EL CERCAMIENTO
LA DEMOCRACIA PRESA
DEL NEOLIBERALISMO
Producciôn, realizaciôn, montaje
Fotografía
Sonido
Mûsica
Por orden de apariciôn
INTRODUCCIÓN
Se llamaban “regímenes
totalitarios” en los años 30
a los regímenes de partido ûnico
cuya vocaciôn era
regular la totalidad
de las actividades de una sociedad,
ya fueran políticas, econômicas,
sociales o culturales.
El estado se encargaba de todo.
Desafortunadamente, hemos visto
ejemplos de ello en el fascismo,
el nazismo y el estalinismo:
sociedades totalitarias
dirigidas por un partido omnipotente.
En la actualidad
vivimos en una democracia,
pero, por un lado, constatamos
que dônde había un partido ûnico,
ahora hay un pensamiento ûnico,
y que los defensores
de este pensamiento
consideran
que sôlo existe una soluciôn,
la que aporta el mercado,
para cubrir todas las actividades
de nuestra sociedad.
Sea cual sea la actividad,
política, econômica, social,
cultural, incluso deportiva,
el mercado
està capacitado para regularla.
Vemos cômo el mercado
està penetrando
en todos los intersticios
de la sociedad, cual un líquido
que nada olvida,
que nada perdona.
Por eso hoy podemos hablar
de regímenes “globalitarios”,
porque existe
esa voluntad de imponer
una soluciôn ûnica
a la pluralidad de nuestros problemas.
Escribí “El pensamiento ûnico”
en 1995,
en una época en que la mayoría
de nuestros conciudadanos
aûn no eran del todo conscientes
de que habíamos caído
en la ideología
en la que estàbamos inmersos.
A esa ideología,
la llamaríamos hoy “neoliberal”.
El neoliberalismo
es una técnica econômica,
o unos principios econômicos,
pero, imperceptiblemente,
es una cortapisa ideolôgica.
Lo que intentaba destacar
era eso precisamente,
planteando en qué consiste
al fin y al cabo,
enumerando ciertos principios.
En particular
que la “mano invisible” del mercado
soluciona problemas...
No hace falta que intervenga
el estado o los ciudadanos...
Establecer ciertos principios
como la desregulaciôn.
Todo ha sido demasiado regulado,
el estado està demasiado presente.
Hace falta menos estado.
El capital prevale sobre el trabajo,
uno se decanta siempre
por el capital.
Hay que privatizar
para que el perímetro del estado
sea el menor posible,
y el del sector privado
el mayor posible.
Hay que favorecer el librecambio
porque el comercio es desarrollo.
Se hacía este tipo de equivalencias.
Yo procuraba demostrar
que estos principios
no aparecieron de repente,
se elaboraron en 1944
en la conferencia de Bretton Woods
que dio lugar al FMI y al Banco Mundial
con el trabajo llevado a cabo
por el FMI desde los años 60 y 70
dirigido a los países del Sur.
El denominado “ajuste estructural”,
o lo que algunos llaman
el “Consenso de Washington”.
Cabía reducir
el presupuesto de los estados,
impedir el déficit pûblico,
la inflaciôn,
minimizar el nûmero de funcionarios,
al igual que los servicios pûblicos
de sanidad o de educaciôn...
El estado no podía
realizar esos gastos.
Muchos países del Sur
sufrieron por ello.
Eso es lo que yo explicaba:
al sumar todos esos elementos,
nos enfrentamos a una ideología.
En Francia, estàbamos en vísperas
de la elecciôn presidencial
que tuvo lugar
unos meses después, en mayo.
Yyo decía que hoy por hoy,
en realidad,
esa ideología,
ese “pensamiento ûnico”,
casi un partido ûnico,
era lo propuesto.
Privatizaciones de la izquierda
Tras la caída del telôn de acero,
se presencia en Occidente
una reenmarcaciôn hacia la derecha
de la mayoría
de los partidos de izquierdas.
Desde el Partido Laborista britànico
hasta el Partido
Social-demôcrata alemàn (SPD)
pasando por el Partido Quebequense,
todos se comprometen a “reformar”,
reingeniar o “modernizar”
el estado,
lo cual siempre se traduce con
la adopciôn de políticas neoliberales.
Por ejemplo en Francia
desde 1997 hasta 2002
el gobierno socialista
de Lionel Jospin
procede a la privatizaciôn de
una decena de empresas nacionales,
cifra similar a las privatizaciones
hechas por los gobiernos de derechas
que lo precedieron o sucedieron.
Pero ¿cômo logrô imponerse
la ideología neoliberal
en el seno de los partidos
llamados “socialistas”?
Y ante todo, ¿de dônde viene?
ORÍGENES
HUELGA GENERAL
DE WINNIPEG, 1919
Cuando aparece el neoliberalismo,
la configuraciôn intelectual
e institucional es peculiar.
Desde 1914 hasta 1945,
el capitalismo
sufre una crisis inaudita.
Fue una crisis material.
En los años 20
el capitalismo reemprende
su desarrollo tras la reconstrucciôn,
pero la Gran Depresiôn de los años 30
lleva al desempleo,
a la quiebra y al desorden político.
En un plan intelectual,
el credo liberal
cede el paso a reivindicaciones
de planificaciôn econômica,
intervencionismo y desconfianza
en el “laissez faire”.
Todos piden un refuerzo
de la intervenciôn estatal,
una economía dirigida.
Eso se traduce en acciones
concretas en países “dictatoriales”
y en las democracias.
Me refiero
al plan quinquenal soviético
y al “New Deal” de EE.UU.,
con la National Recovery
Administration (NRA)
u otras estructuras de ese tipo.
En la Alemania nazi, es
el Ministerio de la Economía Imperial,
en la Italia fascista,
el Ministerio de las Corporaciones...
Incluso en Francia se instaura
un Ministerio de la Economía Nacional,
una gran novedad,
con el auge del Front Populaire.
MANIFESTACIÓN COMUNISTA,
BERLÍN, 1929
Un aspecto del establecimiento
de una red neoliberal en Francia
fue la constituciôn de una editorial,
Les Éditions
de la Librairie de Médicis,
fundada en 1937.
La creô una mujer,
Marie-Thérése Génin,
cosa poco frecuente
en este universo tan masculino.
Estaba relacionada con un dirigente
del sindicato patronal francés,
Marcel Bourgeois,
que la empujô a crear una editorial
que difundiera textos de intelectuales
destinados a lectores intelectuales.
Las Éditions de Médicis publicaron
“La Cité Libre” de Walter Lippmann
que pretextô la organizaciôn
del Coloquio Lippmann,
al igual que algunos textos de Hayek,
Rueff, Ludwig von Mises.
Cerca de 40 textos
entre 1937 y 1940.
En esta editora se publicaron
las actas del Coloquio Lippmann
del Instituto Internacional
de Cooperaciôn Intelectual,
que ya no existe, pero que es
el predecesor de la UNESCO.
Ocurriô en un marco
relativamente oficial.
Este coloquio
reunía a 26 participantes
de gran importancia,
visto retrospectivamente:
Friedrich Hayek,
futuro Premio Nobel de economía,
Robert Marjolin, uno de los pilares
de la construcciôn europea,
los fundadores de la “economía
social de mercado” alemana,
Alexander Rüstow y Wilhelm Röpke,
el consejero financiero
de De Gaulle, Rueff
y Stefan Possony, inspirador de
la Guerra de las Estrellas de Reagan.
Retrospectivamente porque
en aquella época no se les conocía.
El coloquio durô 4 días,
durante los cuales se debatieron
las responsabilidades
del liberalismo en la Gran Depresiôn,
los medios
de renovaciôn del liberalismo
y la construcciôn de una oposiciôn
internacional al socialismo.
En el Coloquio Walter Lippmann
ya se descubre la vanguardia
de la batalla neoliberal
en gestaciôn.
Entre los màs férreos oponentes
al colectivismo,
destacan Friedrich von Hayek
y Ludwig von Mises.
Hayek y Mises representan una
de las tendencias del neoliberalismo,
la de la escuela austriaca.
Son partidarios
de un liberalismo radical
que otorga al estado
un poder mínimo.
El estado mínimo es un lema
que retoman sus discípulos.
Ambos tienen
ideas econômicas diferentes.
Los liberales a menudo hacen glosas
sobre sus divergencias
pero tienen varios puntos en comûn.
Primero, que la ciencia econômica
es sôlo parte de su obra.
Mises considera que es sôlo un campo
de la ciencia de la acciôn humana.
Hayek se desmarcô ràpido
de la economía pura
para interesarse por la psicología,
estudiar el cerebro,
los ôrdenes políticos, el derecho...
Para ellos, la economía
es una disciplina de origen,
pero no cubre la totalidad
de las ciencias humanas.
Luego, sus concepciones econômicas
eran las de la escuela austriaca,
una economía no-positiva:
no se basa en estadísticas,
en datos cifrados,
sino en unos axiomas.
Se toman en consideraciôn
situaciones ideales “típicas”
en las que se observa
cômo reaccionan las personas
ante las decisiones que deben tomar
entre el trabajo y el ocio,
dormir o enriquecerse,
con metàforas del tipo “Robinson
Crusoe en su isla desierta”.
La tercera similitud importante para
entender el movimiento neoliberal,
es el concepto de trabajo intelectual
y su papel en el socialismo.
Hayek y Mises tienen un pensamiento
muy elitista y aristocràtico,
dicen que la mayoría
de la humanidad no piensa.
Mises escribe en “El Socialismo”:
“La gran mayoría no piensa.”
Piensa una minoría de intelectuales
por el resto de la sociedad.
Consideran
que los intelectuales deben pensar
para luego progresivamente
contrarrestar el socialismo
que inventaron otros intelectuales
y difundieron a las masas.
Las masas no son socialistas,
las convencieron otros intelectuales.
Por eso ponen a los intelectuales
en el centro de los cambios sociales,
políticos y econômicos.
Eso les llevô a crear organizaciones
como la sociedad del Mont Pélerin.
La guerra suspende las actividades
militantes de los neoliberales.
El centro internacional de estudios
para la renovaciôn del liberalismo CIRL
establecido por el Coloquio Lippmann
desaparece tras un año de existencia.
En cuanto terminô la guerra,
von Hayek tomô el relevo.
Convocô a varios partidarios
de la refundaciôn del liberalismo
en una reuniôn decisiva para el futuro
del movimiento neoliberal.
La reuniôn del Mont Pélerin
tuvo lugar
del 1 al 10 de abril de 1947
en el Hôtel du Parc,
situado cerca de Vevey, en Suiza.
Su objetivo explícito
era reunir a intelectuales liberales,
europeos y americanos,
y crear una organizaciôn internacional
para promover las ideas liberales.
Hayek empezô a contactar
dos años antes
con algunos participantes
del Coloquio Lippmann
y con los círculos
britànicos y americanos.
Les invitô a todos al Mont Pélerin,
de ahí el nombre de la sociedad.
Había 39 participantes
en la primera reuniôn.
Ahí también destacaron
personalidades importantes:
tres futuros Nobel de economía,
Milton Friedman,
George Stigler, Maurice Allais...
Personalidades conocidas por
sus ensayos políticos o filosôficos,
Karl Popper, Bertrand de Jouvenel,
y personas con influencia directa
en sus países,
los alemanes Wilhelm Röpke
y Walter Eucken,
ligados a la “economía
social de mercado” alemana.
Los debates se centraron
en temas relativamente generales
como “Cristianismo y liberalismo”,
“El orden competitivo”,
Las posibilidades de levantar
una federaciôn econômica europea.
Durô varios días.
Hayek ideaba una estructura flexible
de captaciôn de miembros,
sin oficinas,
con estatutos en el Illinois,
reuniones bianuales
en distintos países.
Una estructura bastante inmaterial
para intelectuales
que piensan que el liberalismo es
una doctrina de y para intelectuales.
EN EL MEOLLO NEOLIBERAL
LOS THINK TANKS
La sociedad del Mont Pélerin
no es un think tank,
sino un tipo de academia
para liberales.
Así se instaurô
una forma de divisiôn del trabajo
entre esa organizaciôn que recluta
sôlo a los liberales màs famosos,
famosos por sus obras,
y segûn las actividades nacionales
de los miembros,
que incluyen estructuras asociativas
o del tipo think tanks.
Revisten formas distintas.
En Francia se creô
la Asociaciôn por la Libertad Econômica
y el Progreso Social en los años 60,
la secciôn francesa del Mont Pélerin,
a la que se unieron miembros
reclutados en círculos patronales
y políticos,
abarcando así un reclutamiento amplio
de distintos àmbitos,
no sôlo el intelectual.
Otro modelo, los think-tanks como
siempre los hubo en el Mont Pélerin.
Los màs famosos son
el Institute of Economic Affairs
que aparece en 1955
en Gran Bretaña
o el Heritage Foundation
estadounidense de 1973
ligado al partido republicano.
Esos think tanks
tienen asalariados,
pagados para redactar apuntes,
proyectos de leyes
que luego distribuyen
a políticos y periodistas,
con la idea de concurrir a la creaciôn
de una opiniôn pûblica liberal.
Hoy en día
hay cientos de think tanks
que forman una nebulosa
en la que es difícil orientarse
hasta el punto de que algunos,
como el Atlas Foundation,
tienen el papel de promover
el modelo think tanks
incluso de distribuir instrucciones
para crear un think tank propio.
Toman formas muy distintas.
Algunos grupos
se centran en un autor,
el Hayek Center,
el Von Mises Institute,
y se basan en la obra
de una personalidad.
También hay grupos concentrados
entorno a un tema en particular:
el medio ambiente,
la política exterior, etc.
La calidad y la potencia
de estos think tanks
son muy variadas.
Su fuerza
es su manera de conectar
a intelectuales y empresarios,
ademàs de ser una tendencia
de los partidos conservadores.
Podemos referirnos a think tanks
como el Center for Policy Studies
de Keith Joseph
que promoviô a Thatcher
y le permitiô adquirir una base
para revolucionar
el partido conservador en los años 70.
Es una organizaciôn que se vio
en un cruce entre tres àmbitos.
Un think tank
estrictamente intelectual
con una visiôn general
del liberalismo
tiene poca influencia
en los debates políticos.
