¿Cuándo fue la última vez que no tenías
ni idea de lo que estabas haciendo?
(Risas)
Bien, yo primero.
¿Te parece?
Hace un par de años decidí
que quería aprender Español
para un viaje
que iba a hacer a México.
Sé francés, pensé,
qué tan difícil podría ser.
Así que hice lo que cualquier miembro
del siglo XXI que se precie a sí mismo
haría para ser fluido en un idioma:
descargué una aplicación de vocabulario
en mi iPhone.
Bien, avancemos unos pocos meses.
Mis dos amigas y yo
llegamos a Cancún.
Dejamos el aeropuerto, nos subimos
a un taxi,
Y decidí platicar con el taxista.
Así que muy confiada dije,
(Español) Estoy excitada ir
al hotel porque soy casada.
(Risas)
Algunos saben qué dije,
¿cierto? Bien.
Y la mirada del taxista
hizo instantáneamente que quedara claro
que no había dicho,
Estoy emocionada de ir al hotel
porque estoy cansada.
Lo que en realidad dije fue:
Estoy sexualmente excitada de ir
al hotel porque estoy recién casada.
(Risas)
Así que sobra decir que me sentí
expuesta y avergonzada.
Pero ¿qué hay contigo?
Quizás, estás luchando
para manejar tu negocio
o trabajando para dominar una habilidad
que necesitas en tu trabajo
o solo tratando de mejorar en el golf.
¿Has estado intentando
conseguir un mentor o tomar una clase,
o, en mi caso, conseguir un tutor
de español, pero nunca lo hiciste?
Sabes de lo que estoy hablando, ¿cierto?
Eso por lo que mueres por dominar.
Y si eres una persona tipo A como yo,
es probable que eso te persiga
en la forma de una lista de cosas
por hacer que nunca puedes eliminar,
porque estás tan empantanado
en la tiranía de lo urgente.
¿Has experimentado eso?
Ya sea que eres un líder de negocios,
un empleado,
o un jugador de hockey
de la liga de cerveza,
¿Cuánto tiempo y energía
inviertes para ser
totalmente asombroso en lo que haces?
Esta es mi gran idea.
Cuando se trate de tu propio desarrollo
no puedes seguir esperando
hasta que no estés tan ocupado
o a que alguien más lo haga por ti.
Nadie va a invertir verdaderamente
en ti más que tú mismo.
He dedicado mi vida
a ayudar a los líderes a ser mejores.
Esta pasión comenzó en mi infancia
cuando vi el poder de los líderes para
transformar las vidas de las personas.
Poco después del divorcio de mis padres,
mi mamá inició su propio negocio,
y no solo sustentaba a nuestra
familia;
sustentaba las familias de 25 personas
que trabajaban para ella.
Y ahora, como una adulta,
y como psicóloga organizacional,
aplico principios científicos
del comportamiento humano
para ayudar a líderes y compañías
a ser exitosos.
Pero un cliente mío recientemente
explicó mucho mejor que yo lo que hago.
Esto fue lo que me dijo,
El liderazgo es mi Everest,
y tú eres mi Sherpa.
(Risas)
Bastante genial.
Así que en los últimos 12 años de ser
una Sherpa ejecutiva, o entrenadora,
encontré un patrón.
Tres pasos para el mejoramiento radical
que no solo aplican
para líderes de negocios,
aplican para cualquier cosa
que quieras hacer mejor.
Y hoy voy a compartirlos
contigo.
Pero antes de eso,
seguro estás pensando,
¿En serio? ¿Cualquier cosa?
En pocas palabras, ¡sí!
Ya sea que eres un fisicoculturista
o un camarero,
un cirujano o un guionista,
un violinista o un voluntario,
si hay algo
que quieras hacer mejor,
estas 3 cosas te ayudarán a ser
completamente asombroso en lo que haces.
Bien, entonces 3 cosas.
¿Empezamos? Excelente.
El paso 1 es conocerte
a ti mismo.
Esta es la cuestión principal:
La mayoría de las personas son totalmente
delirantes
acerca de sus habilidades y capacidades
(Risas)
Es verdad y puedo probarlo.
Los investigadores Justin Kruger y
David Dunning descubrieron este fenomeno
que modestamente llamaron
El Efecto Dunning-Kruger.
Tal vez los que estén más interesando
en la radio pública que en la ciencia,
lo conocen como
el Efecto Lake Wobegon.
(Risas)
En una serie de 4 experimentos
Kruger y Dunning encontraron
que la mayoría de las personas
sobrestiman su talento completamente.
Lo que era incluso más aterrados, al menos
para mí, era que la gente más incompetente
eran los peores en reconocer
su incompetencia.
¿Somos malas personas? No lo creo.
¿Somos estúpidos? Generalmente no.
Simplemente vivimos en un mundo donde
las personas casi nunca dicen la verdad.
