de la demanda, por consiguiente el de su precio. Se puede hablar de ataque especulativo porque al apostar masivamente por la bajada de un valor, los especuladores causan ellos mismos el descenso. Pongamos que quiera hacer el short selling del won coreano. Empiezo a vender cantidades enormes de wones, que puedo librar en el futuro, son contratos de 3 ô 6 meses. Cuando venza el plazo, deberé entregar cuantías enormes de wones coreanos o de bahts tailandeses. Pero no los poseo. Puedo vender cuantos quiera. Puedo vender wones coreanos por millones de dôlares. ¿Quién me comprarà wones coreanos? El Banco Central de Corea, que debe, segûn los acuerdos con el FMI, estabilizar su moneda. Técnicamente lo que ocurriô es que cuando la moneda coreana se derrumbô, pocos meses después, venciô el plazo de los contratos de short selling y en ese momento se apropiaron las reservas del Banco Central porque la moneda nacional ya no valía nada y los especuladores sôlo tenían que comprar wones coreanos en el mercado contado, y después rembolsar y cumplir los términos de sus contratos. El Banco Central està comprando su moneda, lo cual no es muy rentable. A cambio, sus reservas se confiscan y van a parar a los bolsillos de los grandes bancos occidentales. Ése es el mecanismo. Ahora las reservas estàn minadas, y eso significa que ahora Corea debe presentarse ante el FMI y explicar que no tiene reservas, no puede funcionar sin reservas, que deben rembolsar... En realidad el dinero aûn no se ha desbloqueado y se debe rembolsar a los acreedores, unos especuladores. ¿Qué ocurre entonces? Cuando el FMI concede un préstamo de 56 mil millones de dôlares, participan varios países, en este caso 24 países, porque requiere un gasto astronômico. Intervienen los Tesoros estadounidense y canadiense y los principales gobiernos occidentales. Para que el Tesoro estadounidense o canadiense o el de otro país occidental emita un préstamo de 56 mil millones deberà aumentar su nivel de deuda, lo cual significa empezar a vender y a negociar su deuda en las plazas bursàtiles. Es el mercado de la deuda. Y ¿quién controla el mercado de la deuda? La deuda soberana de los países occidentales... Pues los bancos que especulan. Se trata de un círculo vicioso. Se ataca a Corea, se le ayuda, se confiscan sus reservas, se le presta dinero desde los fondos pûblicos de varios gobiernos occidentales, para aumentar la deuda de los países occidentales se precisa el aval de los sectores bancarios privados, que son los suscriptores de las deudas nacionales. Total, se endeuda todo el mundo, a parte de los especuladores, que son los acreedores de Corea, pero también de los gobiernos occidentales que socorren a Corea por mediaciôn del programa del FMI. ¿Qué ocurre entonces? La economía coreana està condenada a la bancarrota. Sus activos bancarios y su industria de alta tecnología se venden a precio de saldo. Y lo que està ocurriendo es que se transfiere la riqueza industrial de un país a inversores extranjeros, estadounidenses, hasta tal punto que sus activos se venden por un valor irrisorio. Le daré un ejemplo de uno de los principales bancos coreanos que fue reestructurado por recomendaciôn del FMI, tras esta operaciôn. Existían ciertas condiciones. Ese banco se vendiô por 450 mil millones de dôlares, Corea First Bank, a unos inversores de California y de Texas. Pero una de las condiciones de dicha venta era que el gobierno coreano financiara las deudas del banco por concesiones, subvenciones 35 veces superiores al precio de compra. Unos 15 mil millones de dôlares. Esos inversores estadounidenses llegan a Corea, y de la noche a la mañana controlan todo el aparato financiero, los bancos comerciales y las deudas de las grandes sociedades coreanas como Hyundai, Daewoo, etc. Y estàn capacitados para ordenar la fractura de esas sociedades. Sabemos que parte de Daewoo ha sido vendida a GM, que otras sociedades coreanas se venderàn. Vía un mecanismo que se basaba desde el principio en la manipulaciôn de los mercados financieros, se toma posesiôn de una economía en su conjunto. Los créditos de empresas coreanas extinguidos por la crisis bancaria. Un millôn de personas afectadas por el desempleo.” Los