Una fracciôn de las carreras
de von Mises, Hayek,
se explica en parte
por sus afinidades
con dirigentes
del sindicalismo patronal.
Mises siempre ha sido asociado
a la Foundation for Economic
Education y al sindicalismo patronal.
Hayek al llegar a Chicago
recibiô financiaciôn
de empresarios americanos
que querían que redactara
un “Camino de servidumbre”
referente a América
y no sôlo a Inglaterra.
Estos intelectuales
tenían mucho poder
por haberse codeado
o trabado amistad con gente influyente.
Se puede ver una caràcter utôpico
en la obra de Hayek,
pero del lado de los poderosos,
no de los necesitados.
Financiados por corporaciones
y grandes fortunas privadas,
los think tanks neoliberales
a menudo gozan de un estatus
de organismo benéfico.
Por lo que sus generosos donantes
tienen derecho a desgravaciôn fiscal.
Sin embargo, segûn la ley,
los organismos benéficos
no pueden dedicarse
a acciones políticas.
En 1989
Greenpeace vio como el gobierno
canadiense le retiraba
su estatus de organismo benéfico.
La Agencia tributaria
canadiense concluyô
que la ONG no siempre actuaba
por el interés pûblico
que contribuía por ejemplo
a “aumentar la pobreza
reclamando el cierre
de industrias contaminantes.”
En cambio
ningûn think tank neoliberal
que goce del estatus
de organismo benéfico
ha sido nunca molestado.
En su declaraciôn anual
al gobierno canadiense
estos institutos de investigaciôn
“no partidarios” afirman solemnemente
que “no intentan influir
en la opiniôn pûblica
u obtener la modificaciôn
de una ley o de una política.”
Siempre han existido think tanks
de derechas,
pero emergieron poderosamente
a principios de los años 70.
Ocurriô en el marco
de una amplia reacciôn
a la militancia de los años 60
que aterrorizaba a las élites
porque era democratizadora,
y ellas despreciaban la democracia.
En realidad el ejemplo màs explícito
del pensamiento
de la Internacional Liberal
fue un estudio muy importante
de la Comisiôn Trilateral
que reuniô a internacionalistas
liberales europeos,
estadounidenses y japoneses,
tres gigantes,
en 1974 y que se titulô
“La crisis de la democracia”.
Trataba de la excesiva
democratizaciôn de los países,
del “exceso de democracia”.
La gente generalmente apàtica
empezaba a ser activa y demandante.
Eran “grupos de intereses especiales”
como las mujeres, los jôvenes,
los ancianos, los trabajadores, etc.
Todo el mundo.
A un sector corporativo sôlo
no se le designaba así,
porque se suponía que dirigía
al mundo y al país,
por lo tanto era
de interés “nacional”.
Pero el resto de la poblaciôn
era demasiado activa.
En parte el movimiento estudiantil,
feminista, ecologista, etc.
Esta época
tuvo un efecto altamente civilizador
en las sociedades.
Esos cambios generaron miedo
de modo que la reacciôn
fue tremenda.
La Comisiôn Trilateral
pidiô que se moderara
el entusiasmo democràtico,
tanta presiôn no permitía al estado
satisfacer las demandas.
Las instituciones
de adoctrinamiento de la juventud,
que son bastante francas
porque conversan entre ellas,
deben ser màs directas y estrictas.
La prensa està fuera de control,
lo cual suena irônico,
y tal vez debiera
intervenir el estado.
De alguna manera
lo que expresaba
la Internacional Liberal
traducía el sentimiento general
de Europa, EE.UU. y Japôn.
Se hablaba
de una “época de confusiôn”.
Confundía mucho
la popularidad
de los movimientos sociales.
Y hubo una reacciôn fuerte
en varios frentes.
De ahí el desarrollo
de los think tanks de derechas
que alcanzô mucha fuerza
e intentô dejarle a la derecha
la problemàtica,
al menos ante la opiniôn pûblica.
Al mismo tiempo, se incrementaban
los lobbies de negocios
que intentaban controlar
y delimitar las legislaciones.
¿Cômo puede el mercado promover
elecciôn y libertad individuales?
Seminario de estudiantes del Instituto
Fraser sobre políticas pûblicas
con la participaciôn
del Instituto Econômico de Montreal...
Sàbado 10 de febrero de 2001,
con el apoyo de los donantes
del Instituto Fraser en Québec.”
Cuando uno concede
el poder coercitivo,
el monopolio
sobre el poder coercitivo,
a una agencia
a la que llamamos gobierno,
siempre habrà la tendencia
a hacer un uso o bien ignorante
o bien de abuso de poder.
Y el poder tenderà a crecer.
El Instituto Fraser procura
investigar y subrayar
cuàles deberían ser
los propios límites del gobierno
y los límites de la empresa privada
o de los intercambios voluntarios
entre individuos.
Éste es el nexo, la divisiôn,
entre coerciôn y voluntariedad
de que tratarà mi conferencia de hoy.
También veréis las conferencias
de las personas
invitadas a participar hoy.
ESPECIAL:
CENA-PRESENTACIÓN
...de la Foundation for Economic
Education en Nueva York.
En su presentaciôn,
‘Saneado por el Capitalismo’,
este experto en libertad explicarà
cômo el alza de nuestro nivel de vida
nos ha ofrecido el ‘lujo’
de preocuparnos por cuestiones
como los planteamientos
medioambientales planetarios.”
Soy presidente de la Fundación
por la educación económica
sita al norte de Nueva York
y fundada en 1946.
Fue la primera organizaciôn mundial
de tendencia liberal clàsica
en favor del mercado libre.
Desde entonces, otras han emergido.
Desde 1946 nuestro objetivo primero
es presentar al pûblico
las ideas y los ideales
de una sociedad liberal
y descentralizada
regida por las reglas de la propiedad
privada y de un gobierno limitado.
Lo que quiero subrayar hoy no es
que el capitalismo industrial
no produzca poluciôn,
sino que la contaminaciôn causada
por el capitalismo industrial
ya sea o no considerada aguda,
sea comparada...
La severidad de la situaciôn actual
debería ser comparada
con la de la época preindustrial.
Segûn los estàndares actuales,
las condiciones en aquella época
eran extraordinariamente
sucias, insalubres y peligrosas
por culpa
de los contaminantes naturales
a los que se confrontaban
nuestros antepasados a diario
poniendo sus vidas en peligro.
El sistema capitalista
ha eliminado
gran parte de dichos peligros
y ha logrado contener
sus repercusiones.
No trato de decir
que la poluciôn no exista hoy en día,
sino que la contaminaciôn actual
debería ser contrastada
con la que hemos tenido,
apreciar el balance
del capitalismo versus el...
no-capitalismo.
Este seminario no està financiado
por el gobierno,
sino por donativos privados.
Es alentador ver que hay gente
dispuesta a invertir dinero
en sus convicciones.
Opino que existen
demasiados servicios
como el subsidio de desempleo,
la salud, la educaciôn,
bajo la custodia
de un monopolio, el gobierno,
el ûnico productor
de tales servicios.
¿Por qué no abrirlos
a la libre competencia?
Se podría ejercer la competiciôn
en la producciôn de los servicios
y nuestra preocupaciôn
por los pobres se podría traducir
en subvenciones que les permitieran
comprar esos servicios.
Digamos dividir...
Separar la producciôn que quisiera
que fuera privada y competitiva,
de la financiaciôn, que podría ser
en parte gubernamental.
No me gusta hablar de mercados
porque no creo que existan
sin los gobiernos.
Todo mercado necesita reglas
de cierto nivel de coerciôn.
Tampoco me gusta hablar de libertad
sino de un valor en sí.
Hay mucha gente
que rechaza la libertad.
Lo que digo es que quiero
poder escoger a mis amos.
Y lo que intento...
plantear en mis conferencias
es cômo se podría...
alcanzar un sistema de gobierno
que nos permita escoger
al tipo de representantes,
al tipo de coerciôn.
Todos debemos vivir bajo coerciôn,
incluso los màs fieros libertarianos.
PEQUEÑO FLORILEGIO LIBERAL
LIBERTARIANISMO YTEORÍA
DE LAS ELECCIONES PÚBLICAS
¿Qué deben hacer los libertarianos?
El libertarianismo es el descendiente
de la filosofía clàsica liberal
que hace hincapié
en la libertad individual
y sus repercusiones econômicas,
el mercado libre,
repercusiones políticas,
el estado mínimo,
una coerciôn
y una regulaciôn mínimas...
Vamos, de cuànto margen puede haber
para que la gente haga lo que quiera
y se relacione voluntariamente
con otros individuos.
En el plano social...
està en las antípodas
de las filosofías de imposiciôn
de un orden social,
religioso o cultural.
La idea es
que si los individuos son libres
en un marco protector de los derechos
de propiedad e individuales,
cada uno debe poder relacionarse
voluntariamente con terceros,
lo cual lleva a cierta armonía,
y no a la anarquía,
a la lucha entre individuos,
el capitalismo salvaje
o la “competencia salvaje”.
Al contrario, se trata
de permitir que los individuos
se relacionen
pacífica y voluntariamente.
¿Neoliberal,
libertario o libertariano?
El libertarianismo es el descendiente
del liberalismo clàsico,
una filosofía elaborada
en los siglos XVII y XVIII
que se oponía, obviamente,
a las monarquías
autoritarias de aquel entonces.
El liberalismo decía:
En contra del poder soberano deben
crecer las libertades individuales.
Se desarrollô durante
los siglos siguientes
hasta lo que conocemos hoy,
es decir, una filosofía
que enfatiza el libre mercado.
Los libertarianos del siglo XX
se desmarcan de los liberales.
La definiciôn del término “liberal”
ha cambiado.
En EE.UU. un liberal
es màs bien lo contrario:
es un socialdemôcrata
o un izquierdista.
En Europa se mantiene la tradiciôn
francesa del término “liberal”.
Pero había confusiôn.
Los liberales clàsicos estadounidenses
empezaron a llamarse
libertarians en los años 20 y 30
para distinguirse de los liberals.
La filosofía libertariana
es màs coherente y radical
que el liberalismo clàsico,
porque quiere reducir el estado
a su màs simple expresiôn
incluso algunos libertarianos
estàn a favor
de la eliminaciôn total del estado,
de la privatizaciôn de los servicios
de defensa, seguridad y justicia.
Redistribuir la riqueza es inmoral.
Hoy en día, en una sociedad
en la que el estado gasta
entre el 45 y el 50 por ciento
de su PIB
controla sectores
como la educaciôn o la sanidad,
regula cosas que no controla,
subvenciona a todo el mundo...
Gran parte de la poblaciôn
sôlo vive
de la redistribuciôn del dinero.
Esa gente no està produciendo
bienes en un mercado libre,
està recibiendo un dinero del estado
que éste confiscô
a los contribuyentes.
Eso significa que un montôn de gente
està viviendo a expensas
de otros individuos.
Podríamos dividir la sociedad en dos
desde un punto de vista libertariano:
los que producen
y los que viven de los productores,
como una especie de paràsitos.
Aunque la palabra suene mal,
es así.
Querer màs responsabilidad individual
y defender esto es contradictorio.
Todos los que viven a expensas
de los demàs son unos irresponsables.
No hacen nada
que requiera la demanda
y viven gracias
a la coerciôn estatal.
El estado transfiere
riquezas de un grupo a otro.
Si queremos promover
la libertad y la responsabilidad,
no podemos aceptar tal dependencia
de gran parte de la poblaciôn.
La teoría de las elecciones pûblicas
enuncia que la adopciôn
de políticas gubernamentales
no està motivada
por el interés colectivo,
sino por los intereses particulares
de varios grupos sociales.
En 1986, James M. Buchanan,
el padre de esta teoría
que denuncia la ineficacia del estado
y defiende una limitaciôn
de los gastos pûblicos,
gana el Premio Nobel de economía.
Los gobiernos,
al contrario de la percepciôn
aquí divulgada...
En Québec vivimos
en una cultura intervencionista.
No nos damos cuenta
porque nos han convencido de ello
y nos parece natural,
pero en realidad es
una cultura intervencionista
que percibe ingenuamente al estado
como el instrumento
que maximiza el bien comûn.
Como si la inspiraciôn...
Pero es sôlo un punto de vista...
Una visiôn
angelical del estado.
No tiene nada que ver
con los gobiernos reales.
¿Por qué creemos que nuestros
gobiernos, democràticos,
y eso es una ventaja,
van a maximizar el bien comûn?
No hacen nada semejante.
Los gobiernos obedecen
las reglas del juego que les rigen.
¿Cuàles son esas reglas?
Es el proceso electoral.
Ésa es su virtud.
¿Qué anuncia esto?
Pues primero
que a menudo asistimos
a la dictadura de la mayoría.
Puesto que la primera regla del juego
político, aunque no la ûnica,
es la mayoría,
un gobierno
que supo ganar las elecciones
privilegiarà primero a la mayoría.
Pero la mayoría crea ingresos
relativamente débiles.
Significa que los políticos
se centraràn exclusivamente
en redistribuir la riqueza
en favor de esa mayoría
y no en maximizar la riqueza
o aumentar el crecimiento.
La eficacia no es una consideraciôn
importante para un gobierno.
Su prioridad es
redistribuir la riqueza
a su electorado, a la mayoría.
Así se explican
los regímenes universales,
esa especie de predilecciôn
que la mayoría ostenta
hacia los monopolios pûblicos
de la salud
o de la educaciôn,
porque no se trata de compasiôn
o de preocupaciôn
por compartir la riqueza
lo que inspira tal posicionamiento,
sino la mayoría que quiere cobrar
servicios pagados por una minoría
con mayores ingresos.
Eso es lo que significa.
Así que es una mentira enorme
afirmar que la compasiôn
inspirô la salud socializada
y los monopolios pûblicos
de la educaciôn.
Otra cosa es que la gente,
es decir la mayoría,
es màs bien apolítica.
En economía existe lo que
llamamos la “ignorancia racional”.
Sería una tontería
para cada uno de nosotros
adquirir mucha informaciôn
acerca de las políticas,
informarnos
sobre sus impactos en nosotros.
Porque no cambia nada,
somos un votante entre x millones.