Somos educados, estamos ocupados,
estamos asustados,
Y luego está el clásico ataque frontal de:
¿Puedo darte mi opinión?
Si no huyes cuando alguien te dice eso,
seguramente te sientas
un poco a la defensiva
cuando escuchas lo que tienen que decir,
¿cierto?
Así que para mí, en mi trabajo como
entrenadora de líderes,
a menudo les mando
a alguien para decirles la verdad
cuando todos los demás tienen
miedo de hacerlo.
Y hoy, te contaré una historia acerca de
un ejecutivo que ayudé llamado Steve.
Pero recuerda estos 3 pasos aplican a
cualquier cosa en la que quieras mejorar.
Cuando conocí a Steve, él pensaba
que estaba haciendo un trabajo genial.
(Risas)
Pero cuando hablé con su equipo,
aprendí bastante rápido que ese
no era el caso.
Dijeron que era inteligente,
pero me dijeron que tenía
algunas peculiaridades, por decirlo así.
No, no, vamos a ser honestos.
Su equipo pensaba que era un patán.
Les ladraba las órdenes.
Cuestionaba sus competencias.
Les gritaba, en una forma que
encontraban poco profesional y alarmante.
Esta es una historia real.
Uno de sus empleados
había empezado a tomar
medicinas para la presión arterial
debido a eso.
Y por suerte, fui yo el patán
que le dijo todo eso.
Imaginen que están conmigo
en la lujosa oficina de Steve.
Nos sentamos frente a frente en su
enorme mesa de conferencias de madera,
lo miro a los ojos
y digo, Steve, no hay otra manera
de decirlo. Tu equipo te odia.
(Risas)
-¿Estás sorprendido?
Y su expresión de horror decía
que estaba increíblemente sorprendido.
-¿Cómo pueden decir estas cosas
sobre mí?, dijo.
(Alzando la voz)
¿Cómo pueden decir que les grito?
(Risas)
Luego miró fijamente a la ventana
por lo que me pareció una eternidad.
Me dijo, Me estás diciendo que
he estado haciendo estas cosas
durante los últimos 20 años,
y ¿nadie me lo dijo?
Pero ansiosa por darle
a Steve buenas noticias, dije,
-Steve, no te preocupes,
estos problemas se pueden arreglar,
y tú acabas de tomar el paso
más importante.
-¿Lo hice? ¿En serio? ¡Genial!
Espera, ¿qué hice?
-Has aceptado la realidad.
[La verdad]
Así que, ¿qué hay de ti?
Si tuvieras cosas por mejorar,
¿lo sabrías?
Delirios sobre nosotros mismos
son las barreras
en el viaje de ser asombroso.
Entonces, no importa qué tan difícil sea,
tienes que tomar la responsabilidad
de conocer la verdad sobre ti mismo.
Entonces ¿cómo haces eso?
Aquí está mi consejo.
Para ti, el paso 1 significa
conocer tu posición.
Así que primero, si las tienes,
deberías buscar las medidas objetivas
de éxito.
Un cirujano podría buscar
en sus tasas de complicación.
Un jardinero podría buscar cuál
de sus plantas viven y cuáles no.
Luego, busca tus medidas subjetivas.
La manera más fácil de hacer esto es
encontrar alguien que te diga la verdad.
Pregúntales: ¿Qué estoy haciendo
que me esté ayudando a tener éxito?
¿Qué se está metiendo en mi camino,
y cómo adapto mi enfoque para ser mejor?
Recuerda, por encima de todo,
persigue la verdad.
Bien, ya tienes esta opinión,
sabes cual es tu posición.
El paso 2 es elegir una cosa
en qué trabajar.
En mi experiencia, una vez las personas
tienen sus opiniones, quieren empezar,
Y despiertan el siguiente día
y tratan de cambiar todo.
Piensa en eso.
Es ridículo, ¿no?
Es como hacer una dieta de choque
para perder 4 kilos y medio en una semana.
Esta es la verdad, es mucho mejor
progresar en una sola cosa
que poco a nada en muchas cosas.
Volvamos a Steve.
Todos podríamos acordar que tenía muchas
opciones de cosas para mejorar, ¿no?
Pero había una cosa
que le daría mejores resultados.
¿Sabes qué es?
Steve tenía que aprender
a tener control sobre su ira.
Acordamos que no trabajaríamos
en nada más
hasta que tuviera eso bajo control.
Así que, durante el mes siguiente,
eso fue exactamente lo que hizo.
Aprendió a suavizar
su tono de voz.
Aprendió a morder su lengua.
Aprendió a preguntar en lugar de culpar.
Y, de pronto, en cuestión de semanas,
empezó a tener el control.
Entonces nos movimos a su capacidad para
escuchar. Luego para guiar.
Y así fue, una cosa
a la vez durante meses.
Entonces ¿qué crees que Steve notó?