vagabundos del FMI. La crisis social màs grave a la que se enfrenta Corea del Sur desde el inicio de la guerra...” La campaña de liberalizaciôn de la economía llevada a cabo por los mercados financieros no habría tenido tanto éxito sin la preciada colaboraciôn de las instituciones de Bretton Woods que a la vez son importantes correas de transmisiôn de la ideología neoliberal: El Fondo Monetario lnternacional (FMI), el Banco Mundial (BM) la Organizaciôn Mundial del Comercio (OMC, antiguamente GATT). El FMI y la BM se establecieron en 1944 para asegurar la estabilidad de los cambios y sostener la reconstrucciôn de los países devastados por la Segunda Guerra Mundial. Con el tiempo, EE.UU. y Europa han alterado considerablemente el mandato de estas instituciones gemelas, con sede en Washington. Poco después de la decisiôn unilateral de EE.UU., en 1971, de poner fin al Sistema Monetario Internacional, el FMI y el BM recibieron una misiôn nueva: imponer a los países en vías de desarrollo la liberalizaciôn de su economía, fijando como “condicionalidad” para la concesiôn de préstamos la adopciôn de una serie de medidas neoliberales. Algunos llamaron a estas reformas econômicas “terapia de shock”, y otros, irônicamente, el “Consenso de Washington”. ¿NEOLIBERALISMO O NEOCOLONIALISMO? ¿NEOLIBERALISMO O NEOCOLONIALISMO? LA FUERZA DE IMPOSICIÓN DE LAS INSTITUCIONES DE BRETTON WOODS O EL CONSENSO DE WASHINGTON Washington, sede del Banco Mundial y del FMI, empezô a dictar ôrdenes al mundo, sobre todo a los países pobres, al borde de la bancarrota, sobre cômo aplicar la buena ciencia econômica. Se llamô “medidas de ajuste estructural” o “planes de ajuste estructural” dictados por el FMI con créditos del Banco Mundial destinados a varios países. Guinea Ecuatorial, 2006 Hubo decenas de países hundidos en el caos por culpa de las medidas del FMI y del BM. Son muchas esas medidas, sería muy largo diferenciar las de ajuste de los fundamentales de las de ciclos de plazos cortos... Bàsicamente, se pueden resumir en 3 ô 4 medidas importantes. PRIMERA MEDIDA: REDUCCIÓN DE LOS GASTOS DEL ESTADO La primera medida para los países en vías de cesaciôn de pagos, es decir de miseria absoluta, fue el no-déficit gubernamental o la reducciôn del déficit pûblico, de los gastos del estado. Reducir el estado y sus gastos. SEGUNDA MEDIDA: PRIVATIZACIONES Se privatiza, ¿quién compra? No hay operadores locales. De haber suficiente dinero local para comprar compañías petroleras, de fosfato o de hierro, el país no estaría en tal miseria. Se acaba agravando la extraversiôn de los países del Tercer Mundo haciendo que malvendan los ûltimos intereses econômicos nacionales a intereses extranjeros. Las multinacionales compran, ademàs de deslocalizar en esos países, se explica por la verdad de los precios y de los salarios... En esos países es màs barato producir para las multinacionales. Pero ademàs esas multinacionales consiguen adquirir por casi nada unas instalaciones y unas capacidades de producciôn, como la producciôn y el refinamiento del azûcar, de petrôleo o de gas, de licuefacciôn del gas, transporte de minerales, por un precio bajísimo, y que representa años de economía nacional. TERCERA MEDIDA: DEVALUACIÓN DE LA MONEDA Devaluar la moneda local significa para los países pobres que todo lo que se importa se vuelve proporcionalmente màs caro que el nivel de devaluaciôn de la moneda. Cuando el franco CFA se devaluô a la mitad, a principios de los 90, de repente, una tercera parte de Àfrica o màs que usaba el franco CFA como moneda, se encontrô con una moneda con un poder adquisitivo dos veces menor. El salario que permitía vivir con tal nivel de vida ya sôlo permite la mitad de éste. Eso se traduce en una inflaciôn inmediata del 100%. Eso y el hecho de que los productos semi-manufacturados, manufacturados o refinados, que Àfrica, Àfrica Occidental y Central importan son con la devaluaciôn, dos veces màs caros. Combínelo con los efectos de la devaluaciôn local de la moneda y obtendrà productos y servicios que resultan 4, 5, 6 veces màs caros, ide la noche a la mañana! Con el tiempo se agravan los efectos porque los productos locales hechos a partir de semi-productos