Por consiguiente,
estar o no al tanto, votar bien o mal
el resultado serà el mismo.
Cada uno debe pensar
que debe minimizar su esfuerzo
por comprender las políticas,
por informarse,
y eso concuerda con los hechos.
La gente no suele conocer
el nombre de sus diputados,
sería incapaz de designar,
de explicar
el sentido de una política.
Es normal,
saldría muy caro informarse
mientras su peso en la realizaciôn
de una política es nulo.
Por eso la gente
es apàtica, apolítica,
no participa de la vida política
porque no merece la pena.
Sin embargo eso abre las puertas
a la intervenciôn de grupos
posicionados estratégicamente,
grupos de interés,
y es lo que explica su dominaciôn.
Un organismo, pongamos
el secretariado de la CSN
o la Asociaciôn de Manufactureros
Canadienses, que ya existen,
estàn preparados para propagar
y promocionar sus intereses
a un coste mínimo,
porque ya estàn establecidos.
Eso significa
que las decisiones políticas
van a ser dominadas
por los estrategas,
los grupos organizados.
Todos los grandes gobiernos
del mundo, los de hoy y los de ayer,
no han sido màs
que unas pandillas de ladrones,
asociados con el fin
de saquear, conquistar
y reducir a sus hermanos
a la esclavitud.
Y sus leyes, como las llaman,
sôlo representan los acuerdos
que han estimado necesario pactar
para mantener su organizaciôn
y actuar al unísono
para desvalijar a los demàs,
reducirlos a la esclavitud, asegurarle
a cada uno su parte acordada de botín.
Esas leyes no imponen màs deberes
que los creados por los acuerdos
que los granujas,
los bandidos y los piratas
juzgan ûtiles de firmar entre ellos.”
Lysander Spooner, “Derecho natural;
o la ciencia de la justicia”, 1882
Si miramos los hechos objetivamente,
el estado es
una instituciôn coercitiva,
no puede operar
si no es imponiendo por la fuerza.
Por ejemplo,
el estado detiene un monopolio
como Hydro-Québec.
Si yo decidiera producir
y vender electricidad
desde fuera de ese monopolio,
al final,
no sôlo me daràn unos cachetes
por incumplir las leyes,
me encarcelaràn.
Si persisto en hacer algo prohibido
por la reglamentaciôn del estado,
el estado me violentarà físicamente
si quiero ofrecer un servicio
que él, que los hombres políticos
prefieren monopolizar.
Lo que hace el estado al robarnos
la mitad de nuestro salario...
A mí nadie
me ha pedido la opiniôn,
por eso digo que me roban
la mitad del salario.
Aunque digamos
que democràticamente
hemos elegido a unas personas
que deciden por nosotros
yo mantengo
que la democracia
es la organizaciôn “pacífica”
del banditismo del estado.
No voté para que me robaran
la mitad del salario,
pero eso le interesa
a la gente que vive
a expensas del estado
que me quita ingresos
para dàrselo a ellos.
La verdadera libertad
no es la democracia.
Yo no soy anti-demôcrata
porque prefiera un estado autoritario.
Cuando uno critica
la democracia, se le supone
a favor de un estado autoritario.
Al contrario,
yo estoy a favor de un estado
sin ninguna autoridad,
hasta tal punto
que no deba ni justificarse
en base a la democracia.
La libertad individual
no es la libertad democràtica.
Cuando democràticamente
cedemos el poder de imponernos,
contradecimos la libertad individual.
Si somos coherentes en la defensa
de la libertad individual
no estamos a favor de màs democracia,
es decir, de màs vías
para repartir los recursos ajenos,
robados a terceros.
Al contrario, estamos a favor
de la reducciôn del papel del estado
para que los individuos
tengan la libertad
ya no de decidir
qué zorro entrarà en el gallinero
sino de decidir qué hace
con sus propiedades.
Punto y barra.
Los incentivos incorporados
en las políticas sociales
son nefastos
para los pobres y para la poblaciôn.
Me refiero
a que nosotros tenemos
una economía social pûblica
paralela a la economía
de mercado capitalista.
La ûltima es productiva y la otra
se basa en el modelo de la URSS
y comprende incentivos
nefastos para todos.
Se recompensa a los desempleados,
a los que no tienen
familias estables...
La ayuda a las madres solteras
es una manera de multiplicar
nacimientos fuera del nûcleo familiar.
Y se recompensa a los pobres.
Es así de radical.
La pobreza obedece
a las mismas reglas que lo demàs:
cuanto màs se subvenciona, màs hay
porque la gente se acomoda a ella.
Lo comprobamos
con experimentos en Ontario
y en EE.UU. desde hace 5 años,
en los que se impusieron unos límites
al acceso
a los subsidios de bienestar social,
lo cual redujo a la mitad
la poblaciôn pobre
en pocos años,
porque no había dinero,
cambiaron las condiciones,
se imponía el trabajo
y otras modalidades.
Total...
Pues eso...
Existen métodos
para animar la reinserciôn
a la economía productiva.
En vez de amontonarlos
en viviendas sociales, en guetos,
donde todos son pobres,
si les diéramos cupones
que les permitieran
acceder a la propiedad
en vez de subvencionar el paro
con el seguro de desempleo...
Se les subvenciona
para que sean parados.
Si no eres un parado,
no cobras subvenciôn.
Se podrían crear fondos
de inversiôn de desempleo
en los que todo el mundo
acumulara protecciones
de refugio fiscal,
incluso subvencionadas,
en el caso de perder su empleo,
así cada uno se preocuparía
por no estar en el paro
porque tendría
que tirar del fondo que le pertenece,
cada uno sería beneficiario
de sus propios ahorros.
Mil ideas. Pero nuestro régimen
de políticas sociales se basa
una vez màs en crear una industria
de la pobreza y de la dependencia
que aprovecha a todos los burôcratas,
funcionarios que gravitan alrededor
y que suscitan dependencia,
y apoyo político...
Sin efectos a largo plazo.
Las políticas sociales
no han disminuido la pobreza.
Ése es el diagnôstico final
en este tema.
La ayuda social
es nefasta para los niños.
Se observa que el crecimiento
es histôrica y geogràficamente...
El crecimiento de ingresos
de las economías es el ûnico modo
de ayudar a los pobres.
Tenemos datos rigurosos sobre ello.
La ûnica variable
que afecta y disminuye la pobreza
en uno o varios países
es el crecimiento de las riquezas.
Las políticas sociales
no sirven de nada.
Quien quiera preocuparse
de la asistencia a los pobres
o a los desfavorecidos
debe privilegiar el crecimiento.
Por consiguiente,
quienes se oponen al librecambio
en nombre de los países pobres
y de los pobres en los países,
se equivocan,
cometen un error de observaciôn.
Los hechos contradicen
sus opciones.
La mejor manera de asistirlos
es abrir el mercado
para que crezcan los ingresos.
El ingreso de los pobres crece
tan ràpido como el de los demàs
cuando aumentan los ingresos.
Para que crezcan los ingresos
debe abrirse la economía.
Màs allà de esto,
màs allà de la asistencia a los pobres,
existen varias medidas...
No entiendo los fundamentos
de la redistribuciôn de la riqueza.
Los gobiernos redistribuyen
mucha riqueza
a favor de la clase media
por ser la mayoría
que determina las elecciones.
Pero no tiene fundamentos morales.
La ûnica justicia social,
si puedo expresarlo así,
es el respeto
de los derechos de propiedad.
Desde un punto de vista libertariano
los bienes pûblicos no existen.
Es un invento que justifica
la intervenciôn del estado.
La lôgica es
que siempre hay externalidades,
pongamos como ejemplo
la contaminaciôn.
No se produce sin generar humos,
que recaen en el vecino,
o sin residuos que acabaràn
en los ríos...
Pero ¿por qué se produce esto?
Pues porque no existen
derechos de propiedad,
por ejemplo en el agua.
Los ríos son pûblicos.
A lo largo del siglo XIX
se les permitía a las empresas
contaminar los ríos
y ha ocurrido hasta hace muy poco
porque el estado controlaba el río,
que era un recurso pûblico.
El estado permitía
a las empresas privadas
contaminar los ríos.
Pero digo
que de haber sido privatizado el río
y de haber solicitado
a cada propietario
su permiso para que una compañía
tirase sus residuos al río,
seguramente las cosas
serían diferentes.
Tal vez si la compañía
pagara el precio de la poluciôn,
si les pagara a los propietarios
por contaminar sus recursos,
la alocaciôn por los recursos
sería muy distinta.
Lo màs probable es
que enfatizara
otras soluciones:
màs inversiôn en soluciones
tecnolôgicas anti-contaminaciôn,
pactos que permitieran contaminar
determinados lugares
pertenecientes a personas dispuestas
a aceptar la poluciôn por dinero.
Las prioridades de producciôn
se organizarían de otra manera.
Hablamos de “bienes pûblicos”
que existen sôlo
porque el estado
distorsiona la producciôn
nacionalizando bienes,
hasta el medioambiente.
CRÍTICAS
Histôricamente el liberalismo
representa un avance.
Pero el liberalismo clàsico
que defendía Adam Smith,
fundador de la economía política,
tiene bien poco que ver
con lo que circula bajo la expresiôn
“liberalismo” en “neoliberalismo”.
No tiene casi nada que ver
con el liberalismo clàsico.
Histôricamente
el liberalismo fue un avance
porque fue una contestaciôn
al absolutismo real,
y una devoluciôn
de sus derechos al pueblo.
En nombre de dichos derechos,
en el liberalismo de Locke y Smith,
se reconociô el derecho a la propiedad
privada, lo cual fue un avance.
Pero no es absurdo pensar
que incluso el anarquismo
es fruto del liberalismo.
El liberalismo tenía un contenido
radical en su formulaciôn.
Los intelectuales actuales
que se dicen liberales
le pondrían los pelos de punta
a Adam Smith,
porque no vería ninguna semejanza
con lo que él defendía.
Tomemos el caso
de la propiedad privada.
Si resulta de interacciones
en cuyo seno
hay corporativas transnacionales,
enmarcadas en el liberalismo clàsico,
resulta impensable.
Es imposible pensar
que unas tiranías privadas como
General Motors o Bombardier
puedan tener derechos,
de propiedad u otros, que transciendan
a los derechos humanos.
Quiero clarificar que la cuestiôn
relativa a los derechos
de propiedad es difícil.
Es importante plantearla.
Las respuestas no son sencillas.
Sin embargo estoy convencido de que
incluso en el marco del liberalismo
no caben las pràcticas actuales
con actores como las transnacionales,
y los derechos que se les reconocen,
en el modelo del liberalismo clàsico.
Debemos reflexionar
sobre los derechos de propiedad.
Mis opiniones son
las del anarquismo clàsico:
la propiedad privada de los medios
de producciôn me parece aberrante.
Pero quiero reconocer
lo que Proudhon llamaba “posesiôn”.
Es sano tener
derechos de posesiôn.
Pero la doctrina
que circula fraudulentamente
bajo el nombre “liberal”
o “neoliberal” es absurda.
Supongamos que en el mundo actual
alguien pueda apropiarse
de las cosas
por los medios corrientes.
Supongamos que yo lograse apropiarme
por medios considerados legales
de elementos esenciales
para tu vida, la suya, la vida ajena.
Aquella gente podría
o bien morir o bien venderse a mí.
Tal sociedad sería considerada
justa por el neoliberalismo.
Es absurdo, aberrante.
No podemos contestar a tal dilema
en los términos simplistas
con los que estamos
invitados a hacerlo.
El planteamiento es difícil.
No creo que podamos poseer
los medios de producciôn privadamente,
en cambio sí los derechos de posesiôn,
las cosas que utilizamos.
El término “neoliberalismo”
es bastante curioso.
Primero, no tiene nada de liberal
y, como ya lo hemos dicho,
no es nada novedoso.
Son las políticas neoliberales
o semejantes
las que crearon el Tercer Mundo.
Si nos remontàramos al siglo XVIII
los principales actores econômicos
mundiales eran la China y la India.
Luego cambiaron.
La distancia entre ricos y pobres
no era tan grande como hoy.
Europa creciô y se desarrollô,
primero Inglaterra,
luego EE.UU., Alemania, etc.
Se desarrollaron violando con ultraje
los principios neoliberales:
Estados fuertes, intervenciones
directas en la economía, etc.
La India y la China
fueron devastadas.
Lo mismo ocurriô
con los países en vías de desarrollo.
¿Cômo? Por la imposiciôn violenta
de los principios de mercado.
Es un hecho conocido.
Los historiadores econômicos
serios como Paul Bairoch
subrayan que el proteccionismo
e intervencionismo estatales
desarrollaron a los países ricos.
No lo llama “neoliberalismo”,
sino “liberalizaciôn forzada”
que creô el Tercer Mundo.
Ya se entendiô en el siglo XVIII.
Adam Smith, por ejemplo, venerado
por todos, pero leído por nadie.
Si lo leemos, veremos
que era una persona inteligente.
Acuñô la famosa “mano invisible”,
pero la gente no sabe
en qué contexto naciô.
Él usa la expresiôn una vez
en “La riqueza de las naciones”.
Es una crítica de lo que llamamos
el “neoliberalismo”.
Se interesô por Inglaterra.
Dijo: “Supongamos
que los mercaderes
y manufactureros
que dirigen la naciôn
decidieran invertir
en el extranjero e importar,
porque es màs rentable.
Sería màs rentable para ellos,
pero nefasto para Inglaterra.
Sin embargo, por varios motivos,
ya sea por nacionalismo,
o por inseguridad,
individualmente,
preferiràn no hacerlo.
Entonces la naciôn serà salvada
por una ‘mano invisible’
de los estragos
de lo que llamamos ‘neoliberalismo’.”
Su intuiciôn era buena,
aunque no el argumento.
David Ricardo, otro gran economista,
decía màs o menos lo mismo.
Si tomamos su ejemplo
sobre Portugal e Inglaterra,
decía: “Si los capitalistas britànicos
decidieran invertir en Portugal
en vino y paño,
sus ejemplos originales,
podrían sacarle provecho,
aunque socava su teoría
de la ventaja comparativa,
pero perjudicaría al pueblo inglés.
Sin embargo, no querràn hacerlo.”