En muy poco tiempo, sintió
un nuevo nivel de confianza.
No era una confianza vacía,
que viniera de una ilusión,
era confianza real, porque estaba
haciendo las cosas bien.
¿Qué notó el equipo de Steve?
En un corto periodo de tiempo,
empezaron a hablar
sobre este maravilloso hombre
que llamaban el nuevo Steve.
(Risas)
Fue asombroso y la mejor parte
fue que cuando él fallaba,
lo cual todos hacemos
cuando tratamos de mejorar,
le preguntaban afectuosamente,
¿Qué diría el nuevo Steve acerca de eso?
(Risas)
Es bastante genial, ¿cierto?
Así que para ti, ¿cómo elegirías
una cosa?
Este es mi consejo: toma un pedazo de
papel y dibuja una línea en el centro.
En el lado izquierdo anota todas las
habilidades que tratas de mejorar.
Luego en el lado derecho para cada
habilidad, una escala del 1 al 10,
Quiero que te imagines que solo
eres mejor en eso,
y luego mide que tan asombroso serás.
Empieza con el numero más alto
y trabaja hacia abajo.
Te conoces a ti mismo y
tienes lo que vas a mejorar.
Si te detienes aquí, estás cometiendo
un error que veo todo el tiempo,
y que es muy peligroso.
Yo lo llamo desarrollo delirante,
la inútil esperanza de que solo por querer
ser mejor en algo,
mágicamente sucederá,
como si fuese ósmosis.
Es como yo tratando de aprender
español en mi teléfono.
Creo que establecimos
que eso era no bueno.
Así que, en este punto la única cosa entre
tú y ser asombroso, es la practica diaria.
Por ciento de años la gente suele pensar
que la excelencia era innata.
Por ejemplo, los científicos suelen pensar
que los mejores maratonistas
tienen diferencias en sus pulmones
o en sus músculos.
Pero investigaciones recientes revelan
que estas diferencias no son innatas.
Lo que hace a alguien excepcional es que
lo gana a través de practica diaria.
Así que, el mejor maratonista no tiene
ninguna diferencia física;
lo que es diferente es cuánto entrenaron
en las semanas antes del maratón.
Entonces, volvamos a Steve, ¿te parece?
Steve aprendió a practicar diariamente
desarrollando un hábito.
Todos los días camino a su trabajo tenía
que pensar sobre lo que trataba de mejorar
y hizo un plan para practicar.
Luego en el camino a casa,
pensaría en cómo lo hizo,
y quizás algunas ideas
para lo que sería el siguiente día.
En total, Steve probablemente usaría menos
de 30 minutos a la semana haciendo esto,
Y vio enormes ganancias.
En menos de 6 meses,
su equipo empezó a cerrar nuevos tratos.
Se sentía feliz y más confiado.
y su jefe, quien me contrato,
estaba extático.
Entonces, ¿qué piensas?
¿Algunas personas nacen para ser grandes?
Algunas veces.
Pero mi creencia es esta: Steve nos mostró
que con esfuerzo y compromiso
casi todo el mundo puede ser mejor.
En su caso un mejor líder.
Por cierto, siempre digo
que el 96% de los líderes pueden mejorar.
El otro 4% son lo que llamamos
sociópatas.
(Risas)
A quienes les falta habilidad
para conectar con otros
en un nivel humano fundamental.
Bien, entonces a menos que seas sociópata,
puedes ser un mejor líder.
Pero estoy divagando.
Volvamos a la práctica.
Lo esencial, no mejorarás
a menos que hagas un compromiso
diario de practicar.
Así que todos los días, quiero
que saltes de la cama y digas,
¡Hoy es el día en el que
seré mejor en mi cuestión!
Algunos días te sentirás estancado. Otros
estarás entusiasmado cuando algo encaja.
Pero cada día aprenderás,
y cada día serás mejor.
Entonces, antes de terminar, quiero que te
imagines que estás allí.
Te has vuelto totalmente asombroso
en lo que haces.
¿Cómo es? ¿Cómo se siente?
¿Cómo es tu vida mejor?
Steve lo hizo. ¿Era un sobrehumano?
¿Una excepción a la regla?
Absolutamente no.
Steve era una persona normal
que hizo un compromiso
para su propio desarrollo.
Conócete a ti mismo. Elige una cosa.
Practica diariamente.
Eso es todo.
Y te prometo, que después de usar
este esquema con miles de líderes,
sé con total seguridad
que funciona.
Ahora, este el momento
para tomar una decisión.
Como tu Sherpa, te puedo mostrar el camino
pero esta es tu montaña.
Recuerda: nadie va a invertir
en ti más que tú mismo.
Así que, haz un compromiso.
Sigue los 3 pasos.
Te harás más asombroso
en lo que haces todos los días,
y serás totalmente imparable.
¿Qué estás esperando?
(Aplausos)
Gracias.
(Aplausos)