En los próximos minutos vamos a hablar sobre Gobierno Abierto, una idea novedosa. En los últimos años me ha tocado trabajar en el diseño e implementación de varios proyectos de gobierno y de innovación abierta. Y puedo asegurarles que todos ellos han sido muy movilizantes, de alguna manera, apasionantes. Vamos a hablar también de la historia del Gobierno Abierto. Muchos especialistas señalan, que el inicio del Gobierno Abierto se da en la primera presidencia, año 2009, de Barack Obama, en los Estados Unidos, donde plantea la necesidad de transparentar el gobierno y de fomentar la participación ciudadana a través de una red como Internet. Pero, podemos ir varios siglos atrás. La idea de democracia, está íntimamente ligada con la idea de Gobierno Abierto. Cada ola democrática en distintos momentos del mundo, nos habla de un Gobierno Abierto, de un gobierno transparente, participativo, colaborativo. Y nos vamos a la Antigua Grecia, más precisamente a Atenas. Allí tenemos el origen de la democracia: demos (pueblo), kratos (poder). Y la élite que era considerada ciudadana, en Atenas, se reunía en el Ágora, en la plaza pública, a debatir y a decidir sobre los asuntos públicos. Una democracia directa, una democracia cara a cara. Pero nos venimos mucho más acá en el tiempo. Lo que podemos denominar como las democracias realmente existentes, son muy distintas a la democracia ateniense. Las democracias que surgen como reacción al orden monárquico, o a los regímenes autoritarios, son democracias que requieren una compleja trama, que podemos denominar una ingeniería institucional, que se ven planteadas en los marcos normativos, las constituciones modernas. Y ya no es una democracia cara a cara, no es una democracia directa. Es una democracia representativa, como reza nuestra constitución: "El pueblo no delibera ni gobierna, sino a través de sus representantes". Pero también en esta democracia, que podemos ubicarla, su surgimiento, su nacimiento, en el siglo XIX, inspirada en los valores del liberalismo político y del contractualismo, también vemos indicios de lo que hoy conocemos como Gobierno Abierto. Pero, ¿qué es lo cambia, fundamentalmente, para explicar lo que yo denomino, esta nueva ola democratizadora? Lo que los especialistas, filósofos han denominado la sociedad red. Una sociedad que cuestiona el orden jerárquico en todos los ámbitos. En el ámbito público, pero también en el ámbito del trabajo, la sociedad, la economía. Y lo que posibilita esta sociedad red, es Internet. Internet es una red distribuída, que prácticamente pasa por encima de las fronteras. Cada vez más económica de implementar y que cada vez nos acompaña en la vida. Ya no solamente en una oficina, en una casa, si no a través de una serie de dispositivos móviles que nos pone en red en forma permanente. Entonces tenemos: la Sociedad Red e Internet, que nos permite explicar este nuevo paradigma de gobierno. Muchos hablan de nuevos valores, pero yo me atrevería a decir que son los viejos y los nuevos valores democráticos. ¿Cuál es el trípode fundamental sobre el que se asienta la idea de Gobierno Abierto? Por un lado la transparencia. ¿Qué es la transparencia? Concebir que todos los datos que genera el gobierno son públicos, y que por lo tanto deben estar accesibles, y que por lo tanto pueden ser reutilizados por cualquier ciudadano o cualquier colectivo de ciudadanos, por fundaciones, asociaciones civiles, etc. La segunda pata de este trípode es la colaboración, algo que no es muy común, colaboración al interior de los gobiernos, entre los distintos niveles de gobierno. Que compartan sus problemáticas, sus experiencias y las soluciones que han pensado. Y también la colaboración entre el gobierno y los ciudadanos. Que suena muy lindo, pero que pocas veces la vemos en la práctica. Y la tercera pata de este trípode es la participación ciudadana. Recuerden, Internet, estamos en red. Un Gobierno Abierto debe fomentar la consulta permanente a los ciudadanos. Puede organizar debates públicos en forma permanente. Puede pedirle colaboración, a especialistas, a ciudadanos, a colectivos de ciudadanos sobre como resolver los problemas de gobierno. Quiero hacer una breve digresión. Gobierno abierto no es gobierno electrónico. Nos facilita la vida ir a una oficina pública y que no nos pidan el documento de identidad, que el propio estado genera. O ingresar a un plataforma tecnológica y poder sacar un turno del sistema público de salud o de educación, a través de Internet. Eso hace más eficaz y eficiente los actuales procesos. Pero cuando hablamos de Gobierno Abierto hablamos de un nuevo paradigma basado en la idea de colaboración, participación y transparencia, desde una perspectiva moderna, desde la perspectiva del siglo XXI. Desde una perspectiva de una sociedad en red y conectada. ¿Y dónde encontramos quién aplica estos principios en forma permanente, en las actuales sociedades? La comunidad de programadores de software abierto. No quiero extenderme en esto pero existen herramientas como GitHub y otras, que permiten que