Evoca varias razones
psicolôgicas, patriôticas, etc.
Pero la intuiciôn era buena.
Ya se entendiô en el siglo XVIII
y los hechos concordaron bastante.
La “liberalizaciôn forzada”
ha sido extremadamente nefasta.
Los países ricos mismos
la rechazaban.
El librecambio
es un concepto muy bonito,
tal y como se ideô en el siglo XVIII
seguramente tenía méritos.
Es lôgico decir “debéis producir
lo que mejor producís
y al menor coste
e intercambiarlo con terceros
que haràn lo mismo.
En vez de intentar producir
en Inglaterra, cômprenlo en Portugal.
Los portugueses compraràn
vuestros tejidos de lana.”
Ése era el ejemplo original
de Ricardo.
Pero los grandes teôricos
del siglo XVIII
jamàs habrían imaginado
que el capital tendría
libertad de circular,
y que una compañía
americana o inglesa
podría invertir en la China,
beneficiarse
de la represiôn en la China
que rechaza los sindicatos
y por consiguiente
ofrece salarios muy bajos,
que “externaliza”
todos los costes medioambientales,
hace pagar a la sociedad
y al planeta en general
porque contamina,
pero es màs barato.
En vez de obtener
una ventaja “comparativa”,
produciendo el vino màs barato
y otros el paño màs barato,
se convierte
en una ventaja “absoluta”,
porque el capital
es libre de dirigirse
donde halle las mejores
condiciones de beneficios.
Eso es lo que tuerce el comercio
y provoca
que las transnacionales
quieran gozar
de la mayor libertad posible.
Pero no se contempla
que el trabajo circule,
a excepciôn de
los “nômadas contemporàneos”,
un personal altamente cualificado,
afectado por los acuerdos
sobre el servicio,
porque tienen derecho a circular
libremente e instalarse donde quieran,
al contrario
del comûn de los mortales.
El 17 de diciembre 1992, el presidente
de EE.UU. George H. W. Bush,
firma con Canadà y México
el Tratado de Libre Comercio
de América del Norte (TLCAN o NAFTA).
14 años después,
el 26 de octubre de 2006,
su hijo, George W. Bush promulga
la ley del “Muro de Seguridad”.
Esta ley autoriza la edificaciôn
en la frontera mexicana
de una doble pared de 4,5 m. de altura
a lo largo de 1.200 km.
Ademàs, està dotada
de la ûltima tecnología en vigilancia:
miradores, càmaras,
sensores terrestres, drones, etc.
La teoría de la ventaja comparativa
habla de especializaciôn internacional
y dice que las naciones
deben especializarse
segûn sus ventajas.
Es una teoría puramente estàtica.
Imaginemos una caja
en la que colocamos fichas,
pero sin plantearnos
la forma de la caja ni su evoluciôn,
si la forma de la caja
puede cambiar...
Es una teoría de la inmediatez.
¿Por qué no funciona?
Porque el comercio internacional
no es un intercambio neutro
en el que los buenos indígenas
comercian con
los buenos conquistadores.
No ha ocurrido ni ocurre nunca así.
Los conquistadores llegan
y los matan a todos.
Luego, comercian
en una segunda etapa de pacificaciôn.
Pero en el comercio internacional,
la matriz del comercio...
El comercio no es
como nos han sugerido
un intercambio
en el pueblo, la ciudad, la regiôn,
el país, y por fin
los países que intercambian.
Nunca ha ocurrido así.
Todo lo contrario.
Empieza con el comercio internacional
que sigue a los militares,
la predaciôn,
y luego ocurre un fenômeno
de pacificaciôn hacia el interior.
La teoría de la “mano invisible”
es increíble.
Primero se apuesta
por que los hombres son malos.
Es relativamente lûcido.
Es decir:
Vamos a apañarnos con ello.
Los hombres son
egoístas, codiciosos,
màs bien malvados
y les disgusta lo colectivo.
No son solidarios,
son anti-sociales y narcisistas.
Hagamos que este defecto
se convierta en una ventaja
para la colectividad y la sociedad.
Que sigan así,
de su antagonismo egoísta
nacerà la fortuna pûblica.
Ésa es la idea
de la “mano invisible”.
Y cada vez que se interviene,
que se intenta poner orden
en este antagonismo de los egoísmos,
perturbamos el sistema
y empeoramos las cosas.
Porque una
de las grandes tesis reaccionarias
es la tesis del efecto perverso.
Hirschmann lo dijo y es genial:
Los derechistas, reaccionarios,
siempre acusaron a los izquierdistas de
hacer el mal queriendo hacer el bien.
Queréis ayudar a los pobres,
vais a crear aûn màs pobres.
La imagen màs extraordinaria
es la que vi en The Economist
después de la reuniôn de Seattle
que muestra a gente
hambrienta, del Tercer Mundo,
diciendo: “He aquí las víctimas
del fracaso de Seattle”.
Es inmundo,
peor que los anuncios de Benetton.
Se basa en la idea de decir:
“Os divertía prohibir la OMC.
¿Qué pasa? Habéis creado pobres,
desgraciados y hambrientos.”
Cuando es el sistema
el que los crea, por supuesto.
Y la “mano invisible” es decir:
“Que siga así”.
No hay remedio,
el hombre es malo.
Lo que puede detener la maldad
de un hombre es la maldad de otro.
Poned a dos malos juntos
y ya se equilibraràn.
Los economistas han estudiado
la “mano invisible” desde 1776,
ya empieza a hacer bastante tiempo.
Para que funcione, los hombres
deben estar separados, ser autônomos,
no relacionarse,
que no haya colectividad,
tener solamente
su propia racionalidad
separada de la de los demàs,
individual.
Debe ser un individualismo absoluto.
La segunda condiciôn es
que la informaciôn sea perfecta.
Saber todo lo que va a ocurrir
en los siglos venideros...
Segunda condiciôn...
A ver, ¿cuàl era la tercera?
lnformaciôn perfecta...
Y en tercer lugar,
que no hayan incertidumbres,
pongamos una tormenta, el azar,
que Ariane se pegara
una hostia en el vuelo 25
en vez del tercero...
El mundo debería no tener sorpresas,
lo cual es correlativo
a la informaciôn perfecta necesaria.
En estas condiciones,
podría funcionar la “mano invisible”,
pero tampoco es seguro
porque hay que saber,
y es muy importante,
que los economistas liberales
màs grandes, matemàticos,
los màs prestigiosos,
los Premios Nobel,
han demostrado desde hace 25 años
que el teorema
de la “mano invisible” ino funciona!
Que es una chorrada.
Muchos ya lo habían presentido.
Keynes presintiô
ya que la nociôn de equilibrio
no se adaptaba a la economía.
Al revés. La economía
era fundamentalmente caôtica.
Pero los economistas puros y duros,
los malos, los liberales,
los màs prestigiosos,
coronados con el prestigio
de la ciencia màs dura
han dicho, como el Premio Nobel
Gérard Debreu, hace 25 años,
que un mercado no lleva
al equilibrio y que no es eficaz.
Acuérdense bien:
Un mercado no lleva al equilibrio,
así que la ley de la oferta
y la demanda no significa nada.
Luego, un mercado no es eficaz.
Sin controlar el mercado,
tendremos la peor soluciôn.
Si se deja,
tendremos la peor soluciôn.
iGracias, señores liberales
por habérnoslo dicho!
Nos lo olíamos, pero se agradece
que lo digan ustedes.
Quien habla de la “mano invisible”,
del equilibrio y de la eficacia
o bien es un estafador,
suele ocurrir,
o bien se tapa los ojos,
eso también,
esos a los que Sartre llamaba
“cabrones”, que saben y callan,
o bien es un incompetente,
que también pasa.
Defienden el libre comercio.
Pero ¿qué significa?
Primero, un país como los EE.UU.,
o en menor medida como la UE,
no puede participar en acuerdos
de libre comercio, lôgicamente:
no acepta mercados en su casa.
De esta manera, ¿cômo puede
participar en esos acuerdos?
Pongamos
la economía estadounidense
en el centro de la economía
después de la Primera Guerra Mundial.
Se basa en gran parte
en la dinàmica del sector pûblico.
Ahora pongamos el sitio
en el que estamos, el MIT.
¿Qué es? Quizà el mayor
instituto tecnolôgico,
pero también un canal
por el que los fondos pûblicos
van a parar en los bolsillos
de empresas privadas.
Aquí se desarrollaron
tecnologías como internet,
el ordenador u otros aspectos
de la alta tecnología
en su mayoría a expensas del estado,
asumiendo riesgos.
Y bajo el cobijo del pentàgono,
lo cual es adecuado
para el aspecto electrônico
de la industria high-tech
y durante decenios.
Los ordenadores e internet
han permanecido en el sector pûblico
durante treinta años
antes de cederlos al sector privado.
Y pasa lo mismo
con pràcticamente todo lo demàs.
Tomemos la aviaciôn civil
que se exporta tanto.
Es casi un sector
de la fuerza aérea.
Por eso Europa, Estados Unidos,
Japôn y otros países
estàn tan interesados
en desarrollar aviones militares:
por las repercusiones inmediatas
en la aviaciôn civil
que genera beneficios colosales
en la industria turística, etc.
Tomemos el comercio:
se basa en contenedores.
¿De dônde vienen?
De la Marina estadounidense.
Los clàsicos, Adam Smith,
David Ricardo, Karl Marx,
John Stuart Mill,
Malthus, màs o menos,
estos clàsicos de la creaciôn
del pensamiento econômico
integraban un pensamiento social.
Eran màs filôsofos sociales
que economistas puros.
Pero los neoclàsicos,
Auguste y Léon Walras, padre e hijo,
a mediados y finales del siglo XIX,
inauguran una especie de pensamiento
de la ciencia econômica.
Al decirse científico, se elimina
el pensamiento moral o filosôfico.
Se exime de la preocupaciôn que tenían
los clàsicos hasta Karl Marx,
la preocupaciôn siguiente:
¿Quién se enriquece?
¿Por qué lo hace?
¿Tiene derecho a hacer tanto dinero?
¿Es o no justo?
¿Es bueno o no para la comunidad?
Había una dimensiôn ética
en el pensamiento econômico.
Esa dimensiôn ética se ha suprimido
con el pensamiento neoclàsico
que ha abierto las puertas
al pensamiento neoliberal
que ha añadido
al pensamiento neoclàsico
el aspecto científico:
Somos una ciencia,
por lo tanto imitamos a la física,
constatamos
que el dinero se traslada,
contamos, observamos, clasificamos,
pero no nos permitiremos
emitir una opiniôn
porque la física es una ciencia,
la madre de las ciencias y no juzga.”
La fuerza de la economía es que cae
como una evidencia, una neutralidad.
Es un discurso neutro,
que no habla del bien o el mal,
que es científico,
con la neutralidad de la ciencia,
por lo que se ve como algo normal.
Obviamente, es normal ajustar
los salarios para evitar la inflaciôn.
Obviamente, no queremos inflaciôn.
Tanto da que por poca inflaciôn
hayan aumentado las desigualdades,
que varios países
hayan caído en la miseria,
que las desigualdades
entre Norte y Sur hayan crecido,
que una casta de rentistas
ocupen la primera posiciôn,
que desaparezca
el poder de los estados,
que arruine a la seguridad social...
Tanto da.
Existe una verdad evidente:
¡No me diga que està
a favor de la inflaciôn!
Si miramos
la realidad y la historia,
vemos que los raros momentos
en que el capital ha sido amordazado,
durante los Treinta Gloriosos,
eran épocas inflacionistas en las que
los salarios podían aumentar
porque se daban préstamos...
Y gracias a la inflaciôn podían
enjugar la deuda ràpidamente.
Ahora estamos
en una economía de rentistas.
Podríamos preguntar: “¿Queremos
que los rentistas dirijan el mundo?”
Preferimos decir: “¡Cômo va a estar
a favor de la inflaciôn!”
Para imponer su ideología,
los neoliberales han elaborado
a lo largo de los años
una peligrosa estrategia
de cerco del pensamiento.
Esta estrategia se basa en gran parte
en la acciôn de una red planetaria
de propaganda,
de intoxicaciôn y de adoctrinamiento
que sabe hacer escuchar
su voz polimorfa en todos los foros.
Ampliamente concebida
en los think tanks,
la propaganda neoliberal usa luego
varias correas de transmisiôn.
La educaciôn se ha convertido en una
de las correas màs importantes.
PROPAGANDA
YADOCTRINAMIENTO
PROPAGANDA
YADOCTRINAMIENTO
LA EDUCACIÓN
La idea de educaciôn pûblica
apareciô en el siglo XVIII.
Con el advenimiento de la Revoluciôn
Francesa y de los estados naciones,
surgiô la idea
de que un espacio democràtico
pûblico debía informar
de lo que sucedía en el mundo
y habilitar a la gente a pensar,
conversar y participar
en los planteamientos políticos.
Existían dos instituciones
fundamentales para ello,
para asegurar que la gente
se convirtiera en “ciudadana”:
la educaciôn,
cuya funciôn, en parte,
era formar a los ciudadanos,
prepararlos,
y por otro lado, los medios
de comunicaciôn, que veremos luego.
En cuanto a la educaciôn,
una de sus misiones
aunque no siempre
se haya realizado adecuadamente,
la de formar a los ciudadanos,
habilitarlos a participar
en los debates políticos
pudiendo pensar
en los planteamientos políticos
màs allà
de sus intereses particulares.
Eso era importante.
No tanto pensar en la política,
o intervenir en los debates
econômicos o sociales,
desde un punto de vista egoísta,
sino desde el punto de vista
del bien comûn, del interés colectivo.
La educaciôn cultivaba esto.
Pero con el inadecuadamente llamado
“neoliberalismo” en 30 años,
hemos comprobado
que las instituciones dominantes
se han dado cuenta de que era
importante apropiarse de la educaciôn.
¿Es verdad eso que digo?
¿De verdad penetran
en el mundo de la educaciôn?
Quien tenga interés en ello
lo comprobarà.
Del parvulario a la Universidad,
varía segûn los países,
es diferente en EE.UU.,
Canadà, Québec o en Francia,
dependiendo de la historia
de sus sistemas y de su evoluciôn,
notamos una penetraciôn masiva
de las corporaciones,
del mundo de la industria privada
en el sistema educativo.