importados, requieren importaciôn de argamasa, pegamento, disolventes, pintura, etc., en una onda duradera, 1 , 2, 3, 6 meses màs tarde, son 2, 3, 4 veces màs caros. CUARTA MEDIDA: REORIENTACIÓN DE LA ECONOMÍA NACIONAL HACIA LA EXPORTACIÓN Si se miden los efectos que resultan de la intervenciôn del FMI y del BM acentuando la producciôn de productos exportables se crea una competencia entre ellos, sobre los mismos productos, por ejemplo, los países productores de café se ponen a producir cada vez màs café. Con el cacao y el petrôleo pasa lo mismo. La bauxita... Lo que sea: azûcar, trigo... Todos los productos bàsicos ven sus precios caer por culpa del exceso de producciôn. No sôlo caen los precios, ademàs, los países compiten y hay inflaciôn debido a la devaluaciôn de la moneda y el aumento de lo que importa la economía nacional. Se asiste a una inversiôn del interés de esos países mientras se pretende actuar por su interés debido a este primer fenômeno: todo lo que importan les cuesta màs caro y lo que exportan les beneficia cada vez menos. Entran en una espiral de endeudamiento que hace que hoy en día, en 2002, el servicio de la deuda de la mayoría de los países màs pobres, me refiero a países como Bangladesh, Ruanda, Burundi, Togo, países que no salen de la miseria, sôlo el servicio de la deuda puede representar 600 veces sus ingresos por exportaciones. QUINTA MEDIDA: LA VERDAD DE LOS PRECIOS La verdad de los precios se convierte en esto: fuera subvenciones para necesidades bàsicas o de dignidad del ciudadano, fuera subvenciones de vivienda, de sanidad, para el aceite, el arroz... el transporte... No se dan subvenciones y se decreta la verdad de los precios. ¿Qué significa esto? Que en relaciôn al dôlar, los precios son equivalentes mundialmente. Si se viaja en dôlares como yo, soy canadiense y viajo con dôlares, donde sea, los productos y servicios cuestan màs o menos lo mismo. Ya sea en Cotonû, Benín, uno de los países màs pobres del mundo, Chicago, Nueva York, París, la habitaciôn en el Holiday Inn o en el Sheraton, la comida en el Holiday Inn costarà màs o menos lo mismo en dôlares por todo el mundo. Pero en Cotonû, en Benín, uno de los países màs pobres, una noche en el Sheraton, que es donde me hospedo, representa 6 meses de sueldo para un funcionario beninés. Una comida en su restaurante es una semana de trabajo de un funcionario beninés. SEXTA MEDIDA: LIBERALIZACIÓN DE LAS INVERSIONES YVERDAD DE LOS SALARIOS Después de la verdad de los precios, la de los salarios. Consiste en una fôrmula lapidaria: que los salarios se acerquen a los salarios màs bajos por sector acompañando el movimiento de liberalizaciôn del comercio, supuestamente. Me explico. Cuando se decreta el NAFTA, zona de librecambio entre México, EE.UU y Canadà, los salarios naturalmente pasan del nivel estadounidense al mexicano. Compiten los trabajadores mexicanos con los canadienses y estadounidenses. Deslocalizando en México se pretende que el NAFTA cree empleo allí. En términos netos, 6 ô 7 años después de la creaciôn del NAFTA, los salarios en la regiôn de Leôn, en el Norte, donde se instalaron las multinacionales americanas que también han cerrado proporcionalmente en EE.UU... Ha habido supresiones de empleos pagados muy caros en comparaciôn con México, para “crear” empleos en México pagados infinitamente peor. En los ûltimos 5 años, el nivel medio de los salarios en esa regiôn màs activa de México en la que deslocalizaron las multinacionales americanas, los salarios han bajado en términos netos un 23%. Hace 5 años, un obrero de GM instalado en el norte de México podía sobrevivir con una familia de uno o dos hijos. Ahora, el mismo obrero sôlo puede cubrir sus propias necesidades. Sobrevivir solo. En vísperas de la cumbre que se darà en el norte de México, se està construyendo en Monterrey una pared que esconda las chabolas. Una pared de 3 metros de altura y de no sé cuàntos kilômetros para que los participantes no vean la pobreza que hay. Ésa es la verdad de los salarios: ajustar los salarios desde los màs elevados a los màs bajos por sector. Como los sectores màs modernos como la informàtica, la electrônica, son cada vez màs explotables en el Tercer Mundo, tenemos