un grupo grande de programadores trabajen en forma colaborativa, sin coordinación jerárquica y que hagan algo muy difícil, generar programas que después van a ser utilizados para la computación, que requieren instrucciones muy precisas, para actuar de forma inflexible. Y lo han logrado. La comunidad de programadores de software abierto, no importa en qué lugar del mundo estén, no importa en qué horario, tienen acceso a todo el código, son hombres libres y pueden generar algo tan complejo como un programa para que corra en una computadora. Ahora, tenemos la sociedad en red, Internet, una herramienta que usan los programadores. ¿Y el ciudadano que no es programador, qué tiene que ver con esto? Miren, recientemente, a mediados de octubre, esta herramienta, GitHub, lanzó una plataforma para el Gobierno Abierto. Bueno, tenemos la sociedad red, los programadores, una plataforma, pero también tenemos experiencias. Hace más de un año, el Parlamento Alemán utiliza GitHub. Ya no se está codificando software, se codifican leyes. Toda nueva ley presentada en el Parlamento Alemán, aparece on-line. Todo el tratamiento que se le da a ese Proyecto de Ley, está permanentemente on-line. Y todos los ciudadanos o colectivos de ciudadanos organizados pueden realizarle comentarios e incluso proponer modificaciones al Proyecto de Ley. Se usa GitHub ya no para programar software, sino para codificar leyes. En un formato colaborativo, abierto y accesible para todo ciudadano que tenga conexión a Internet. Y esta idea, que algunos ubican en el 2009, ha logrado que casi 40 estados nacionales impulsen a partir del 2011, lo que se conoce como la Asociación de Gobierno Abierto. No me voy a detener en que grado de coherencia o que grado de profundidad, tiene esta idea en cada uno de estos estados. Pero les puedo asegurar que hay miles de experiencias, de transparencia de participación ciudadana, que a nivel municipal, provincial o nacional, se están realizando sobre gobierno abierto. Yendo muy a nuestro patio, la Universidad de Buenos Aires, en el año 2010 ha generado una oficina de acceso a la información pública, con un responsable en cada una de las unidades académicas. Todo accesible por Internet. Haciendo realidad uno de los principios del gobierno abierto, como es la transparencia. Pero es verdad, no nos vamos a engañar aquí. Muchas veces cuando nos acercamos a una administración pública, a un gobierno, nos encontramos con una puerta cerrada. Y es una puerta cerrada que en muchas ocasiones es muy difícil de abrir. Siguiendo al especialista español, César Calderón, un amigo que conoce de temas de Gobierno Abierto, él llama a estos gobiernos, a estas administraciones, que están bajo el efecto Gollum o Smeagol, ese personaje de "El señor de los anillos". Como si el gobierno fuera el anillo, quiere todo el beneficio, todo el poder para él. Este efecto Gollum o Smeagol es hijo de esa frase que dice: "La información es poder". Por lo tanto, no la comparto con nadie, es mía. Es para mí. Y es verdad, que muchas administraciones se mueven bajo ese paradigma. Ahora bien, ¿qué puede pasar con esa forma de gobernar? Para mí, en una forma irónica, y algunos podrían decir casi cínica, lo explica perfectamente Borges en el libro de Arena, cuando dos personajes entablan el siguiente diálogo: "- ¿Qué sucedió con los gobiernos? - Según la tradición fueron cayendo gradualmente en desuso." Esta idea de que los gobiernos cerrados, donde no se comparte nada, no se trabaja de forma colaborativa, no hay posibilidad de participación ciudadana, van a ir cayendo en desuso. Pero también debemos reconocer, que existe lo público, lo colectivo, lo que no tiene que ver con nuestra esfera privada, aquello que va más allá de nosotros, que no lo podemos resolver con nuestras propias manos, por eso existen los gobiernos. Considero que se puede generar una nueva ola democratizadora bajo los preceptos de colaboración, transparencia y participación. Existe la sociedad red, existe Internet, existen los programadores de código abierto, existen experiencias concretas muy significativas de instituciones muy importantes en el mundo que aplican estos principios de Gobierno Abierto. Y casi todos nosotros también lo usamos en las redes sociales. Somos personas que estamos en permanente contacto. Miren. Las herramientas existen. Tenemos una fenomenal red distribuida, cada vez más económica, donde nos podemos organizar por nodos, donde se pueden interesar por intereses, donde se puede participar, donde se puede colaborar. Más aún, hay toda una generación que sabe que estos mecanismos, estos instrumentos, estas herramientas funcionan. Funcionan bien. Que son colaborativas. Que compartir no significa perder poder, si no enriquecer el poder del conjunto. Por lo tanto, creo que tenemos que hacer la propia. Se necesita liderazgo político, sí, para los cambios. Pero también se necesita liderazgo ciudadano. Y creo que podemos encontrar una mejor democracia, y hacer realidad los principios del Gobierno Abierto. Muchas gracias por su atención. (Aplausos)