¿Por qué?
Pues la respuesta es sencilla.
Primero, la educaciôn
es un mercado muy rentable.
Es provechoso controlar
esa vertiente de la actividad
social y econômica.
Ademàs, permite apropiarse
del cerebro de los niños.
Es brutal, pero educar es
apropiarse de los cerebros.
Es crucial, muy grave,
apoderarse
del cerebro de los niños.
Requiere de una justificaciôn fuerte,
y no estoy seguro
de que sea posible.
Cuando las empresas
se infiltran en la educaciôn,
su objetivo es apoderarse de
las mentes, transformar a los alumnos.
Entonces la educaciôn
se desvía de la ciudadanía,
del bien comûn,
hacia los intereses
de las empresas privadas
que se apoderan de la educaciôn.
No es lo mismo pensar el mundo
desde el punto de vista de la cultura
que pensarlo desde el punto de vista
de lo que ofrece tal empresa.
Este elemento siempre està presente.
Apropiaciôn de un mercado,
del cerebro de los niños,
y preparaciôn de la mano de obra.
La educaciôn, cada vez màs,
en la perspectiva que describo
va a perder sus demàs funciones
de preparaciôn para la vida cívica,
de apertura al mundo,
de puro placer
del entendimiento y del saber
para orientarse hacia
el avasallamiento al mercado,
la preparaciôn de los sujetos
educados para funciones econômicas.
La educaciôn se convertirà
en el preludio de la vida mercantil,
del empleo.
Eso también es inquietante.
Son transformaciones que notamos
desde hace unos veinte años.
Hay ciertas resistencias.
Paralelamente a este fenômeno
existen resistencias, por suerte.
Channel One es
una compañía estadounidense,
que cotiza en bolsa
y que lanzô este proyecto
de acercarse a las escuelas
de bajo presupuesto
y ofrecerles material,
televisores, vídeos...
a cambio de unos 20 minutos
al día dedicados
a transmitir programas pedagôgicos
elaborados por ellos,
que explican la actualidad.
El interés es dirigirse
a unos espectadores forzosos
durante x minutos de programaciôn,
adivinamos con publicidad.
Se añaden
unos minutos de publicidad
que les permiten a los anunciantes
dirigirse en un contexto privilegiado
a esos espectadores forzosos.
Funciona muy bien en EE.UU.
Se ha intentado implantar
en Canadà
por la empresa Athena.
Se han esforzado mucho
durante unos años.
Pero la poblaciôn y las comisiones
escolares lo rechazaron.
Nuestro estado de financiaciôn de
servicio pûblico no es el de EE.UU.,
pero representa
otro asalto a la educaciôn.
Toma formas distintas
segûn los países.
Mobil hace programas
sobre la energía.
Se aprende a proteger
el medioambiente con Mobil.
O la buena nutriciôn
con NutraSweet
que tiene un programa
de enseñanza para los niños.
Se sabrà acerca de las virtudes
del NAFTA con GM,
o acerca de la protecciôn
de los bosques y del medioambiente
con compañías responsables
de la deforestaciôn.
Este modelo afecta
desde el parvulario
hasta la Universidad.
Podríamos llegar a tener,
lo digo medio en broma,
departamentos de ecología
donde se justifique la contaminaciôn.
Resulta increíble
la pérdida de sentido
de algunas actividades intelectuales
que eso conlleva.
Cuanto màs pensamos en ser
econômicamente eficaces,
o, mejor dicho, financieramente...
Confundimos economía
con multiplicaciôn del dinero.
Cuanto màs pensamos en ser eficaces
multiplicando el dinero,
màs se pierde el sentido.
¿Tiene sentido decir
que General Motors (GM)
es eficaz
porque ha logrado 24 mil millones
de dôlares de beneficio neto
en la ûltima década?
¡Al mismo tiempo ha desempleado
a 300.000 personas!
¿Eso tiene sentido?
Decimos GM es eficiente,
pero ¿qué significa?
Decimos que la economía americana
es màs eficiente.
Lo es como indicador financiero,
de rendimiento
sobre el capital invertido, etc.
Jamàs en EE.UU. ha habido tanta gente
viviendo bajo el umbral de la pobreza,
el umbral de la pobreza americano.
Jamàs ha habido tanta gente
sin acceso a la sanidad.
El 40% de la poblaciôn americana
casi no tiene acceso a curas de salud.
Jamàs EE.UU. ha tenido
un nivel de educaciôn tan bajo.
El 50% de los estadounidenses
no sabe situar
Inglaterra en los mapas.
Hoy en día, es una aberraciôn,
cuando se tienen, al menos
50 canales de televisiôn por hogar...
Esto es lo que llamo
la “avería de sentido”.
Debemos ser màs eficientes
material, econômica y financieramente,
pero ecolôgica, social,
política y humanamente,
estamos perdiendo
valores y calidad de vida.
Es un sinsentido.
No se sabe tratar porque se debe salir
del debate econômico dominante,
para empezar
a reformular el problema.
Desde cero.
Y eso nos lleva a Aristôteles.
Aristôteles dijo: “Cuidado,
no confundàis lo econômico,
oikos nomia, las normas
de conducta de la comunidad,
con la crematística, krema atos,
la acumulaciôn del dinero.”
Eso nos lleva a la cuestiôn
de la educaciôn.
En educaciôn, ¿hasta qué punto
se enseña a Aristôteles?
¿Quién lo conoce?
¿Quién lo lee?
Podría decir lo mismo
de Victor Hugo, Jean-Paul Sartre,
Arquímedes, etc.
Hoy en día
aunque digamos que vivimos
en la economía del saber,
jamàs habíamos enseñado
y educado tan poco.
Al mismo tiempo,
jamàs habíamos enfatizado tanto
en las instituciones supuestamente
de formaciôn y de educaciôn.
Voy a explicar dônde està la paradoja.
Està en el hecho
de que en casi todo el mundo,
sobre todo en América del Norte,
transformamos
la instituciôn de la educaciôn
en la de reproducciôn
de vasallos del sistema.
En otras palabras,
en bípedos pensantes
que no deben preocuparse
por nada màs
que por mantener el mercado
libre y autorregulado
y la dinàmica
de producciôn y finanzas.
Eso se llama “empleabilidad”,
formar a empleables,
reformar la educaciôn, desde
el parvulario hasta la Universidad
para formar a gente que se haga
un hueco en el mercado laboral.
¡Es horrible!
¿ Victor Hugo sería empleable
hoy en día?
¿Lo sería Sôcrates?
¿Paul Verlaine o Rimbaud
serían empleables?
¡No! Ya no habría.
Pero ¿qué sería la humanidad
sin Sôcrates, sin Aristôteles,
sin Rimbaud, sin Verlaine,
sin Victor Hugo?
¿Qué sería la humanidad sin ellos?
Seríamos unos animales.
Con el pretexto de no ser empleables,
de que el mercado no los quiere,
no se forma màs a poetas,
literatos, matemàticos puros,
físicos teôricos.
Sôlo se forma a los que
la industria financiera necesita
para alimentar la màquina
de multiplicar el dinero.
¿Quiénes son los empleables?
Los que veo en las universidades
en las que enseño.
Al nivel màs alto,
màsteres, doctorados,
estàn los que llamo
los “tecnôcratas”,
tecnôcratas analizadores,
formados para analizar problemas:
problem solving.
Se les hace creer que son inteligentes
porque hacen problem solving.
Pero eso no es la inteligencia.
Lo es la formulaciôn de los problemas.
La persona inteligente es
la que enuncia un problema,
que articula en términos
de relaciones y de combinaciones
y plantea una cuestiôn.
En cambio el que contempla
un problema previamente enunciado
para hallar la ecuaciôn solucionadora
no es inteligente.
Y pretenden que lo creamos.
Los tecnôcratas analizadores
dominan las técnicas
de anàlisis y de càlculos
y confunden pensar y reflexionar
con analizar y calcular.
Toman decisiones sin miramientos:
licenciar 60.000 personas en un día,
duplicarse el sueldo
y ademàs decir que sufren,
que toman decisiones difíciles.
¡Esto no es humano!
El que decide sin reparos
y ademàs lo dice,
està diciendo:
“No soy un ser humano.”
¿Con qué derecho toma decisiones
que repercuten en las personas?
Dice: “No tengo escrûpulos, soy
un desalmado. No soy un ser humano.”
He aquí los tecnôcratas
que formamos al nivel màs alto.
En el nivel intermedio,
estàn los “técnicos productores”.
Estos estàn al servicio
de las màquinas.
Desde el ordenador
hasta el aparato numérico
que despacha piezas de plàstico,
de acero o de aluminio.
La funciôn de esa gente es controlar
que la mecànica de producciôn
no sufra averías.
El ûnico conocimiento que requiere
es la lôgica de la maquinaria
que deben vigilar.
Nada màs.
Es màs, se les pide
ser capaces de entender
qué quiere la màquina.
Ya no son ellos
los que dominan a la màquina,
los que tienen
esa superioridad humana,
ese saber o esa lôgica
en relaciôn a la màquina,
sino todo lo contrario,
la màquina dicta
los cambios que deben aportar
o lo que deben realizar.
Y si el técnico no es
suficientemente ràpido, es malo.
A un nivel inferior,
¿a quién se forma? A nadie.
El 45% de la mano de obra
de las multinacionales,
principalmente estadounidenses,
es totalmente analfabeta.
Las multinacionales
no quieren que eso cambie.
No quieren que se forme
a esos analfabetos,
porque empezarían
a ponerlo todo en cuestiôn.
Si se pusieran a leer los periôdicos,
a analizar, harían preguntas,
se sindicarían, reflexionarían.
No conviene.
En Norteamérica principalmente,
y en EE.UU. sobre todo,
hay diplomados
de primaria y secundaria...
en una proporciôn alucinante,
del orden de 25% en Québec,
y en EE.UU. debemos llegar
a la misma proporciôn si no mayor,
que son graduados y analfabetos,
que casi no saben leer,
pero que tienen un diploma.
Y lo han obtenido por antigüedad.
Por su presencia y su edad.
Esto conviene al sistema
porque cuando hay operarios,
unos bípedos casi descerebrados,
que no saben pensar porque
primero deben aprender a leer...
Si quiero aprender a pensar,
debo leer a Victor Hugo, poemas,
obras filosôficas.
Leer a autores
es lo que enseña a pensar.
No puedo pensar si no tengo palabras
en la mente, y si no las combino.
Sin eso, no puedo pensar.
Me puedo convertir en un excelente
reproductor del sistema,
que no piensa
y que defiende el sistema.
Se puede oír a los obreros decir,
lo he experimentado
en situaciones serias
de cierre de empresa, despidos...
Les pregunto a los obreros
lo que les parece.
A menudo me dicen:
“Es la ley del mercado.
La competencia. Debemos ser
màs competitivos que los japoneses.”
Se vuelven defensores del sistema
que los està moliendo.
Empezamos examinando las redes
por las que circulan las ideas.
Ocurre lo mismo con la educaciôn.
Se buscan justificaciones
ideolôgicas de pensadores,
de los que concibieron
el mundo de la educaciôn
y que aspiran a su transformaciôn.
Por otro lado, existen
transnacionales potentes
que vehiculan el mismo
discurso incitando a actores,
gobiernos y profesores a adoptar
pràcticas conforme a sus ideales.
Y hay grupos de presiôn,
los think tanks,
que se esfuerzan en hacer lo mismo.
Es impactante en el caso de
la educaciôn porque reûne a los tres.
El pensador de la educaciôn
màs influyente en los ûltimos 50 años
no era un pedagogo,
sino un economista.
Yo diría
que el màs importante
fue probablemente Gary Becker.
Ahora es profesor
en la Universidad de Chicago.
Desarrollô la teoría
del capital humano.
Su idea es que el ser humano,
y sus conocimientos,
constituye un capital
en el que cabe invertir,
y que se evalûa en base
a su rentabilidad econômica.
La teoría del capital humano
que permite aplicar herramientas
matemàticas de la economía
a la educaciôn
que ya se aprecia como un capital
computable,
como los demàs capitales,
esa teoría ha sido la màs influyente
en los ûltimos 50 años,
donde era relevante,
donde se influye a los que deciden,
a los estados,
a los ministros de Educaciôn,
a los que toman decisiones
sobre temas de educaciôn.
El segundo teôrico que estableciô
los mecanismos que se imponen ahora
fue Milton Friedman,
el padre de la economía monetaria,
que propuso un sistema
de bonos para la educaciôn.
La idea es que los mecanismos
del mercado penetren en la educaciôn,
y establecer una competencia
entre escuelas.
Estas dos teorías,
de las que nunca se habla
en las facultades,
son los pensamientos
sobre educaciôn màs influyentes.
Son las que circulan en el FMI,
en la OCDE y en el Banco Mundial.
Analizamos los sistemas de educaciôn
nacionales a partir de estas teorías.
Se haràn recomendaciones acordes
con estas herramientas.
Los think tanks
y los grandes grupos mediàticos
suelen mantener
relaciones privilegiadas.
La propaganda circula naturalmente
entre los primeros y los ûltimos.
De modo que, gracias a esta correa
de transmisiôn mediàtica,
la ideología neoliberal alcanza
el estatus de evidencia.
PROPAGANDA
YADOCTRINAMIENTO
PROPAGANDA
YADOCTRINAMIENTO
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Histôricamente se dice
que Hitler inventô la propaganda.
Durante la Segunda Guerra Mundial
Hitler entendiô su papel,
el papel de la propaganda
en la sociedad,
sin embargo no la inventô,
sino que la aprendiô de nosotros,
de las democracias occidentales,
y en particular de los ingleses
y de los estadounidenses.
Desde el advenimiento
de las sociedades modernas,
prevalecen dos tendencias.
La primera pide una democracia
participativa de gente informada
y capaz de examinarla,
actuar e influir en las decisiones.
Y la segunda margina
a una parte de la poblaciôn,
que no debe meterse
en cuestiones que le atañen.
Esta visiôn de la sociedad,
del mundo y de la economía
también existe en nuestra cultura.
La vimos tomar cuerpo
en la Primera Guerra Mundial
en EE.UU.