compañías aéreas como Swissair, y otras empresas siderûrgicas, por ejemplo, que hacen sus explotaciones contables, financieras e informàticas en Bombay, por ejemplo. En Bombay, un auditor que hace el mismo trabajo que otro en Suiza o en Canadà cuesta 100 veces menos. Un informàtico que crea un programa cuesta 200 veces menos. Etcétera. Ésa es la verdad de los salarios. Pero lo molesto es que todas esas medidas combinadas, devaluaciôn, exportaciôn, deuda, privatizaciôn, reducciôn del presupuesto del estado obligado a licenciar y producir màs desempleo... Todo esto combinado con la verdad de precios y salarios nos lleva a la situaciôn en la que nos encontramos: los países ricos son infinitamente màs ricos y los países pobres, infinitamente màs pobres. Y veo con ojos aterrados al Banco Mundial y al FMI procurar hacer otra vez en Argentina lo que precisamente masacrô la economía argentina. Como si no se aprendiera ninguna lecciôn de la historia. ¿Por qué no se aprende? Existe una razôn. Porque interesa que la ideología que explica el mundo siga viviendo mientras el planeta se pueda explotar en este sentido. En el FMI, el derecho al voto se ejerce en el consejo directivo. Ahora es un derecho al voto en base a la participaciôn financiera o la contribuciôn financiera de cada uno de los estados. Son los accionarios del FMI. Lo mismo en el Banco Mundial. No es como en la ONU. Los principales accionarios del FMI son EE.UU., Alemania, Japôn, Gran Bretaña, Francia, etc. Pero, al fin y al cabo, ése sôlo es un aspecto, bajo esta representaciôn política en el seno de una organizaciôn intergubernamental, existen otras metas, el tràfico de influencia que existe entre Wall Street y Washington, las relaciones entre el FMI y los think tanks, la Heritage Foundation, el Brookings Institute. También està implicado el Tesoro americano, la U.S. Federal Reserve. Etcétera. Todo esto conforma lo que se llamô el “Consenso de Washington”. Es un juego de poderes. En 2005, Paul Wolfowitz, uno de los ideôlogos màs radicales de la política imperialista y belicista del presidente Bush, pasa directamente del Ministerio de Defensa americano a la direcciôn del Banco Mundial. Este nombramiento pone fin a la ambigüedad de los objetivos del BM, destapa el verdadero rostro de las instituciones de Bretton Woods. Conferencia de Bretton Woods, Hotel Mount Washington, 1944 Tras la guerra, se crearon el FMI y el Banco Mundial. En la mente de John Maynard Keynes, el arquitecto de ambas instituciones, se precisaba de un mediador, una tercera organizaciôn que habría sido la Organizaciôn lnternacional del Comercio. No cuajô. Los americanos no quisieron saber nada. A modo de posiciôn de repliegue, se creô el GATT, Acuerdos Generales sobre Aranceles y Comercio, en 1947 que debía encargarse de bajar los aranceles sobre algunos productos industriales. El GATT funcionô bastante bien porque en el transcurso de sus 50 años de existencia, se realizaron notables reducciones en sus derechos, que pasaron de una media del 40 ô 50 por ciento al 4 ô 5 por ciento. Pero sôlo atañía a los bienes industriales, a los productos. Se empezô a sentir la necesidad, principalmente por parte de compañías transnacionales financieras, de crear una organizaciôn que cubriera muchos màs campos que estrictamente los productos industriales. Por eso, al final de la Ronda Uruguay, ûltimo ciclo de las negociaciones del GATT, se decidiô crear la Organizaciôn Mundial del Comercio, que se hace realidad el 1 de enero de 1995, y cubre una multitud de acuerdos, no sôlo el GATT que aûn persiste sino el acuerdo sobre la agricultura, el acuerdo sobre la propiedad intelectual, el TRIPS, el acuerdo general sobre el comercio de servicios que es inmenso y cubre 11 àreas y 160 subàreas, de modo que todas las actividades humanas estàn incluidas, cubiertas por las reglas del GATT: educaciôn, sanidad, cultura y medioambiente. Y también hay acuerdos a primera vista técnicos, pero en realidad extremadamente políticos: el acuerdo sobre los obstàculos técnicos del comercio, sobre las medidas sanitarias y fitosanitarias... Son acuerdos sobre las normas que los distintos miembros, es decir los estados, pueden establecer y que declaran que