Entonces, el gobierno
había sido elegido
por su promesa
de no entrar en la guerra.
Poco después de su elecciôn,
por razones de política interna
y por motivos industriales,
el gobierno decidiô
participar en aquel conflicto.
Debían enfrentarse
a una poblaciôn opuesta a la guerra.
Se creô una comisiôn, bautizada
como el periodista que la presidía,
el señor Creel.
Esta comisiôn inventô
las técnicas
modernas de propaganda,
amoldamiento y preparaciôn
de la opiniôn pûblica.
La comisiôn Creel llevô
exitosamente a cabo su mandato
y en pocos meses
revirtiô la opiniôn pûblica.
Trabajô en ella gente muy famosa,
intelectuales célebres,
y Edward Burnays, fundador de
la industria de relaciones pûblicas.
Cuando esa gente saliô
de la comisiôn,
colocaron herramientas
de comunicaciôn en las sociedades
que siguen en pie y forman parte
de los mecanismos de propaganda.
El objetivo político
es muy importante.
Excluye parte de la sociedad
y moldea la opiniôn pûblica
fabricando consensos
dentro de la sociedad.
Esas instituciones inventadas,
he hablado de la relaciones pûblicas,
pero también està el concepto moderno
del papel de la empresas,
de las relaciones pûblicas
dentro de las empresas,
de la comunicaciôn social,
de los medios de comunicaciôn,
del papel de los intelectuales,
de la publicidad,
del papel de la informaciôn en general
en nuestras sociedades.
Todo esto se estableciô,
y fue la lecciôn que Hitler aprendiô.
¿Cômo se implantaron los mecanismos
que lograron este pensamiento ûnico?
Son los descendientes
de la Comisiôn Creel,
si remontamos màs en el tiempo,
de la concepciôn política
que dice que para que funcione
una sociedad
se debe excluir
a parte de su poblaciôn.
También hay esto.
Pero si los actores que describo
son muy potentes y numerosos
también se manifiesta
un contradiscurso,
hay lugares en los que se proponen
otros anàlisis,
existen medios alternativos,
hay intelectuales,
grupos sociales y comunitarios
que preparan un nuevo pensamiento.
Tenemos este fenômeno dual.
Desgraciadamente,
el pensamiento ûnico predomina
y la propaganda
que cumple su papel.
A través de mecanismos
e instituciones como estas
de una visiôn del mundo,
un vocabulario y una manera de pensar
se asegura
que se planteen ciertas cuestiones,
que se aporten ciertas respuestas,
que se realicen ciertos anàlisis
y se excluyan otros.
La ideología que domina actualmente,
la “ideología ambiente”,
tiene su cara oficial,
que es el “pensamiento ûnico”,
y su cara oficiosa,
que es el lenguaje,
las conductas prescritas
por los medios de comunicaciôn.
Esta ideología nunca aparece
como una ideología.
Se presenta como algo natural,
algo que es obvio hacer.
Es obvio tener un televisor.
¿Cômo no se tiene un televisor
a finales del siglo XX?”
Es obvio que aceptemos
el sistema publicitario.
¡No me diga
que en los años 2000 y pico
usted cuestiona
el sistema publicitario!”
Todo lo ideolôgico,
que releva de una elecciôn
que el sistema organizô
sin consultarnos,
nos es presentado
como tantas evidencias lôgicas,
que ni siquiera
debemos discutir.
Es interesante.
Respecto al “pensamiento ûnico”,
una manera uniforme,
parcial y sectaria
de interpretar
las conductas econômicas,
Alain Minc dijo: “No es el pensamiento
sino la realidad la que es ûnica.”
De modo que se prohibía dudar
de lo que hacía la economía
liberal o ultraliberal.
Era una realidad.
Cabía ir en el sentido de la realidad.
Por ejemplo, de la globalizaciôn
se dirà que es una realidad.
Por supuesto lo es,
pero no es necesariamente buena.
La ideología dice que es una realidad,
por consiguiente es vàlida
por lo que debemos seguirla.
Lo mismo con la globalizaciôn.
Y con la privatizaciôn.
Como se hace, debemos seguir
haciéndolo y debimos hacerlo.
Se presenta
como un hecho consumado
lo que la gente debe aceptar,
en lugar de pedirles opiniôn.
Concuerda
con lo que explicaba en mi libro
acerca del
“sofismo de lo ineluctable”:
la mayoría de los políticos
encubren sus actos,
sus elecciones,
porque se trata de decisiones,
bajo la ineluctabilidad.
No tuvimos màs remedio.
Estaba escrito.
Los estadounidenses lo hacen así,
todos sabemos que en Francia
ocurre lo que pasaba
10 años antes en EE.UU.
por consiguiente,
tocaba hacerlo en Francia.
La sociedad Renault
cerrô una empresa en Bélgica
para reestructurar
y crear fuera otras empresas
que hacían lo mismo
pero con un personal màs barato.
Resultô de un càlculo econômico.
Acerca del cierre de la empresa,
el jefe del estado francés
declarô lo que sigue:
El cierre de las empresas
desgraciadamente también es la vida.
Los àrboles nacen, viven y mueren,
las plantas, los animales, los hombres
y las empresas también.”
Un buen ejemplo de naturalizaciôn
de lo que està ocurriendo,
una despolitizaciôn.
Estamos obligados
a aceptar como algo natural,
algo independiente
de la voluntad de los políticos,
ciertas decisiones
que dependen de ellos.
Así se manipula al ciudadano
y se le disuade de creer
en su propio voto, si me apura.
El funcionamiento
de los medios de comunicaciôn
permite la creaciôn de la verdad.
La verdad sôlo puede aparecer
a partir de la confrontaciôn,
digamos de la verificaciôn
de una versiôn dada
con la confirmaciôn
de varios testigos.
Es difícil establecer la verdad.
Se ve con los jueces de instrucciôn,
con los científicos que analizan
e intentan descubrir la verdad...
Pero en el funcionamiento
de los medios de comunicaciôn,
basta con que
acerca de un evento
todos los medios digan lo mismo,
prensa, radio, televisiôn,
para que esa informaciôn se convierta
en verdad, aunque sea mentira.
Lo vimos durante la guerra del Golfo
y otros grandes eventos recientes.
Se trata de establecer
esta especie de falsa ecuaciôn
de que la repeticiôn equivale
a la demostraciôn.
Últimamente he releído
Un mundo feliz
de Aldous Huxley,
y he encontrado
esa frase sobre la “hypnopaedia”,
esa hipnosis oral a la que se somete
a los recién nacidos
para persuadirlos de que sean
felices por ser lo que son,
y uno de los directores
del Centro de Acondicionamiento,
como lo llamaba, dice:
64.000 repeticiones
valen por una verdad.
Estamos en el mundo de Huxley.
Sustentadas por una propaganda
y un proselitismo constantes
que toman una y otra vez
los mûltiples relevos
de una red tentacular
de control de la mente,
las reformas neoliberales
se imponen poco a poco
en las conciencias anestesiadas
de las democracias occidentales.
En estos países, en nombre
de un “realismo” necesario,
todos los partidos,
tanto de derechas como de izquierdas,
adoptan medidas
que minan un poco màs cada día
el estado social
en beneficio del mercado.
Pero en otras partes, ahí donde
la propaganda no tiene tanto éxito,
sobre todo en los países
en vías de desarrollo,
se imponen otras soluciones.
Soluciones dràsticas,
ya que tras la pantalla
de humo ideolôgico,
tras esos bellos conceptos
de orden espontàneo
y de armonía de los intereses
en el mercado libre,
màs allà de la panacea
de la “mano invisible”
¿qué se esconde en realidad?
¿Cuàles eran los verdaderos motivos
de bancos e industriales
que financiaron el establecimiento
de la red neoliberal?
¿NEOLlBERALISMO
O NEOCOLONIALISMO?
LA FUERZA DE IMPOSICIÓN
DE LOS MERCADOS FINANCIEROS
Es impactante ver
cômo cada elemento
del programa neoliberal
ha sido específicamente diseñado
para socavar la democracia.
Se habla poco de ello,
sôlo de los efectos econômicos.
Pero piénsenlo.
Tomemos la globalizaciôn financiera.
Para Keynes,
el mayor logro
del sistema de Bretton Woods
fue la instituciôn
de los mercados financieros.
Hay un motivo para ello:
dar un margen de maniobra al estado
para llevar a cabo los programas
que la poblaciôn defiende.
Si los capitales
pueden circular libremente,
se puede atacar
libremente a las divisas.
Eso crea lo que algunos
economistas llaman
parlamento virtual
de inversores y de prestamistas
que, cito:
puedan votar en todo momento
políticas gubernamentales.
Si juzgan que las políticas son
irracionales, pueden votar en contra
retirando su capital
o atacando a las divisas, etc.
Las políticas juzgadas irracionales
son las destinadas al pueblo
pero no incrementan los beneficios
o el acceso a los mercados, etc.
Así los gobiernos se enfrentan
al sufragio del pueblo
y al del parlamento virtual.
Suele ganar el parlamento virtual,
sobre todo en los países pobres.
En los países ricos
està màs matizado.
Primero, no han adoptado del todo
el programa neoliberal
no tanto como Sudamérica
por ejemplo,
sin embargo,
los efectos son previsibles.
Y pasa lo mismo con otros elementos
del programa neoliberal.
Fijémonos en la privatizaciôn,
una verdadera obsesiôn.
Por definiciôn,
la privatizaciôn mina la democracia,
retira algo del dominio pûblico
para entregarlo
a unas tiranías privadas
creadas y defendidas por el estado,
las corporaciones.
Antaño...
la casi totalidad de las operaciones
bancarias, hasta los años 70,
se sometían a un seguimiento
porque todas las operaciones pasaban
por el Banco Central Francés
que las registraba.
Ahora los bancos hacen
transacciones como quieren.
Han sacado un poco màs de la mitad
de su volumen de negocios
con transacciones sin factura,
fuera del control del mercado.
Como si tuviéramos el mercado normal
y un mercado negro.
Una tienda con sus precios
en exposiciôn,
su caja registradora,
y por otro lado,
un mercado negro opaco.
El Banco de Francia dice,
porque controla
el balance de los bancos,
que la mitad de las transacciones
bancarias no estàn registradas,
es decir, fuera del control
de una autoridad superior,
ya sea el Tesoro
o un banco central.
Esas actividades no-registradas
significan que los gobiernos
no cuentan para nada.
Hay màs o menos...
No sé, digamos un mínimo
de 500 mil millones de dôlares
que circulan a diario
en fondos offshore, etc.
Si un banco es molestado
por un estado, no le importarà,
enseguida le proveerà
un banco foràneo,
otra multinacional,
en otro offshore o lo que sea.
No tendrà problemas.
El dinero es môvil,
està fuera del control
de la autoridad pûblica.
Las transacciones sin factura
son uno de los mayores problemas,
porque para controlar la economía
primero se debe controlar el dinero.
Las operaciones sin factura
se realizan por lo general
gracias a instrumentos financieros
relativamente nuevos,
los productos derivados:
futures, forwards,
options, swaps, etc.
Bàsicamente son contratos de seguros.
Es decir, que te aseguras
contra futuras fluctuaciones,
de tasas de interés o de divisas.
Firmas un contrato
con alguien
que debes pagar en seis meses,
y lo haces en dôlares.
¿ Vale?
Si sube el dôlar, estàs mal,
porque en seis meses
tendràs que comprar dôlares
un 10% màs caros que hoy.
Por eso contratas un seguro
sobre el valor del dôlar.
Un tipo se arriesga por ti,
te hace pagar
un 3 ô 4 por ciento,
en caso de subida o bajada del dôlar,
en cuyo caso sale ganando él,
pero tu situaciôn no cambia,
por eso tienes un seguro.
Esto es un producto derivado.
Lo interesante es que se ha creado
una economía del riesgo.
Las divisas no se regulan,
el flujo del capital tampoco...
Es una economía
que sustenta el riesgo
para crear justo por encima
un sistema de contrato de seguros
que permite cubrir riesgos.
Pero la diferencia con los riesgos
del tipo accidente de coche
es que los ûltimos son previsibles,
es la ley de la probabilidad,
en cambio los riesgos
de los mercados financieros
son unos epifenômenos raros
y no son cuantificables
con estadísticas.
Son riesgos absolutos,
imprevisibles totalmente.
Estos seguros
que coronan la economía normal
crean otra capa aûn màs arriesgada.
A veces pasa que la gente asegura
sus contratos de seguros.
Imagínate hasta dônde se puede llegar.
Se crea una piràmide de riesgo.
Y la gente especula.
Se crea una economía de especulaciôn
pura que sustenta el riesgo.
Una de las características
del capitalismo contemporàneo
es que es una economía
en la que el riesgo financiero
se sustenta y se mercantiliza
sistemàticamente.
¿Sí? Ahí lo tienes.
En los años 80, bajo la batuta
de Thatcher y Reagan,
varios países adoptan reformas
para una desregulaciôn
de los mercados financieros.
Al permitir la libre movilidad
de los capitales,
los estados aumentan
considerablemente
la potencia de los grandes
especuladores institucionales:
hedge funds (fondos especulativos),
bancos comerciales, aseguradoras, etc.
Ahora, en posiciôn
de fuerza, actuaràn
como una correa de transmisiôn màs
de la ideología neoliberal,
pudiendo obligar a los estados
màs recalcitrantes
a acelerar la apertura
de sus economías.
Entre los métodos usados
para realizarlo,
los ataques especulativos demuestran
ser eficientes y devastadores.
El nuevo traje del emperador està
tejido de mecanismos complejos
dispuestos a desanimar
a las mentes màs curiosas.
Pero si el colonialismo
ha cambiado de rostro,
su objetivo perdura:
la concentraciôn del capital.
La especulaciôn
tiene varios instrumentos.
Sin entrar en detalles técnicos,
me gustaría ilustrar lo que ocurriô
durante la crisis asiàtica de 1997,
que llevô al colapso
de las divisas de varios países
que calificàbamos
de “tigres asiàticos”,
con una economía
competente, etc.
Ha habido varios factores
en esta crisis,
pero creo
que un elemento fundamental
ha sido la desregulaciôn previa
del mercado de divisas.
Esa desregulaciôn se impuso
incluso recomendada
por el Fondo Monetario Internacional.
Los especuladores
se han apropiado de las reservas
de los bancos centrales
por el mecanismo siguiente:
han especulado
contra las divisas nacionales
a través del short selling
(“venta corta”).
El short selling consiste en especular
sobre la bajada de un bien mueble
en vez de hacerlo sobre su subida
como siempre se ha hecho.
El short selling masivo
de un bien mueble,
conlleva el colapso de la demanda,
por consiguiente el de su precio.
Se puede hablar
de ataque especulativo
porque al apostar masivamente
por la bajada de un valor,
los especuladores
causan ellos mismos el descenso.
Pongamos que quiera hacer
el short selling del won coreano.
Empiezo a vender
cantidades enormes de wones,
que puedo librar en el futuro,
son contratos de 3 ô 6 meses.
Cuando venza el plazo,
deberé entregar cuantías enormes
de wones coreanos
o de bahts tailandeses.
Pero no los poseo.
Puedo vender cuantos quiera.
Puedo vender wones coreanos
por millones de dôlares.
¿Quién me comprarà wones coreanos?
El Banco Central de Corea,
que debe,
segûn los acuerdos con el FMI,
estabilizar su moneda.
Técnicamente lo que ocurriô
es que cuando la moneda
coreana se derrumbô,
pocos meses después,
venciô el plazo
de los contratos de short selling
y en ese momento
se apropiaron las reservas
del Banco Central
porque la moneda nacional
ya no valía nada
y los especuladores sôlo tenían
que comprar wones coreanos
en el mercado contado,
y después rembolsar
y cumplir
los términos de sus contratos.
El Banco Central està comprando
su moneda, lo cual no es muy rentable.
A cambio, sus reservas se confiscan
y van a parar
a los bolsillos de los grandes
bancos occidentales.
Ése es el mecanismo.
Ahora las reservas estàn minadas,
y eso significa que ahora Corea
debe presentarse ante el FMI
y explicar que no tiene reservas,
no puede funcionar sin reservas,
que deben rembolsar...
En realidad el dinero
aûn no se ha desbloqueado
y se debe rembolsar a los acreedores,
unos especuladores.
¿Qué ocurre entonces?
Cuando el FMI
concede un préstamo
de 56 mil millones de dôlares,
participan varios países,
en este caso 24 países,
porque requiere un gasto astronômico.
Intervienen los Tesoros
estadounidense y canadiense
y los principales
gobiernos occidentales.
Para que el Tesoro
estadounidense o canadiense
o el de otro país occidental
emita un préstamo
de 56 mil millones
deberà aumentar su nivel de deuda,
lo cual significa empezar a vender
y a negociar su deuda
en las plazas bursàtiles.
Es el mercado de la deuda.
Y ¿quién controla
el mercado de la deuda?
La deuda soberana
de los países occidentales...
Pues los bancos que especulan.
Se trata de un círculo vicioso.
Se ataca a Corea,
se le ayuda,
se confiscan sus reservas,
se le presta dinero
desde los fondos pûblicos
de varios gobiernos occidentales,
para aumentar la deuda
de los países occidentales
se precisa el aval
de los sectores bancarios privados,
que son los suscriptores
de las deudas nacionales.
Total, se endeuda todo el mundo,
a parte de los especuladores,
que son los acreedores de Corea,
pero también
de los gobiernos occidentales
que socorren a Corea
por mediaciôn del programa del FMI.
¿Qué ocurre entonces?
La economía coreana
està condenada a la bancarrota.
Sus activos bancarios
y su industria de alta tecnología
se venden a precio de saldo.
Y lo que està ocurriendo
es que se transfiere
la riqueza industrial de un país
a inversores extranjeros,
estadounidenses,
hasta tal punto que sus activos
se venden por un valor irrisorio.
Le daré un ejemplo
de uno de los principales
bancos coreanos
que fue reestructurado
por recomendaciôn del FMI,
tras esta operaciôn.
Existían ciertas condiciones.
Ese banco se vendiô
por 450 mil millones de dôlares,
Corea First Bank,
a unos inversores
de California y de Texas.
Pero una de las condiciones
de dicha venta
era que el gobierno coreano
financiara las deudas del banco
por concesiones,
subvenciones 35 veces superiores
al precio de compra.
Unos 15 mil millones de dôlares.
Esos inversores estadounidenses
llegan a Corea,
y de la noche a la mañana
controlan todo el aparato financiero,
los bancos comerciales
y las deudas
de las grandes sociedades coreanas
como Hyundai,
Daewoo, etc.
Y estàn capacitados para ordenar
la fractura de esas sociedades.
Sabemos que parte de Daewoo
ha sido vendida a GM,
que otras sociedades coreanas
se venderàn.
Vía un mecanismo
que se basaba desde el principio
en la manipulaciôn
de los mercados financieros,
se toma posesiôn
de una economía en su conjunto.
Los créditos de empresas coreanas
extinguidos por la crisis bancaria.
Un millôn de personas
afectadas por el desempleo.”
Los vagabundos del FMI.
La crisis social màs grave
a la que se enfrenta Corea del Sur
desde el inicio de la guerra...”
La campaña
de liberalizaciôn de la economía
llevada a cabo
por los mercados financieros
no habría tenido tanto éxito
sin la preciada colaboraciôn
de las instituciones de Bretton Woods
que a la vez son
importantes correas de transmisiôn
de la ideología neoliberal:
El Fondo Monetario
lnternacional (FMI),
el Banco Mundial (BM)
la Organizaciôn Mundial del Comercio
(OMC, antiguamente GATT).
El FMI y la BM
se establecieron en 1944
para asegurar
la estabilidad de los cambios
y sostener la reconstrucciôn
de los países devastados
por la Segunda Guerra Mundial.
Con el tiempo, EE.UU. y Europa
han alterado considerablemente
el mandato de estas instituciones
gemelas, con sede en Washington.
Poco después de la decisiôn
unilateral de EE.UU., en 1971,
de poner fin al Sistema
Monetario Internacional,
el FMI y el BM recibieron
una misiôn nueva:
imponer a los países
en vías de desarrollo
la liberalizaciôn de su economía,
fijando como “condicionalidad”
para la concesiôn de préstamos
la adopciôn de una serie
de medidas neoliberales.
Algunos llamaron a estas reformas
econômicas “terapia de shock”,
y otros, irônicamente,
el “Consenso de Washington”.
¿NEOLIBERALISMO
O NEOCOLONIALISMO?
¿NEOLIBERALISMO
O NEOCOLONIALISMO?
LA FUERZA DE IMPOSICIÓN
DE LAS INSTITUCIONES
DE BRETTON WOODS
O
EL CONSENSO DE WASHINGTON
Washington,
sede del Banco Mundial y del FMI,
empezô a dictar ôrdenes al mundo,
sobre todo a los países pobres,
al borde de la bancarrota,
sobre cômo aplicar
la buena ciencia econômica.
Se llamô
“medidas de ajuste estructural”
o “planes de ajuste estructural”
dictados por el FMI
con créditos del Banco Mundial
destinados a varios países.
Guinea Ecuatorial, 2006
Hubo decenas de países
hundidos en el caos
por culpa de las medidas
del FMI y del BM.
Son muchas esas medidas,
sería muy largo diferenciar
las de ajuste
de los fundamentales
de las de ciclos de plazos cortos...
Bàsicamente,
se pueden resumir
en 3 ô 4 medidas importantes.
PRIMERA MEDIDA: REDUCCIÓN
DE LOS GASTOS DEL ESTADO
La primera medida para los países
en vías de cesaciôn de pagos,
es decir de miseria absoluta,
fue el no-déficit gubernamental
o la reducciôn del déficit pûblico,
de los gastos del estado.
Reducir el estado y sus gastos.
SEGUNDA MEDIDA:
PRIVATIZACIONES
Se privatiza, ¿quién compra?
No hay operadores locales.
De haber suficiente dinero local
para comprar compañías petroleras,
de fosfato o de hierro,
el país no estaría en tal miseria.
Se acaba agravando
la extraversiôn
de los países del Tercer Mundo
haciendo que malvendan
los ûltimos intereses
econômicos nacionales
a intereses extranjeros.
Las multinacionales compran,
ademàs de deslocalizar en esos países,
se explica por la verdad
de los precios y de los salarios...
En esos países
es màs barato producir
para las multinacionales.
Pero ademàs esas multinacionales
consiguen adquirir por casi nada
unas instalaciones
y unas capacidades de producciôn,
como la producciôn
y el refinamiento del azûcar,
de petrôleo o de gas,
de licuefacciôn del gas,
transporte de minerales,
por un precio bajísimo, y que
representa años de economía nacional.
TERCERA MEDIDA:
DEVALUACIÓN DE LA MONEDA
Devaluar la moneda local
significa para los países pobres
que todo lo que se importa
se vuelve proporcionalmente màs caro
que el nivel de devaluaciôn
de la moneda.
Cuando el franco CFA
se devaluô a la mitad,
a principios de los 90,
de repente,
una tercera parte
de Àfrica o màs
que usaba el franco CFA
como moneda,
se encontrô con una moneda con
un poder adquisitivo dos veces menor.
El salario que permitía
vivir con tal nivel de vida
ya sôlo permite la mitad de éste.
Eso se traduce
en una inflaciôn inmediata
del 100%.
Eso y el hecho de que los productos
semi-manufacturados, manufacturados
o refinados, que Àfrica,
Àfrica Occidental
y Central importan
son con la devaluaciôn,
dos veces màs caros.
Combínelo con los efectos
de la devaluaciôn local de la moneda
y obtendrà productos y servicios
que resultan 4, 5, 6 veces màs caros,
ide la noche a la mañana!
Con el tiempo se agravan los efectos
porque los productos locales
hechos a partir
de semi-productos importados,
requieren importaciôn de argamasa,
pegamento, disolventes, pintura, etc.,
en una onda duradera,
1 , 2, 3, 6 meses màs tarde,
son 2, 3, 4 veces màs caros.
CUARTA MEDIDA:
REORIENTACIÓN DE LA ECONOMÍA
NACIONAL HACIA LA EXPORTACIÓN
Si se miden los efectos que resultan
de la intervenciôn del FMI y del BM
acentuando la producciôn
de productos exportables
se crea una competencia entre ellos,
sobre los mismos productos,
por ejemplo,
los países productores de café
se ponen a producir
cada vez màs café.
Con el cacao y el petrôleo
pasa lo mismo.
La bauxita...
Lo que sea: azûcar, trigo...
Todos los productos bàsicos
ven sus precios caer
por culpa del exceso de producciôn.
No sôlo caen los precios,
ademàs, los países compiten
y hay inflaciôn debido
a la devaluaciôn de la moneda
y el aumento de lo que importa
la economía nacional.
Se asiste a una inversiôn
del interés de esos países
mientras se pretende
actuar por su interés
debido a este primer fenômeno:
todo lo que importan
les cuesta màs caro
y lo que exportan les beneficia
cada vez menos.
Entran en una espiral
de endeudamiento
que hace que hoy en día, en 2002,
el servicio de la deuda de la mayoría
de los países màs pobres,
me refiero a países como Bangladesh,
Ruanda, Burundi, Togo,
países que no salen de la miseria,
sôlo el servicio de la deuda
puede representar 600 veces
sus ingresos por exportaciones.
QUINTA MEDIDA:
LA VERDAD DE LOS PRECIOS
La verdad de los precios
se convierte en esto:
fuera subvenciones para necesidades
bàsicas o de dignidad del ciudadano,
fuera subvenciones
de vivienda, de sanidad,
para el aceite, el arroz...
el transporte...
No se dan subvenciones y se decreta
la verdad de los precios.
¿Qué significa esto?
Que en relaciôn al dôlar,
los precios son
equivalentes mundialmente.
Si se viaja en dôlares como yo,
soy canadiense y viajo con dôlares,
donde sea, los productos y servicios
cuestan màs o menos lo mismo.
Ya sea en Cotonû, Benín, uno
de los países màs pobres del mundo,
Chicago, Nueva York, París,
la habitaciôn en el Holiday Inn
o en el Sheraton,
la comida en el Holiday Inn
costarà màs o menos lo mismo
en dôlares por todo el mundo.
Pero en Cotonû, en Benín,
uno de los países màs pobres,
una noche en el Sheraton,
que es donde me hospedo,
representa 6 meses de sueldo
para un funcionario beninés.
Una comida en su restaurante
es una semana de trabajo
de un funcionario beninés.
SEXTA MEDIDA:
LIBERALIZACIÓN
DE LAS INVERSIONES
YVERDAD DE LOS SALARIOS
Después de la verdad de los precios,
la de los salarios.
Consiste en una fôrmula lapidaria:
que los salarios se acerquen
a los salarios
màs bajos por sector
acompañando el movimiento
de liberalizaciôn del comercio,
supuestamente.
Me explico.
Cuando se decreta el NAFTA,
zona de librecambio
entre México, EE.UU y Canadà,
los salarios naturalmente pasan
del nivel estadounidense al mexicano.
Compiten los trabajadores mexicanos
con los canadienses y estadounidenses.
Deslocalizando en México
se pretende que el NAFTA
cree empleo allí.
En términos netos,
6 ô 7 años
después de la creaciôn del NAFTA,
los salarios en la regiôn de Leôn,
en el Norte, donde se instalaron
las multinacionales americanas
que también han cerrado
proporcionalmente en EE.UU...
Ha habido supresiones de empleos
pagados muy caros
en comparaciôn con México,
para “crear” empleos en México
pagados infinitamente peor.
En los ûltimos 5 años,
el nivel medio de los salarios
en esa regiôn màs activa de México
en la que deslocalizaron
las multinacionales americanas,
los salarios han bajado
en términos netos un 23%.
Hace 5 años,
un obrero de GM
instalado en el norte de México
podía sobrevivir
con una familia de uno o dos hijos.
Ahora, el mismo obrero sôlo puede
cubrir sus propias necesidades.
Sobrevivir solo.
En vísperas de la cumbre
que se darà en el norte de México,
se està construyendo
en Monterrey una pared
que esconda las chabolas.
Una pared de 3 metros de altura
y de no sé cuàntos kilômetros
para que los participantes
no vean la pobreza que hay.