algunas normas son obstàculos técnicos del comercio. También menos conocido, pero el màs importante de todos, es el acuerdo sobre el Arreglo de Disputas, un arma jurídica muy potente de la Organizaciôn Mundial del Comercio, que le permite zanjar disputas entre los miembros y hacer jurisprudencia. ¿Quién juzga? No se sabe bien porque se escogen los expertos en unas listas. Los países pueden recomendar a alguien, suelen ser ciudadanos privados, abogados del comercio o a veces antiguos ejecutivos. No se saben sus nombres. Se reûnen en secreto, por lo general son tres, deciden ràpidamente, tienen la posibilidad de apelar, pero se desarrolla en las mismas condiciones: un panel nuevo, que decide en secreto. Es importante entender con este Organismo de Arreglo de Disputas que es legislador, jurista y ejecutivo, porque decide y establece jurisprudencia. Està por encima de las leyes que han pasado las legislaturas individuales de los países, pero también por encima del derecho internacional que laboriosamente se ha establecido desde hace 50 años: los derechos humanos, los convenios multilaterales sobre el medioambiente, los convenios bàsicos de trabajo de la Organizaciôn lnternacional del Trabajo. Se olvida todo esto y se toman decisiones en la OMC que dice: “El comercio ante todo, no queremos oír hablar de los convenios medioambientales.” Luego, es ejecutivo porque tiene la posibilidad de imponer sanciones. Y cuando un país està en desacuerdo con su juicio, se le dice: “Bien. No pone su legislaciôn en conformidad con lo que hemos decidido, pero deberà pagar, y eso cada año por la vía de aranceles que sus adversarios en este proceso de arreglo de disputas decidiràn.” De modo que cuando Estados Unidos decide imponer aranceles en Europa, para Francia sobre el foie gras, la mostaza y el roquefort, està en su derecho. Y esto cuesta caro. Y pocos países pueden sustentar esta punciôn anual. En la OMC existen varias negociaciones simultàneas. Un país que no tiene embajador en Ginebra, o que comparte embajador con otros países, como ocurre con los africanos y muchos microestados... Estàn ante la imposibilidad de seguir las negociaciones. El Sur no sabe qué ocurre en todos los campos y lo dice abiertamente. Un embajador del Sur dijo: La OMC es como un cine multiplex. Debes escoger la película que quieres ver porque no puedes verlas todas.” Escogen lo que les parece importante para sus países. ¿Quién toma las decisiones? Se dice que es el Consenso. Pero nunca ha habido voto en la OMC. El embajador de EE.UU. dijo que el voto sería un precedente muy malo. Imagínense qué papel tiene la democracia. En realidad, es el “Quad”, los 4 países, Canadà, Estados Unidos, la Uniôn Europea y Japôn, los que se ven constantemente y tienen un personal numeroso en la OMC, llegan a su propio consenso y vuelven ante la asamblea plenaria y dicen: “Bueno. Estàn de acuerdo, ¿verdad?” Y es muy difícil oponerse para los países del Sur. Hay que tener mucho valor y estar muy seguro, porque existen medios de presiôn contra ellos. Y hablando claro, si dependen del FMI o tienen problemas con Estados Unidos, saben que no pueden pasarse de la raya. Los mercados financieros y las instituciones de Bretton Woods son los instrumentos predilectos de la conquista neoliberal. Pero algunos países siguen negàndose a ser partícipes de esta marcha forzada. Entonces es cuando el colonialismo se quita su ropaje y se presenta bajo sus antiguos oropeles guerreros. Desde la fractura de Yugoslavia hasta la guerra en Afganistàn pasando por Darfur, los conflictos de la posguerra fría se articulan entorno a unos retos muy distintos de los que nos presenta la propaganda occidental bajo la apariencia de un nuevo “humanismo militar”. El control de los recursos, pero también de los flujos financieros y de los espacios geoestratégicos como los dictados del FMI, del BM o de la OMC, aseguran la dominaciôn de las mega-corporaciones y de los magnates capitalistas sobre el conjunto del planeta. De modo que los gobiernos coloniales instalados por los conquistadores se han apresurado a adoptar los dogmas de la ideología neoliberal. Así se completa el cerco. ¿NEOLIBERALISMO O NEOCOLONIALISMO? ¿NEOLIBERALISMO O