Ésa es la verdad de los salarios:
ajustar los salarios desde los màs
elevados a los màs bajos por sector.
Como los sectores màs modernos
como la informàtica, la electrônica,
son cada vez màs explotables
en el Tercer Mundo,
tenemos compañías aéreas
como Swissair,
y otras empresas siderûrgicas,
por ejemplo,
que hacen sus explotaciones contables,
financieras e informàticas
en Bombay, por ejemplo.
En Bombay, un auditor
que hace el mismo trabajo
que otro en Suiza o en Canadà
cuesta 100 veces menos.
Un informàtico que crea un programa
cuesta 200 veces menos.
Etcétera.
Ésa es la verdad de los salarios.
Pero lo molesto es que
todas esas medidas combinadas,
devaluaciôn, exportaciôn, deuda,
privatizaciôn,
reducciôn del presupuesto del estado
obligado a licenciar
y producir màs desempleo...
Todo esto combinado con la verdad
de precios y salarios
nos lleva a la situaciôn
en la que nos encontramos:
los países ricos son
infinitamente màs ricos
y los países pobres,
infinitamente màs pobres.
Y veo con ojos aterrados
al Banco Mundial y al FMI
procurar hacer
otra vez en Argentina
lo que precisamente masacrô
la economía argentina.
Como si no se aprendiera
ninguna lecciôn de la historia.
¿Por qué no se aprende?
Existe una razôn.
Porque interesa que la ideología
que explica el mundo
siga viviendo mientras el planeta
se pueda explotar en este sentido.
En el FMI,
el derecho al voto se ejerce
en el consejo directivo.
Ahora es un derecho al voto
en base a la participaciôn financiera
o la contribuciôn financiera
de cada uno de los estados.
Son los accionarios del FMI.
Lo mismo en el Banco Mundial.
No es como en la ONU.
Los principales accionarios del FMI
son EE.UU., Alemania, Japôn,
Gran Bretaña, Francia, etc.
Pero, al fin y al cabo,
ése sôlo es un aspecto,
bajo esta representaciôn política
en el seno de una organizaciôn
intergubernamental,
existen otras metas,
el tràfico de influencia
que existe entre Wall Street
y Washington,
las relaciones entre el FMI
y los think tanks,
la Heritage Foundation,
el Brookings Institute.
También està implicado el Tesoro
americano, la U.S. Federal Reserve.
Etcétera.
Todo esto conforma lo que se llamô
el “Consenso de Washington”.
Es un juego de poderes.
En 2005, Paul Wolfowitz,
uno de los ideôlogos màs radicales
de la política imperialista
y belicista del presidente Bush,
pasa directamente del Ministerio
de Defensa americano
a la direcciôn del Banco Mundial.
Este nombramiento pone fin a
la ambigüedad de los objetivos del BM,
destapa el verdadero rostro
de las instituciones de Bretton Woods.
Conferencia de Bretton Woods,
Hotel Mount Washington, 1944
Tras la guerra,
se crearon
el FMI y el Banco Mundial.
En la mente de John Maynard Keynes,
el arquitecto de ambas instituciones,
se precisaba de un mediador,
una tercera organizaciôn
que habría sido la Organizaciôn
lnternacional del Comercio.
No cuajô. Los americanos
no quisieron saber nada.
A modo de posiciôn de repliegue,
se creô el GATT, Acuerdos Generales
sobre Aranceles y Comercio,
en 1947
que debía encargarse
de bajar los aranceles
sobre algunos productos industriales.
El GATT funcionô bastante bien
porque en el transcurso
de sus 50 años de existencia,
se realizaron
notables reducciones
en sus derechos,
que pasaron de una media
del 40 ô 50 por ciento
al 4 ô 5 por ciento.
Pero sôlo atañía a los bienes
industriales, a los productos.
Se empezô a sentir la necesidad,
principalmente por parte de compañías
transnacionales financieras,
de crear una organizaciôn
que cubriera muchos màs campos
que estrictamente
los productos industriales.
Por eso, al final
de la Ronda Uruguay,
ûltimo ciclo
de las negociaciones del GATT,
se decidiô crear
la Organizaciôn Mundial del Comercio,
que se hace realidad
el 1 de enero de 1995,
y cubre una multitud de acuerdos,
no sôlo el GATT que aûn persiste
sino el acuerdo sobre la agricultura,
el acuerdo sobre la propiedad
intelectual, el TRIPS,
el acuerdo general sobre el comercio
de servicios que es inmenso
y cubre 11 àreas y 160 subàreas,
de modo que todas las actividades
humanas estàn incluidas,
cubiertas por las reglas del GATT:
educaciôn, sanidad,
cultura y medioambiente.
Y también hay acuerdos
a primera vista técnicos,
pero en realidad
extremadamente políticos:
el acuerdo sobre los obstàculos
técnicos del comercio,
sobre las medidas
sanitarias y fitosanitarias...
Son acuerdos sobre las normas
que los distintos miembros,
es decir los estados,
pueden establecer
y que declaran que algunas normas
son obstàculos técnicos del comercio.
También menos conocido,
pero el màs importante de todos,
es el acuerdo
sobre el Arreglo de Disputas,
un arma jurídica muy potente
de la Organizaciôn
Mundial del Comercio,
que le permite zanjar disputas
entre los miembros
y hacer jurisprudencia.
¿Quién juzga?
No se sabe bien
porque se escogen
los expertos en unas listas.
Los países pueden
recomendar a alguien,
suelen ser ciudadanos privados,
abogados del comercio
o a veces antiguos ejecutivos.
No se saben sus nombres.
Se reûnen en secreto,
por lo general son tres,
deciden ràpidamente,
tienen la posibilidad de apelar,
pero se desarrolla en las mismas
condiciones: un panel nuevo,
que decide en secreto.
Es importante entender
con este Organismo
de Arreglo de Disputas
que es legislador,
jurista y ejecutivo,
porque decide
y establece jurisprudencia.
Està por encima de las leyes
que han pasado
las legislaturas
individuales de los países,
pero también por encima
del derecho internacional
que laboriosamente se ha establecido
desde hace 50 años:
los derechos humanos,
los convenios multilaterales
sobre el medioambiente,
los convenios bàsicos de trabajo
de la Organizaciôn
lnternacional del Trabajo.
Se olvida todo esto
y se toman decisiones en la OMC
que dice:
“El comercio ante todo,
no queremos oír hablar
de los convenios medioambientales.”
Luego, es ejecutivo porque tiene
la posibilidad de imponer sanciones.
Y cuando un país està en desacuerdo
con su juicio, se le dice: “Bien.
No pone su legislaciôn en conformidad
con lo que hemos decidido,
pero deberà pagar,
y eso cada año
por la vía de aranceles
que sus adversarios
en este proceso
de arreglo de disputas
decidiràn.”
De modo
que cuando Estados Unidos decide
imponer aranceles en Europa,
para Francia sobre el foie gras,
la mostaza y el roquefort,
està en su derecho.
Y esto cuesta caro.
Y pocos países
pueden sustentar
esta punciôn anual.
En la OMC
existen varias
negociaciones simultàneas.
Un país que no tiene
embajador en Ginebra,
o que comparte embajador
con otros países,
como ocurre con los africanos
y muchos microestados...
Estàn ante la imposibilidad
de seguir las negociaciones.
El Sur
no sabe qué ocurre
en todos los campos
y lo dice abiertamente.
Un embajador del Sur dijo:
La OMC es como un cine multiplex.
Debes escoger la película que quieres
ver porque no puedes verlas todas.”
Escogen lo que les parece
importante para sus países.
¿Quién toma las decisiones?
Se dice que es el Consenso.
Pero nunca ha habido voto en la OMC.
El embajador de EE.UU. dijo
que el voto sería
un precedente muy malo.
Imagínense qué papel
tiene la democracia.
En realidad, es el “Quad”,
los 4 países,
Canadà, Estados Unidos,
la Uniôn Europea y Japôn,
los que se ven constantemente
y tienen un personal numeroso
en la OMC,
llegan a su propio consenso
y vuelven ante la asamblea plenaria
y dicen: “Bueno.
Estàn de acuerdo, ¿verdad?”
Y es muy difícil
oponerse para los países del Sur.
Hay que tener mucho valor
y estar muy seguro,
porque existen
medios de presiôn contra ellos.
Y hablando claro,
si dependen del FMI
o tienen problemas
con Estados Unidos,
saben que no pueden
pasarse de la raya.
Los mercados financieros y
las instituciones de Bretton Woods
son los instrumentos predilectos
de la conquista neoliberal.
Pero algunos países
siguen negàndose
a ser partícipes
de esta marcha forzada.
Entonces es cuando el colonialismo
se quita su ropaje
y se presenta bajo
sus antiguos oropeles guerreros.
Desde la fractura de Yugoslavia
hasta la guerra en Afganistàn
pasando por Darfur,
los conflictos de la posguerra fría
se articulan entorno
a unos retos muy distintos
de los que nos presenta
la propaganda occidental
bajo la apariencia de un nuevo
“humanismo militar”.
El control de los recursos,
pero también de los flujos financieros
y de los espacios geoestratégicos
como los dictados del FMI,
del BM o de la OMC,
aseguran la dominaciôn
de las mega-corporaciones
y de los magnates capitalistas
sobre el conjunto del planeta.
De modo que los gobiernos coloniales
instalados por los conquistadores
se han apresurado a adoptar
los dogmas de la ideología neoliberal.
Así se completa el cerco.
¿NEOLIBERALISMO
O NEOCOLONIALISMO?
¿NEOLIBERALISMO
O NEOCOLONIALISMO?
LA FUERZA DE IMPOSICIÓN
DEL HUMANISMO MILITAR
O
LA GUERRA ES LA PAZ
Los acuerdos de Dayton
se firmaron en 1995
en una base militar americana.
Si consultamos el texto
de esos acuerdos
vemos que la constituciôn
de Bosnia-Herzegovina
aparece en el apéndice
de los acuerdos de Dayton.
Redactaron esa constituciôn
unos juristas
y abogados americanos,
que se reunieron y redactaron
un documento fundamental
sin por ello crear
una asamblea constitutiva
de los ciudadanos
de Bosnia-Herzegovina.
Se puede leer en esta constituciôn
confeccionada por Estados Unidos:
Se podrà leer que Artículo tal:
El Banco Central
de Bosnia-Herzegovina
no podrà funcionar
como un banco central
sino como un organismo de emisiôn,
currency board,
es decir un banco colonial
sin posibilidad
de acuñar moneda.”
Significa que està totalmente
atrapado por sus acreedores externos.
Es el modelo que existe en Argentina.
Màs aûn,
en esa constituciôn
redactada en Dayton,
se puede leer
que el FMI nombrarà
al presidente del Banco Central
de Bosnia-Herzegovina,
y que éste no podrà ser
ciudadano de Bosnia-Herzegovina
o de un país colindante.
En otras palabras,
se ve bien que esta constituciôn,
totalmente fabricada
y que no tiene fundamentos ciudadanos
en Bosnia-Herzegovina,
instala un gobierno colonial.
Se le llama de otra manera,
se habla
de la “comunidad internacional”,
pero se ve primero
que las estructuras administrativas
son dominadas por extranjeros,
al igual que los presupuestos
y que la política monetaria
es inexistente.
Sin embargo, esos acuerdos de Dayton
son presentados por la llamada
“comunidad internacional”
como la respuesta
a los problemas de varios países.
También se quería
establecer el mismo modelo
de gestiôn colonial
en países
como Macedonia y Yugoslavia.
De hecho se habla de un “mosaico”,
un mosaico de protectorados.
El “humanismo militar”
es una expresiôn bonita,
pero sirve
para disfrazar la coerciôn,
la conquista y la opresiôn.
Lo ûnico nuevo es el término.
Si nos fijamos en la historia,
en la historia de las conquistas,
del imperialismo,
de la opresiôn y de la violencia,
siempre se ha presentado
en términos humanísticos.
Así, Francia se veía inmersa
en una misiôn civilizadora,
mientras su ministro de la guerra
llamaba al genocidio en Argelia.
Los britànicos, muy generosos,
llamaban a la civilizaciôn
en las Indias bàrbaras,
mientras creaban el imperio
màs amplio del narcotràfico mundial,
para penetrar en el mercado chino
mientras hablaban de librecambio.
En EE.UU. hablamos
de la “excepciôn americana”.
Somos muy nobles,
mucho màs que los demàs.
El problema es que todos los demàs
sistemas de poderes
proclaman lo mismo.
Cuando los japoneses conquistaban
Manchuria, en el norte de China,
los documentos que tenemos,
porque los conquistaron,
estàn repletos de retôrica humanista
relatando cômo iban a crear
un paraíso terrestre
y cômo Japôn generosamente
se esmeraba
por el bien del pueblo.
De hecho, leí hace poco
un artículo interesante
en el Globe and Mail
escrito por un inmigrante ruso.
Había sido soldado en Afganistàn,
y ahora vive en Canadà.
Comparaba la descripciôn
de la invasiôn
de Afganistàn por la URSS
con la invasiôn americana
de Irak y de Afganistàn
y de las tropas canadienses
en Afganistàn.
Es casi lo mismo. Era un soldado
y contaba que todos creían en ello,
pensaban que estaban ayudando
a los pobres afganos
socavados por los terroristas
que sustentaba la ClA
y se sacrificaban
para proporcionar ayuda médica,
por el derecho de las mujeres,
pero no lo conseguían por culpa
de la locura terrorista islàmica,
lo cual es cierto en parte.
Es un poco la manera
que tiene Canadà
de describir hoy en día
su misiôn en Afganistàn.
Lo mismo en Irak, etc.
Son pràcticamente
universos culturales.
Por supuesto, ahora se modera
en “humanismo militar”.
Se supone que el neoliberalismo
es economía pura,
pero si lo miramos de cerca,
nos damos cuenta de que es un golpe
de las multinacionales
y de algunos estados
que velan por sus intereses.
Es neocolonialismo,
pero expresado de otro modo.
Y se repite
a lo largo de la historia.
Si tuviéramos archivos
sobre Atila el Huno
seguramente descubriríamos
que se amparaba en la virtud.
Traducciôn:
Diane Bardinet
Ripped & srt:
Tokadime