NEOCOLONIALISMO? LA FUERZA DE IMPOSICIÓN DEL HUMANISMO MILITAR O LA GUERRA ES LA PAZ Los acuerdos de Dayton se firmaron en 1995 en una base militar americana. Si consultamos el texto de esos acuerdos vemos que la constituciôn de Bosnia-Herzegovina aparece en el apéndice de los acuerdos de Dayton. Redactaron esa constituciôn unos juristas y abogados americanos, que se reunieron y redactaron un documento fundamental sin por ello crear una asamblea constitutiva de los ciudadanos de Bosnia-Herzegovina. Se puede leer en esta constituciôn confeccionada por Estados Unidos: Se podrà leer que Artículo tal: El Banco Central de Bosnia-Herzegovina no podrà funcionar como un banco central sino como un organismo de emisiôn, currency board, es decir un banco colonial sin posibilidad de acuñar moneda.” Significa que està totalmente atrapado por sus acreedores externos. Es el modelo que existe en Argentina. Màs aûn, en esa constituciôn redactada en Dayton, se puede leer que el FMI nombrarà al presidente del Banco Central de Bosnia-Herzegovina, y que éste no podrà ser ciudadano de Bosnia-Herzegovina o de un país colindante. En otras palabras, se ve bien que esta constituciôn, totalmente fabricada y que no tiene fundamentos ciudadanos en Bosnia-Herzegovina, instala un gobierno colonial. Se le llama de otra manera, se habla de la “comunidad internacional”, pero se ve primero que las estructuras administrativas son dominadas por extranjeros, al igual que los presupuestos y que la política monetaria es inexistente. Sin embargo, esos acuerdos de Dayton son presentados por la llamada “comunidad internacional” como la respuesta a los problemas de varios países. También se quería establecer el mismo modelo de gestiôn colonial en países como Macedonia y Yugoslavia. De hecho se habla de un “mosaico”, un mosaico de protectorados. El “humanismo militar” es una expresiôn bonita, pero sirve para disfrazar la coerciôn, la conquista y la opresiôn. Lo ûnico nuevo es el término. Si nos fijamos en la historia, en la historia de las conquistas, del imperialismo, de la opresiôn y de la violencia, siempre se ha presentado en términos humanísticos. Así, Francia se veía inmersa en una misiôn civilizadora, mientras su ministro de la guerra llamaba al genocidio en Argelia. Los britànicos, muy generosos, llamaban a la civilizaciôn en las Indias bàrbaras, mientras creaban el imperio màs amplio del narcotràfico mundial, para penetrar en el mercado chino mientras hablaban de librecambio. En EE.UU. hablamos de la “excepciôn americana”. Somos muy nobles, mucho màs que los demàs. El problema es que todos los demàs sistemas de poderes proclaman lo mismo. Cuando los japoneses conquistaban Manchuria, en el norte de China, los documentos que tenemos, porque los conquistaron, estàn repletos de retôrica humanista relatando cômo iban a crear un paraíso terrestre y cômo Japôn generosamente se esmeraba por el bien del pueblo. De hecho, leí hace poco un artículo interesante en el Globe and Mail escrito por un inmigrante ruso. Había sido soldado en Afganistàn, y ahora vive en Canadà. Comparaba la descripciôn de la invasiôn de Afganistàn por la URSS con la invasiôn americana de Irak y de Afganistàn y de las tropas canadienses en Afganistàn. Es casi lo mismo. Era un soldado y contaba que todos creían en ello, pensaban que estaban ayudando a los pobres afganos socavados por los terroristas que sustentaba la ClA y se sacrificaban para proporcionar ayuda médica, por el derecho de las mujeres, pero no lo conseguían por culpa de la locura terrorista islàmica, lo cual es cierto en parte. Es un poco la manera que tiene Canadà de describir hoy en día su misiôn en Afganistàn. Lo mismo en Irak, etc. Son pràcticamente universos culturales. Por supuesto, ahora se modera en “humanismo militar”. Se supone que el neoliberalismo es economía pura, pero si lo miramos de cerca, nos damos cuenta de que es un golpe de las multinacionales y de algunos estados que velan por sus intereses. Es neocolonialismo, pero expresado de otro modo. Y se repite a lo largo de la historia. Si tuviéramos archivos sobre Atila el Huno seguramente descubriríamos que se amparaba en la virtud. Traducciôn: Diane Bardinet Ripped & srt: Tokadime